La factoría de Nestlé en Pontecesures reduce su consumo de agua un 27%.

La compañía logra ahorrar en un lustro el equivalente al llenado de 400 piscinas olímpicas.

La factoría de Nestlé en Pontecesures.
La factoría de Nestlé en Pontecesures. 

La factoría de la multinacional Nestlé en Pontecesures vuelve a da ejemplo. Esta vez por haber conseguido en el último lustro un descenso del 27% en el consumo de agua durante la actividad productiva, respondiendo así de manera muy positiva a la estrategia impulsada por la compañía desde 2010.

Tan positiva que se sitúa como la tercera con más ahorro del líquido elemento entre las diez plantas que Nestlé tiene en España, situándose la media de todas ellas en un 23%.

Encabeza el ranking la fábrica de chocolates, confitería, cacao soluble, harinas infantiles, leche en polvo y masas y obleas refrigeradas de La Penilla de Cayón (Cantabria), con una reducción de un 41%.

Y se sitúan tras ella la factoría de Nestlé Purina en Castellbisbal (Barcelona), con un 38%, y la citada planta de Pontecesures, la única que produce la leche condensada La Lechera.

En base a estos descensos de consumo y los experimentados por las demás fábricas de la compañía, puede decirse que se ha registrado «una reducción total de casi 1 millón de metros cúbicos de agua entre 2020 y 2024, que es el equivalente al agua utilizada para llenar 400 piscinas olímpicas», explican en la chocolatera.

Puestos a comparar, recordar que ya en 2018 la compañía Nestlé decía haber ahorrado más de cinco millones de metros cúbicos de agua desde el año 2010, lo que equivalía al consumo diario de todos los españoles.

Evidentemente, todo mejoró desde que en 2016 se puso en marcha un sistema de reabastecimiento a través de circuito cerrado la nave pontecesureña que al año siguiente «redujo un 62,4% el uso de agua por tonelada de producto fabricado».

Ahora Nestlé vuelve a sacar pecho, desde el convencimiento de que es preciso «apostar por la sostenibilidad y el uso responsable de un recurso vital para nuestro planeta, como es el agua».

Su director de Sostenibilidad en España, Jordi Aycart, abunda en ello diciendo que «la reducción del 23% en el consumo de agua en nuestras diez fábricas en los últimos años es un claro testimonio de nuestros esfuerzos en este ámbito».

Un logro, explica, que «no solo beneficia a nuestras operaciones, sino que también contribuye a la preservación de este recurso esencial para las generaciones futuras».

Seguir en esta línea es otro de los retos que se marca el doctor en Química por la Universidad de Santiago Damián Fernández, recientemente nombrado director de la planta pontecesureña en sustitución de Julio Diniz, ahora destinado en la fábrica de Nestlé en Avanca (Portugal).

Faro de Vigo

Visita de la ONG Entreculturas a la parroquia de Pontecesures.

Un año más en nuestra parroquia de Pontecesures, nos visita la ONG, Entreculturas para hacer un taller sobre RRSS.

Estamos en el tiempo de Cuaresma, un tiempo especial de preparación interior para la Pascua marcado por el ayuno, la oración y la limosna.

En el evangelio de ayer Pedro, Juan y Santiago se adormecen antes de que comience la Transfiguración, es decir, justo cuando Jesús está en oración. Sucederá lo mismo en Getsemaní.

Evidentemente era una oración que se prolongaba, en silencio y recogimiento. Podemos pensar que al principio, ellos también estaban rezando, hasta que prevaleció el cansancio, el sueño. Mantener el corazón despierto no depende sólo de nosotros, es una gracia, y hay que pedirla.

Los tres discípulos del Evangelio así lo demuestran, eran buenos, habían seguido a Jesús al monte, pero sólo con sus fuerzas no conseguían mantenerse despiertos. Nos sucede también a nosotros. Pero se despiertan justo durante la Transfiguración. Podemos pensar que fue la luz de Jesús la que los despertó. Como ellos, también nosotros necesitamos la luz de Dios, que nos hace ver las cosas de otra manera; nos atrae, nos despierta, reaviva el deseo y la fuerza de rezar, de mirar dentro de nosotros y dedicar tiempo a los demás.

Por eso, hoy hacemos, un hueco en nuestra celebración para tener presente las difíciles condiciones en las que viven muchos niños, mujeres, hombres y ancianos, de todas las edades, y en muchos casos en situaciones de emergencia.

