A tres días del cierre de la campaña de pesca de la lamprea con nasa-butrón en el río Ulla, entra hoy en vigor una nueva normativa de la Consellería do Medio Rural e do Mar que prohibe a los valeiros la venta directa de este pez a particulares u hosteleros, la principal vía utilizada hasta ahora por los pescadores cesureños para dar salida al producto, que este año fue muy abundante. La orden, que también afecta a la anguila y se aplicará en los tramos finales de los ríos Ulla, Tea y Miño, regula el desembarco, transporte y primera venta de estas especies, equiparando su comercialización en origen con la de los demás productos pesqueros, tanto pescado como marisco. Se establece, así, la obligatoriedad de subastarlos en lonja o despacharlos a través de centros de venta autorizados (que podrán habilitarse en los lugares en los que no exista lonja), infraestructuras ambas inexistentes en Pontecesures. Además, será obligatorio crear y registrar un ??centro de recogida?, una instalación para mantener vivos los ejemplares después de ser capturados y mientras no se comercialicen. Este último requisito atiende al ??peculiar sistema de comercialización destas pesqueiras?, fundamentalmente de la lamprea puesto que el paso de la anguila por lonja ya es más habitual.
Rechazo es lo que genera esta normativa entre los valeiros cesureños, pero la Xunta de Galicia argumenta que es necesario ??establecer un control eficaz que se aplique a toda a cadea de produción e comercialización?, contando además ??cun sistema coherente de rastrexabilidade?. De esta manera, tanto la descarga como el transporte y primera venta de la lamprea tendrá que estar ??amparada documentalmente?. El desembarco de las capturas se hará en los puertos designados por la Consellería y el producto tendrá que pesarse o contarse en ese mismo momento, antes de que sea almacenado, transportado o vendido. Efectuada la descarga, el pescador deberá tramitar un documento de transporte para llevar el producto a la lonja o centro de venta. Si las capturas no se comercializan inmediatamente sino que se destinan a un centro de recogida, también deberán obtener previamente el correspondente documento declaración de la recogida. Y en el momento de la transacción, cualquiera que sea su modalidad, será obligatorio cubrir una ??nota de venta?.
En cuanto a los centros de recogida para el almacenamiento de lampreas o anguilas, el nuevo reglamento de la Consellería do Mar los define como ??instalacións dedicadas á conservación de especies vivas por parte da persoa titular dunha licenza de pesca?. En estos centros solo se podrán depositar las capturas realizadas por su titular, debiendo cumplirse una serie de requisitos para que ??os animais estean protexidos contra calquera foco de contaminación?.
Así, el agua tendrá que ser ??dunha calidade tal que non transmita organismos ou sustancias nocivas? y los equipos, contenedores y cajas se desinfectarán ??axeitadamente?. Diariamente se llevará un registro de las entradas y salidas de ejemplares de estos centros ??para os efectos do seu control?. Estas instalaciones deberán estar inscritas en el Rexistro de Centros de Recollida de Especies Eurihalinas (aquellas que tienen la capacidad de vivir en zonas acuáticas con diferentes grados de salinidad), que será gestionado y controlado por la Consellería do Medio Rural e do Mar.
Los amantes de la lamprea tienen su cita en restaurantes y la carpa de Pontecesures
Hoy es el gran día de la lamprea, un pez capaz de despertar la admiración de los más laureados cocineros y la devoción de los mejores amantes de la buena mesa. Lo sabe bien el autor del libro “Lampreas e Pesqueiras”, Miguel Piñeiro, que en su publicación contó con el respaldo de un chef tan popular como Ferrán Adriá.
En el prólogo, este maestro de los fogones declara que “para un cocinero que no sea gallego la lamprea se ve como un pescado casi mítico, e incluso me atrevería a decir como algo que roza un poco lo prehistórico (…); yo solo he probado la lamprea una vez, y el recuerdo que todavía perdura fue un momento mágico, pues iba a probar una cosa que nunca antes había degustado y de la cual mucha gente me había hablado”.
