Buscando el amor en la fiesta para solteros de Padrón: «Esta es la mejor manera de conocer gente, en persona. En Tinder no sabes quién está detrás de un perfil».

La cena y baile en el hotel Scala reunió a unas 140 personas y hubo algún primer beso, pero Cupido anduvo remolón ayer por la noche

David González Maceira fue uno de los solteros que ayer acudió a la segunda edición de La Gran Feria del Amor, celebrada en Padrón. Él ya había participado en la primera fiesta, organizada esta primavera en Celanova. En aquella ocasión sí conoció a alguien especial y, aunque en la capital del Sar no tuvo la misma suerte, regresó a casa con el teléfono de una mujer y dice que él repetiría la experiencia: «Yo se lo recomiendo a todo el mundo. Para mí esta es la mejor manera de conocer gente, en persona. En Tinder no sabes quién hay detrás de un perfil. Aquí, sin embargo, la ves cara a cara, habláis y sabéis si encajáis». Destaca el estradense, además, que es una oportunidad ya no solo para encontrar pareja sino también para conocer a gente de otros sitios, incluso de fuera de Galicia. Repetidores que hubieran estado en las dos ediciones había pocos, media docena calcula este soltero, quien explica que se lleva más de una amistad de Padrón y ya ha quedado con un grupo para ir a cenar un día por Muxía. «Deberían hacer esto en todas las provincias», subraya. 

En general, la noche de ayer en el hotel Scala podría resumirse en que hubo mucha fiesta y poco enamoramiento. Cupido anduvo remolón en la cena y baile posterior, confirman los organizadores. A pesar de que se materializó algún primer beso entre los cerca de 140 solteros que acudieron a esta fiesta para singles, se quedaron muy lejos de cumplir el objetivo inicial de reunir a medio millar de personas y formar al menos 70 parejas. Eso sí, la diversión no faltó.

Hay quien ni siquiera pudo saltar al terreno de juego y tuvo que darse de baja a última hora. El covid se interpuso en lo que podría haber sido su «gran noche», como cantaba Raphael. Tampoco pudo descubrir el «qué pasará» ni «qué misterio habrá» alguno por una recomendación médica de lo más insólita, cuenta Julio Gosende, uno de los impulsores de la iniciativa: «El doctor le dijo que si venía podía recaer en el tabaco». En cambio, otros que no tenían pensado asistir, se apuntaron sobre la marcha, como sucedió con dos castellanoleoneses que estaban alojados en el hotel padronés y se enteraron ese mismo día de que allí se iba a celebrar La Gran Feria del Amor.

A las siete de la tarde ya estaban los más madrugadores en la cafetería del hotel haciendo los primeros contactos. En esta ocasión asistieron más hombres que mujeres, al contrario de lo que sucedió en la primera edición de la fiesta en Celanova, y la media de edad anduvo entre los 40 y los 60 años. Constata David que el porcentaje jugó en contra de ellos anoche: «Habría unas 30 o 40 mujeres nada más».

«Hubo mucho sanitario y médico, o al menos eso decían ellos», comenta Gosende con suspicacia. En general, costó romper el hielo al principio, pero la cena ayudó a sacudir la vergüenza inicial y la música se alargó en el salón del hotel hasta las tres y media de la madrugada. Tras las últimas congas, bengalas y baladas, que sirvieron para acortar un poco más las distancias, el baile se despidió con un clásico de Los SuavesDolores se llamaba Lola. Fue el momento en el que algunos dieron la noche por acabada y se enfrentaron a la pregunta del millón que sonó con los últimos acordes: «¿Dónde vas triste de ti?». Hubo quien cogió el coche de regreso a su casa, como David, aunque la mayoría de los asistentes tenía una habitación reservada en el propio establecimiento, al acudir desde otros concellos más alejados. Pero no todos se fueron a dormir a esa hora.

