La moción de censura se desarrolló ayer en Pontecesures como mandan los cánones: Con bronca. Lo hizo a pesar de la falta de precedente histórico en Arousa, siguiendo el guion previsto aunque con alguna sorpresa y derrocando un gobierno liderado por el BNG para aupar a otro del PP, apoyado por el papel clave de Terra Galega (TEGA), hasta enero antiguo compañero del ejecutivo ya extinto de la nacionalista Cecilia Tarela.
A mediodía, el alcaldable, el popular Juan Manuel Vidal Seage, esperaba junto a los suyos con semblante serio y con la única corbata de la sala. Allí, minutos antes, estaban también el resto de los firmantes de la moción: Los independientes de IP y TEGA. El PSOE aguardaba fuera y el BNG terminó llegando sobre la campana, apurando la incertidumbre del quorum hasta el último momento. Sentados ya a la mesa, todos repararon en la única ausencia, sintomática: La del concejal de TEGA que se negó a apoyar el acuerdo con los firmantes de la moción, Jorge Janeiro, lo que dejaba al grupo dividido, con la única presencia del que sí se sumó al pacto, Ángel Manuel Souto Cordo.
«goberno incapaz»
Maribel Castro tomó el micrófono despejando la incógnita de quién sería el maestro de ceremonias. La independiente leyó el texto de la moción, que deslegitimó al gobierno agonizante centrándose en la ??falta de confianza coa alcaldesa?, a quien explícitamente se llamó ??soberbia e autoritaria? y se culpó de dirigir un ejecutivo ??incapaz de xestionar?. Con esa introducción, el discurso situó al eje PP-TEGA-IP como alternativa y dio el turno de palabra al aspirante al bastón de mando.
Vidal Seage comenzó citando a Miguel Delibes y su obra ??El Camino?: ??As cousas puideron ter sucedido doutro xeito, pero sucederon así?. Dijo ser consciente de que ??esta non é unha situación normal?, pero barrió para casa al considerar que tampoco lo era el hecho de que en junio se privase de gobernar a la lista más votada, la suya. El candidato concluyó con otra cita, de Eduardo Pondal: ??? un caso de dura adversidade urxente?. Y claro, la mención al bardo que puso letra al Himno Galego acabó de tocar la fibra a la líder nacionalista, entonces todavía alcaldesa.
«os motivos, os cartos»
??A Pondal de que? Unha vergonza!? estalló la regidora saliente. ??Esta moción baséase en insultos, é unha falta de respecto?, comenzó arrancando el primer aplauso, de la mitad del público. Y, herida en lo personal, devolvió los calificativos recogidos en la moción: ??Soberbio será o señor Seage; autoritaria, a señora Castro?. De su excompañero de TEGA aseguró que le falta capacidad de trabajo.
Y por eso, porque no se cree que la moción responda a nada que pudiera achacársele a ella misma, aseguró que ??os motivos son os cartos?. Otra salva de aplausos ahogaba la arenga ??que eso era?? encendida y opuesta al hasta entonces tono comedido general. Tarela, hecha un huracán, arremetió a izquierda y derecha e insistía: ??Polos cartos e polas obras! Por primeira vez desdóblase unha Concellería de Obras?, que se reparte en Obras por un lado y Urbanismo por otro. ??As enemistades?, dijo sobre los firmantes, hasta hace poco adversarios, ??cúranse con cartos?. Y había más: ??Quédalles o traballo feito, as subvencións pedidas polo noso goberno e todo previsto en Cultura ata decembro, quédalles tempo para que se rasquen a barriga!?
Una mujer de entre el público se atrevió entonces a contrarrestar la dialéctica incendiaria de la alcaldesa con una crítica: ??Tamén ti poñías a traballar á xente que che daba a gana?, lo que obtuvo un abucheo general.
el «galán» y la «estrella»
??Isto semella unha ópera bufa?. El socialista Roque Araújo, hasta ayer socio de un gobierno en minoría, comenzó con una analogía musical, con la que repartió también para todos: ??Hai un productor coa carteira chea?, dijo en velada alusión a la dirección popular, ??que se rodea dun elenco de actores?, que no dudó en presentar. Citó a un ??galán trasnoitado?, que pronto se identificó con el alcaldable; y a ??unha actriz con solera, que non se decata de que o seu tempo xa pasou?, lo que en seguida incomodó a Castro, de IP. ??E a nota cómica, un bufón que recorre o escenario dun lado a outro?, terminó el símil haciendo escarnio con el movimiento del líder de TEGA, que en pocos meses dejó un gobierno para sumarse ahora a otro.
Araújo, en una intervención calculada y con guión, echó también mano de la hemeroteca, para sacar momentáneamente los colores al candidato popular, recordándole lo que decía hace unos meses: ??Hai unha cousa pola que non paso, un goberno tripartito con dedicacións exclusivas?, la fórmula exacta que ahora aúpa al conservador a la Alcaldía.
«con angueira non pasaba»
Todos esperaban las palabras de Ángel Souto, pieza clave en el conglomerado de siglas. El líder de TEGA despertó aplausos, abucheos y la ira de la alcaldesa a partes iguales nada más comenzar: ??Isto con Luis Álvarez Angueira non pasaba?. Citaba de esta forma a quien fuera alcalde del BNG, lo que no hacía sino personificar nuevamente en Cecilia Tarela los motivos que llevaron a la moción.
??Pasaba igual!?, defendió en alto la regidora, instalados ambos ya en un tira y afloja que terminaría siendo el debate más enconado, con golpes en la mesa y reproches de quienes hasta hace poco compartían ejecutivo.
Pero Souto también tenía una carga de profundidad para el PSOE: ??Explíquelle ao BNG a chamada do 23 de abril, na que me propoñía unha moción con acordo de PSOE, TEGA e IP?. La acusación era directa hacia una supuesta traición del único socio que le quedaba a la nacionalista. ??Mente!?, se apresuró a negar Araújo desde las filas del partido del puño y la rosa.
la investidura
Zanjado el debate, se propuso a Seage como alcalde y se votó. Se hizo nominalmente, concejal a concejal y sin sorpresas. Los ??sí? de uno de los ediles de TEGA, abucheado por ello, y todos los de IP y PP fueron suficientes para aplacar los ??no? de PSOE y BNG, 6 a 5. El conservador fue entonces proclamado alcalde entre aplausos, se puso en pie y, siempre serio, se abrazó a algunos compañeros. Eligió el ??juro? en detrimento del ??prometo? para la toma de posesión y recibió finalmente el bastón de mando. Pero no lo hizo de manos de la exalcaldesa, que ya dejaba el salón, negándose a dicho protocolo. Herida por el desplante, Castro se erigió en portadora de la vara, para su entrega.
Diario de Arousa