La Xunta termina en Valga las obras para reducir inundaciones en el parque Irmáns Dios Mosquera.

Los trabajos buscan paliar los riesgos de desbordamiento por un periodo de retorno de 100 años

La Xunta termina en Valga las obras para reducir inundaciones en el parque Irmáns Dios Mosquera
Las obras afectaron al margen derecho del río Valga.

La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático –a través de Augas de Galicia– acaba de terminar las actuaciones para reducir el riesgo de desbordamiento del río Valga por su margen derecho. En concreto en las inmediaciones del parque Irmáns Dios Mosquera. En estas actuaciones se invirtieron 280.000 euros.

 La obra –cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional en un 80%– tuvo como finalidad tratar de minimizar el riesgo de que se produzcan inundaciones en la zona, que está identificada como área de riesgo potencial de los ríos Ulla y Sar.

Los trabajos se desarrollaron en un lugar en el que las viviendas se encuentran a una cota igual o inferior a la del cauce fluvial y muy próximas a la carretera N-550, que actuaba como barrera y producía inundaciones frecuentes.

Las actuaciones consistieron en la mejora del muro de contención del margen derecho del río, ampliando además el cauce fluvial y dotándolo de mayor altura. Al mismo tiempo se adoptaron medidas para mejorar la seguridad de la zona, que es de uso lúdico y peatonal, mediante la colocación de una barandilla de madera en el cauce del margen izquierdo, así como una pasarela por encima del río para facilitar el acceso al baño minimizando los posibles riesgos de caída.

La obra también llevó aparejado el acondicionamiento del canal de un regato afluente del río Valga que se encuentra en la zona y la renovación de la pasarela peatonal de madera que lo cruza. El objetivo es reducir tanto las erosiones como los atascos en el canal y facilitar así la circulación fluida del agua. Los trabajos buscan paliar los riesgos de desbordamiento del río Valga para un período de retorno de 100 años y se enmarcan dentro del convenio de colaboración firmado por Augas de Galicia con el Concello de Valga. 

Diario de Arousa

Siguen las quejas por las aceras de la N-550. Una vecina denuncia los problemas para las personas en silla de ruedas.

A quien corresponda….

Ya no voy a entrar en el tema de que unos bolardos me impidan entrar en mi acera, que me parece todo un despropósito. Pero lo que menos entiendo es que rompieran el hormigón que yo había echado para subir con una silla de ruedas a la acera. Esa marca más Clarita que se ve en la carretera. Era una rampla para no tener que hacer el esfuerzo de levantar uno mismo a quien está llevando de paseo. Alguien me puede explicar a donde vamos a llegar? Sabéis lo difícil que es andar por aquí con una silla? A los que tomáis este tipo de decisiones… Sois humanos? Tenéis familia? O vais a ser vosotros cuando llegado el momento… Los que vengáis a buscar a la persona que sea para que pueda salir a pasear?.

Nos estáis quitando humanidad, nos estáis quitando vida

Reconsiderar lo que estáis haciendo, por el bien de vuestro pueblo.

De esta manera…. Los coches en la acera y la gente por la carretera. El mundo al revés….

La instalación de bolardos y la seguridad en la N-550 en Pontecesures llega al Congreso de la mano del PP.

Vidal Seage pide que se indague sobre las opciones de mejora en esta actuación.

La instalación de bolardos y la seguridad en la N-550 en Pontecesures llega al Congreso de la mano del PP
Vidal Seage y los diputados nacionales del PP visitaron la zona de la polémica

El PP llevará al Congreso de los Diputados la conflictiva instalación de bolardos en la N-550 a su paso por el casco urbano de Pontecesures. El portavoz municipal de la formación conservadora, Juan Manuel Vidal Seage, invitó a los diputados nacionales, Pedro Puy, Irene Garrido y Juan Bayón a mantener un encuentro en la villa para que comprobaran “in situ” la afectación de la obra. En general – y según señala el PP – la insatisfacción con el resultado es general.

Manifiesta Seage que “nada disto ten sentido, porque a alcaldesa foi a Madrid supostamente a negociar a obra e, en primeira instancia, non expresou publicamente ningún malestar sobre a actuación prevista, pero logo á vista do resultado e das queixas dos veciños desinhibiuse, dixo que non sabía nada que admitiu que se interesou pola mesma a diario e, posteriormente, rexeitouna calificándoa como desastre no pleno”. A mayores declara que “por todo elo, en aras da transparencia, queremos coñecer como foi realmente este proceso e se a rexedora foi cómplice ou lle tomaron o pelo, pero en calquera caso estamos ante unha actuación neglixente por permitir esta chapuza ou pola escasa capacidade á hora de negociar pola súa parte”.