Al día siguiente, de paseo por Padrón

«Yo me acosté a las cuatro y media de la mañana», cuenta Darío, un autónomo de Celanova de 55 años que no asistió a la primera edición de La Gran Feria del Amor en su localidad y sí a la de este fin de semana en la capital del Sar. Acudió solo y esta mañana relataba, acompañado por cuatro de las solteras que conoció en la fiesta (tres de Pontevedra y una de A Coruña) mientras visitaban los puestos del mercadillo padronés, que «se creó muy buen rollo en muy poquito tiempo y un ambiente muy bonito».

Él fue buscando «conocer gente y pasárselo bien» y acabó conectando con una pontevedresa que se sentó en su misma mesa durante la cena, quien asistió con dos amigas. «Esto es una ruleta rusa, como la vida misma. Tanto puede cuajar como no», indica Darío. Divorciado hace ocho años, explica que a estas alturas de la vida ya no espera «luces de colores», pero sí encontrar a «una persona con la que pueda hablar y tenga cada uno su espacio». Sobre la mujer con la que conectó en el hotel Scala, destaca que tenían muchas cosas en común: «Yo viví 25 años en Pontevedra, por ejemplo. Era una chica muy agradable. Bailamos, saltamos y reímos». Lo que vaya a durar su historia, el tiempo lo dirá. De entrada, el grupo se intercambió los teléfonos porque decidieron comprar un décimo de Lotería entre los cinco para comprobar si son tan afortunados en el juego como en los amores.

Todos ellos también repetirían la experiencia sin dudarlo. De hecho, los organizadores de La Gran Feria del Amor confirman que los solteros ya le han pedido una tercera edición en diciembre. No les parece esta mejor fecha, pero sí se celebrará. Entre las sugerencias que lanzan los participantes, está que en vez de una sean dos noches en un hotel, ya que así tendrían «más tiempo para conocer mejor a otras personas, convivir y compartir más experiencias». 

Votos para iluminar Celanova

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, Gosende aprovechó la fiesta celebrada en Padrón para recaudar votos a favor de su localidad, puesto que Celanova está entre los cuatro finalistas a conseguir la iluminación navideña de Ferrero Rocher. Y dice, orgulloso, que consiguió un buen puñado de ellos. 

La Voz de Galicia

Pontecesures reivindica la Cerámica Celta, el proyecto cultural en el que participaron Asorey, Castelao y Maside.

El Concello aspira a que Mar de Santiago ayude a poner en marcha el plan para recuperar la memoria de una empresa que hace cien años situó a la localidad en la vanguardia artística de Galicia

La Voz de Galicia


Destinan casi medio millón de euros para el acondicionamiento del entorno de la estación de Pontecesures.

Destinan casi medio millón de euros para el acondicionamiento del entorno de la estación de Pontecesures
El presidente provincial, Luis López, y la alcaldesa, Maite Tocino, firmaron el acuerdo.

El presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, y la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocina, firmaron esta tarde el convenio de colaboración para la financiación de las obras de acondicionamiento del entorno de la estación de tren del municipio. La administración provincial aportará 347.741 euros, el 75 % del presupuesto, al amparo del PON2030. Por su parte, el Concello acercará  el 25 % restante, que asciende a los 118.527 euros.

La actuación consiste en una mejora integral de las calles Estación, Rosalía de Castro y Castelao para favorecer su calidad urbana dotándola de una plataforma única con prioridad para la movilidad peatonal, ampliación de aceras y creación de plazas públicas con mobiliario urbano y zonas verdes, así como la reestructuración de las zonas de aparcamiento y la aplicación de medidas para el calmado de tráfico.

La obra, que cuenta con un importe total de 466.200 euros, tendrán que estar ejecutas antes del 30 abril de 2025, como establece el protocolo. El convenio se llev a cabo con la modificación de las bases del programa PON2030 ya en vigor, que —según destacan desde la Diputación— hace compatible la ayuda del gobierno provincial con otras administraciones “sen que o montante concedido ao Concello se vexa reducido”.

Espíritu “municipalista”

Por su parte, Luis López mostró su satisfacción por la puesta en marcha de una obra “que recolle o espírito municipalista do goberno provincial” e hizo hincapié en que de los 189,2 millones de euros presupuestados, “un de cada tres euros destinaranse á cooperación directa cos concellos”. Asimismo, concluyó su intervención subrayando que “en concellos como o de Pontecesures sabemos que o papel que xoga a Deputación é clave para construír Pontecesures, pero tamén para construír unha provincia que vaia a máis”, sentenció. 