A Adriá le sorprendió el aspecto de este pez cartilaginoso pues “no tenía escamas, aunque sí branquias; tampoco tenía aletas ni mandíbula, sino una boca redonda en forma de ventosa provista de afiladísimos dientes, que por un momento me hicieron pensar en un alienígena. La probé al vino tinto y la verdad es que hubo muchas connotaciones: la más destacada es que me pareció que si me hubieran tapado los ojos, hubiera dicho que estaba comiendo un plato de caza, no un ave, no un venado, no un conejo; no hubiera sabido muy bien cómo describirlo, y aquí recae la magia de este pescado, que es un producto único”.
Otro ilustre de los fogones, Juan Mari Arzak, escribió en el mismo libro que su experiencia como comensal “se reduce a una delicada elaboración de mi amigo y colega Pedro Subijana que recuerda inevitablemente a un plato de caza más que de pesca, en concreto a un civet, por la sangre y el vino empleados”.
Y Miguel Piñeiro, el escritor y gran aficionado a la pesca autor de dicho libro, esgrime en su obra que “la lamprea es uno de los seres más primitivos y menos evolucionados de los vertebrados, con la nada despreciable antigüedad de 500 millones de años”.
Es, incide Piñeiro, un pez “de fea y hasta desagradable apariencia que es capaz de provocar las reacciones más dispares, desde el mismísimo asco hasta la más absoluta veneración culinaria”.
La define como “reina del Miño” o bien como la “princesa moura enfeitizada do Ulla, como la definió el recordado periodista Raimundo García Domínguez, Borobó”.
Desde una perspectiva mucho más culinaria, que es lo que realmente importa en una jornada como la de hoy, cuando Pontecesures celebra la fiesta exaltación de este pez, Miguel Piñeiro explica en su obra que “nadie pone en duda su mal aspecto, incluso desagradable, en consonancia proporcionalmente inversa a las excelencias del sabor de su carne”.
“Precisamente a su aspecto se refirió irónicamente el doctor Juan José Moralejo a inicios de una temporada lampreeira cuando citó al crucero de Carril en el que una serpiente de metro y medio tienta a Adán y Eva -continúa el libro-. El genial Moralejo dice de ellas que es culebra, seguro, porque están Adán y Eva, pero también podría ser lamprea rampante en magnífico pedrón o marcador de que ahí empieza su remonte ese bicho negro y repulsivo. Y digo lo de bicho negro y repulsivo para ver si así tocamos a más los que no nos andamos con remilgos y repulgos ópticos”.
Los que tenían muy clara la importancia de esta especie, los mismos que “patentaron” las pesqueiras situadas río arriba, fueron los romanos, que según consta en el libro citado “consideraron a la lamprea como el más sabroso de los bocados de los dioses”. Tanto fue así que “el Imperio ensalzó su calidad y la literatura clásica le ha dedicado más de un capítulo”.
Las lampreas “eran transportadas a Roma con el mejor de sus compañeros, el autóctono vino gallego de Amandi. En ciudades del Antiguo Imperio como Marsella, Cartago o en países como Alemania, Libia o Palestina han aparecido ánforas de procedencia galaicoportuguesa. Según los historiadores y los más expertos cocineros, este ciclóstomo desde hace siglos siempre ha estado relacionado a los banquetes de alcurnia y a la mesa de los emperadores”.
Y como mejor pueden saborearse todas sus propiedades es “a la bordelesa”, la misma receta que se emplea en la fiesta que hoy acoge Pontecesures. Un acontecimiento que sirve para promocionar este producto cuya campaña de pesca finaliza el día 15 y constituye una importante fuente de ingresos para los pescadores.
Este colectivo, el de los “valeiros”, vio como en marzo despuntaba una campaña que en enero empezaba francamente mal, pero se convirtió después en una de las mejores de la historia reciente.
No hay datos oficiales, porque no pasa por lonja y se vende directamente en el puerto, pero hay que hablar de miles de ejemplares vendidos de este preciado pez que, volviendo al libro de Piñeiro, “nace en los ríos, baja al mar para alcanzar la madurez y vuelve al río a desovar y morir”.
