Carreteras limitará la carga de los camiones que circulan por Padrón.

Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia estudia limitar la carga de los camiones y otros vehículos pesados que circulan por el centro de Padrón y que serían desviados por la nueva variante. Así lo explica el alcalde padronés, Antonio Fernández, quien asegura que el Concello solicitó en distintas reuniones con responsables del organismo de Fomento la restricción de circulación de vehículos pesados por el casco urbano que, casi un año después de la apertura de la variante, se sigue produciendo.

Así, Carreteras se plantea no dejar pasar por el centro de la villa los vehículos de cuatro ejes y si otros camiones de reparto como pueden ser los de supermercados, suministro de gas butano y similares. No obstante, después de Semana Santa habrá una reunión con representantes del organismo de Fomento, del Concello de Padrón y de la Dirección General de Tráfico, a la que también se recabará su opinión, para adoptar cualquier medida de forma coordinada.

La próxima semana se cumple un año de la apertura al tráfico de la llamada variante de Padrón, una vía de algo más de tres kilómetros diseñada para sacar el intenso tráfico de la carretera N-550 a su paso por el centro de la villa.

Así ha sucedido, pero en menor medida de lo esperado, sobre todo en lo que se refiere a vehículos pesados, muchos de los cuales siguen circulando por el casco urbano y por otros núcleos próximos como el de Iria-Flavia, tal y como denuncian los vecinos de uno y otro punto.

El hecho de que para acceder a la variante en Pazos haya que circular por una rotonda y subir un tramo de cuesta muy empinada es la razón que apuntan algunos para explicar la razón por la cual camiones y tráileres siguen optando por pasar por el casco urbano, sobre todo en sentido Pontevedra.

Otros apuntan el hecho de que, para circular por la variante, hay que tomar un desvío y, en cambio, para seguir por la vía N-550 hay que ir recto y de ahí la comodidad para muchos conductores de no dejar esta carretera para desviarse a una segunda.

La Voz de Galicia

La aventura de repostar de noche.

Solo siete gasolineras abren las 24 horas; algunas lo hacen para que no les roben.

Ojo con quedarse en la reserva cerca de la noche. Si un vecino de la comarca de Pontevedra o de Arousa tiene que salir disparado de madrugada y a su vehículo no le queda combustible las pasará canutas para poder repostar. Salvo siete estaciones de servicio, el resto actúan cual Cenicienta; a partir de la medianoche -muchas incluso antes, a las once o las diez- desaparecen por completo del mapa. Dicen desde el sector que no es rentable abrir. Lo afirman incluso quienes dan ese servicio. ¿Por qué lo hacen, entonces? Por dos motivos: para mantener las gasolineras con personal en las horas sin luz y evitar robos y porque consideran que es una prestación que, aunque deficitaria en algunas ocasiones, es de recibo que exista. «Somos un pouco como as farmacias, eu penso que debemos abrir», dice un empresario del ramo de Pontecesures.

Empecemos por Pontevedra. ¿Dónde se puede repostar? Si uno vive en la ciudad puede respirar más o menos tranquilo. Tiene dos opciones relativamente cercanas. Están abiertas tanto la gasolinera ubicada en la Avenida de Lugo -en la salida hacia Ourense- o el área de servicio de Placeres. Eso sí, desde esta última recuerdan que están en una situación precaria, en concurso de acreedores y, por lo tanto, no saben hasta qué momento darán servicio. De momento, sí atienden. La de Placeres es la única de toda la zona en la que, en horario nocturno, hay un trabajador que sirve el combustible.

