La proyección definitiva de Pontecesures mirando al río pasa por la Casa da Lamprea.

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-El gobierno local refuerza su apuesta por la revalorización de la zona portuaria -Un centro de interpretación de la «dama del Ulla» es solo la punta de lanza del proyecto.

Juan Manuel Vidal Seage, alcalde conservador de Pontecesures desde hace solo unos meses, siempre mostró su intención y deseo de «abrir la villa al río», tratando de sacar partido a las enormes posibilidades que puede ofrecer la zona portuaria. Ahora el gobierno tripartito que encabeza anuncia la puesta en marcha de la Casa da Lamprea, un centro de interpretación y/o escaparate en el que promocionar el suculento pez cartilaginoso y al mismo tiempo explotar su imagen y la tradición que rodea su pesca como elemento dinamizador del conjunto de la localidad.

Con un presupuesto de unos 68.000 euros, la Casa da Lamprea se integrará en un proyecto de homogeneización y mejora de la imagen interior del mercado municipal, de tal forma que la inversión final rondará los 150.000 euros.

Así lo anuncia el propio Juan Manuel Vidal Seage, convencido de que incluir la plaza de abastos de la villa en el Plan de Mercados Excelentes «será una oportunidad única para revitalizar la vida del propio mercado, apostando claramente por transformarlo en un punto de venta especializado en el que destaque un producto local de especial calidad, como es nuestra lamprea».

La idea del tripartito, básicamente, es «crear un nuevo espacio volcado en el Ulla»; un lugar que se convierta en «punto de encuentro» y afiance la relación de Pontecesures con el río.

Para ello se ha firmado ya un convenio de colaboración con Turismo de Galicia que, en palabras del propio Vidal Seage, va a permitir la puesta en marcha de la Casa da Lamprea, la cual hará las funciones de «punto de información y comercialización» de la que muchos conocen como «dama del Ulla».

Ni que decir tiene que se pretende convertir ese centro en «un espacio acogedor que invite a vecinos y visitantes a conocerlo y disfrutarlo».

En definitiva, que se trata de cubrir un vacío existente en la actualidad, ya que a pesar de la relación indudable entre Pontecesures, el Ulla y la lamprea «carecemos de un espacio adecuado en el que mostrar tales vínculos, salvo por un pequeño espacio en la parte trasera del mercado que no es más que una estructura degradada», reflexiona el alcalde pontecesureño.

La conclusión a la que llega el máximo mandatario es que a pesar de la enorme vinculación histórica entre la villa, el cauce fluvial y el prehistórico pez «el paso de los años nos ha distanciado del río, por lo que se trata de acercarnos de nuevo a él para mantener viva nuestra historia y recuperar nuestra identidad».

Faro de Vigo

Una villa que quiere volver a mirar al cauce fluvial.

Pontecesures es, en cierto modo, una villa que quiso crecer dando la espalda al río Ulla, a pesar de todo lo que este cauce fluvial significó para la localidad a lo largo de su corta historia y también antes de convertirse en Ayuntamiento. El problema es que el paso de la carretera nacional 550 se convirtió más en un escollo que en una oportunidad, y el trazado de la autopista tampoco ayuda en los posibles planes de expansión.

Es por ello que esta villa ribereña quiere girarse y volver a mirar de frente a ese cauce fluvial que tanto le aportó en el pasado y tanto puede aportarle en el futuro, ya sea desde un punto de vista económico o bien desde una perspectiva social, turística y cultural.

La zona portuaria pontecesureña, en la que destaca la acción de colectivo de valeiros, los encargados de la pesca anual de la popular lamprea, es también sede de una de las industrias más pujantes del territorio, como es la láctea Nestlé.

Este espacio, donde antaño amarraban y zarpaban barcos cargados de mercancías, es igualmente la cuna de cientos de deportistas que encuentran en el piragüismo una forma de vida y, en muchos casos, un trampolín hacia el éxito social y deportivo. Todo eso sin olvidar que este puerto fluvial forma parte de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla, convirtiéndose por tanto en pieza clave para la promoción turística del itinerario por el que, según cuentan, un día se trasladaron los restos del apóstol Santiago.

Si a todo ello se suman valores patrimoniales como el puente romano, el paso del Camiño Portugués y las enormes posibilidades que puede ofrecer la gran superficie portuaria para desplegar todo tipo de eventos, parece fácil de entender que el gobierno tripartito de la localidad se empeñe en abrir Pontecesures al río, tratando de afianzarlo como elemento vertebrador de la economía local.

Ahora solo falta que los planes y proyectos para este espacio portuario no se queden en papel mojado, como ya ocurrió en varias ocasiones durante los últimos años. Queda confiar en que por fin Pontecesures vuelva a ser una villa identificada con su río y orgullosa del mismo, aprendiendo a sacarle partido y dejando a generaciones venideras una herencia que, sin duda, agradecerán.

Faro de Vigo

A Galicia marítima.

