La candidata del Partido Socialista a la Alcaldía de Valga, María Ferreirós, gestionó una reunión entre el empresariado local y el delegado de Zona Franca, David Regades. El encuentro sirvió para que la entidad pusiese a disposición de las industrias valguesas sus programas, tanto de formación, como de financiación a empresas, pymes, autónomos; desarrollo de suelo industrial, venta y alquiler de naves u oficinas o apoyo al emprendimiento.
Regades puso los ejemplos de Cuntis, Caldas y Vilagarcía, donde aseguró que se está a contribuir “dun xeito moi práctico á creación e asentamento de empresas e pymes na comarca”. Ferreirós señala que “Valga non pode ser allea a esta oportunidade” y criticó el “desleixo absoluto da concelleira de Industria e Emprego, que en quince anos foi incapaz de contactar con Zona Franca”.
La candidata socialista se compromete a hacer un estudio de viabilidad para la ampliación de suelo industrial, a la modificación del PXOM y a poner a diposición de la Zona Franca superficie industrial para desarrollar. Ferreirós lamentó las “promesas incumpridas” del gobierno de Bello Maneiro y considera que en el sector industrial, en Valga, hacen falta nuevas oportunidades, modernización de los servicios públicos y ampliación de suelo industrial.
Bello Maneiro considera que tanto la oposición como el Consello de Contas «deberían ter a cara moi colorada»
Por segunda vez en dos semanas, el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, compareció en rueda de prensa para anunciar que el Tribunal de Cuentas, «o órgano fiscalizador supremo das contas e da xestión económica do sector público dependente das Cortes Xerais do Estado», ha emitido un auto que, a su juicio «desacredita o informe do Consello de Contas de Galicia e avala ao goberno local, xa que conclúe que o cobro de dietas por parte do secretario e do interventor municipais é legal». Según ese auto, relata el gobierno de Valga, el tribunal señala que no ha lugar a abrir un procedimiento judicial contable «por resultar de modo manifesto e inequívoco a inexistencia de suposto algún de responsabilidade contable, procedendo, coa presente resolución, ao arquivo de todo o actuado». Añade que «os pagos en concepto de dietas abonados ao secretario e ao interventor teñen cobertura legal e non supuxeron vulneración algunha da normativa orzamentaria aplicable». Ya antes de este auto, recuerda el gobierno de Valga, «o Fiscal informou que os pagos denunciados coma indebidos estaban legalmente autorizados e que as presuntas irregularidades quedaron suficientemente xustificadas, polo que non se aprecian indicios de responsabilidade». «Máis contundencia imposible. Moitos, nestes momentos, deberían ter a cara moi colorada», señaló este martes el alcalde popular, que hace unos días pedía al Consello de Contas que rectificase un informe realizado sobre esta cuestión, «Que teñamos noticias, non o fixeron aínda, polo que nos reafirmamos, agora con máis razón ca nunca, nesta solicitude».
El auto, señala el alcalde, no solo enmienda al Consello de Contas. A juicio del alcalde, «confirma que a señora Ferreirós minte. Hai unhas semanas, cando saiu o informe do Consello de Contas de Galicia, anunciaba que ía elevar o caso ao Tribunal de Cuentas, pero xa presentara a denuncia hai tempo. Eu, como alcalde, xa fun declarar o ano pasado». «Agora, que a señora Ferreirós corra a levarlle esta resolución ao Consello de Contas e ao seu partido. O candidato do BNG que corra a levala ao Parlamento. E o concelleiro das Mareas que corra a levala ao xulgado como levou a semana pasada o informe do Consello de Contas. Se teñen dignidade e sensatez, deberían facelo», dijo Bello Maneiro.
El alcalde lamenta que la oposición «insista en denunciar todo canto fai este goberno ante todos os organismos posibles, todo con resultado favorable ao Concello de Valga». «Nós non lle imos pedir á señora Ferreirós, do PSOE, nin ao señor Castiñeiras, das Mareas, que dimitan, nin que os seus partidos os cesen. Para nós son os mellores candidatos posibles. Os ideais. O das Mareas, claro está, se logra formar lista e atopar un partido que lle pague a publicidade. Nós o que seguiremos facendo será traballar e falar con feitos, para seguir deste xeito mellorando a vida dos nosos veciños e traballando polo progreso de Valga», concluyó el regidor popular de Valga, que no pierde de vista el horizonte electoral del 28 de mayo.