A esto añade que “el viento del norte favorece el movimiento migratorio en el Ulla”, y de nuevo quedó patente en la campaña que ahora agoniza.
Faro de Vigo
Pontecesures busca el lleno con la Festa da Lamprea y la romería de San Lázaro.
El Concello de Pontecesures vive mañana un de los días más importantes del año, y a buen seguro una de las jornadas más multitudinarias. Y es que se celebran dos citas destacadas del calendario para muchos gallegos, como son la tradicional romería de San Lázaro y la fiesta exaltación de la lamprea del Ulla, cuya campaña de pesca finaliza el día 15.
Se trata de dos acontecimientos que poco tienen en común, ya que mientras el primero tiene un carácter marcadamente religioso, el segundo está pensado para los amantes de la buena mesa y los más fieles seguidores del preciado pez cartilaginoso.
Pero aún ocupando polos opuestos, son citas totalmente compatibles, y lo cierto es que al coincidir en la misma jornada pueden convertir las calles pontecesureñas en un lugar de visita obligada y en un auténtico hervidero de gente, con lo que esto supone de beneficios para la economía local.
De la fiesta de San Lázaro poco hay que decir, salvo recordar que se trata de una de las citas religiosas más esperadas por muchos cristianos. Desde prácticamente todos los municipios de las comarcas de Caldas, O Salnés, O Sar y Barbanza se desplazan fieles a la villa pontecesureña para asistir a alguna de las misas. Pero incluso llegan creyentes de lugares mucho más alejados de la geografía gallega, sin duda convencidos de las bondades de este santo milagreiro. Y es que a San Lázaro se le atribuye el don de curar los males relacionados con la piel. Antiguamente era el abogado de los leprosos, de ahí su implantación en Pontecesures, donde existió una leprosería. Pero erradicada esta enfermedad, ahora los cristianos recurren a este santo con todo tipo de peticiones vinculadas a los problemas cutáneos.
Y tanto antes como después de acudir a misa en busca del milagro, o simplemente para rezar y honrar al santo, los fieles pueden sumarse a todos aquellos ciudadanos que mañana acudirán a Pontecesures en busca de la mejor lamprea, la del Ulla.
El Concello de Pontecesures quiere rendir homenaje a la “princesa del río” y, de paso, apoyar al colectivo de “valeiros”, que se ocupa de su captura y tiene puerto base en la localidad.
El gobierno tripartito, dirigido por Manuel Luis Álvarez Angueira, ha querido hacer coincidir las dos fechas para convertir a Pontecesures en el centro neurálgico de Galicia en este primer domingo de abril.
Faro de Vigo
Los ´valeiros´ afrontan las dos últimas semanas de pesca y la fiesta de la lamprea.
A caballo entre Pontecesures y Carril (Vilagarcía), los pescadores de lamprea del Ulla, que constituyen el colectivo de “valeiros”, afrontan la recta final de su campaña. Les restan apenas quince días de actividad para despedir la que puede pasar a la historia como una de las mejores temporadas que se recuerdan.
Empezó francamente mal, como se explicó a principios de enero. Pero el cambio experimentado en el tiempo a comienzos de marzo cambió la situación manera radical.
Satisfacción
Los pescadores, que con destreza emplean las nasas butrón con las que se captura esta especie, reconocen haber pescado grandes cantidades de producto, incluso con jornadas de trabajo en las que una sola embarcación podía obtener hasta un centenar de ejemplares.
Así pues, el balance global que hacen de la temporada es altamente positivo, si bien es cierto que los precio fueron mucho más bajos que de costumbre, precisamente debido a la abundancia de lamprea y a la reducción de los pedidos por parte de los establecimientos hosteleros especializados.
En ellos se preparan recetas como la de lamprea a la bordelesa, que es también la preparación que va a poder saborearse el domingo que viene, en el transcurso de la fiesta anual de exaltación de la “reina del río”, que promueve el Concello de Pontecesures.