Diario de Arousa

Casi medio millón para humanizar el entorno de la estación de Pontecesures.

Diputación y Concello firmaron el convenio que permitirá mejorar la calidad urbana de esa zona y que deberá estar ejecutado el 30 de abril del 2025

El presidente de la Diputación de PontevedraLuis López (PP), realizó ayer una visita institucional al Concello de Pontecesures. Se reunió con la alcaldesa, Maite Tocino (BNG), quien aprovechó la ocasión para trasladarle todas las necesidades que tiene la localidad y en las que el organismo provincial está llamado a echar una mano. La construcción del centro social, la ampliación del pabellón y el saneamiento son algunos de los asuntos que Tocino puso sobre la mesa. En todos los casos, son proyectos de una envergadura, recordó la alcaldesa, que supera con creces la capacidad de inversión municipal. López se refirió a esta cuestión: «En concellos coma este sabemos que o papel que xoga a Deputación clave… Para construír Pontecesures, pero tamén para construír unha provincia que vaia a máis».

En todo caso, la visita cursada por Luis López al municipio del Baixo Ulla había sido programada para firmar un convenio de colaboración entre la Diputación y el ayuntamiento encaminado a la reforma del entorno de la estación de trenes de la localidad. Se trata, dice Tocino, de un proyecto heredado que se enmarca en la Escola Ágora del organismo provincial, por lo que se centra en la «humanización e mellora da accesibilidade neste entorno urbano». Según el acuerdo rubricado, la ejecución de esa obra supondrá una inversión de 466.200 euros. De ellos, el organismo provincial aportará el 75 % (347.741 euros) y el resto correrá por cuenta del Concello, que afrontará el gasto de esos 118.527 euros gracias al Plan Concellos del año que viene.

Según explican desde la Diputación, la obra afectará a las calles Estación, Rosalía de Castro y Castelao, donde se actuará para «mellorar a súa calidade urbana». ¿Cómo se hará? Las calles serán dotadas de una plataforma única con prioridad para los peatones, ampliación de aceras y la creación de plazas públicas con mobiliario urbano. El proyecto prevé también crear zonas verdes, así como la reestructuración de las zonas de aparcamiento y la aplicación de medidas para el calmado del tráfico. Según establece el convenio, las obras deberán estar rematadas antes del 30 de abril de 2025.

Luis López manifestó su satisfacción por la firma del convenio y por la puesta en marcha de un proyecto que «recolle o espírito municipalista» del nuevo gobierno de la Diputación Provincial. Un espíritu que la alcaldesa desea ver plasmado en colaboraciones que permitan cubrir las necesidades más urgentes de la localidad.

La Voz de Galicia

El Museo do Ferrocarril reabre sus puertas y reactiva la demanda de un servicio de cercanías.

El Museo do Ferrocarril reabre sus puertas y reactiva la demanda de un servicio de cercanías
La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, y el regidor de Vilagarcía, Alberto Varela, descubrieron la placa del Mufevi.

Vilagarcía ya tiene abiertas las puertas de su Museo do Ferrocarril, la huella histórica que demuestra la vinculación de la capital arousana con el “monstro de ferro”, que trajo el progreso a la ciudad hace ya 150 años. El entorno del Mufevi se vistió de gala con la presencia de personalidades políticas y otras vinculadas al mundo del tren. Carlos Abellán, que dirigió el Museo del Ferrocarril de Madrid, ejerció de maestro de ceremonias en el acto de inauguración. En él se quiso emular el primer viaje del tren en Galicia, que unió las localidades de Cornes y Carril en el año 1873. Es por ello que la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, y la teniente alcalde de Padrón, Chus Campos viajaron en tren desde sus respectivas localidades para no perderse el acontecimiento. En el andén les esperaba el alcalde vilagarciano, Alberto Varela. 