El regidor es tajante al entender que ese órgano, puesto en cuestión por el Consello de Contas, está respaldado por los juzgados
El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, no suele convocar ruedas de prensa. Pero ayer, el regidor popular decidió comparecer ante los medios de comunicación para explicar la postura de su gobierno al respecto del informe del Consello de Contas que le tira de las orejas por los pagos de dietas a los concejales populares por asistencia a comisiones de coordinación, y otras a funcionarios municipales, en concreto al secretario y al interventor. Bello Maneiro atribuye el informe del Consello de Contas —un órgano, señaló, que es únicamente consultivo— a la «obsesión do PSOE de Valga», compartida con Valga Viva y el BNG. «Levan anos intentando paralizar a vida municipal e intentado descalificar ao goberno local. Valga merece unha oposición sensata, digna e que non sexa trapalleira», dijo el alcalde.
Explicó Bello Maneiro que el Consello de Contas emitió su informe sobre Valga «nun tempo récord de tres meses, mentres que con outros concellos tardou anos». Esa celeridad le parece sospechosa al alcalde, aunque más sospechoso le resulta, aún, que ese mismo órgano desestimase en apenas 24 horas el amplio expediente enviado por el Concello con sus alegaciones. En todo caso, el regidor ya advierte de que las recomendaciones emanadas de ese órgano no van a ser tenidas en cuenta: «Mentres eu sexa alcalde, vai seguir habendo comisións de coordinación. Primeiro, porque son legais. Segundo, porque son necesarias para que un Concello funcione», señaló.
Recuerda que esas mismas comisiones fueron objeto de una denuncia judicial interpuesta por el PSOE en el año 2016. «Foi arquivada en Caldas, recorreron, foi a Audiencia de Pontevedra, e alí tres maxistrados faiaron a favor do Concello», señalaba Bello Maneiro. Alega que las comisiones de coordinación están amparadas por la Ley 7/ 1985, que deja a los ayuntamientos la potestad de autoorganizarse. La Ley 40 / 2015, por su parte, recoge que puede actuar como secretario de este tipo de órganos uno de sus integrantes. «Ademais, hai que recordar que a creación destas comisións que agora tanto denuncian foi aprobada cos votos a favor do PSOE no ano 1991, e volveuse votar e volveu ser aprobada polo PSOE e o BNG no ano 2011», recalcó el alcalde.
Por otro lado, las dietas pagadas al secretario y al interventor, dice el regidor, también tienen cobertura legal. De hecho, pese a que el Colegio de Secretarios e Interventores hizo un informe contrario y presentó una denuncia judicial, esta fue archivada. «O PSOE, que tamén denunciara, desistiu da súa denuncia. E Valga Viva, que tamén levou esto ao xulgado, viu como o arquivaban no mes de xaneiro deste ano», señala Bello Maneiro.
Defender su honor
El regidor considera que esas sentencias judiciales no han sido tenidas en cuenta por el Consello de Contas, que «tivo que cometer un erro» y aplicar normativa desfasada. En cualquier caso, esa no es una cuestión que preocupe al alcalde, que asegura tener la conciencia tranquila. Pero como asegura estar cansado del «odio» que hacia su gobierno destila la oposición, ha decidido poner todo este asunto en manos de un asesor legal «para emprender accións xudiciais contra os denunciantes, para defender a nosa honra». «A oposición ten que pedir perdón a este goberno e deixar de botar lixo pola súa boca. Non imos permitir que nos veñan dar leccións de traballo e dedicación», aseveró el regidor popular.