Las dos próximas semanas, por tanto, pueden ser para muchos la última oportunidad de degustar este pez, que ya no volverá al río para desovar hasta el año que viene.
A la venta desde 15 euros.
La lamprea que capturan los “valeiros” en el Ulla no pasa por lonja, sino que se venden directamente en los pantalanes de Pontecesures, cuando los marineros levantan sus nasas y recogen las capturas diarias. A diferencia de otros años, cuando se pagaban hasta 70 euros por las piezas de mayor tamaño, esta vez las más grandes se cotizan a unos 25 euros, mientras que la mediana se vende a 20 y la pequeña, a partir de 15 euros la unidad.
Diecinueve años de degustación
La Festa da Lamprea de Pontecesures cumple diecinueve ediciones el domingo que viene, coincidiendo con la festividad de San Lázaro. Desde primeras horas de la mañana el grupo folclórico Xarandeira va a animar las calles. La degustación dará comienzo a las 12.30 horas en la carpa situada en el puerto.
Faro de Vigo
As choivas do outono favoreceron a campaña de lamprea no Ulla.
Nas pesqueiras de As Vellas, os pescadores empregan unha barca para botar e levantar as redes nos boquetes do río Ulla.
Outono de enchentes, ano de lampreas no Ulla. E así foi. As intensas e continuas choivas caídas nos meses de outono e inverno propiciaron que esta especie subira do mar para augas doces co que, despois dun arranque de campaña desigual debido, precisamente, ao elevado caudal do Ulla, a tempada de pesca tradicional neste río ao seu paso por Padrón tivo xornadas de pescar moitas lampreas.
Un exemplo: nas primeiras pesqueiras, nas que a veda pechou o venres e nas que os pescadores só traballaron este año catro boquetes, capturaron preto de 700 exemplares, e de aí para arriba.
Non obstante, nas últimas semanas houbo un «baixón» nas capturas, tal e como confirma o vixiante de recursos naturais da Consellería de Medio Ambiente, José Manuel Freire.
No concello de Padrón, a campaña está aberta nestes momentos nas pesqueiras situada no Ulla ao seu paso polas parroquias de Herbón e Carcacía. Na primeira delas, os pescadores deixaron de traballar as do primeiro tramo, Areas, para centrarse nas do segundo, As Vellas, nas que, dende o 16 de marzo, levan capturadas arredor de 70 pezas, segundo datos dun das persoas que acude ao río en nome de dous propietarios.
Tamén están a traballar as pesqueiras de O Canal e A Trapa, as primeiras xunto a ponte que cruza o Ulla, debaixo do convento franciscano. Nas Vellas, o venres pola mañá levantaron 17 exemplares e o día anterior, 9. ? aquí onde catro veciños de Herbón, todos eles pescadores experimentados, empregan unha barca de madeira para ir a botar e levantar as redes, ao igual que fixeron nas pesqueiras de Areas. Nestes casos, a recollida tradicional convertese en todo un espectáculo digno de contemplar.
O venres, o río levaba máis caudal de auga que nas últimas semanas, xa que se notaba que lle abriran as comportas ao embalse de Portodemouros, segundo comentaron os pescadores.
Nas seguintes pesqueiras do río, as do Canal, busca lampreas Antonio Caldelas Vidal, un veciño de Herbón de 50 anos, coa axuda do seu fillo. Estas pesqueiras, que se traballan a pe, son propiedade dos sete irmáns Caldelas Vidal. O venres prexudicoulle, precisamente, que o río levara máis auga. «Ao contrario que as outras pesqueiras, O Canal quere menos auga», explica Antonio. Por iso, non pescou nada mentres que o día anterior, o xoves, levantou tres exemplares.
Antonio Caldelas empezou a pescar case cun mes de retraso, ao non poder traballar coa auga que levaba o río. «Estas pesqueiras, con auga afogan». A tempada pasada, marcada tamén polo elevado caudal, so pescou 29.
