Una hucha vecinal para que la primera lamprea ser quedase en Pontecesures.


El ejemplar que abrió la temporada en el Ulla fue degustado en el Mambís

Pontecesures y Padrón son dos localidades separadas por un río y unidas por un puente. Son dos pueblos hermanados por esos lazos invisibles de quienes viven compartiendo paisajes y tradiciones. La lamprea es, por ejemplo, un producto que se ha convertido en símbolo a ambos lados del Ulla. En Pontecesures, los valeiros mantienen viva la tradición de su pesca con nasa butrón. En Padrón tienen sus antiguas pesqueiras, pero aún así hay varios restaurantes de la zona coruñesa que en los últimos años han pujado para hacerse con las primeras lampreas capturadas por sus vecinos cesureños. Este año, un grupo de personas de la localidad organizaron, a través de la página de Facebook «Xente de Pontecesures», una recolecta para ser ellos quienes comprasen y degustasen la primera lamprea del 2022. Hasta el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, participó en la cuestación popular y se sumó, ayer pasada la una y media de la tarde, a la degustación organizada en la cafetería Mambís, otro clásico cesureño.

La lamprea se preparó servida a la bordelesa, tal y como manda la tradición. Nos lo cuenta Ramón Agrasar, que es el valeiro que el miércoles capturó el ejemplar del que ayer también dio buena cuenta. Como profesional que se dedica a la captura de este pescado antiguo y de sabor inconfundible, vio en la iniciativa de sus vecinos una ocasión para poner en valor y recuperar el arraigo del producto estrella de Pontecesures, localidad que tiene su fiesta de la lamprea y un centro de interpretación dedicado a este pescado.

Desde que conoció la iniciativa, Ramón Agrasar se comprometió con ella. «Dende o primeiro momento lles dixen que, se de min dependía e se collía eu a primeira lamprea, podían contar con ela», dice Agrasar. Estaba dispuesto a cederla, «pero non quixeron, porque a idea era comprala; a xente tampouco quería que fora regalada» y para ello realizaron una cuestación. «A min gústame a idea de que a primeira lamprea quede en Pontecesures», dice el hombre que tuvo la fortuna de coger el primer ejemplar del año en el Ulla.

Para ello, el día de Reyes estuvo en el río, a primera hora, levantando sus nasas butrón: son las únicas que estos días están siendo caladas en el cauce. «O primeiro día saíron varios barcos, pero non collemos ningunha, así que os demais decidiron non volver saír ata a semana que ven», recuerda Agrasar.

Él, por su parte, decidió seguir intentándolo y eso le permitió capturar este jueves el primer ejemplar de lamprea y ayer mismo otras tres piezas. «Son o único mariñeiro que estou no río», decía a modo de explicación. «Parecía que ía ser un ano malo», pero el inicio de la pesquería, finalmente, parece ser menos oscuro de lo que se antojaba.

La Voz de Galicia

La lamprea se muestra esquiva: ni una sola captura en el inicio de la campaña en el Ulla.

Las lluvias de los últimos días no han ayudado a los valeiros, que ayer retiraron las nasas butrón caladas el martes

Por desgracia, el guion se ha cumplido. Tal y como vaticinaban los valeiros este fin de semana, el inicio de la campaña de la lamprea ha sido un espejismo: en las nasas butrón caladas el martes en el río Ulla no ha caído ni una sola pieza de este pescado tan antiguo como —al menos este año— esquivo. «Non collemos ningunha, ningún barco», explicaba ayer Pepe Barreiro, uno de los profesionales que el martes había salido a largar aparejos y que ayer los levantó para constatar que en su interior no había nada.

«Hoxe, tal e como estaban as cousas, coller unha ou dúas xa sería todo un éxito», señala el valeiro cesureño. El río Ulla bajaba ayer revuelto, con el agua «moi enlodada polas choivas destes días». Las condiciones, en resumidas cuentas, no eran las ideales para la pesca de esta especie, que vuelve siempre a su río de origen.