El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, compareció hoy por el informe del Consello de Contas que pone el foco en las comisiones de coordinación y el cobro de dietas por parte del secretario y del interventor. El regidor ha esgrimido que ambos asuntos «ya fueron dirimidos en los tribunales de justicia, que emitieron sentencias y resoluciones firmes avalando el proceder del gobierno municipal». «Las supuestas irregularidades señaladas por Contas ya tuvieron pronunciamientos judiciales por órganos competentes y con capacidad resolutiva», ha señalado, para añadir que las denuncias formuladas insistentemente por el PSOE de Valga, las ‘mareas’ y ahora también el BNG «son manifiestamente falsas». En este sentido, Bello Maneiro ha alegado que Contas tiene «una función meramente informativa, sin ninguna capacidad resolutiva o sancionadora, y está contraviniendo con su informe los pronunciamientos de organismos superiores». En relación a las Comisiones de Coordinación, el regidor ha recordado que se crearon en 1991 «con el voto a favor del PSOE», y desde entonces contaron con supervisión de seis secretarios y cinco interventores sin que ninguno «haya puesto reparos». Además, ha afirmado que uno de los concejales denunciantes, Javier Carballo, «volvió a votar a favor de su creación en el Pleno celebrado en junio de 2011, en el que se aprobó la organización municipal para la legislatura 2011-2015». En esta sesión, ha recordado que «la constitución de las comisiones fue aprobada por unanimidad de toda la Corporación, compuesta en aquel momento por PP, PSOE y también BNG». Finalmente, concluye que la denuncia presentada por los concejales socialistas «fue archivada cuatro veces, con resolución firme de la Audiencia Provincial, en la que tres magistradas ratificaron no existió delito de prevaricación administrativa ni malversación porque existía control por parte de los distintos secretarios e interventores, que nunca pusieron objeción a la creación de las comisiones ni a los pagos por la asistencia de los concejales, que está acreditada».
El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, mantuvo ayer una reunión con representantes sindicales de Comisiones Obreras del sector ferroviario y con diferentes agentes sociales del municipio, donde anunció que Adif (Administrador de Infraestruturas Ferroviarias) ha encargado un estudio al Ineco (sociedad de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Mobilidade e Axenda Urbana) para la creación de un apeadero ferroviario en el municipio, aprovechando el paso de la línea entre A Coruña y Vigo por las parroquias de Campaña y Cordeiro.El regidor recordó que el Pleno aprobó por unanimidad una moción apoyando la implantación de servicios ferroviarios de proximidad en el municipio, una materia que el primer edil considera una “vella demanda” del Concello desde hace años.Asimismo, Bello Maneiro anunció que desde la administración local se fomentará una campaña de recogida de firmas en apoyo a esta iniciativa, que se elevará a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta y a la Delegación del Gobierno en Galicia para que respalden la propuesta de implantación del apeadero y la necesidad de crear un servicio ferroviario para Valga, ya que cuenta con las condiciones necesarias para hacerlo posible.Por su parte, Antón Conde, secretario general del sector ferroviario de CCOO, incidió en la necesidad de mejorar el servicio de proximidad para viajeros complementado con la instalación de vías para perfeccionar la competitividad de los tráficos de mercancías, según anunció el gobierno local. Conde añadió que esta demanda conllevaría “enormes beneficios” al facilitar la movilidad de la población.
El ADIF sopesa una parada en Valga, que lleva viendo circular ferrocarriles desde que el primer convoy de Galicia se puso en marcha, en 1873, sin ninguna escala
Por alguna razón, la Real Sociedad del Ferrocarril Compostelano de la Infanta doña Isabel de Santiago al Puerto de Carril, agotador nombre de la entidad que en 1873 inauguró la primera línea de tren de Galicia, obvió completamente al municipio de Valga. Alguien apuntará que nada más adecuado, para un concello bañado por el río Ulla, que ser orillado. Pero, más allá de las ocurrencias, este olvido se ha mantenido intacto durante 150 años en los que sus vecinos han padecido todas las molestias derivadas de la presencia del camino de hierro en su territorio, incluyendo varios trágicos accidentes, sin poder aprovechar uno solo de sus beneficios. Situación que parece estar a punto de mudar gracias a la creación de un apeadero, tal y como el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha transmitido a su alcalde, José María Bello Maneiro.