¿Qué ocurre con los alrededores pontevedreses? Ahí la cosa está peor. Las únicas gasolineras abiertas 24 horas están en Caldas, una en Godos y la otra en Carracedo -esta última lo hace con una máquina dispensadora, sin personal que cobre-. Ni siquiera funcionan las de la autopista AP-9. Tampoco hay servicio en municipios como Poio, Marín, Bueu, Cuntis, Moraña, Portas, A Lama, Cotobade, Barro, Campo Lameiro, Ponte Caldelas o Vilaboa. En Sanxenxo sí hay una, llamada Anduriña y ubicada en Vinquiño, que abre por la noche. Pero lo hace únicamente en los meses de verano. «En xullo, agosto e setembro si que hai movemento e compensa abrir. Pero o resto do ano non merece a pena, así que pechamos ás once da noite», señalan desde el negocio.

El caso vilagarciano

¿Y en Arousa? La situación es curiosa, sobre todo, en Vilagarcía. Con casi 37.500 habitantes y siendo la octava ciudad gallega, no tiene ni una sola estación de servicio abierta por la noche. Si un vilagarciano necesita repostar a deshora no le queda más remedio que conducir, si es que le queda algo en el tanque, hasta Cambados o Godos. Pongamos un ejemplo: un vecino que viva en plena zona de Ravella, en el centro de la urbe, tendrá que peregrinar con su coche, como mínimo, cinco kilómetros hasta el lugar caldense de Godos.

Por raro que suene, están mejor otros concellos arousanos que Vilagarcía. Por ejemplo, Cambados sí tiene gasolineras abiertas. Dos nada menos. Permiten repostar de noche tanto la de Corvillón como la que está ubicada en la vía rápida a su paso por el término cambadés. Encima, también se mantiene abierta la otra estación de este mismo vial, ubicada en Meis. Los que sí o sí deben cambiar de municipio para repostar son los de Ribadumia, Meaño, O Grove, A Illa o Vilanova. Y en la misma situación están los de Catoira y Valga. Se salvan los de Pontecesures. En el caso de Cambados, hay algo llamativo. La estación de Corbillón, además de ser punto de referencia para repostar de noche, es un mítico lugar de compra de bebidas y comida para después de las noches de fiesta. En la localidad cambadesa son muchos los que cuentan las colas que hicieron para coger un bocata de madrugada en este local o para comprar pan fresco el día de primero de año. La estación cambió de dueños hace un año. Y el nuevo gerente señalaba ayer lo siguiente: «Imos abrir de noite ata o verán, despois botaremos números e quizais cerremos. Non o sabemos de momento».

Más allá de las dos de Pontevedra, el otro par de Caldas y Cambados, hay una séptima gasolinera abierta en Arousa y Pontevedra. Está a orillas de la N-550, en Pontecesures. Desde ella, llamada A Palmeira, habla Rubén García, su gerente: «Non merece a pena abrir, claro que non. Poden venderse entre 500 e 600 litros nunha noite e iso é moi pouco. Pero temos que dar o servizo, eu creo que si. Ademais, é a única forma de que non nos rouben».

Sus palabras, el hecho de que abrir y tener personal en el interior de las instalaciones -atienden por ventanilla- sea un escudo antirrobos lo repiten en más sitios. Lo dicen en Cambados. Y lo certifica Silvia Charlín, desde la gasolinera CKM de Godos, en Caldas: «Abrimos por la noche no por el trabajo que hay, que es muy poco, sino por la seguridad. Si esto se queda vacío entran y te rompen todo. Lo vemos en gasolineras que cierran», dice. Por rentabilidad, señalan desde todos lados, no habría ni un solo surtidor disponible por las noches.

La Voz de Galicia

Fomento eliminará uno de los puntos negros de la N-550 en Valga.

El Ministerio somete a exposición pública el proyecto para mejorar un cruce de Valga en el que se han registrado accidentes mortales.

«Para nós, esta é unha moi boa noticia». El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP), valoraba de esta manera la salida a exposición pública del proyecto de seguridad vial que se va a desarrollar en la N-500 a su paso por este municipio. La actuación se llevará a cabo en el cruce de O Pino, en cuyo entorno se han registrado un rosario de accidentes, varios de ellos mortales, y un lugar que también es utilizado por los peregrinos para cruzar la carretera nacional.

