Durante toda esta semana e a que ven tamén seguiremos levando a cabo labores de desinfección en todas as rúas do pobo. Contamos ademáis coa colaboración da Xunta para labores de desinfección, esta semana por dúas veces viñeron a levar a cabo labores de desinfección no Centro Médico. Asimesmo a Delegación Territorial de Medio Ambiente trasladoume a súa disposición para levar a todos os veciños que se encontran en situación de emerxencia social os lotes de alimentos ou se precisan calquer outro tipo de axuda. Reitero novamente que no Concello de Pontecesures continuamos atendendo as chamadas dos veciños e que contamos con diversas liñas de axuda para tratar de sobrelevar esta situación insólita na nosa historia recente, e animo a que se algún veciño precisa de calquer tipo de axuda tentaremos de proporcionarlla do xeito máis inmediato posible.
La temporada de la lamprea en el río
Ulla arrancó ayer con una gran abundancia de capturas. De hecho, hubo
embarcaciones que volvieron a tierra
con prácticamente una docena de piezas. En consecuencia, los precios
fueron más moderados que en otras ocasiones, y si las primeras lampreas
se pagaron otros años a unos 150 euros el kilo, los pescadores
consultados a primera hora de la tarde de ayer indicaban que la
cotización más realista rondaría los 80.
Salieron
finalmente siete embarcaciones, la mayoría de ellas asociadas a las
cofradías de Carril y Rianxo. Poco después de las 11 de la mañana ya
estaban en el muelle de Pontecesures, donde les esperaban los dueños o agentes de algunos restaurantes. Sin embargo, pocos compraron.
Cuando
hay poca lamprea, es tradicional que los hosteleros pujen entre ellos
para poder presumir entre sus clientes de servirles la primera pieza de
la temporada (como sucede con el «campanu» asturiano), pero al haber
tantos peces el interés se enfrió, de ahí que la mayoría optase por
comprarle a los pescadores con los que ya habían negociado antes.
Así
las cosas, a los pescadores les quedó un sabor de boca agridulce,
puesto que si bien esperaban un precio mayor, están satisfechos por la
gran cantidad de capturas obtenidas. Tanto es así que en Pontecesures
confían en que la actual campaña de la lamprea será excepcional en el
Ulla.
Plantean, en primer
lugar, que las condiciones meteorológicas de las últimas semanas son
ideales para esta especie, con mucho frío y abundancia de agua dulce
debido a la lluvia, puesto que la necesitan para encontrar las rutas de
ascenso por el río, donde este pez desova.
En segundo lugar, sostienen que el ciclo biológico de la lamprea, que pasa la mayor parte de su vida en el mar,
pero que desova en el agua dulce de los ríos, propicia que este
invierno se esperen los ejemplares nacidos en los primeros meses de
2015. Ese año también había sido muy bueno en capturas, de ahí que están
convencidos de que ese año tuvieron que nacer una gran cantidad de
alevines.
Alevines que serían los actuales ejemplares ya adultos. Por el momento, sus previsiones se están cumpliendo con precisión.
Un inicio inusual
Ramón
Agrasar es uno de los pescadores que acudieron a faenar ayer. Se
mostraba muy satisfecho, tras capturar once ejemplares, la mayoría de
los cuales superaba el kilo de peso, por lo que a la cantidad de peces
obtenidos, se unía su calidad. «No es normal coger once lampreas el
primer día -afirma-. Lo normal es pasar los veinte primeros días sin
coger prácticamente nada».
Por
el momento, hay pocas embarcaciones en el Ulla, pues muchos patrones
han preferido seguir trabajando en otras artes y especies, como la
almeja o la volandeira. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente
ha expedido 18 licencias para pescar en el río que separa las
provincias de Pontevedra y A Coruña, pero han hecho uso de la misma
menos de la mitad de los beneficiarios.
Se prevé que vayan a más una vez finalizadas las fiestas de Navidad, cuando el interés por los bivalvos decae.
Satisfacción de los valeiros que esperan una temporada excepcional // Miguel y José Manuel Barreiro Blanco consiguieron 14 y 15, respectivamente, en la primera jornada // Pesan más de 1,5 kilos y su precio superará los 40 euros.
La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla no podía haber
arrancado mejor. Ayer siete embarcaciones y más de 14 tripulantes
asociados a las cofradías de Carril y Rianxo capturaban decenas de
ejemplares del preciado pez en un río que rebosa de agua y mueve fondos
tras las últimas lluvias. Un estreno de campaña que según sus
protagonistas, los valeiros, parece prometer una temporada
«excepcional».