Prezo acorde á recollida
O vixiante José Manuel Freire corrobora que foi un ano de «coller moita lamprea», pero que agora houbo un baixón que, por outro lado, cualifica de «normal ao descender o caudal de auga doce». Está convencido de que, tan pronto volva a chover, «haberá outra entrada forte» de lampreas no río. En canto ao prezo, como todo, a maior cantidade, menos valor. José Manuel Freire explica que, nestes momentos, se pode falar dun prezo mínimo por lamprea de 5 euros e un máximo de 14 euros.
La Voz de Galicia
Tras la tempestad… aluvión de lampreas.
Los valeiros Miguel Barreiro y Miguel Ángel Campos en su embarcación en el muelle de Pontecesures
Pocos podían presagiar a finales de enero o comienzos de febrero, cuando los temporales apenas habían dejado faenar a los valeiros, que esta acabaría siendo una de las campañas de pesca de lamprea de mayor abundancia que se recuerdan. ??O inverno foi moi duro. Choveu cinco meses sen parar, con temporais e riadas? continuas y ??estivemos case un mes sen poder traballar?, recuerda Miguel Barreiro, que comparte faena con Miguel Ángel Campos a bordo de ??Vicenta?, una de las once embarcaciones cesureñas autorizadas por Medio Ambiente para la pesca de lamprea con nasa butrón en el río Ulla. ??Non pagaba a pena? largar los aparejos ??coa auga que levaba o río. Rompía todo?, concuerdan Alejandro y José Ángel Pesado.Las capturas eran, por entonces, testimoniales y hubo que esperar hasta febrero para que la situación se estabilizase con ??vinte ou trinta? ejemplares diarios por barco.
Pero nada comparable con lo que estaba por venir en marzo, con la llegada del anticiclón y los vientos de norte. ??Non se acorda tanta lamprea como este ano?. Miguel Barreiro y Miguel Ángel Campos llegaron a capturar 180 piezas en un solo día, que ascendieron a medio millar en una semana. ??As lampreas estaban todas na boca da ría? y con la mejoría climática subieron en tropel. Tanta abundancia tampoco es lo deseado, apunta Alejandro Pesado. ??Iso é malo para todos porque baixan os prezos? y, así lampreas que al inicio de la temporada se vendían por unos 35 euros, ahora se valoran en 15. Además, ??ao haber tanta cantidade, non damos sacado todo? el producto y algunas lampreas continúan fondeadas en el Ulla a la espera de comprador. Tal es así que en los últimos días, en los que las capturas empazaron a remitir de nuevo, algunas embarcaciones optaron ya por no salir a faenar. Barreiro y Campos piensan ??plantar? la próxima semana: ??Para que se estropeen? las capturas sin haberles dado salida en el mercado ??é mellor que sigan subindo? río arriba, donde las esperan también en las pesqueiras de Herbón.
Y eso que las ventas no han ido mal. ??A xente está comprando bastante ben?, apunta Barreiro, sobre todo particulares, que son los principales clientes de los valeiros y que estaban ya impacientes por degustar este milenario pez. ??A quen nós vendemos é á xente dos arredores?, ratifica Alejandro Pesado. También, aunque menos, a restaurantes o intermediarios, y algunos incluso prueban en la lonja sin demasiado éxito. ??Véndense poucas e baratas?, dice Barreiro. Pesado lo pinta aún más negro: ??Na lonxa nin miran para elas?. Ahora, con la Festa da Lamprea a la vuelta de la esquina, suman un nuevo cliente: el Concello de Pontecesures que les comprará trescientos ejemplares que, reconvertidos en 900 raciones, satisfarán los paladares de quienes acudan el 6 de abril a la villa a dar buena cuenta de un producto que levanta pasiones y odios por igual.
La campaña de la lamprea continuará hasta el 13 de abril, aunque algunos ya compaginan esta actividad con la captura de chopo y, desde el mes pasado, con la campaña de la anguila en las inmediaciones del puente de Catoira. Aunque esta última actividad no está arrojando resultados demasiado buenos. ??Houbo catro? anguilas ??a comezos de febreiro?, pero después ??desapareceron?, explica Alejandro Pesado.
Diario de Arousa