Ángel Doce, su propietario, lleva sus carpas gigantes con la etiqueta Mambís a todo el mundo como sabroso embajador de este manjar de dioses que es el pulpo
Galicia es una tierra que nació para bailar, cantar, comer y vivir. Cuando llega el verano, miles de romerías y fiestas populares llenan su verde y atractiva geografía de cohetes, de procesiones, de gaitas, de bandas de música populares, de grandes orquestas, de celebraciones gastronómicas increíbles… Así es mi tierra. No hay un solo día del verano sin que el calendario anuncie lo que por aquí llaman «festa rachada». Y es en esas romerías típicas done el pulpo se convierte en el invitado que nunca falta a la cita.Enormes carpas ambulantes viajan de pueblo en pueblo, de aldea en aldea, invitando a la gente a disfrutar de este bocado exquisito de Galicia con toda autenticidad, con los calderos humeantes en los que se va cociendo el pulpo lentamente a la vista del público y siempre debajo de esas lonas gigantes, debajo de las cuales se sientan lugareños y visitantes dispuestos a saborear uno de los platos más típicos y más festivos de esta tierra bendita. Estas carpas gigantes que van de feria en feria pertenecen a familias pulpeiras de toda la vida, que han permanecido fieles a la tradición de generación en generación y se han convertido en una imagen indispensable de todas las romerías del verano gallego.Una de las familias más renombradas entre las pulperías ambulantes de mi tierra es la familia Mambís. Recuerdo perfectamente al patriarca de la saga, aquel gran Mambís jaranero, vividor y amante de la vida, que fue quien empezó a viajar de fiesta en fiesta con su carpa gigante en la que se leía «Pulperias Mambís, pulpo e viños do país». Sus descendientes siguen la tradición del viejo y uno de ellos, Lito Mambís, es ahora mismo el gran pulpeiro de toda Galicia y también de fuera de ella. Ángel Doce, su propietario, lleva sus carpas gigantes con la etiqueta Mambís a todo el mundo como sabroso embajador de este manjar de dioses que es el pulpo en todo su esplendor popular.Nuestra familia acude a Ángel Doce todos los 25 de julio de cada año para que coloque una de sus carpas ambulantes en la romería padronesa del Santiaguiño Do Monte. Allí, entre castaños y eucaliptos, a la vera de las peñas donde predicó el Apóstol Santiago y junto a la capilla en la que cada año se honra su memoria, disfrutamos de un menú típicamente festeiro de verdad: pulpo á feira hasta «fartarse», empanada de bacalao con pasas, pimientos de Herbón-Padrón, carne ó caldeiro o churrasco con pataquiñas cocidas y, como remate del festín, la famosa tarta larpeira. Todos los años repetimos menú. Y lo seguiremos haciendo, porque Lito Mambís y su gente lo bordan y lo hacen cada año mejor. Es el sabor de Galicia en toda su pureza. Si queréis montar una romería en mi tierra o fuera de ella, no puede faltar una carpa con la leyenda «Lito Mambís, pulpo e viños do pais», para poder disfrutar del mejor pulpo de vuestra vida. Decidle a Ángel Doce que vais de mi parte. Seguro que tiene un detalle con vosotros.
Pepe Domingo Castaño
El Debate