En cualquier caso, el sector confía en que la situación mejore la próxima semana: se avecina un anticiclón y, entonces, es posible que alguno de los preciados peces caigan en las redes de los valeiros cesureños. Toca esperar con calma, y sin hacer esfuerzos que se auguran estériles. De los cinco barcos que salieron a faenar, muchos han optado ya por no dejar caladas sus nasas para no tener que ir hoy, día de fiesta, a recogerlas. De hecho, algunos no saldrán hasta el sábado.

La Voz de Galicia

Todos los concellos vieron crecer su parque de negocios salvo Vilanova y Pontecesures.

Los once municipios del sur de la ría de Arousa y el interior de O Salnés cerraron el 2020 con 11.552 empresas. El dato, ofrecido por el Instituto Galego de Estatística (IGE) la semana pasada, constata una feliz noticia. Y es que frente a lo que podría pensarse, el conjunto de la comarca no solo no vio menguado su parque empresarial durante el primer año de pandemia, sino que este aumentó, con 89 firmas más respecto a las 11.463 con las que despedía el 2019; esto es, un 0,78 % de incremento.

El balance del 2020 es el resultado de la suma de los 10.481 negocios ya existentes el año anterior que lograron continuar con su actividad y los 1.071 que se dieron de alta en el primer ejercicio marcado por la aparición del covid-19. 975 se quedaron por el camino durante esos mismos doce meses.

Por municipios, todos completaron el 2020 en positivo, salvo Pontecesures, que igualó sus 224 empresas del 2019, con 24 altas, igual número de bajas y 200 permanencias en el registro del IGE; y Vilanova de Arousa, el único que retrocedió al perder 21 firmas tras la baja de 128, la puesta en marcha de 107 y el mantenimiento de la actividad de 1.268.

Datos por concellos

Vilagarcía de Arousa generó un tercio del registro positivo de la comarca en el primer año de la pandemia con 31 empresas más que las que tenía en el 2019, para un total de 3.331, computando 343 altas, 302 bajas y 2.988 permanencias. Ribadumia aportó 24 firmas al crecimiento en O Salnés y Baixo Ulla, con su parque empresarial elevándose a 568 negocios, terminando el 2020 con 66 altas, 47 bajas y 502 permanencias en relación al 2019. Cambados cerró el primer ejercicio pandémico con +18 negocios, un total de 1.913, 169 altas, 148 bajas y 1.744 permanencias. Le sigue en esta relación O Grove, con +16, un ecosistema empresarial de 1.347 actores económicos, 126 altas, 106 bajas y 1.221 permanencias. Meaño sumó 7 firmas al conjunto, alcanzando las 646 con 60 altas, 55 bajas y 586 permanencias. Seis aportó Catoira, con 197 negocios en total, 20 altas, 17 bajas y 177 permanencias. Valga añadió 5, con 331 empresas, 32 altas, 29 bajas y 299 permanencias. A Illa de Arousa agregó 2, pasando a contar con 1.152, con 71 altas, 70 bajas y 1.081 firmas ya en funcionamiento desde al menos el 2019. Y Meis 1, con 468 negocios, 53 altas, 49 bajas y 415 permanencias.

Siete de cada diez firmas de la zona no tienen empleados, pero aumentan las de más de cien

La base de datos del Instituto Galego de Estatística acerca del directorio de empresas en cada municipio de la comunidad dibuja un panorama poco edificante cuando se analiza la estratificación por número de empleados de las 11.552 firmas en los once concellos del sur de Arousa y el interior de O Salnés al cierre del 2020.

Así, son 8.273 los negocios en funcionamiento sin un solo asalariado en plantilla. O lo que es lo mismo, siete de cada diez de los que generaban la sabia de la economía productiva de la zona, concretamente, un 71,61 % del total.

Un segundo dato ahonda el fondo de la cuestión. Y es que otras 1.987 empresas funcionaban con entre uno y dos trabajadores en nómina; un 17,2 % del total, que sumado al 71,61 % antes apuntando, eleva al 88,82 el número de firmas de la comarca por debajo de los tres empleados.