La Fundación Entreculturas, una ONG de la Compañía de Jesús, se esfuerza por colaborar en la búsqueda de soluciones a estos problemas, apostando especialmente por la defensa del derecho a la educación. Y aunque es una gota en mitad del océano, nuestra ayuda beneficia directamente a muchas personas cubriendo sus necesidades educativas, pero también de acompañamiento, apoyo psicológico, integración social y defensa de sus derechos.

La delegación de Santiago trabaja especialmente para lograr financiación para poner en marcha un proyecto educativo en la Escuela de Fe y Alegría en el valle del Sade en Ecuador.

Este domingo, 16 de marzo hicimos en la parroquia de Pontecesures un taller que consistía en reflexionar sobre como nos sentimos cuando usamos RRSS en la infancia y la adolescencia.

Participaron 70 niños, niñas y adolescentes del catecismo, compartieron sus experiencias, llegando a las siguientes conclusiones:

– Las RRSS por si, no son malas, pero hay que conocerlas para poder darles un uso seguro.

– Además, es importante que podamos usar estas redes, bajo supervisión adulta, ya sea para ver videos de YouTube ó saber con quién hablamos a través de WhatsApp.

– Es importante que podamos tener un control horario que rejistra el uso de las aplicaciones, por ejemplo: por las noches, para que no afecten a nuestro descanso.

– La solución no es prohibirnos las RRSS, sino que aprendamos a usarlas con responsabilidad y seguridad.

Fue una mañana constructiva llena de experienzas y juegos, donde todos participamos en este taller.

María José Sanmarco Bande.
Voluntaria de Entreculturas y Catequista de la parroquia de Pontecesures.

Urovesa suma contratos con el Ministerio de Defensa por valor de 170 millones de euros.

De la fábrica de Valga salen los Vamtac, vehículos blindados de alta movilidad táctica empleados por el Ejército | La empresa prevé un crecimiento de la demanda del 50 por ciento debido a la inestable situación política mundial

Justo Sierra (segundo por la izquierda), junto al almirante Gonzalo Villar, Pedro Blanco y el general Marcial González. |  Noé Parga
Justo Sierra (segundo por la izquierda), junto al almirante Gonzalo Villar, Pedro Blanco y el general Marcial González.

Urovesa ha firmado en los últimos años contratos con el Ministerio de Defensa por valor de 170 millones de euros. La mayor parte del dinero (146 millones) corresponde a la fabricación de los Vamtac, unos vehículos blindados de alta movilidad, empleados por el Ejército español.

La planta de Valga recibió ayer la visita del delegado del Gobierno, Pedro Blanco, y de altos mandos del Ejército de Tierra y de la Armada. Tras una reunión con el presidente de Uro Vehículos Especiales S.A. (Urovesa), Justo Sierra, y una visita a la fábrica, asistieron a una exhibición del funcionamiento de estos automóviles con tracción a las cuatro ruedas y otras características que les permiten operar en condiciones extremas.

El blindado, en una de las pruebas de circulación. |  Noé Parga
El blindado, en una de las pruebas de circulación.

Sierra apuntó además, al término de la visita, que la compleja situación geopolítica actual incide directamente en los planes de la empresa, hasta el extremo de que sopesan acometer un aumento de personal e inversiones en Valga del 50 por ciento, «de aquí a dos años» ante el incremento de la demanda.

El presidente de Urovesa apunta que vehículos como los que se fabrican en Valga son «esenciales» para la defensa de Europa, y que la empresa «tiene que tener capacidad de reacción ante las amenazas que todos estamos viendo», en referencia a la guerra de Ucrania y la posibilidad de que Estados Unidos retire su apoyo militar a Europa.

Preguntado por el gasto militar, Justo Sierra afirmó que prevé «incrementar el trabajo en el mercado español» ante «ese aumento de presupuesto» anunciado por el Gobierno para colmar las peticiones de la Unión Europea de mejorar la defensa. «Nosotros tenemos que estar preparados, tener el músculo suficiente para tener personal formado, tener instalaciones preparadas para dar respuesta a esos incrementos de los presupuestos», añadió. «Nosotros vamos a estar en primera línea para poner nuestras capacidades al servicio del Gobierno de España».

Un camión de extinción de incendios. |  Noé Parga
Un camión de extinción de incendios.

Además, apuntó que Urovesa «tiene que estar preparada porque la demanda a nivel internacional está creciendo, no solo por la circunstancia geopolítica actual, sino porque de alguna forma muchos de los países en que llevamos tiempo trabajando ahora mismo están reaccionando con demanda superior».

