El alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage (PP), confiesa que el proyecto de construcción de un polígono empresarial es una gran oportunidad para el Concello. Pero es también un gran rompecabezas que exige una gestión impecable, dice el regidor. Esa tramitación ya está en marcha. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda acaba de emitir un dictamen sobre el proyecto, en el que concluye que la construcción del nuevo polígono no hace prever «efectos adversos significativos» en el entorno. El proyecto, que afecta a un ámbito de 327.000 metros cuadrados y que ha sido declarado de interés autonómico, parece haber superado, por tanto, el trámite ambiental, toda vez que la Xunta considera suficiente el informe emitido por la Dirección Xeral de Calidade Ambiental y «acordou non someter a actuación ao procedemento ordinario de avaliación».
En todo caso, en el informe ya citado se establecen una serie de medidas que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar y desarrollar el polígono empresarial de Pontecesures. En primer lugar, establece la Xunta que «o proxecto deberá conter un estudo de paisaxe e outro da paisaxe urbana para, a partir dos seus resultados, adoptar medidas concretas que garantan unha axeitada integración paisaxística do polígono». Esa cuestión ya había sido reclamada por el Concello, que considera crucial conseguir una adecuada relación entre el centro urbano de la villa, muy próximo al emplazamiento del polígono, y este.
Además, en el plan de actuación se insta a valorar «integrar nas zonas verdes o bosque húmido existente no extremo norte do ámbito, xa que ten un destacado valor natural e paisaxístico ao tempo que constitúe unha zona húmida que pode contribuír favorablemente á regulación do ciclo hídrico».
Otra de las cuestiones que se sugiere pasa por incorporar un carril bici «no viario secundario que discorre en dirección norte-sur para facilitar a mobilidade non motorizada dentro do polígono e cara a zona dotacional de Valga». Por lo demás, el informe señala que se deberán «adoptar as disposicións normativas necesarias para evitar que nas parcelas de uso lucrativo lindeiras con vivendas ou equipamentos públicos se instalen actividades molestas para residentes e usuarios».
No es todo. El documento recuerda que el nuevo desarrollo industrial de la zona no podrá ejecutarse si no está garantizado, previamente, el abastecimiento de agua y el saneamiento de las aguas residuales que se puedan generar, además del correcto tratamiento de las pluviales. Deberán cumplirse, en este sentido, «criterios de sustentabilidade e a planificación hidrolóxica determinada nas Directrices de Ordenación do Territorio».
A finales de octubre del pasado año, la conselleira Ángeles Vázquez visitaba los terrenos en los que está previsto construir el nuevo parque empresarial. Forma parte del Plan sectorial de ordenación de áreas empresariais de Galicia y ocupa una basta zona de terreno entre las carreteras N-550 y la PO-548. Eso significa que dicho recinto va a estar bien comunicado, lo que sumado a su «boa localización» hace prever a la Administración autonómica que «se converterá nun motor económico para a zona».
De hecho, es la importancia estratégica de la actuación la que provocó que fuese declarada en su momento de interés autonómico. Eso no es todo. «A Xunta ten reservados nos orzamentos deste ano 4,6 millóns de euros destinados á compra dos terreos —más de 600 fincas tendrá que adquirir la Administración autonómica en la bolsa de terreno elegida— e ás obras de urbanización». El objetivo es crear un parque empresarial bien engarzado con su entorno, «amable» y al que se pueda acceder con seguridad «a pé, en bicicleta ou mesmo en patinete», en palabras de Seage.
La Voz de Galicia