Los porcentajes varían entre el Baixo Ulla y O Salnés. En los tres municipios del Ullán los negocios sin asalariados eran el 63,83 % y los de uno a dos el 21,14 % —84,97 % conjunto—, mientras que en los ocho concellos más al sur de la ría y el interior de O Salnés los porcentajes eran del 72,15 % y el 16,92 %, respectivamente —89,07—.

El registro del IGE informa de 701 firmas con entre 3 y 5 trabajadores en la zona —6,07 % del total—, 253 las que cuentan con de 6 a 9 —2,19 %—, 187 las que emplean a de 10 a 19 profesionales —1,62 %—, 103 las de 20 a 49 —0,89 %— y 27 las de 50 a 99 —0,23 %—.

El puñado de empresas de 100 o más asalariados se reduce a 21, ninguna de ellas en Pontecesures, A Illa ni Meaño. La buena noticia en este sentido es que son cuatro más que las contabilizadas en el ejercicio 2019. Dieciséis de ellas con entre 100 y 249 empleados, tres más, y cinco de 250 a 499, una por encima del último año precovid.

La mayoría se dedican al sector servicios, salvo en A Illa y Vilanova, volcados en el mar 

Por sectores, el ecosistema empresarial de la zona no es ajeno al imperio de los servicios compartido por prácticamente la totalidad de las economías municipales de la geografía española. Y sin embargo, el sur de la ría de Arousa presenta notables excepciones.

De las 11.522 empresas del 2020, el 51,4 %, 5.933, dedicaban su actividad al sector servicios. Agricultura y pesca concentraban buena parte del resto, 3.908, el 33,8 %, con 1.076 encuadradas en la construcción, el 9,3 % del total, y 635 en la industria, un 5,5 %. Unos porcentajes que cambian radicalmente cuando diferenciamos entre el Baixo Ulla y O Salnés.

En la primera zona, el porcentaje de firmas dedicadas a los servicios en el 2020 era del 65,8 % (495), con la construcción como segundo gran bloque, con un 15 % (113 negocios), seguida de la industria, con un 10,9% (82) y por último la agricultura y pesca, con el 8,24 % restante (62). En O Salnés, por el contrario, los servicios apenas rebasaban la mitad del total de empresas, un 50,35 % (5.438), con la agricultura y pesca reuniendo al 35,6% (3.846), la construcción al 8,9 % (963) y la industria al 5,1 % (553).

De hecho, en O Salnés dos concellos se rebelan contra el imperio de los servicios. Con mención especial a A Illa, con el 80,1 % de sus firmas dedicadas al sector primario, fundamentalmente al mar, frente al 15,3 % de las encuadradas en el sector terciario. En Vilanova la misma relación era de un 44 % frente a un 42,25 %. Porcentajes invertidos en Cambados, con el 42,9 % de sus empresas trabajando en la agricultura y pesca y el 44 % en servicios. En O Grove esta misma correlación era en 2020 del 33,6 %-55,4 %, 28,8 %-45,8 % en Meaño, 22 %-52,8 % en Meis y del 21,5 %-53,9 % en Ribadumia. En Vilagarcía agricultura y mar suponían el 19 %, por el 67,4 % de los servicios. Este último sector era el mayoritario en Catoira (62,4 %), Cesures (75 %) y Valga (61,6 %).

La Voz de Galicia

…Cuando se fabricaban grandes barcazas de forma artesanal para la pesca de la lamprea en el río Ulla.

Varios hombres trabajando en la construcción de grandes barcazas de madera para la pesca de la lamprea en el río Ulla, en Herbón.

