Pontecesures celebró su fiesta anual de exaltación de la lamprea a pesar de su escasez y los intermitentes e intensos chaparrones.
Con semejante cantidad de agua caída en las últimas semanas pueden registrarse diferentes problemas o trastornos. Entre ellos la subida del caudal del Ulla hasta límites casi prohibitivos y la generación de intensas y peligrosas corrientes. Esto hace más difícil pescar lamprea, cuya temporada de pesca está ya en su recta final y no está siendo nada buena. Lo cierto es que las pobres capturas del primitivo pez preocupa, sobre todo a los paladares que aprecian la calidad de este producto. Aún así, la que todos conocen como «dama del Ulla» no quiso faltar a su cita anual en Pontecesures.
El gobierno de Pontecesures no está dispuesto a dejar morir la Festa da Lamprea do Ulla, de ahí que a pesar de la escasez de producto y las adversidades meteorológicas decidiera mantener su fiesta anual de exaltación.
Tuvo lugar ayer, como siempre a orillas del río, cuyo exagerado caudal en esta época del año dificulta enormemente la pesca de la popular «dama del Ulla».
Y no solo había agua en exceso en el cauce fluvial, sino que también caía del cielo como si nunca lo hubiera hecho, a modo de incómodas, intermitentes e intensas precipitaciones que, no cabe duda, solo sirvieron para deslucir el evento.
Pero a pesar de todos los inconvenientes salió adelante. Lo hizo con la lamprea como gran protagonista, al estilo bordelesa, y a 12 euros la ración; acompañado este plato, como suele ser habitual, de churrasco y pulpo á feira, todo ello degustado bajo carpa.
Por el recinto se dejaron ver el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que de este modo mostraba su firme apoyo a la fiesta, a los pescadores del primitivo pez y al gobierno local.
Un ejecutivo también representado por los socios del regidor conservador, los independientes María Isabel Castro Barreiro y Ángel Souto Cordo, a quienes acompañaron representantes de la oposición como Cecilia Tarela (BNG) y Roque Araújo (PSOE).
Al margen de los integrantes de la comitiva oficial, en la que estaba también el alcalde del municipio vecino de Valga, José María Bello Maneiro, pudieron saborear la lamprea del Ulla cientos de vecinos llegados desde diferentes localidades gallegas.
En algunos casos acudieron expresamente a la villa ribereña para saborear este manjar. Aunque también hubo muchos visitantes que dieron cuenta de la lamprea aprovechando su viaje a Pontecesures para asistir a alguna de las misas oficiadas con motivo de la festividad religiosa de San Lázaro.
Unos y otros, abrigándose como buenamente podían cuando por momentos parecía diluviar, escucharon música de charanga mientras saboreaban un plato que puede no agradar a todos, pero que enamora a la mayoría de los que lo prueban.
Por cierto, que se aprovechó la fiesta para entregar los premios del «Tapea Lamprea» y se desarrollaron diversos actos en torno al cartilaginoso y escurridizo pez. El mismo que en Pontecesures tiene su casa, la Casa da Lamprea.