Los ´valeiros´ completan una ´semana fantástica´ para la lamprea.

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La campaña de pesca de la lamprea en el Ulla, que finaliza el 15 de abril, atraviesa su mejor momento. Los «valeiros», que es como se conoce a los pescadores de este preciado y prehistórico pez cartilaginoso, hablan incluso de una «semana fantástica» y de la existencia de ingentes cantidades de peces que remontan el cauce fluvial para desovar, sin duda animados por el buen tiempo reinante en la actualidad.

Las propicias condiciones meteorológicas también ayudan, y mucho, a facilitar la labor de los «valeiros»; de ahí, que a diario cada embarcación participante en la campaña pueda obtener en sus nasas una media de entre 20 y 25 piezas, aunque hay barcos que consiguieron muchas más en una sola mañana.

Esto significa que del Ulla pueden salir actualmente alrededor de 350 o 400 lampreas en un solo día, lo cual se traduce en un abastecimiento total de los mercados.

Hay que destacar, como se había explicado hace días, que este año los restaurantes estaban haciendo menos pedidos, quizás a causa de la crisis y de los precios que solían alcanzar este recurso. Pero ahora cabe añadir que la lamprea sigue marcando tarifas muy asequibles, y desde luego mucho más bajas que en años precedentes.

La preciada lamprea del Ulla considerada «grande» puede adquirirse a unos 20 euros, mientras que la «mediana» se vende a 15, e incluso a veces a 12 euros la pieza.

Los interesados en adquirir este manjar de la buena mesa pueden hacerlo directamente en la zona portuaria de Pontecesures, donde además de observar en primera fila el trabajo de los pescadores al largar sus aparejos ven como al día siguiente levantan esas nasas y dentro de ellas se mueven las lampreas que posteriormente pueden adquirir allí mismo.

En el sector confiesan que «la campaña había empezado de manera nefasta y desesperante, pero ahora está evolucionando francamente bien, sobre todo gracias al cambio del tiempo».

El problema es que buena parte de estos pescadores se dedican también a la captura de anguila, y cuando el tiempo mejora, como en los últimos días, puede ayudar a las lampreas, pero perjudica a las anguilas, que prefieren las aguas turbias y revueltas, de ahí que las capturas de esta última especie sean actualmente casi nulas.

Faro de Vigo

La mejoría experimentada en el tiempo ayuda a los ´valeiros´ a pescar casi 200 lampreas.

Ahora sí. Animada por la mejoría experimentada en el tiempo, la lamprea hace acto de presencia en gran cantidad. Tanto es así que la flota acudió ayer al río Ulla para, entre los márgenes de Padrón y Pontecesures, sobre todo a la altura de las factorías de Finsa y Nestlé -que se sitúan en una y otra orilla- levantar las nasa que los pescadores habían largado el día anterior. Al subir a bordo los aparejos comprobaron que la jornada había sido altamente positiva, ya que entre todos los barcos -una docena- consiguieron reunir cerca de doscientos ejemplares

Es, sin duda, una muy buena noticia para un sector que hasta ahora había sufrido, y mucho, las consecuencias de los temporales, que condicionaron tanto la pesca de lamprea como las capturas de la escurridiza anguila.

Pero ayer se comprobó, como queda dicho, que las cosas parecen empezar a cambiar. La lamprea necesita el agua dulce de los cauces fluviales para orientarse mejor desde el Atlántico y remontarlos, en busca de los lugares adecuados en la parte alta del río para poder desovar.

Pero después de tantas semanas de lluvias el caudal del Ulla era excesivo y las corrientes, ciertamente peligrosas. Los valeiros -que es como se conoce a los pescadores de lamprea-, la flota tenía enormes dificultades para trabajar, y cuando lo hacía veía cómo sus aparejos se enredaban continuamente, lo cual provocaba pérdidas importantes y aumentaba tanto la carga de trabajo como el riesgo de accidente.

Pero el río ya no baja ahora tan lleno, ni con tanta virulencia, y eso mejora las condiciones laborales y la seguridad de los pescadores, al tiempo que facilita la pesca del preciado pez.

