La primera tenencia de Alcaldía alternará entre Souto y Castro -El edil de Tega tendrá dedicación exclusiva – El nuevo alcalde compaginará su labor pública con la profesional.
Los portavoces de los tres grupos que suscribieron la moción de censura en el Concello.
La andadura del nuevo tripartito de Pontecesures empieza con un traspiés. El registro de la moción de censura que desbancará a la nacionalista Cecilia Tarela de la Alcaldía tuvo que aplazarse ayer debido a un «defecto de forma» en el documento que Juan Manuel Vidal Seage (PP), Ángel Souto Cordo (Tega) y Maribel Castro (IP) pretendían presentar en el Concello. La secretaria municipal, María Trinidad Rodríguez, les advirtió de que una «ambigüedad» en la ratificación de las firmas y el contenido del pacto por parte del notario podría ser motivo de impugnación y comenzó entonces un periplo que llevó a los tres portavoces del Consistorio a la Notaría y de vuelta al Ayuntamiento. Porque el fedatario público no les solventó el problema y tuvieron que recurrir a la secretaria para que les redactara un nuevo documento. La imposibilidad de que dos concejales del PP, Mónica Espadas y José Ramón Cadilla, rubricasen el nuevo escrito en horario laboral obligó a retrasar hasta hoy el registro de la moción. Será sobre las once de la mañana cuando Vidal Seage, que en poco más de una semana asumirá la Alcaldía, presente en el Concello cesureño el acuerdo que tumbará al bipartito integrado por BNG y PSOE.
A pesar del contratiempo, la intención estaba «clara y la acción consumada», ratificaba Vidal Seage en el parque anexo a la Casa Consistorial. Y es que los tres protagonistas políticos del día en Pontecesures prefirieron hacer declaraciones al aire libre y no en dependencias municipales, en las que se encontraba en esos momentos la todavía alcaldesa, Cecilia Tarela. «El parto fue largo», decía el portavoz popular, sobre todo porque obligó a Souto y Castro a «anteponer los intereses del pueblo a los personales». Sus malas relaciones ya dieron al traste con un intento de pacto tras las elecciones municipales, pero «lo más sensato es pensar que la gobernabilidad de un pueblo no puede estar condicionada por si tres personas se entienden mejor o peor», reflexionaba ayer Seage. Al margen de este escollo, el núcleo duro de las negociaciones se centró en el reparto de áreas de gobierno. Estando claro que el PP, con tres concejales en la Corporación, asumiría el bastón de mando, quedaba por dilucidar lo relacionado con las tenencias de Alcaldía. La primera será rotatoria, alternándose los portavoces de Tega e Independientes en el cargo durante lo que resta de mandato: año y medio cada uno. Ángel Souto tendrá competencias en Obras e Infraestructuras y Maribel Castro en Urbanismo y Servicios. El otro edil independiente, Francisco García Sobrino, se encargará de Seguridad Ciudadana y Movilidad. La tercera tenencia de Alcaldía recaerá en José Ramón Cadilla, del PP. Su «jefe de filas» reconoce que «no todo está atado, pero sí están claros los aspectos más críticos». Todavía tienen por delante diez días para acabar de configurar el equipo de gobierno, hasta el 9 de mayo fecha en la que se celebrará, a las 12 de la mañana, el Pleno en el que tomará posesión el nuevo tripartito. No formará parte del mismo el otro concejal de Tega, Jorge Janeiro, que se negó en rotundo a suscribir la moción de censura. Aún así seguirá dentro del grupo de Terra Galega y «colaborará con el gobierno», asegura su primero de abordo, Souto Cordo, que confía en que no ejerza como oposición. En este sentido, cabe apuntar que los militantes cesureños de Tega aprobaron en asamblea participar en el pacto con PP e IP.
Actividad pública y privada
En lo que respecta a las liberaciones, «está claro» que Ángel Souto contará con dedicación exclusiva. No así el futuro alcalde, que pretende compaginar sus labores al frente del Ejecutivo municipal con su actividad profesional en la empresa Grúas Estación, radicada en el municipio vecino de Padrón. «No tengo un horario ni unas atribuciones estrictas» en la citada compañía, por lo que «juego con cierto margen. Vivo de mi trabajo y no quiero desvestir un santo para vestir a otro», comentaba ayer. Es posible, eso sí, que cuente con dedicación parcial. Maribel Castro, jubilada desde el mes de noviembre, no estará retribuida. «En mi vida pensé que volvería otra vez al gobierno. Ya me daba por retirada», exclamaba la que en su día fue también alcaldesa de la villa del Ulla.
Juan Manuel Vidal concluía ayer afirmando que «este es un acuerdo bueno para los vecinos. Confío en el equipo que formamos, con gente que ya tiene experiencia de gobierno y que dará lo mejor de sí para conseguir los objetivos». Es fundamental, «poner coto a una gestión basada en la rutina» (la de BNG y PSOE) y resolver «las carencias» que tiene Pontecesures, explican.
Faro de Vigo