En la actualidad, la plantilla se compone de 330 personas, según sus datos, «y por cada trabajador de Urovesa hay cuatro o cinco más trabajando en la industria auxiliar cercana». «Tenemos todos que estar preparados para crecer», incidió Justo Sierra.

«Estamos previendo que, probablemente, tengamos un incremento de la demanda de un 50 por ciento a lo mejor de aquí a dos años. Y por tanto nosotros, nuestros proveedores, tenemos que invertir en instalaciones, en personas, en capacidad, porque si esos incrementos se reflejan en incremento de demanda finalmente, tenemos que estar preparados y son además incrementos de capacidad que no se pueden improvisar, no se hacen en pocos meses», ha expuesto.

El último acuerdo marco con el Ministerio de Defensa contemplaba la entrega de 700 vehículos, de los cuales fueron entregados 150 el pasado año. La previsión en este 2025 es que entreguen otros 150.

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Por su parte, el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, destacó el compromiso del ejecutivo central para «consolidar la industria de defensa como motor del desarrollo económico de Galicia». Para el delegado, Urovesa «representa la capacidad innovadora e industrial de Galicia, liderando proyectos estratégicos con el apoyo del Gobierno para responder a los desafíos del futuro». Pedro Blanco ensalzó asimismo la apuesta por la «innovación» con la puesta en marcha del proyecto Vamtac de hidrógeno (Vamtah) con un contrato de 700.000 euros para el desarrollo de un prototipo con propulsión mediante pila de hidrógeno.

Faro de Vigo

Entrega dos premios do I Certame de Relato Curto Oria Moreno.

Dezanove relatos concurriron a esta primeira edición do certame, posto en marcha con motivo da celebración do Centenario da nosa vila.

𝐏𝐚𝐫𝐚𝐛é𝐧𝐬 á𝐬 𝐠𝐚ñ𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚𝐬, 𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬. Agradecer ó𝐬 𝐦𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐨 𝐱𝐮𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐨 𝐬𝐞𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐞𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐨 𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐥 𝐝𝐨 𝐟𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐚 𝐜𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐞 𝐚 𝐝𝐢𝐧𝐚𝐦𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐚 𝐧𝐨𝐬𝐚 𝐯𝐢𝐥𝐚 e ó 𝐂𝐏𝐈 𝐏𝐨𝐧𝐭𝐞𝐜𝐞𝐬𝐮𝐫𝐞𝐬 a súa colaboración e participación.

𝐂𝐥𝐚𝐫𝐚 𝐒𝐨𝐫𝐫𝐢𝐛𝐚𝐬 𝐆𝐨𝐧𝐳á𝐥𝐞𝐳, na categoría de Educación Primaria co relato»𝐃𝐞 𝐬𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞, 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚𝐬»

𝐂𝐥𝐚𝐮𝐝𝐢𝐚 𝐂𝐨𝐢𝐫𝐚 𝐃𝐚𝐬𝐢𝐥𝐯𝐚, na categoría de ESO, co relato «𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮é𝐧»

𝐌𝐚𝐫í𝐚 𝐕á𝐳𝐪𝐮𝐞𝐳 𝐆𝐨𝐧𝐳á𝐥𝐞𝐳,na categoría de adultos co relato «𝐇𝐞𝐫𝐝𝐞𝐢𝐫𝐚 𝐝𝐨 𝐈𝐧𝐯𝐞𝐫𝐧𝐨»

Mención especial a 𝐀𝐥𝐛𝐚 𝐒á𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳 𝐀𝐫𝐞𝐬 co relato «𝐈𝐬𝐭𝐨 𝐧𝐨𝐧 é 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐞𝐥»

Concello de Pontecesures

Una familia de Pontecesures acoge a un migrante al que le negaron la petición de asilo: «É un rapaz de 22 aniños… Como o iamos deixar quedar só na rúa?».

Manuel y María Luz abrieron las puertas de su casa a Assane, un rapaz senegalés con el que su familia trabó amistad tras su llegada a Valga

Asus ochenta y tantos años, a Antonio a veces los pies le engañan. Pese a su andar titubeante, este vecino de Valga sigue saliendo de casa para dar paseos y hacer recados. Un día, cuando se dirigía a la farmacia, su camino se cruzó con el de Assane Sall, uno de los migrantes alojados desde diciembre en el hotel Corona de Galicia. «O rapaz veu que o meu pai tiña algunhas dificultades para caminar e foino acompañando», explica Manuel el hijo de Antonio. Aquel encuentro iba a cambiar su vida. Y la de muchas otras personas. Empezando por el propio Assane, quien tras ver rechazada su petición de asilo, se veía solo y en la calle. Sin embargo hace una semana vive en casa de Manuel y María Luz un matrimonio de Pontecesures que lo ha acogido y que está dispuesto a acompañarlo en un camino que, bien lo saben, no estará libre de dificultades y obstáculos.