La imagen del siglo pasado que acompaña estas líneas refleja el arte de la pesca de la lamprea en el río Ulla, concretamente en la parroquia padronesa de Santa María de Herbón. Allí, cada año a partir de enero los baleiros se enfrentaban (y lo siguen haciendo) a las bravas aguas del río para hacerse con el preciado agnato. Para ello utilizaban grandes barcazas (algunas todavía se conservan), como la que se ve en proceso de construcción en la imagen que hoy protagoniza esta sección, que les permitían llegar hasta las pesqueiras, las construcciones históricas donde se capturan las lampreas. Herbón sigue siendo famoso por mantener la forma tradicional de pesca de esta culebra que no deja indiferente a nadie, bien por su particular aspecto, bien por su característico sabor, incomparable. Además de en Herbón, también son famosas las lampreas de Pontecesures y las de la parroquia de Carcacía, también en el Ulla, y luego las que se capturan en el río Miño.

El Correo Gallego

Este viernes abre el plazo de presentación de las solicitudes para poder pescar lamprea en el río Ulla.

Las solicitudes de las autorizaciones para la pesca de la lamprea en las pesquerías del río Ulla durante la próxima temporada podrán presentarse ante la Xunta de Galicia a partir de mañana y durante un período de 15 días hábiles. Así se recoge en la orden de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda que publica hoy el Diario Oficial de Galicia y en la que se regula la normativa específica que regirá para esta especie durante la temporada 2022.

Se permite ya lanzar la caña en 107 puertos gallegos.

Mar autoriza la pesca recreativa no profesional en superficie de forma total o parcial en la mayoría de los muelles de titularidad autonómica // Sólo en 15 no se permite

La Consellería do Mar publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la resolución que autoriza la pesca no profesional en superficie de forma total o parcial en 107 de los 122 muelles de titularidad autonómica y que entró en vigor este sábado.

Según informa el Gobierno autonómico en un comunicado, los usuarios que lo deseen pueden hacer efectivo su permiso a través de la sede electrónica de la Xunta. En concreto, a través de Portos de Galicia, página en la que se encuentra el enlace de procedimiento y toda la información necesaria para la tramitación.

Adicionalmente, los requisitos para los usuarios son estar inscritos en la sede electrónica de la Xunta, formalizar un seguro de responsabilidad civil y firmar una declaración responsable de cumplimiento de obligaciones. Una vez que la solicitud se tramite, se podrá iniciar la actividad sin esperar una resolución expresa. Esta autorización tendrá la vigencia de un año y caduca una vez pasado este o una vez caduque el seguro obligatorio.

Con la entrada en vigor de esta autorización, la Xunta levanta del 85 % de las dársenas una restricción vigente desde 1972 en todos los puertos, tanto en normativa estatal como autonómica.

Así, con esta nueva normativa, los puertos pasan a clasificarse en tres niveles en función de la posibilidad de poder ejercer la pesca recreativa en ellos. De esta manera, existen 28 muelles libres de toda limitación, 79 con horarios u zonas en las que se puede practicar y 15 en los que esta actividad no se puede realizar por razones de seguridad u operatividad portuaria.

Dentro de los 28 puertos libres de restricciones están, entre otros, el de Rinlo (Ribadeo), Rañó (Rianxo), Covelo (Poio), Cabodeiro (Illa de Arousa), Santa Marta (Baiona) e Insuela (Ribeira). En cuanto a los 15 puertos en los que no se puede llevar a cabo esta pesca destacan Redes (Ares), San Pedro de Visma (A Coruña), Carril (Vilagarcía) y A Pasaxe (A Guarda), entre otros.

Con respecto a los restantes 79 puertos, se reparten por horarios y zonas administrativas. En la zona norte, esta actividad se permite, entre otros, en Ribadeo, Morás, San Cibrao y Portocelo. En la zona centro, se autoriza en Ares, Esteiro, Porto do Son, Os Muíños, Castiñeiras, O Pindo y Palmeira, entre otros. Y en la zona sur, se puede practicar la pesca no profesional en superficie en algunos municipios como Pontecesures, Vilanova, O Grove, Meloxo, Canido, Arcade o Vilaxoán.

El Correo Gallego