ESTAMOS a entrar na época outoniza. Segundo as Estacións meteorolóxicas, o outono iniciouse o 1 de setembro e concluirá o 30 de novembro, e seguindo as denominadas Estacións astronómicas principiará o 21 de setembro para finalizar o 20 de decembro. Adoita ser un tempo no que o mar esperta dende unha serea visión na paisaxe a unha escumosa serie de rompentes nas que, ás veces, o vento é unha sorpresa a emerxer do aire.
Dende neno sentín unha especial predilección polos ambientes marítimos. Nacín en Vigo e xa logo de vir vivir deseguida para Compostela, a familia a pesares de ir mal pasando os duros tempos da posguerra facía por achegarse en agosto a Vilagarcía e Carril ou, en ocasións, a algún piso que lle deixaban na Coruña clientes do despacho do meu pai. No pequeno peirao carrilexo, xunto co meu irmán e dous amigos que tamén por alí andaban, aprendín a navegar á vela na barca do vello Pitís no entorno daqueles paraísos arousáns.
A impresionante beleza e a riqueza portuaria dos 1.720 quilómetros de costa do país galego acolle a 128 portos, dos que a Xunta de Galicia (ente público Portos de Galicia) adscritos á Consellería do Mar, xestiona directamente 122. Os outros 6, de maior dimensión e de interese xeral do Estado, dependen do Ministerio de Fomento e son dilixenciados por cinco Autoridades Portuarias: Vigo, Marín, Vilagarcía, A Coruña e Ferrol-San Cibrao. Portos de Galicia está artellado en catro sectores de traballo: Servizos Centrais, emprazados en Santiago de Compostela; Zona Norte xestiona 16 portos desde Ribadeo ata Redes; Zona Centro, xestiona 61 portos desde Mugardos ata Rianxo; Zona Sur, xestiona 45 portos desde Pontecesures ata Tui.
En palabras de José Juan Durán, presidente do Ente Público Portos de Galicia (Consellería do Mar): O sistema portuario galego é un piar fundamental da estrutura económica da nosa Comunidade. Nel sobresae o enorme e espectacular porto natural de Vigo, con 14.000 hectáreas de augas protexidas, resgardado polas Illas Cíes e a península do Morrazo, en funcionamento os 365 días do ano. A maioría da infraestrutura e as instalacións portuarias para o transporte de mercadorías e de pasaxeiros e a pesca, encóntranse no municipio de Vigo, sobre un total de 2.048.854 m2 e a superficie terrestre da Zona de Servizo do Porto alcanza unha área de 2.572.577 m2 en cinco municipios.
Na miña vellez a atracción costeira e naval, a Galicia mareira, persiste na contemplación. Tal foi a razón de irmos ao excelente Porto Interior da badía coruñesa a admirar a espectacular escuadra internacional The Tall Ships Races. Entre as naves de altas velames máis sobresaíntes figuraban Christian Radich, Fryderyk Chopin, Gulden Leeuw, Lord Nelson, Morgenster, Pelican of London, Santa María Manuela, Simón Bolívar, Statsraad Lenhmkuhl, Creoula, Atalaya e mesmo a galega Juan de Lángara. Por suposto, tal e como están as cousas é mellor non falar dese vai e vén das outras mareas que nos pechan o inmediato futuro.

Salvador García Bodaño
El Correo Gallego

Una veintena de cañas lucharán por capturar hoy el campanu del Ulla.

Una veintena de cañas lucharán por capturar hoy el campanu del Ulla
La temporada, a priori, se presenta buena dado el gran caudal del río // La rotura de la presa en Sinde siembra preocupación // Los cotos sin muerte tienen poco ??tirón??

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Hoy arranca oficialmente la temporada de pesca del salmón en el Ulla. Todas las expectativas se centran en los cotos de extracción: Sinde, Santeles y Ximonde, donde se han expedido todos los permisos para el inicio de temporada. Veinte cañas (el cupo permitido por ley) serán las que pelearán por hacerse con el rey del río y lograr el campanu, el primer salmón de la temporada en las aguas ullanase.
Las expectativas de la temporada, en principio, son buenas, porque las condiciones del río son favorables. Así lo reconocen tanto desde la guardería del Ulla, como los pescadores consultados. Y es que las lluvias caídas en los últimos meses dejan un caudal alto. ??El salmón quiere el río crecido y, aunque esto es bueno para esta especie, puede ser malo para los pescadores?, indican.

El Correo Gallego

«Pescar aquí é como ir aos percebes».

Las pesqueiras de Carcacía cierran el día 7 de mayo la captura de lampreas en Padrón.

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Espectáculo. Al igual que en Herbón, en Carcacía la pesca tradicional de la lamprea es un espectáculo digno de ver, por los sitios a lo que llegan los pescadores en el río para echar las redes y por el recorrido a pie que realizan.

Acabada la temporada de pesca tradicional de lamprea en las pesqueiras del río Ulla localizadas en la parroquia de Herbón, ahora las capturas en Padrón se centran en el tramo de Carcacía, donde la actividad no es menos impresionante. Este tramo está abierto a la pesca desde el 8 de febrero y hasta el día 7 de mayo, al igual que el siguiente de Teo.