El edil popular busca que los representantes del PP en Madrid indaguen sobre las posibilidades de mejora de esta actuación, bien directamente por parte del Ministerio de Transportes o bien a través de la cesión de la titularidad de las aceras al Concello “para que se poida facer un proxecto en condicións nunha das arterias principais de Pontecesures e non o parcheo que estamos sufrindo”.

Vidal Seage criticó no solo la decisión, sino también el resultado de la colocación. Señaló que algunos de los bolardos ya están caendo apenas unas semanas después de que fuesen ubicados por lo que ya no cumplen con su función disuasoria.

Diario de Arousa

El PP quiere menos bolardos y más club náutico,

Vidal Seage carga contra Tocino por la obra en la N-550 y la ausencia de avances en la sede deportiva.

Los bolardos instalados en Pontecesures. |  Noé Parga
Los bolardos instalados en Pontecesures.

El Partido Popular de Pontecesures, grupo mayoritario de la Corporación, vuelve a quejarse, desde la oposición, por la labor del bipartito que conforman BNG y PSOE.

Esta vez en relación con la instalación de bolardos en la carretera N-550, al considerar que los vecinos salen perjudicados.

Fue el portavoz municipal del PP, Juan Manuel Vidal Seage, quien sacó a relucir nuevamente este asunto en el último pleno de la Corporación, en el que quiso hacerse eco «del enorme malestar de los cesureños por esta obra de supuesta mejora de la seguridad viaria».

El conservador lamentó que la actuación no fuera consensuada con los ciudadanos y atacó a la alcaldesa, Maite Tocino, reprochándole que ella misma «califica la obra de ‘desastre’ pero no hizo nada por remediarlo, demostrando su nula capacidad de gestión y su debilidad política, a pesar de tener en el gobierno la muleta de un edil socialista», y por tanto del mismo partido que el Gobierno de España, que financió la obra.

Club Náutico

Pero no fue la única reprimenda de Seage, pues también atacó al bipartito en relación con la ansiada ampliación y modernización del Club Náutico Pontecesures, preguntando en el pleno «si sigue vigente el compromiso de cofinanciación por parte de la Xunta» y tratando de conocer las gestiones realizadas por el actual ejecutivo pontecesureño.

Explican en el PP que «ante las respuestas de la alcaldesa, diciendo que está redactando un nuevo proyecto, ‘más austero», Vidal Seage advierte de las incongruencias de Maite Tocino, ya que en el mismo pleno, admitió que la redacción no está contratada y que se está perfilando; y tampoco respondió si se incluirá el acondicionamiento del espacio exterior».

Esto quiere decir que «llevamos veinte 20 meses de mandato y lo único que se hizo en relación con este proyecto tan importante fue descartar todo el trabajo realizado en el mandato anterior», precisamente cuando Vidal Seage era el alcalde.

Faro de Vigo

Las asignaturas pendientes de la N-550.

Las demandas de mejora de la seguridad en esta carretera aumentan debido a los baches que presenta el firme

Francisco lleva sesenta años, dice, viviendo al pie de la N-550, muy cerca de donde Caldas y Valga se dan la mano. Ha sido testigo de los cambios que ha experimentado la vía con el paso de los años y parece bastante convencido de que esos cambios no siempre han supuesto una mejora, un progreso. «A última vez que asfaltaron dixeron que ían mellorar o aglomerado… Pois así está a estrada toda», dice este hombre que, cargado de años y de trabajos, busca cada día el punto con mejor visibilidad de la zona para cruzar la carretera nacional y llegar a las fincas en las que lo esperan las faenas del invierno. Antes de irse, asegura que el estado de la carretera «non debería ser legal». El aglomerado está suelto en algunas zonas «e se pasa un camión e salta unha pedra e lle dá a un coche que estea aparcado… Porque saltan moito», pregunta y afirma mientras comienza a moverse por un arcén casi inexistente.

La N-550 fue diseñada en la década de los cuarenta del siglo pasado, con sus límites en A Coruña y Tui, pensada para unir las principales poblaciones que le salen al paso. Su trazado, como el de cualquier vía de estas características, generó problemas: la franja de asfalto se ha convertido en un obstáculo que los pueblos tienen que sortear para mantener su cotidianeidad. En los ámbitos más urbanos se han establecido, hace ya años, algunas soluciones: semáforos y pasos de peatones en zonas como Ponte Valga o en la plaza de Pontevedra de Pontecesures, un paso elevado en la otra punta de esta misma localidad del Baixo Ulla… Pero si en esos lugares los pasos de peatones son escasos, en zonas más rurales, directamente, no existen, de ahí que personas como Francisco se jueguen el tipo cada día para cruzar la nacional desde lugares a los que han de llegar por arcenes que en ocasiones tienen centímetros de ancho. Ni siquiera los tramos en los que son habituales los peregrinos se salvan de esa realidad.

