La nueva Corporación de Valga se constituirá mañana en un pleno que comenzará a las dos de la tarde en el que José María Bello Maneiro será proclamado regidor, nuevamente.
Lo
hará sin complicaciones de ningún tipo, después de reeditar con
absoluta comodidad la mayoría absoluta de que disfruta desde hace tres
décadas. Su partido, el PP, dispone de nueve concejales, mientras que la
oposición se limita a tres miembros del PSOE, como son María Ferreirós,
Javier Carballa y Romina Nieto, y uno de Valga Viva, Manuel Castiñeiras.
El gobierno conservador estará formado por Maneiro, Román Castro, María Isorna, Carmen Gómez, Pedro Calvo, Begoña Piñeiro, Ángel Souto, Manuel Ferreiro y José Lagos.
Así lo confirmó la comisión ejecutiva municipal socialista.
Tras el varapalo electoral, María Ferreirós expresó en redes sociales su decisión de echarse a un lado. «Nos vindeiros meses non farei traballo de oposición. Debo dar un paso atrás, reflexionar e recuperar o tempo coa miña familia», escribió, al tiempo que anunciaba la retirada de la demanda sobre los presupuestos del 2017.
Sin embargo, la comisión ejecutiva municipal del PSOE de Valga anunciaba entre sus conclusiones tras los resultados del 26M, que la número uno de la candidatura socialista seguirá siendo la portavoz municipal al contar «co incontestable respaldo desta executiva, da agrupación socialista e da candidatura que a acompañou nestes comicios, ademais das 926 persoas que lle deron o voto». Cuatro años a partir de ahora que, aventuran, vana s seguir siendo duros para el equipo de Bello Maneiro.
Detectan el empleo fraudulento de los emblemas oficiales en cuentas privadas de las redes sociales.
El alcalde de Valga, José María
Bello Maneiro, firma un bando en el que advierte a los ciudadanos de
que el uso de los emblemas oficiales del Concello es una práctica ilegal
si no se hace con el aval de los permisos oportunos.
Hace
esta apreciación tras detectarse que tanto la bandera como el escudo de
la localidad aparecen de manera fraudulenta en diversas cuentas
existentes en redes sociales.
El primer edil incide en que el escudo del Concello de Valga
«es un bien de dominio público que constituye un elemento
representativo e identificativo del municipio, siendo su propiedad y
usos exclusivos del mismo».
Es por ello que José María Bello Maneiro insta a los propietarios de las diferentes cuentas que usan tales distintivos de manera ilegal a que se abstengan inmediatamente de hacerlo, con la advertencia de que, en caso contrario, el Concello «procederá a ejercer las medidas legales que sean pertinentes».
La padronesa María José Cruces García, licenciada en Derecho, se encargará de la tramitación de expedientes y otros trabajos administrativos tras conseguir la puntuación más alta en el concurso oposición realizado por el Concello de Valga para ampliar su cuadro de personal y dotarlo de un técnico de Administración General. Tomó posesión en presencia del alcalde, José María Bello Maneiro, y el secretario, Juan Manuel Salguero del Valle.
El 27 de
abril de 1809 se produjo una sangrienta batalla entre una avanzadilla de
las tropas napoleónicas, que bajaba desde Padrón, y un casi improvisado
batallón formado por campesinos y soldados gallegos mal entrenados.
Tuvo lugar en una loma del municipio de Valga, en el lugar conocido como
Casaldeirigo. Fue una lucha desigual, pues los franceses sumaban 1.000
efectivos y tenían armas de fuego y artillería, mientras que los
gallegos eran menos y muchos iban armados únicamente con aparejos del
campo. Aún así, los franceses tuvieron que darse en retirada.
Valga celebra desde hace once años una de las recreaciones históricas
más vistosas de la comarca. Es la llamada Batalla de Casaldeirigo, en
la que se reproduce el sangriento combate librado por los campesinos de
la zona y las tropas francesas en 1809, durante la Guerra de la
Independencia. Durante la tarde de ayer, la fiesta
regresó a esta colina de la parroquia de Sete Cores, aunque el intenso
calor afectó negativamente, puesto que en un primer momento se barajó
retrasar las actividades al menos una hora, aunque después se decidió
respetar el primer horario previsto.
Los
hechos que se conmemoran con esta fiesta de Valga sucedieron el 27 de
abril de 1809, hace ahora 210 años. El ejército napoleónico se había
instalado en España, y en muchos puntos del territorio se habían formado
improvisados ejércitos de campesinos, mal entrenados y mal armados. Fue
uno de estos batallones el que a finales de abril de 1809 hizo frente a
una avanzadilla de franceses que bajaba desde Padrón, y que estaba
compuesta por un millar de soldados.
