Las obras que ejecuta el Ministerio de Fomento para la rehabilitación del firme de la carretera N-550 alcanzaron ayer por la mañana el centro urbano de Padrón, de modo que centraron las conversaciones de las personas que estaban sentadas en las terrazas de la cafeterías ubicadas en la avenida de Compostela, espectadoras en primera línea del trabajo de las máquinas.
Para echar el aglomerado, fue necesario ocupar el carril derecho de la vía, dirección Santiago-Padrón, con lo que el tráfico circuló de forma alternativa por el otro carril, en función de las indicaciones dadas por un operario de la empresa adjudicataria de los trabajos, que ayer por la mañana se concentraron en el tramo de la avenida de Compostela y zona de las Lágrimas.
El Ministerio de Fomento inició a mediados de mes las obras de rehabilitación entre los puntos kilométricos 67 y 83, en los municipios de Ames, Teo, Rois y Padrón. Las actuaciones a realizar consisten en la eliminación parcial y reposición del firme existente en las zonas con mayores deterioros y mejora superficial del mismo, con el extendido de micro aglomerados en frío. Asimismo, está prevista la reposición de las marcas viales preexistentes. El presupuesto de las citadas obras asciende a 200.000 euros y tienen una duración estimada de un mes, de acuerdo Fomento, que ya advirtió, desde un principio, que durante las obras se producirían afecciones al tráfico por la vía y que estarían debidamente señalizadas, como sucedió ayer en Padrón.
Además de las molestias al tráfico, ayer muchos hablaban de si, por la mañana, era un «bo momento» para ejecutar las obras, y no solo por el volumen de coches que se mueven, sino también por la actividad que hay en Padrón y en la zona de la carretera nacional, con bancos y cafeterías y bares con terrazas llenas.
Así, más de uno opinaba que la tarde o la noche eran el mejor momento del día para esos trabajos pero, como apuntó otra persona, «de noite si que habería moitas queixas dos veciños», debido al ruido que hacen las máquinas movilizadas para los trabajos.
La Voz de Galicia