Esas mismas carencias se observan en Ponte Valga, donde las aceras se achican hasta límites inverosímiles y no hay lugares señalizados para cruzar la carretera. Hace más de siete años, el Concello que dirige Bello Maneiro ya llamó la atención del Gobierno central sobre esa cuestión y pidió el pintado de pasos de peatones en varios puntos de la localidad, así como la creación de una senda peatonal en A Medela. Se sigue a la espera. Lo que sí se han acometido, recientemente, han sido trabajos para reordenar aparcamientos y aceras en Pontecesures. Buena falta hacía.

Está claro que la N-550 no es una carretera pensada para las personas, nunca lo fue. Se trata de una vía diseñada para los vehículos y el tráfico rodado, pero parece que de un tiempo a esta parte, la vía tampoco está a la altura de las circunstancias en ese ámbito. Aunque no es un desastre continuo, la capa de rodadura presenta zonas especialmente castigadas y deterioradas. En muchos puntos la superficie está desgastada, con el aglomerado suelto en tramos más o menos largos.

En muchos otros puntos del recorrido entre Caldas y el límite de la provincia de A Coruña, la herida en el asfalto es mucho más profunda, formando baches que, quienes los conocen, intentan sortear, aunque eso suponga invadir el carril contrario. Ocurre en Pontecesures, en la curva situada sobre la vía del tren, entre la gasolinera junto al Ulla y del edificio de la casa consistorial. Muy cerca, en resumen, de donde se ha colocado el nuevo radar de tráfico. Este puede conseguir reducir la velocidad, pero el gesto automático de los conductores para esquivar el bache solo se arreglará cuando este desaparezca. Socavones similares a ese se encuentran a lo largo de toda la N-550 entre Caldas y Pontecesures.

La Voz de Galicia

La DGT advierte, sin sancionarlos, a conductores «cazados» en Pontecesures.

El nuevo radar aún está en fase de pruebas.

Los automovilistas reciben cartas informativas tras superar la velocidad permitida.

Se les explica la multa a la que se exponen y los riesgos que corren.

La señal que indica la presencia del radar.
La señal que indica la presencia del radar.

Hace días, diversos conductores «cazados» por el nuevo radar instalado en al carretera Nacional 550, a su paso por el Concello de Pontecesures, denunciaban que la señal informativa que advierte de su presencia es «demasiado pequeña» y que está «tapada por otra señal vertical» que dificulta su localización, por lo que proponen colocar una más grande o cambiarla de ubicación.

Ahora puede añadirse que algunos de esos conductores, y otros automovilistas que se saltaron el límite de velocidad en la recta situada a la altura de la casa consistorial pontecesureña desde la implantación de este radar, han empezado a recibir cartas informativas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

En esas misivas se les explica que han cometido una infracción, detallando la velocidad a la que circulaban en el momento de ser fotografiados por las cámaras del radar; imágenes que también se adjuntan.

Imágenes que se acompañan a una de las cartas informativas sobre la sanción cometida.
Imágenes que se acompañan a una de las cartas informativas sobre la sanción cometida.

Dicha comunicación, firmada por el director general de Tráfico, Pere Navarro, se hace constar que «en esta primera fase de puesta en funcionamiento de los nuevos radares no se va a iniciar procedimiento sancionador, pero le recordamos que esta conducta, una vez finalizada la fase informativa, sí conllevará la correspondiente sanción».

A modo de ejemplo, puede citarse el caso de un conductor al que se informó desde la DGT de que el pasado 24 de enero «fue detectada la circulación de su vehículo en el punto kilométrico 84,15 de la carretera N-550 cuando circulaba a 69 kilómetros por hora».

Para añadir que es una velocidad «superior a la máxima legalmente establecida para ese lugar y tipo de vehículo, fijada en 50 kilómetros por hora».

Ese conductor, como tantos otros, se libra de la multa por el periodo de adaptación y prueba antes aludido, pero en la carta se le indica que en su caso concreto, tendría que abonar 100 euros.

La DGT aprovecha esta carta para abundar en su campaña informativa, de ahí que incida en que «son muchas las razones para respetar el límite de velocidad».

Entre ellas, que «llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en siniestros viales», asegura Pere Navarro.

El nuevo radar de la N-550.
El nuevo radar de la N-550. 

Pero también esgrime que «la velocidad excesiva aumenta el riesgo de verse involucrado en un accidente, dado que a mayor velocidad es más difícil reaccionar a tiempo y prevenirlos».

Asimismo, «la velocidad afecta a las lesiones sufridas en un accidente, pues a mayor velocidad de impacto, mayor es la energía que se libera al chocar con otro vehículo, usuario de la vía u obstáculo».

Para terminar, el director general de Tráfico hace hincapié en que «el exceso de velocidad no solo incide en la seguridad vial, sino que también tiene influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible».

Faro de Vigo