La Consellería de Cultura tiene avanzados los aspectos técnicos previos a la delimitación definitiva del Camino Portugués, cuya previsión señala que sea una realidad el próximo año. En el tramo padronés, esa delimitación deberá buscar pasos alternativos a algunos tramos potencialmente peligrosos para los peregrinos.
Así, por ejemplo, tras el cierre del paso sobre la vía del tren en Iria-Flavia, detrás de la casa natal de Camilo José Cela, ya se ven los primeros peregrinos caminando por el arcén de la carretera N-550 a la altura de la finca de la antigua azucarera. Un tramo en el que el arcén apenas mide 0,65 centímetros, sin contar que, junto al acceso a la finca, los peregrinos deben andar por la calzada al no haber arcén en las pistas de acceso a la zona de la antigua azucarera, en la que ahora se levanta un edificio de viviendas. Al igual que los peregrinos, otro tanto deben hacer los vecinos de Iria que se dirigen hacia la carretera vieja o en sentido inverso.
Este tramo de la N-550, vía por la que circulan cada día más de 20.000 vehículos, no es la opción que preveía el Xacobeo como alternativa segura al cierre del paso sobre la vía férrea. Pretendía, según informó en su día, desviar el camino en este punto para ir del otro lado de la N-550, en la que habría que instalar un paso peatonal regulado con semáforo, poco antes de la finca de la antigua azucarera.
Vecinos de Iria ya propusieron en más de una ocasión una alternativa segura para dar servicio a los residentes y peregrinos, que pasaría por la instalación en la vía del tren de un paso peatonal regulado con semáforo.
La Voz de Galicia