La
temporada de pesca de la lamprea en el Ulla se abría oficialmente este
viernes y los valeiros vivieron un arranque exitoso con las decenas de
ejemplares que se encontraron cuando fueron a recoger a primera hora de
la mañana sus nasas de butrón. Ya por la tarde llegaban al puerto de
Pontecesures los primeros ejemplares del preciado y gelatinoso pez, para
pasar los controles rutinarios de peso y empezar a negociar su venta
con los dueños de los restaurantes.
La satisfacción se podía apreciar hablando con dos de los valeiros,
los hermanos Miguel y José Manuel Barreiro Blanco, que ayer capturaron
en las lanchas con las que faenan 14 y 15 lampreas, respectivamente.
«Las siete embarcaciones hemos cogido lampreas y de buen tamaño»,
explicaba a este diario Miguel, que se congratulaba de lo lleno que va
el río, por lo que esperan que este año la pesca sea abundante. «Todavía
estamos pendientes del control, pero pesarán algo más de 1,5 kilos»,
nos comentaba. Sobre el precio, la abundancia no facilitará que se
paguen cifras astronómicas por las primeros ejemplares como otros años,
en los que se han llegado a abonar hasta 150 euros por una pieza.
«Creemos que estas podemos venderlas a 40 euros más el IVA» sugería el
pescador.
El Ulla lleva agua en abundancia después de tantas semanas de
temporales y precipitaciones, «por eso confiábamos en encontrarnos una
gran cantidad de lamprea desde el primer día», sostienen los valeiros.
«El año pasado había llovido poco, por eso pescamos mal, pero el tiempo
que tenemos desde hace semanas es formidable».
Aunque una veintena de embarcaciones de Carril y Rianxo tienen el
permiso de la Consellería de Medio Ambiente para esta pesca, ayer tan
sólo faenaron unas siete embarcaciones. De momento es una incógnita el
precio que se pagará por el producto durante las primeras jornadas,
sobre todo porque en su cotización influye la mayor o menor cantidad de
ejemplares pescados. En cualquier caso, si resulta que es abundante
puede oscilar entre los 50 y 70 euros, en el caso de las piezas de mayor
tamaño, o entre 25 y 40 euros las medianas.
Hay que indicar que a partir del día 6, también se podrán capturar la
lamprea en las pesqueiras, construcciones tradicionales y situadas en
el curso alto del río.
La generosa dama
Se le conoce como la dama DELl ULLA y este popular pez tan vinculado a Pontecesures se deja querer por los pescadores cuando el caudal del río, como ahora, se mantiene alto, amainan los temporales, sopla el viento y sale el sol. Una situación perfecta, para los valeiros, que ven como este año ese pez primitivo gelatinoso, se encuentra estos días en el Ulla como en casa, y no se esconde ante las nasas butrón. Y mientras, los paladares amantes de este ejemplar, tan amado como odiado, esperan las ofertas que harán los restaurantes que hoy ya pujan por hacerse con las primeras piezas para incluirlas en su carta en este comienzo de año.
Antonio Pesado Romai desciende de una saga de valeiros, marineros que viven a caballo entre el Ulla y la ría de Arousa.
Los valeiros son hombres de mar y de río. Sus embarcaciones se mueven
con soltura por la desembocadura del Ulla y por el fondo de la ría de
Arousa, siguiendo el complejo ritmo que marcan unas vedas dictadas en el
agua salada por Mar, y en agua dulce por Medio Ambiente. El pasado
jueves, muchos de ellos bautizaron la campaña de la lamprea, que se
prevé este año de abundantes capturas y calidad indiscutible. Antonio no
forma parte de ese grupo. «Esta tempada estou indo ao chopo», y ha decidido aguantar en esa pesquería antes de hacer el cambio para el río.
Esa condición doble de hombres de mar y de río no supone, para Antonio, ningún problema de identidad. «Os valeiros somos mariñeiros»,
sentencia con rotundidad. «Mariñeiros», eso sí, atrapados por una doble
esfera burocrática que en ocasiones amaga con ahogarlos. Cuando la
Consellería de Medio Ambiente amplió su zona de afectación en la
desembocadura del río Ulla «acabou coas artes de pesca todas»,
abocando a la captura de los peces de río -lamprea y anguila- con nasa
butrón, y a la de la solla con el rastro. Son muy pocos los barcos que
mantienen la segunda de estas posibilidades abierta. «Haberá tres. É un traballo que vai quedar case extinguido», reflexiona Antonio, que además de veterano en el trabajo, es el presidente de la asociación que aglutina a los valeiros.