No obstante, los pescadores autorizados por la Consellería de Medio Ambiente no pudieron trabajar hasta la semana pasada, debido a que el alto caudal del Ulla cubría las pesqueiras. «Cando acabe a tempada temos dúas semanas de traballo, cando debería ser mes e medio», contó ayer uno de ellos.

«A semana pasada custounos entrar no río, xa que non había onde botar as redes porque a auga cubría todo», añadió otro. Son tres los pescadores de Padrón que trabajan las pesqueiras de A Lombeira, A Nova, Loureiriña, Loureira, O Lago y Carballo, todas ellas en la orilla izquierda del Ulla, en algún caso frente a la estación de captación de agua. «Empezamos a vir cando o caudal do río baixou», explicaron ayer. Aseguran que, cuando el agua «vai por riba das pesqueiras, pescar lamprea aquí é como ir aos percebes».

Recorrido
Para alcanzar las pesqueiras, los pescadores deben recorrer en torno a dos kilómetros de ida y vuelta por un «camiño de cabras» que baja al río y sube, con una pendiente muy pronunciada, pero que conocen como la palma de la mano. Aún así, al principio de temporada echan y levantan las redes de noche, «con lanterna», y el recorrido se convierte en peligroso. Ayer hubo capturas, pero menos de las esperadas debido al aire del norte, que no es propicio para la pesca de la lamprea en Carcacía, a diferencia de lo que sucede en Herbón, según los pescadores. «Estas pesqueiras non queren frío», aseguran, y menos las ubicadas en el margen izquierdo, ya que, según cuentan, la lamprea remonta el Ulla por el otro lado cuando hay viento de norte. «Cando está calmo dá igual o lado do río», aseguran.

Aun así levantaron varios ejemplares en algunas redes. «A lamprea de Carcacía é distinta á de Herbón e á de Cesures, xa que é máis dura porque ten menos graxa polo esforzo de remontar o río», afirman. Los pescadores bajan al río y suben por la tarde para echar las redes y hacen lo mismo a la mañana siguiente para levantarlas. «Isto baixa o colesterol enseguida», dice en broma uno de ellos. Para otro es «unha viaxe divertida e sa; por iso nos gusta vir». Son pescadores experimentados (alguno lleva más de 50 años yendo al río) que no le ven mucho futuro a la actividad por la falta de relevo, pero también por las condiciones que pone Medio Ambiente.

La Voz de Galicia

La Xunta trata de aclarar en el Ulla la titularidad de las pesqueiras de lamprea.

Agentes de la consellería tomaron datos en el tramo de Herbón, en Padrón.

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Un agente de Medio Ambiente toma datos en las pesqueiras de O Plateado del río Ulla en Herbón.

La Consellería de Medio Ambiente trabaja en la actualización del inventario de pesqueiras de lamprea del río Ulla, unas construcciones que datan de la época de los romanos. Formadas por grandes sillares de piedra, están dentro del río y, por su estratégica ubicación, permiten la captura de las lampreas cuando remontan el río.

Para actualizar el inventario, agentes de la consellería comenzaron la toma de datos en estas construcciones en el río a su paso por la parroquia de Herbón, en el municipio de Padrón. Ayer, los agentes recogieron información a pie de río en las pesqueiras de O Canal, Plateado y A Trapa.

Para las primeras y segundas pesqueiras del Ulla, las de Areas y As Vellas, las más grandes, los agentes tienen previsto utilizar una zódiac, para alcanzar los huecos más centrales del río, como así hacen los pescadores para echar y levantar las redes en la época habilitada pero, en su caso, con la ayuda de una barca de madera.

Así, entre los datos que anota el personal de Medio Ambiente nota está la ubicación exacta de la construcción en el río; dimensiones; el número de huecos que tiene para la pesca; titulares de la pesqueira y su estado de conservación actual. Entre esos datos, la titularidad es uno de los más complejos al tratarse de propiedades privadas que fueron pasando por herencia desde hace siglos y, en algún caso, son muchos los propietarios actuales de las mismas. Pese a ello, en algún caso no hay relevo y ello es, en parte, causa de que se esté abandonando este tipo de pesca tan tradicional y ancestral.

En cuanto al inventario, la última vez que se hizo un listado de las mismas podría datar del año 1996, aproximadamente, aunque la Consellería de Medio Ambiente no confirmó este dato.

Para la recoger la información, los agentes tuvieron que esperar a que el caudal del río bajara de nivel, para poder llegar a las pesqueiras, en las que, en el tramo de Herbón, ya se cerró la pesca de lamprea de este año, y no con muy buenos resultados a causa, precisamente, del gran caudal del río.

Así, hubo incluso algún pescador que pidió que la Consellería de Medio Ambiente ampliara el plazo de pesca al menos dos semanas, debido a que les fue imposible trabajar debido a que el agua cubría las pesqueiras.

Los tramos que siguen abiertos a la pesca son los comprendidos entre A Caseta y Furado, en Carcacía, hasta la pesqueira de Lampreeiro, hasta el día 7 de mayo.

La Voz de Galicia