Ya en el Mufevi Abellán hizo un pequeño repaso por los detalles históricos que motivaron en su día la puesta en marcha de esta línea férrea, con un relato plagado de nombres de intelectuales como Trulock o Domingo Fontán. En su intervención aprovechó para reclamar una parada “aínda que sexa facultativa e durante a tempada estival” para Carril, al entender que “é un auténtico luxo que o tren pare xusto ao lado da praia”. Abellán también reclamó una conexión directa con Portugal e incidió en la importancia de contar con una línea férrea de cercanías, demanda esta que también sonó en boca de Goretti Sanmartín y del propio Alberto Varela.

El regidor vilagarciano explicó que la capital arousana no sería tal y como la conocemos sin esa primera línea de ferrocarril. “O tren fixo posible que Vilagarcía contase cun porto do Estado co coñecido ‘muelle del hierro’ como símbolo. Tamén permitiu a unión nunha soa cidade de Carril, Vilagarcía e Vilaxoán”, manifestó. También hizo alusión a que fue precisamente ese progreso el que puso en pie el Balneario de A Compostela, en su día “paradigma do turismo en Galicia”. Varela aplaudió esa colaboración con Santiago, haciendo alusión a que Vilagarcía “é o inicio do Camiño e Compostela é o final”.

La regidora santiaguesa hizo referencia a que la línea Cornes-Vilagarcía supuso un antes y un después en el desarrollo de Galicia. “Trouxo progreso e benestar”, declaró. Recordó que en aquel primer viaje el tren salió de Cornes (en Conxo) a la una menos cuarto y que a su llegada a Vilagarcía un globo aerostático celebraba tan histórico momento adornado con motivos ferroviarios. En esta reinaguración –con el Mufevi recuperando el color blanco original– no hubo globo aerostático, pero sí personajes vestidos a modo de ferroviarios y una visita guiada al interior del espacio, que busca ser un elemento dinamizador para el turismo.

En el interior del Mufevi puede conocerse la historia del ferrocarril y su incidencia en Vilagarcía, así como descubrir lo que él supuso para el desarrollo turístico de todo su entorno. También hay decenas de maquetas de locomotoras y vagones, así como una mucho más grande y en movimiento. La reinauguración del Museo do Ferrocarril de Vilagarcía se enmarca dentro de los actos del 150 aniversario de esta primera línea de tren. Estos continúan el próximo viernes a las siete de la tarde con la inauguración de una exposición y una charla en el Gato Negro de Carril. 

Diario de Arousa

Los churros, el sabroso legado del Capitán Pirata.

Ángel Doce fue marino; luego, de vuelta en tierra, puso en marcha un negocio de elaboración y venta de esos dulces bocados que ahora siguen preparando sus nietos en negocios como la Churrería Sandra

Recostada junto al Ulla, Pontecesures es tierra de lamprea… Y de churros. El dulce se ha convertido en insignia de esta localidad gracias a Ángel Doce, un marino que, en los años treinta del siglo pasado, decidió un día quedarse en tierra y ganarse la vida haciendo y vendiendo churros. De su tiempo en el mar le quedó un apodo, Capitán Pirata, un nombre por el que lo siguen recordando aún algunos de sus viejos clientes. Nos lo cuenta Lauro Jamardo, uno de ellos, que regenta junto a su mujer, Sandra, una churrería que lleva el nombre de ella. «Moitas veces, sobre todo cando vamos a zonas do interior, aínda hai vellos que recordan ao meu avó». Lo reconocen en las fotos en blanco y negro que decoran la moderna churrería móvil de Lauro, que se ha convertido en una suerte de homenaje sobre ruedas a la tradición de su familia.

Y es que Ángel Doce, el hombre que se subía a la bicicleta para repartir sus churros, o que se colgaba una bandeja al cuello para poder llegar hasta el último cliente, fue el primero de una auténtica saga de churreros y churreras que hacen honor al buen nombre heredado, tanto en Pontecesures como en cualquier lugar del territorio gallego. «Ademáis, houbo moita xente que traballou coa familia, aprendeu, e logo acabou montándose pola súa conta», cuenta Lauro.

