Surgen voces que abogan por disolver esa entidad supramunicipal
La Mancomunidade Intermunicipal dos Vales do Ulla e Umia vive quizá sus horas más bajas desde su constitución en 1994. Los últimos cuatro años la entidad apenas tuvo actividad y no gestionó ningún servicio o proyecto comarcal, fines para los que se creó hace diecisiete años. Ni la recogida de basuras, ni la perrera ni los servicios de Protección Civil ni el parque de bomberos sufrieron algún avance durante el pasado mandato y siguen estando en cartera.
Tras las elecciones del 22-M y el nuevo equilibrio de fuerzas políticas -PP, 37 concejales; PSOE, 24; BNG, 18 e independientes, 8- toca repensar su futuro. De momento, los partidos guardan silencio y ningún alcalde se postula para ser presidente del organismo.
De entrada, el popular Roberto Vázquez tendría todos los boletos tras descartarse el de Valga, José María Bello (PP), nombrado recientemente diputado provincial, aunque también quedaría la opción de los nuevos regidores de Cuntis y Moraña, los populares Antonio Pena y Luisa Piñeiro. Vázquez Souto pone en la diana a los concellos. «La situación de la Mancomunidad es difícil por el tema económico. Los últimos cuatro años fueron de pena, yo no soy de los de coger un puesto pero no trabajar», dijo a preguntas de La Voz.
Otros alcaldes como Bello Maneiro abogan por que el nuevo dirigente se elija por consenso. «Cando eu fun presidente houbo un pacto co PSOE e se fixeron moitas cousas. Esta última etapa foi negativa total, non se fixo nada, só houbo gastos. Hai que retomar o tema e pactar».
Otros como Alberto García van más allá y abogan ni más ni menos que por disolver la entidad. Más que con la gestión puntual del organismo se muestra crítico con el modelo. «As mancomunidades non poden funcionar se non teñen financiamento da Deputación e da Xunta. ¿De que serven se son os concellos os que teñen que transferirlle os cartos, cando os concellos non teñen un peso?», se preguntó el socialista.
García rechaza que sirvan para abaratar costes en los servicios y subraya que la Mancomunidade Ulla-Umia «foi exemplo no seu día porque xestionou os fondos europeos». En las filas del BNG, Luis Álvarez Angueira, regidor de Pontecesures, apunta que no tuvo ni tiempo ni ganas de pensar en ello.
«Sen fondos da Deputación e da Xunta non poden funcionar»
LA VOZ DE GALICIA, 26/06/11