Superado el problema derivado de las adversidades meteorológicas hay otro que se antoja más complejo, el de la crisis. Esto se nota en los restaurantes -principales clientes de los valeiros-, pues al reducirse la demanda de lamprea han reducido también de forma considerable sus pedidos de este cartilaginoso y suculento manjar. Por este motivo, las ventas en la presente campaña han disminuido significativamente, a pesar de que el precio es mucho menor que en campañas anteriores.

De ahí que los pescadores de lamprea animen al consumidor a acercarse al muelle de Pontecesures para adquirir directamente tan preciado producto. Una vez allí, desde el paseo fluvial o los pantalanes, podrán observar de cerca, casi como si estuvieran dentro de una embarcación, el trabajo que realizan los valeiros tanto para largar como para levantar sus aparejos. Y cuando las jornadas de pesca son tan satisfactorias como la de ayer el espectador también puede adquirir las piezas de lamprea que desee, con precios que, dependiendo del tamaño de la misma, van desde los 15 o 20 euros hasta los 40 o 50. Son cifras, hay que insistir, más asequibles que otros años y bajas para un producto tan selecto como éste.

Faro de Vigo

Medio Ambiente renueva el Plan de la Anguila en la desembocadura del Ulla.

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas publicó en el DOG de ayer la renovación del Plan de aprovechamiento específico de la anguila en la desembocadura del río Ulla para el año 2014, que marca el periodo de pesca de esta especie y mantiene las principales características del plan inicial aprobado en 2012.
La administración autonómica establece tres zonas en las que se podrá practicar la pesca: La alta, la media y la baja.
Además, también determina que el arte de pesca autorizada es la nasa tipo voitirón, que deberán ser revisadas y levantadas diariamente. Las labores de pesca se suspenderán desde las 12 horas del sábado hasta las 12 horas del lunes y con carácter general la actividad se podrá realizar entre 20 y 23 días al mes.
La cuota de captura por temporada se sitúa en un máximo de 5.176 kilos para el total de las 16 embarcaciones y un máximo de 3 tripulantes por cada una, siendo la dimensión mínima de las anguilas capturadas de 20 centímetros.

Diario de Arousa

El mal tiempo retrasa en Herbón la plantación de los pimientos.

Lamprea y pimientos de Herbón. Las campañas de ambos productos tan valorados están marcadas por los continuos temporales de lluvia y viento. Por una parte, dificultan la pesca artesanal de lamprea en las pesqueiras del río Ulla y, en tierra, retrasan las primeras plantaciones de pimientos a cubierto.

«Vén o tempo de empezar a plantar e estamos todos a mirar para o ceo, a ver que pasa». Quien habla así es Domingos Martínez, de Pementos Evangelina, de Herbón, en el municipio de Padrón, uno de tantos productores que está a la espera de que el tiempo «compoña» para plantar los primeros pimientos de la temporada, en los invernaderos.

«¿Que vas plantar así?», dice este vecino de Herbón. «Non se poden abrir os invernadoiros; hai humidade e fai frío, non vale a pena plantar nada», dice.

De hecho, a día de hoy no hay prácticamente ni una sola plantación hecha. «Se chove, abres o invernadoiro, ventilas e non pasa nada pero con este aire arríscaste a que che leve todo», explica Domingos. Según cuenta, aún hay productores que, como él, tienen invernaderos sin cubrir pese a ir para mediados de febrero, cuando normalmente todo el mundo empezaba a plantar. Habrá retraso pese que, en su caso, las plantas de los viveros «teñen falta de sacar e de poñer na terra» porque «xa están perdendo» de desarrollar.

A mayores, en Herbón preocupa el retraso de alrededor de un mes de los viveros de plantas para las fincas al aire libre, que aún están sin hacer. «Estamos un día e outro sen facer nada e despois vén todo o traballo xunto enriba», asegura este vecino de la parroquia de Padrón.

La Voz de Galicia

Una bengala de barco perfora un tejado e incendia un trastero en Pontecesures.