Los
galos tenían todas las de ganar, pues estaban mejor entrenados y
poseían cañones y abundantes armas de fuego. Los gallegos, pertrechados
con hoces y azadas, sabían que tenían que jugar sus cartas cogiendo por
sorpresa a los franceses, y así lo hicieron en aquella jornada de
primavera de hace 210 años. Fue una pelea sangrienta, y pese a su
teórica ventaja, a los franceses no les quedó más remedio que
replegarse.
Tiempo después, se levantó en aquella loma la llamada Capela da Saúde, en recuerdo de las víctimas.
Fue
ahí, en ese escenario natural, en el que a media tarde de ayer
volvieron a luchar cuerpo a cuerpo los campesinados de Valga y las
parroquias colindantes y los soldados napoleónicos. Una vez más, ganaron
los gallegos, aunque en la batalla auténtica no sea fácil discernir si
hubo o no un ganador claro.
La
Batalla de Casaldeirigo está organizada por el Ayuntamiento de Valga y
la asociación cultural Héroes de Casal de Eirigo, 1809, y a lo largo de
estos once años se ha convertido en uno de los eventos de inspiración
histórica más importantes de la zona. No solo por la calidad de la
recreación en sí, sino también por la programación complementaria, y por
el elevado número de personas que se implican en la fiesta. Muchos son
vecinos, y otros muchos proceden de otras localidades donde se recrea la
Guerra de la Independencia contra los franceses, como son Vigo -con su
espectacular Reconquista-,
Pontecaldelas o Barro, donde también hubo «alarmas», como se conoció a
las guerrillas formadas por los gallegos que se echaron al monte para
hacer frente a las tropas galas.
Los
actos en Casaldeirigo arrancan a media tarde con un desfile que preside
la corporación municipal de Valga, y en la que van juntos «alarmas» y
franceses. Participan en el mismo en torno a 200 personas. Salen desde
el entorno de la carretera, y llegan a lo alto de Casaldeirigo, donde lo
primero que hace el alcalde, José María
Bello Maneiro, es pasar revista a las tropas. Acto seguido, se izan las
banderas de todos los países implicados de una u otra forma en la
Guerra de la Independencia, entre ellos España, Portugal, Francia o
Inglaterra.
Tras estos actos
de cariz más protocolario o simbólico, se llega a la batalla en sí, en
la que franceses y gallegos vuelven a verse las caras sobre la tierra de Casaldeirigo, como hicieron en 1809 y como llevan haciendo año tras año desde 2009.
La programación prosigue con una obra de teatro, que este año se tituló «O que Napoleón non se levou». Cada año, el Concello de Valga
convoca un concurso de teatro inspirado en la batalla, y la obra
ganadora es la que se representa el día de la Batalla. Ese honor le
correspondió en esta edición al texto presentado por Marcela Rodríguez.
El montaje fue dirigido por el director de la Escola Municipal de Teatro, Manuel Solla, y el elenco estuvo formado por alumnos de la citada escuela y vecinos.
La jornada se completó con juegos y animación para los niños, una degustación gratuita de rosquillas, las actuaciones de Lume con Troula y Pele Pau, que está teniendo mucho éxito en Galicia con su música de percusión, un espectáculo luminoso en la capilla al anochecer acompañado de fuegos de artificio, y una cena campestre con música para concluir la fiesta.
Los trabajadores pontecesureños se concentran hoy a las puertas del consistorio, mientras que los valgueses lo hicieron ayer.
Los delegados sindicales de la plantilla de personal del Concello de Pontecesures
convocan para hoy una nueva concentración de protesta a las puertas de
la Casa Consistorial. Al igual que lo hicieron ayer, pero en la suya,
los del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga.
En ambos casos reclaman mejoras laborales y salariales, participando en las protestas una decena de personas, en cada caso.
La
más novedosa es la del GES de Valga, que escenificó el conflicto que
mantiene desde hace meses con el gobierno del conservador José María Bello Maneiro, a quien reclaman «unas condiciones laborales dignas».
Básicamente
persiguen que se reconozca el trabajo que realizan, que no se
interfiera en la organización de sus turnos laborales y, en definitiva,
que la profesionalización de este servicio se traduzca en mejores
ingresos.
Algo parecido buscan los empleados de Pontecesures, donde llevan años reclamando a diferentes gobiernos la elaboración de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Con el actual se había alcanzado un principio de acuerdo hace meses, pero «el incumplimiento del calendario de negociación» hace que se retomen las protestas, tanto hoy como los días 3, 7, 10, 14 y 15 de junio, en la última fecha coincidiendo con la sesión de investidura de la nueva Corporación.