La veteranía de la que hablamos le sobra: tiene más de treinta años cotizados como trabajador del mar. «Con 12 anos xa ía traballar con meu pai. Daquela, durante as vacacións ías botar unha man»,
señala. Así que aprendió el oficio en familia, porque también sus tíos y
sus abuelos pertenecían al club de los valeiros de Pontecesures. «Daquela
no río tamén se traballaba con trasmallos… Agora todo iso cambiou,
hai normas por todos os lados, requisitos, esixencias… Cada día
complican máis vivir disto», reflexiona.
Aunque su sector se ve especialmente ahogado por la burocracia, «isto pasa en todos». «Cando
eu empecei a traballar, se querías mercar un barco non era fácil. Non
encontrabas, e os que encontrabas estaban velliños. Agora en todos os
lados hai barcos á venda. Por algo será», dice Pesado. Y eso solo se puede explicar porque cada vez hay menos interés por trabajar en el mar. Aunque no es su caso. «Teño
dous fillos, e os dous traballan comigo. Un probou un tempo en terra,
pero non se deu adaptado. Non é o mesmo traballar nunha fábrica que no
noso oficio. É moi duro, pero ten moitas vantaxes, pásanseche as horas
doutra maneira», dice. En su familia, en realidad, todo el mundo colabora con el negocio del mar y la pesca. «A miña muller tamén ten embarcado comigo, e cando toca vai vender á praza», explica. «A todos nos sobra que facer», indica risueño.
Y es que el buen humor debe ser lo último que se
pierda, junto con la esperanza. Antonio no se descabalga de la sonrisa
ni cuando habla de los atrancos que por momentos les pone la
Administración. «Hai xente á que lle parece mal que
defendas o teu traballo», explica. Porque «o das vedas está moi ben…
Pero, e as verteduras? Cando van arranxar o problema das verteduras e da
contaminación do río?», se pregunta. «Agora que está tan de moda a loita contra o plástico debían facer unha limpeza nas marxes do Ulla, porque están cheas del»,
recalca. Aunque lo peor son los efluvios contaminantes que emanan de
las redes de alcantarillado de las localidades ribereñas, o de las
empresas ubicadas en las márgenes del río. ¿Será el 2020 el año en el
que se resuelva ese problema? Habrá que verlo. Aunque a Antonio Pesados
la experiencia le dice que las cosas de palacio van despacio.
«Antes non era tan fácil atopar un barco para mercar; agora véndense en todos os portos»
«O noso traballo é duro, pero ten moitas vantaxes. Pasan as horas doutra maneira»
Las claves para pescar un pez prehistórico que levanta pasiones
En
el Ulla acaba de comenzar la temporada de capturas de la lamprea. Una
especie con una larga historia, cuya llegada a las cocinas es esperada
con ansiedad por quienes la consideran un manjar. Sobre este pez
circulan todo tipo de leyendas y rumores. Antonio, que conoce bien al
animal, confía en que este sea un buen año de capturas: el río baja con
mucho caudal y ese es uno de los síntomas de que la pesca no se debería
dar mal. «Ten habido anos de moitísima lamprea, de velas pasar coma mosquitos», dice el marinero. Aunque eso no siempre garantiza que vaya a haber muchas capturas, porque «ás veces pasan por riba das nasas».
A pesar de que el Ulla dista mucho de estar en su mejor estado de forma, el río «recuperou moitísimo» en los últimos años. A ver si se nota en el balance del final de campaña.
La ampliación del club náutico y la expansión de Nestlé son otros asuntos expuestos por el alcalde Seage al presidente de la Xunta.
El alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage, se entrevistó con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo para «abordar las distintas problemáticas» que preocupan al regidor, especialmente en lo referido a la preservación del río Ulla y su proyección como plataforma de promoción turística y cultural.
En relación con esto, el primer edil abundó en la contaminación del cauce fluvial y la necesidad de combatir los vertidos y de castigar a quienes los provocan, aprovechando la ocasión para reivindicar nuevamente la transformación de la fachada protuaria.
Lo cierto es que, explican en el tripartito, «el Ulla y su entorno» fueron «el eje central» de la conversación entre el regidor y el presidente autonómico. Buena parte de ese encuentro giró en torno a «un tema tan sensible como la calidad de las aguas del Ulla».