Él tuvo una vida paralela a la de su abuelo: pasó algunos años embarcado, pero cuando nació su primer hijo decidió que eso de cruzar los océanos se había acabado. Su camino en tierra lo tenía claro: había crecido rodeado por el mundo de los churros y las ferias, conocía todos los secretos del oficio y lo más importante, le gustaba. Así que, junto a su mujer, puso en marcha la Churrería Sandra, que desde hace unos treinta años recorre ferias, está presente en eventos de todo tipo y no duda en poner sabor a todas esas celebraciones familiares que aspiran a crear recuerdos. Y es que algo tiene el sabor del churro que logra devolver a quien lo toma a su infancia. «Dínolo moita xente cando proba os churros con chocolate; porque o chocolate tamén o facemos coma se facía antes, ao baño María. Para nós, que nos digan iso é un orgullo moi grande», dice Lauro.

Hay quien afirma que la dificultad de un plato es directamente proporcional a la simpleza de la receta. Y debe de ser cierto. Porque aunque en la Churrería Sandra consideren que elaborar este producto «é a cousa máis sinxela que hai», lo cierto es que es preciso que tener mucha mano para conseguir un buen producto final: crujiente y esponjoso y dulce, con ese toque de azúcar que lo envuelve. La lista de ingredientes para conseguir esa maravilla es corta: agua hirviendo, harina y sal. «Que pasa? Que para que saia ben hai que usar un bo produto», explica Lauro. Considera fundamental utilizar un agua de gran calidad, porque «o churro, coma o pan, collen moito o sabor da auga». Además de escoger bien el líquido, es necesario acertar con el tiempo de amasado. «É moi importante. Non podes nin pasarte, nin quedar corto», explica Lauro. Con la masa lista, llega otro momento crucial: la fritura. Debe realizarse esta con aceite de girasol, «o de oliva non vale para o tipo de churros que se fan aquí». En la Churrería Sandra utilizan «un bo aceite de xirasol alto oleico», que debe estar a la temperatura justa antes de comenzar a freír. «Sandra e máis eu levamos tanto tempo nesto que xa non precisamos nin medila», señala.

En esta churrería, cada cucurucho de dulces se sirve con una sonrisa. Tienen una gran variedad de productos a disposición de sus clientes: churros de chocolate, rellenos de crema pastelera, crocantis, churros de chocolate blanco… En ocasiones sacan partido a la ductilidad de la masa y en San Valentín, por ejemplo, hacen dulces con forma de corazón. Hablando de parejas perfectas: no hay nada que acompañe a los churros mejor que el chocolate a la taza, y en la churrería Sandra lo saben. Por eso elaboran esa bebida caliente y suculenta con esmero, a la vieja usanza, huyendo de fórmulas que acortan tiempos y roban magia. «Hai chocolatadas que nos leva tres horas preparar», dicen desde detrás del mostrador, donde consideran que ese es un tiempo bien invertido. Bombones, rosquillas y otros dulces tradicionales completan la oferta de este negocio. Pero no se dejen engañar, porque además de guardianes de los sabores de nuestra infancia, Lauro y Sandra son también dos personas sin miedo a innovar, a experimentar, a abrir nuevos caminos. Lo hicieron hace unos años, cuando intentaron introducir la porra en su lista de productos a la venta. No funcionó: ese producto, hermano mayor de los churros, no tiene demasiado predicamento en Galicia. Lo que sí ha tenido éxito entre el público han sido los «bocachurros», unos bocaditos rellenos que elaboran por encargo.

Con esa cartera de productos, no es de extrañar que a la Churrería Sandra la llamen hasta de Valencia, para dar sabor a las Fallas. «Non podemos ir, co difícil que está atopar xente para traballar… Non podemos atender a todo», dice Lauro.

La delicadeza de los bocachurros

El bocachurro fue un invento de Sandra. Se trata de «un bocado de churro salado hecho con masa de churro y relleno de crema de diferentes sabores, de mermelada de pimientos de Padrón, de pimientos del piquillo…». También los hay con rellenos dulces, desde la típica crema pastelera, al dulce de leche, al chocolate… Se elaboran por encargo para fiestas y celebraciones.

La Voz de Galicia