Pontecesures se hizo ayer un poco más grande gracias a un pequeño inmueble, y sobre todo se acercó un poco más a un río como el Ulla, al que había dado la espalda durante mucho tiempo. Lo hizo estrenando la Casa da Lamprea, que es tanto como decir que saldó una deuda histórica con un pez que es parte de su historia, que da mucho de qué hablar cada año y que se merecía algo más que una fiesta anual.
Se trata de un centro de interpretación que puede parecer poca cosa, dadas sus reducidas dimensiones y el «bajo» presupuesto manejado, unos 68.000 euros. Pero es una instalación cargada de simbolismo y mensaje, de ahí que aspire a convertirse en punto de encuentro para vecinos y visitantes, dejando claro a cuantos quieran saberlo que ese viscoso, cartilaginoso y primitivo pez que el colectivo de valeiros pesca con sus nasas butrón tiene sangre pontecesureña.
La villa debe mucho a la lamprea, y la lamprea debe mucho a Pontecesures, de ahí la importancia de la puesta en marcha de esta instalación que, por si fuera poco, se complementa a la perfección con la remozada plaza de abastos.
De hecho las dos instalaciones ocupan el mismo lugar, como no podía ser menos a orillas del río Ulla, donde ayer se dieron cita vecinos, pescadores y los políticos protagonistas del acto inaugural, con el alcalde conservador Juan Manuel Vidal Seage a la cabeza.
Junto a él, sus socios en el gobierno tripartito, Ángel Souto e Isabel Castro, ejerciendo los tres como anfitriones de una ceremonia a la que acudieron igualmente representantes de la Xunta, que para eso aportó el dinero con el que se hicieron realidad tanto la Casa da Lamprea como el nuevo mercado municipal de abastos.
En concreto fueron la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro; la directora general de Comercio y Consumo, Sol Vázquez; y el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, los que tuvieron la oportunidad de asistir a este acontecimiento de suma importancia para la localidad pontecesureña, pero también para el Ulla y su lamprea.
Fue Nava Castro la encargada de destacar las bondades del preciado pez y del centro interpretativo, destacando que «este nuevo espacio enfocado a la calle es un punto de encuentro, de música y de baile, pero por encima de todo es un lugar donde disfrutar de la lamprea que invita tanto al vecino como al visitante a conocerlo y disfrutarlo».
Lógicamente también relacionó la Casa da Lamprea de Pontecesures con la ruta que rinde homenaje a este suculento manjar y lleva su nombre, la cual «combina los numerosos recursos vinculados a la lamprea en cada una de las zonas bañadas por los tres ríos en los que habita en Galicia, como son el Miño, el Tambre y el Ulla, con la visita a lugares de interés natural y cultural de su entorno, como miradores, paseos, puentes o capillas, entre otros».
En resumen, que Pontecesures ya ocupa el lugar que le corresponde entre los destinos lampreeiros de Galicia.
Faro de Vigo