Está lleno de baches pese a que asfaltaron y se señalizaron los accesos después de años sin el más mínimo mantenimiento de la calzada.
Después de estar años sin el más mínimo mantenimiento, un tramo de carretera comprendido entre la salida de la autovía del Barbanza y los accesos a la autopista AP-9 y a la nueva variante de Padrón ya tiene pintada la doble línea continua que separa los dos carriles de circulación, así como la lateral que los delimita.
No obstante, el firme de un pequeño tramo sigue en mal estado, con baches, como se aprecia en la fotografía, pese a que estos últimos días una empresa estuvo asfaltando los accesos a la zona y ayer mismo estaban con el nuevo pintado, accesos que también llevaban años sin mantenimiento y tenían la señalización borrada.
En el tramo entre la salida de la autovía y el enlace con la AP-9 y la variante, se instalaron además, señales luminosas, que delimitan la salida de ambas carreteras hacia la N-550 y autovía, en una zona en la que tienen ocurrido algunas salidas de vía de vehículos.
Pero, ¿por qué queda un pequeño tramo con baches en toda una zona asfaltada y señalizada por primera vez en años? Algunos usuarios siguen apuntando a la misma razón: la competencia sobre el tramo, en el que confluyen vías de tres titularidades: Xunta (autovía), Audasa (Autopista AP-9) y Ministerio de Fomento (vía N-550 y accesos).
«¿A quen pertence o tramo con fochancas?». Es la pregunta que se hacen ahora algunos de los conductores que circulan por esa zona, de conexión o salida con la autovía del Barbanza, esta perfectamente pavimentada y señalizada.
Además de reparar los baches que quedan y de cambiar algunas señales verticales casi borradas, corresponda a quien corresponda hacerlo, este scalextric de vías, como lo llaman algunos en Padrón, también necesita de iluminación, teniendo en cuenta las salidas y accesos a las vías de alta capacidad y el número de usuarios de las mismas, tal y como apuntan algunos conductores, para tratar de reducir lo máximo posible el riesgo de posibles accidentes.
La Voz de Galicia