Seage reconoció que los esfuerzos que realiza el Concello son insuficientes y crece la preocupación por el aumento de vertidos. Lo que pretende con esto el primer edil es que la Xunta afronte «un plan de choque para terminar de una vez por todas con estos vertidos»
Al hilo de esto, el alcalde ya brinda toda su colaboración «ante la posibilidad de que la Xunta impulse una empresa pública para gestionar el ciclo del agua». Una colaboración que puede producirse inicialmente en «una auditoría de la situación actual de Pontecesures» en cuanto a canalizaciones de fecales y pluviales antes de proceder a «la eliminación de vertidos al cauce fluvial».
Sin abandonar el Ulla, Seage habló a Feijóo de los usos portuarios y del tan demandado pantalán de pasaje, «para el que ya existe consignación y que depende de informes de Medio Ambiente».
Esta instalación, incide el alcalde, «ayudará enormemente a la promoción turística del Concello, ya que mejorará las condiciones en las que atracan los barcos de pasaje que todos los días llegan a nuestro muelle».
De igual modo, planeó la ampliación del pantalán ya existente para dar servicio a los usuarios del Náutico de Pontecesures y aprovechó la ocasión para transmitir a Feijóo la vieja demanda de ampliación de las instalaciones de la entidad deportiva.
Este proyecto, aclara, «está pendiente de la autorización de Portos para ocupar los terrenos y de la Secretaría Xeral para o Deporte», que colaborará en la redacción del mismo.
Por último, Vidal Seage transmitió al mandatario autonómico la necesidad de seguir apostando por el tejido industrial de la localidad. Y para ello reivindicó la necesaria ampliación de las instalaciones de la factoría Nestlé. «pues su expansión contribuirá a potenciar la actividad económica del munnicipio y generará nuevos puestos de trabajo».
El director general de Nestlé España, Jacques Reber, ha afirmado este
martes que la compañía reforzará sus compromisos medioambientales para
hacer totalmente sostenible toda su cadena de valor (desde la materia
prima hasta el consumo): se hará minimizando las emisiones, los residuos
y el uso de agua, y favoreciendo la biodiversidad.
Reber ha explicado en rueda de prensa que ya han invertido más de 100
millones de euros en materia medioambiental desde 2010; desde ese mismo
año, sus fábricas usan un 62% menos de agua y emiten casi un 15% menos
de emisiones de efecto invernadero por tonelada de producto elaborada.
Además, la compañía cuenta con un Plan de Reciclaje de cápsulas de
café que dispone de más de 1.600 puntos verdes de recogida: este sistema
«único y pionero» permite obtener un compost de calidad a partir de los
posos del café, a la vez que sirve para dar una segunda vida al
aluminio y al plástico.
Ahora, trabajan para cumplir su calendario de Compromisos Globales de
Nestlé con la Tierra: emitir un 35% menos de gases de efecto
invernadero por tonelada de producto fabricada de 2010 a 2020; conseguir
que todo envase sea reciclable o reutilizable en 2025 y aumentar la
proporción de plástico reciclado entre un 25% y un 50% (dependiendo del
tipo de envase) antes de 2025.
Además, se han propuesto reducir el desperdicio de alimentos a la
mitad para 2030 en toda la cadena de valor; y que el 90% de las materias
primas estén libres de deforestación en 2020.
Otro gran objetivo es anular todas las emisiones netas de gases de
efecto invernadero en 2050, para asumir el Acuerdo de París de limitar
el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.
También prevén no enviar ningún residuo a vertedero en 2020 en todos
los centros de Nestlé. En España, ya lo han conseguido en 8 de las 10
factorías.
Para ello, han llevado a cabo diferentes acciones, como las mejoras
de condiciones de almacenamiento, la reutilización de residuos, así como
programas de formación para que los trabajadores mejoren su
conocimiento sobre reciclaje y aumentar la concienciación.
Jacques Reber ha explicado que esta hoja de ruta «guía todas las
decisiones de la empresa» y que hoy se sienten obligados a esforzarse
más para minimizar su huella en el planeta, pese a que llevan décadas
cuidando el medio ambiente, ha dicho.
«Tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo ahora», y ha añadido que
son esfuerzos para contribuir a la preservación del planeta en favor de
las generaciones futuras.