Una presunta gamberrada a punto estuvo de causar una desgracia en Pontecesures. Una bengala de las que utilizan los barcos para pedir auxilio penetró sobre las 22,15 horas del domingo por el tejado de una vivienda de la calle San Lois de Pontecesures, causando un pequeño incendio en el ático.

El artefacto se estrelló contra un arcón congelador, pero en la habitación había una caldera y un par de depósitos de gasóleo. La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es que la bengala fuese arrojada desde un edificio situado a unos 300 metros de distancia, en las proximidades de la carretera nacional.

La casa afectada se encuentra en una de las principales calles del casco urbano de Pontecesures. Consta de bajo, dos plantas y el ático, y en ella reside una única familia, que ocupa los dos pisos. Una de las residentes, Laura Villar, explica que el domingo estaban a punto de irse para cama «cuando escuchamos unas explosiones y unos golpes muy fuertes».

Al principio creyeron que sería en el segundo piso, pero vieron que allí estaba todo en orden y entonces se asomaron a la puerta del ático, que es donde tienen la caldera del gasóleo, y donde además del congelador usan como trastero y ponen a secar la ropa.

«Entonces vimos por la puerta que salía luz y mucho humo», relata Laura Villar. «Nos asustamos muchísimo -añade la vecina- porque allí tenemos los depósitos de gasoil para la calefacción». Se puso tan nerviosa que en el momento de llamar al servicio de emergencias «marqué el número del 061 en vez del 112». El fuego no era de mucha entidad y logró apagarlo su padre antes de la llegada del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón. Poco después llegó también una dotación de la Guardia Civil.

Perforó el tejado

En el ático se encontraron restos de un artefacto que se identificó como una de las bengalas que utilizan los barcos de pesca para marcar su posición cuando están en apuros. Había hecho un pequeño agujero en el tejado y se estrelló contra el congelador, hasta el extremo de que lo desplazó unos centímetros. A pocos metros de distancia del arcón se encuentran la caldera y los depósitos de combustible.

La primera hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es la de que fuese un acto vandálico, y que la bengala procediese de un edificio situado a unos 300 metros de distancia, junto a la carretera nacional de Vigo a Santiago de Compostela.

Por la trayectoria y la forma de entrar en el tejado, en diagonal, se cree que fue lanzado desde una zona alta. «No creemos que haya sido intencionado contra nosotros porque no tenemos problemas con nadie», añade Laura Villar. Eso sí, no oculta el temor pasado. «Fue una suerte que no tocara la caldera. Se quedó en un susto tremendo, pero pudimos haber salido volando todos», afirma.

Al llegar el equipo de extinción se procedió a ventilar el edificio. Durante ese trabajo la familia esperó en la calle, pero regresó al inmueble sobre medianoche. El incidente no causó daños en más muebles ni en la ropa, y aunque inicialmente se les dijo que iría al trastero un equipo de la Policía Judicial para tomar pruebas, parece ser que al final no ha sido así.

El incidente generó una gran expectación, ya que el despliegue fue poco antes de medianoche en una de las calles más importantes de Pontecesures. El operativo duró algo menos de una hora, y la actuación de los servicios de emergencia fue rápida, según los afectados.

Faro de Vigo

Una bengala de un barco entra por el tejado de una vivienda en Pontecesures y causa una pequeña explosión.

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Afortunadamente, todo quedó en un susto con mayúsculas. Pero el suceso que la pasada medianoche sucedió en Pontecesures podría haber desembocado en tragedia. Una bengala, al parecer del tipo que se utiliza en los barcos de pesca para pedir auxilio, atravesó el tejado de una vivienda situada en el casco urbano. En la habitación en la que fue a para estaban las calderas de la calefacción, por lo que la explosión pudo haber sido devastadora. Afortunadamente, la suerte lo evitó. Efectivos especializados de la policía judicial visitarán esta mañana Pontecesures para intentar aclarar unos hechos que algunos consideran como una broma que se fue de las manos de sus autores.

La Voz de Galicia