Pero vayamos por partes. Los padres de Manuel viven al lado del Corona de Galicia. Antonio no tardó en darse cuenta de que el rapaz que había conocido en su viaje hacia la farmacia solía estar solo. «A maioría dos que están aí tiñan xa un grupo de amigos pero el non coñecía a ninguén», cuenta Manuel. Sus padres y los vecinos de estos fueron, poco a poco, haciendo migas con un muchacho sonriente y tímido del que los mantenía apartados por el idioma. Pero no hay barrera que no se salte si hay ganas de hacerlo: aunque Assane apenas sabía unas palabras en español, pese a que sus nuevos amigos no sabían ni pizca de francés, consiguieron ir tendiendo puentes. «Eu, que vou ver aos meus pais todos os días, coñecino alí», cuenta Manuel.

La historia del muchacho lo conmovió: con 22 años, ya lleva vividas demasiadas pesadillas. Salió de su país, Senegal, por un conflicto entre familias y una amenaza de muerte. Cruzó el mar desde Dakar hasta Tenerife en un cayuco. «Pasou oito días no mar, catro sen comer», les había contado. Tras un mes en la isla, fue enviado a Alcalá de Henares, «e alí puido conseguir un teléfono e falar coa súa nai». Dos meses después llegó a Valga.

«Fumos coñecendo ao rapaz e conlléndolle aprecio, porque é moi bo, sempre quere botar unha man» cuenta Manuel. Así que él se alegró cuando el muchacho llegó un día y le comunicó que se marchaba a Huelva. «Pensei que era unha boa noticia. Mesmo fun comprarlle uns tenis para que os levase», recuerda Manuel. Y su hija Soraya, quiso regalarle también una chaqueta. «Cando lla fun levar vin que algo non ía ben, que estaba moi triste, moi angustiado», recuerda ella. «Le conte mi problema» apunta Assane en su vacilante español: habían rechazado su petición de asilo y tenía que marcharse. Como no tenía donde ir eligió Huelva, hacia donde iba otro de los migrantes alojados en el Corona de Galicia, «No amigos, no familia, no casa», decía el rapaz.

A Manuel aquella revelación le puso los pelos de punta. Al principio pensó estar entendiendo mal «Pero que lle fan a esta xente? Como ían deixar a este rapaz, que é un neno, só na rúa?». Así que fue al centro de refugiados a confirmar la historia y, tras hacerlo, decidió que algo tendría que hacer. «Marcha aquel día; ás oito da tarde saíalle o autobús dende Santiago», recuerda Manuel. Así que se fue a su casa y le expuso la situación a María Luz, su mujer. «Ou deixamos que se vaia por aí, só, ou acollémolo, Ti que dis?, le planteó. El matrimonio tiene dos hijos: Soraya y Manuel. Pensando en ellos, tomaron la decisión que ya conocen: desde hace aproximadamente una semana, Assane vive en su casa. «Cando llo fomos comunicar ao centro, non lles pareceu moi ben.. Pero a el cambioulle a cara cando lle dixemos que podía quedar connosco» cuenta Manuel. «E se sae mal? dicíannos. Pois hai tantas cousas que poden sair mal…Non?», sigue narrando.

Desde que llegó a casa, Assane no ha dejado que dar muestras de agradecimiento. «Se varres, quítache a escoba da man e ponse el a facelo» cuenta su «familia española». «Non estamos a falar dun bebé, que da moitos traballos. Falamos dun rapaz ao que imos tentar axudar a buscar un futuro», De entrada, han encontrado una academia al lado de casa donde el joven ha empezado a recibir clases de español. «Na casa non cambiou nada. O único que madrugamos máis, porque el se levanta ás cinco da mañá para rezar, e agora que ven o Ramadán non pode comer en todo o día. Nós somos ateos, pero respectamos as súas crenzas», cuenta María Luz.