MEJORAS EN LAS FÁBRICAS Las fábricas de La Penilla (Cantabria) y
Pontecesures (Pontevedra) son las que más han reducido el uso de agua
(más del 80%), sobre todo por tenerla en circuitos cerrados; y prevén
que en 2025 todas sus embotelladoras de agua estén certificadas por la
AWS (Alliance for Water Stewardship): en 2020 ya lo estarán las de
Viladrau (Girona) y Herrera del Duque (Badajoz).
También prevén el mismo sello para la fábrica de salsas de tomate en
Miajadas (Cáceres), que, además, produce de manera integrada desde hace
seis años: con tomate cultivado en la Vega del Guadiana, respetando el
medio ambiente, limitando agua, fertilizantes y control de plagas. En
este sentido, la compañía ha reducido un 9% el agua del riego, lo que
supone un ahorro de 30 millones de litros de agua y ha disminuido en un
9% el uso de fertilizante.
El objetivo de la compañía en la fábrica es asegurar una agricultura
sostenible a largo plazo aprovechando los recursos naturales, y además
tienen previsto instalar una planta de energía solar.
Para Reber, «el cambio climático es el mayor desafío de la historia
que involucra a todos los agentes», y por ello también tratan de
encontrar soluciones conjuntas con otras empresas, instituciones y
consumidores.
Por otro lado, toda la energía eléctrica que se compra en Nestlé
España es de fuentes renovables; y la fábrica de Girona estrenará en
2020 una caldera que utiliza el poso resultante de la elaboración del
café soluble para la obtención de vapor: en ella se han invertido 17,2
millones de euros y reducirá un 25% el consumo de gas natural en la
planta.
Jacques Reber ha celebrado que, con esta y otras iniciativas, la
fábrica de Girona producirá el 70% de la energía que necesita para la
elaboración del café, siendo de esta manera casi autosuficiente para el
próximo año.
INSTITUTO NESTLÉ DE CIENCIAS DEL EMBALAJE Para minimizar los
residuos se ha inaugurado el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje
(en Lausana, Suiza), «primero de estas características de la industria
alimentaria», centrado en crear envases funcionales, seguros y
respetuosos con el medio ambiente, y en afrontar el problema global del
envase de plástico.
Ya están lanzando productos con pajitas de papel (batido Nesquik All
Natural) y con envase de papel (cacao soluble Nesquik All Natural y
snacks saludables Yes!); Aquarel ya vende botellas con 25% de plástico
Pet reciclado y con mensajes de concienciación medioambiental; y ya no
hay objetos de plástico de un solo uso no reciclables ni en la sede
central de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ni en las 10 fábricas
españolas.
«Tenemos un desafío como sociedad. Yo sí me imagino un océano sin
plásticos, pero debemos remar todos en la misma dirección», ha destacado
Reber, que también ha pedido corresponsabilidad a proveedores,
autoridades y consumidores.
Así, el director general de Nestlé en España ha definido como clave
la creación de una economía circular para que los envases dejen de ser
un problema y tengan una vida infinita, ya que los envases permiten
preservar los alimentos en buen estado, pudiéndose consumir durante más
tiempo, lo que va en línea con reducir el desperdicio alimentario.
CERTIFICADO DE NO DESFORESTACIÓN Otro compromiso de la compañía, a
nivel mundial, es que el 90% de la cadena de suministro de materias
primas se certifique como libre de deforestación en 2020. En la
actualidad, el 77% de su cadena de suministro global ya cumple estas
condiciones. Nestlé es «la primera compañía mundial de alimentación que
ha implementado Starling», un sistema de verificación por satélite.
En España, Nestlé ha renovado hasta 2023 el certificado de Gestión
Forestal Sostenible de la Generalitat en la embotelladora de Viladrau
(Girona), que está en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del
Montseny; y el entorno de la embotelladora de Herrera del Duque
(Badajoz) es Reserva Natural de la Biosfera.
Finalmente, Reber ha defendido que «el coste de un modelo de
desarrollo sostenible no puede ser un argumento para no avanzar», y ha
añadido: «Para nosotros la prioridad de la sostenibilidad es más
importante que la rentabilidad. Para ello vamos a invertir en
investigación, en el proceso de producción, en los productos, etcétera».
Al preguntársele en la rueda de prensa si la compañía en España está preocupada por la situación política en Catalunya, donde tienen sede central y cuatro fábricas, ha respondido que trabajan en más de 100 países donde tienen que gestionar este tipo situaciones cada día. «Nuestra preocupación como negocio es nuestra actividad productiva y el trabajo de nuestros empleados», ha concluido.