En realidad, lo que el veterano regidor reveló ayer es que el operador ferroviario ha encargado al Ineco —la sociedad mercantil estatal de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para todo lo que tiene que ver con la movilidad y la digitalización— un estudio para evaluar si esa escala en Valga es factible. Puede no parecer mucho, pero, frente a un silencio que ha durado centuria y media, es bastante.
Para animar al ADIF en sus deliberaciones, el Concello arousano promoverá una campaña de recogida de firmas en apoyo de la iniciativa, que será elevada a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta, así como a la Delegación del Gobierno en Galicia, en busca de su plácet. El pleno de la corporación municipal se manifestó por unanimidad, en su momento, a favor de implantar un servicio de proximidad en el municipio arousano.
Suceda lo que suceda con su apelación institucional, las aspiraciones de Valga cuentan ya con un respaldo decidido desde el ámbito sindical. Antón Conde, secretario xeral del Sector Ferroviario de Comisiones Obreras, se reunió ayer con Bello Maneiro y con diferentes agentes sociales del municipio para analizar los últimos avances en una reivindicación cuyo peso lógico resulta difícilmente rebatible. «Como é posible que o tren pase por Valga sen deterse, obrigando a poboación que queira utilizar este medio de transporte a desprazarse a outras vilas?», se pregunta el regidor popular.
Paradas de aquel primer tren
Nadie de quienes pusieron en marcha el ferrocarril en Galicia —impulsada por el extinto Ayuntamiento de Carril y la Sociedad de Amigos del País, en el accionariado de la compañía que implantó aquella línea se mezclaban prebostes del país, inversores ingleses y emigrantes en Cuba— está vivo para despejar el interrogante del alcalde de Valga. A falta de razones, lo único que puede hacerse es recordar lo que sucedió. El trayecto inaugural del tren galaico se llevó a cabo el 15 de septiembre de 1873, un lunes, para más señas. Los trabajos que lo hicieron posible se extendieron a lo largo de doce años y comportaron la creación de dos buenos túneles y un par de viaductos para salvar el Sar y el Ulla.
Aquellas vías, que la legendaria locomotora Sarita recorría en algo menos de dos horas, comunicaban las estaciones de Cornes, en el Ayuntamiento de Conxo (hoy absorbido por Santiago) y Carril, cuya fusión con Vilagarcía y Vilaxoán data de 1913. Además de los puntos extremos del recorrido, en sus 42 kilómetros se disponían cinco escalas: Casal, Osebe, A Escravitude, Padrón, Pontecesures y Catoira. A pesar de que los raíles atravesaban las parroquias de Cordeiro y Campaña, a nadie pareció ocurrírsele que también Valga merecía una parada. Sí se conoce la intención de sus promotores de que la línea se detuviese en Cesures, pretensión que fue descartada por irrealizable. A partir de Padrón, el trazado es, en lo esencial, el mismo que entonces.
Conde aporta un argumento —«resulta paradoxal que se destinen inxentes recursos económicos para mellorar a alta velocidade mentes o trazado da liña convencional non dispón aquí dunha parada para carga e descarga de mercadorías nin dun apeadeiro para viaxeiros»— tan irrebatible como contemporáneo.
El primer tren español había estrenado las vías de La Habana —aunque en pleno ocaso, el marchito imperio sabía dónde estaba el negocio— mucho antes, en 1837. En 1848 lo hizo entre Barcelona y Mataró el convoy que inauguraba la era del ferrocarril en la España peninsular. Galicia tuvo que esperar al 15 de septiembre de 1873; un lunes, para más señas. Con la óptica que proporciona el tiempo, aquel hito que acaba de cumplir 148 años adquiere trazos de analogía del propio país que lo alumbró. Un detalle: la línea, que en lo esencial sigue siendo la misma que los regionales recorren hoy a orillas de la ría de Arousa, unía dos municipios que ya no existen. Carril, absorbido por Vilagarcía en 1913, y Conxo, fagocitado por Santiago en 1925.