A Assane, que llegó a España con algunos estudios, le gustaría poder formarse y trabajar como mecánico. «Pero para iso, como para traballar, ten que ter papeis…As normas están moi mal montadas, meten a esta xente nun círculo vicioso», explica Soraya. No puede ocultar lo orgullosa que está de su familia. «Cando Assane fale un pouco mellor español teño que explicarlle que non todo o mundo aquí e como os meus pais», dice esbozando una sonrisa.

Son las once de la mañana. Assane y Manuel salen a dar un paseo. «O fútbol non lle gusta, pero a ximnasia si, dá unhas piruetas impresionantes», señala. Visitan a los abuelos y, de vuelta a casa, usan Google Earth, para ver la aldea de Assane. Allí quedaron sus padres y tres hermanos pequeños, «Igual non os volve a ver máis, porque non quere voltar a Senegal. Cada vez que o penso, sinto pena por todos eles», dice Manuel.

La Voz de Galicia

Una portada de Maside.

 En 1925 se celebró en Pontecesures la Feria del  Automóvil de Ocasión. Se editó una Guía por tal evento. Quien dibujó la portada fue Carlos Maside, que además era natural de esta villa. Se imprimió en la Imprenta Buceta de Villagarcía. La portada presenta al dios Mercurio corriendo veloz: un pie lleva alas ; el otro pie va dentro de un automóvil: es un humor aparecido. Un aspecto geográfico lo constituye un plano de las carreteras que existían en Galicia y Asturias hace un siglo, y de gran interés pragmático, porque además aparecen señaladas las agencias de la Compañía Omnia, sin duda ofreciendo sus servicios. Es un folleto de 50 páginas y la mayor parte de sus anuncios son de automóviles.  ¿Qué hacía Maside este año? Se traslada a Vigo reclamado para colaborar en El Pueblo Gallego. Igualmente reside en París donde contacta con las vanguardias y produce innumerables grabados xilográficos.

 La Introducción del folleto es muy interesante. El Comité tenía muy bien puestas las ideas. Los párrafos suenan con coherencia y solidez. Aparece una cita sorprendente, que revela la formación del Comité : «La feria será, como dijo Spencer, la onda comercial en su forma primitiva, pero es todavía de utilidad innegable». Su autor es Herbert Spencer (1830-1903), preclaro representante del evolucionismo filosófico y social. Rápidamente: la evolución es un proceso necesario en la marcha de la Historia. Las sociedades no sólo evolucionan, además van creando cosas. (Magníficamente, y aquí añado yo, automóviles). Dos datos significativos : «Casas donde se servirá comida el día de la Feria» y «Excursiones por Galicia». La evolución natural de la vida social lleva a la instauración de la sociedad industrial o de cooperación libre. Este tipo de régimen es el de la sociedad moderna. La sociedad moderna del Pontecesures de hace un siglo, que  seguro disfrutó y contribuyó sin duda al éxito de esta moderna Exposición, dicho con excelencia. Siempre pensé en el nivel cultural de los organizadores: la perfecta manera sintética de la redacción de la Introducción y las firmas europeas de los anuncios. Respalda lo que digo el dato del crítico de arte Carlos L. Bernárdez acerca de que Maside tenía una magnífica biblioteca… seguro que con libros de Spencer. Lo que me conduce además a afirmar que él, preparado y entusiasta, fue uno de los mentores y realizadores de esta Feria en los muelles del Ulla. Ya tenía prestigio como pintor y dibujante, colaborador de prensa y contertulio. Era ya un cesureño ilustre. Decir también que Carlos Maside también colaboró en Vida Gallega, la legendaria revista dirigida por Jaime Solá y editada en  Vigo. Un número, entre otros, con portada suya corresponde al 25 de octubre de 1918.

 1925 también fue un año fructífero en lo que a la cerámica se refiere. Este año se funda la Cerámica Artística Gallega, muy pronto Cerámica Celta de Pontecesures. Esta villa tenía puerto, tren y burguesía culta e inquieta apostando por el progreso. Su fundador fue R. Diéguez Carlés. Borobó nombró a esta fábrica «La Universidad plástica de Galicia». Tenía la voluntad de plasmar en sus diseños la cultura tradicional de Galicia, desde el mar a la tierra campesina. Contó con la colaboración de Asorey, Carlos Sobrino, Torres, José María Acuña… y por supuesto de Carlos Maside, quien vería con fruición sus dibujos pasados desde el papel a escultura. Lograda, cesureña y magnífica. 

Ángel Núñez Sobrino

Ángel Núñez Sobrino

El Correo Gallego