«Las actuaciones que se plantean tienen como finalidad la mejora de la intersección mediante carriles centrales de espera y los correspondientes carriles o cuñas de cambio de velocidad, canalizándose los movimientos y mejorando las condiciones de seguridad vial», según explica el Ministerio de Fomento en un comunicado de prensa. El alcalde ahonda en esta cuestión y apunta que lo que se pretende es acortar el carril para vehículos lentos que existe en la zona, y reconvertirlo en espacios que permitan maniobrar con seguridad a los que entren o salgan del cruce en cuestión. En la actualidad, los coches que viajan en dirección a Pontevedra no pueden salir por ese punto de la carretera principal, y los que pretenden acceder a esta desde el cruce tampoco pueden hacerlo si quieren tomar dirección a Pontevedra.

Otra actuación pendiente

Según los datos facilitados por el Ministerio de Fomento, la obra que se va a realizar en Valga supondrá una inversión de más de medio millón de euros, en concreto 615.690. Una cantidad que deberá complementarse en el futuro, cuando se aborde la construcción de una pasarela peatonal en las inmediaciones de ese cruce. «Esa é unha obra de menor contía económica pero que tamén temos reclamado en varias ocasións», aseguraba ayer el alcalde de Valga.

Las dos actuaciones se realizarán en los kilómetros negros de Valga: un tramo no demasiado largo de la N-550, pero en el que se han sucedido, a lo largo de los años, siniestros de una especial gravedad.

La Voz de Galicia

Piden que se mejore la seguridad peatonal en N-550 hasta A Ponte.

El grupo independiente de Padrón defenderá en el pleno ordinario de este mes una moción para que se adopte un acuerdo y que el Concello se dirija al organismo de Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia para que «se actúe prioritariamente no quilómetro de inseguridade viaria dende o casco urbano ata o lugar de A Ponte e se recupere o proxecto de urbanización» de la zona. Este grupo explica que toda la avenida de Pontecesures, en un tramo de un kilómetro, desde el paso de peatón del Punto de Atención Continuada hasta el lugar de A Ponte «carece de beirarrúas coas que garantila seguridade dos peóns». Una situación, añade CIPa, que «se prolonga no tempo sen que se lle procure unha solución axeitada», pese a la peligrosidad de todo el tramo para los viandantes.

La moción también pide que, mientras Fomento no actúe sobre el tramo, el Ayuntamiento pueda tapar los baches del arcén, que «no inverno se enchen de auga e impiden o paso de persoas discapacitadas, coches de bebés ou carros da compra».

La Voz de Galicia

Otro accidente en la N-550 a su paso por Pontecesures.

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La carretera Nacional 550 fue escenario ayer de un nuevo accidente en el centro urbano de Pontecesures. Sucedió a primera hora de la mañana a la altura de los semáforos, donde se ubican un conocido negocio de bicicletas y otro de artes gráficas. Afortunadamente la colisión se saldó sin heridos, según indican los testigos presenciales de los hechos.

Faro de Vigo

Herido un ciclista que se cayó en una resbaladiza rotonda.

Un ciclista que circulaba esta mañana en compañía de otros aficionados a la bicicleta por la carretera N-550, en el término de Pontecesures, resultó herido tras caerse al suelo con su vehículo a la altura de la rotonda que hay frente a la sala de fiestas Chanteclair.

Según informó Protección Civil de Pontecesures, el ciclista no resultó herido de gravedad, pero lo que preocupa es que el lugar en el que cayó tras resbalar la bicicleta ya fue escenario de otros siniestros similares. Es la primera vez que pasa con una bici, pero las salidas de vía y los accidentes de coches se repiten muy a menudo, y es posible que se deba a que hay árboles alrededor que dejan caer sus frutos a la calzada, casi siempre resbaladiza.

La Voz de Galicia