La grave falta de agua en el río impidió trabajar a los pescadores de Padrón.
La lluvia llega tarde para salvar la campaña de pesca artesanal de lamprea en aguas del río Ulla a su paso por Herbón, en el municipio de Padrón. Juan Lago Suárez, pescador de 78 años y el más veterano de los cuatro con licencia la actividad en este tramo, asegura rotundo que «non acordo nunca un ano coma este, tan malo».
De hecho, la temporada arrancó prácticamente con el año en las primeras pesqueiras del río, las de Areas, en las que llegaron a colocar las artes de pesca pero no hubo capturas porque no había suficiente caudal de agua. No obstante, pasados los meses el Ulla no llegó a recuperar sus niveles habituales debido a la sequía de este invierno, lo que impidió la pesca tradicional de la lamprea en Herbón, con redes artesanales y con la ayuda de una pesada barca de madera.
A finales de febrero comenzó la campaña en las segundas de las pesqueiras, As Vellas, situadas debajo del convento franciscano, en las que están pescando – algo, pero muy poco- porque seleccionan los huecos del río por los que que más agua pasa.
Ejemplares pequeños
No obstante, Juan Lago no fue ningún día ni a unas ni a otras pesqueiras. «¿A que?», pregunta. «Non facía falta, aínda sobraban os que iban», responde el vecino de Herbón que comenzó a ir al río en el año 1950. «Este ano non saquei unha perra», cuenta Lago, que no vendió la primera lamprea, aunque sí que «as probei» y dice que eran «pequenas, de mala calidade», según le contaron además los tres pescadores de Herbón que sí están trabajando en el río.
Para ellos, la temporada en las pesqueiras de As Vellas concluye el día 28 de este mes y, como dice Juan, «aínda que chova un mes enteiro non lle fai nada ao río. Para subir unha cuarta teñen que caer moitos miles de litros de auga». El pescador dice, resignado, que «o principal é chegar a fin de ano e facelo con saúde».
El vigilante de recursos naturales del Ulla José Manuel Freire confirma que fue un año «raro», bajo en capturas pero también que «non houbo prezos», de modo que le consta que se vendieron lampreas a 5 euros en la mitad de temporada, algo totalmente inusual, dice. En este caso también procedían del Ulla, pero capturadas a la altura de localidad pontevedresa de Cesures y con otro tipo de arte de pesca.
«A xente non preguntou este ano pola lamprea e penso que aínda hai moita xente que non a probou», explica el vigilante de recursos naturales de la Xunta, que lo atribuye, quizás, al mal momento económico.
José Manuel Freire también confirma que el tamaño de las lampreas estuvo por debajo de otros años, de modo que «non se viron exemplares grandes». Así habla de que una lamprea pequeña de la campaña pasada es la grande de esta.
LA VOZ DE GALICIA, 15/04/12