… Cuando en esta época del año se vendían lampreas en las rúas y plazas de la zona vieja de Santiago.

Vendedora ambulante ofreciendo lampreas en las inmediaciones de la plaza do Toural, en el casco histórico. 

Si hay algo que los gallegos pueden lamentar es que Compostela no tiene mar. Sin embargo, eso nunca fue una excusa para que en los restaurantes de la ciudad se consumiesen los mejores productos de la Rías Baixas. Durante muchos años, los vecinos y hosteleros que querían gozar del sabor del mar (y también del río), no tenían más que bajar al centro de la ciudad. Manuel García García, propietario del Restaurante Don Quijote, recuerda que en esta época del año era habitual comprar lampreas llegadas del Ulla en la zona del Toural: “Aquellas mujeres venían de Rianxo, Padrón y las traían en cestas de mimbre y muchas de ellas aún llegaban vivas”. Una estampa que se fue perdiendo con el paso de los años, hasta que, finalmente, aquellas mujeres dejaron de vender estos manjares y otros de las rías gallegas en la zona monumental de Compostela.

El Correo Gallego

Tanis y los bocadillos de calamares.

O Tranquilo abrió sus puertas hace 38 años al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril de Vilagarcía. En un solo fin de semana es capaz de despachar sesenta kilos de un rebozado que quita el hipo

No le den más vueltas, porque no las tiene. Después de haber meneado el bigote en algunos de los templos del ramo, incluidos esos bares que rodean la plaza Mayor de Madrid y alguno que otro en Sevilla, el que esto escribe es capaz de sostener, sin temor a tener que enmendalla, que el mejor bocadillo de calamares que uno puede degustar sobre esta tierra se prepara en una pequeña taberna de Vilagarcía de Arousa. Si alguien se empeña en llevar la contraria, se le invita a un par de ellos, a una caña de cerveza y aquí paz y después gloria, porque cambiará de opinión, seguro. El artífice de este modesto milagro culinario es Estanislao García, que el 4 de agosto de 1984 tuvo a bien abrir las puertas de O Tranquilo en lo que hoy es la avenida Doutor Moreira Casal, al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril. Este detalle, que podría parecer nimio, resultó, con el paso del tiempo, fundamental para el éxito de un negocio que en verano, cuando las gentes de Santiago, Padrón, Pontecesures o Catoira se suben al tren para poder extender sus toallas en la playa de A Concha, se llena hasta la bandera.

A Tanis, que nació en Caleiro (Vilanova de Arousa), le atrajo el mundo de la barra desde que era bien canijo. «Facíame ilusión, sendo pequeno, facer os cornechos, ese cucuruchos de papel nos que se levaban produtos como a fariña, na taberna da señora Laura, en Currás, que tamén era tenda». Andando los años, el futuro tabernero tuvo la oportunidad de preparar un bajo en Vilagarcía, propiedad del tío de Ana, su mujer, donde antiguamente habían funcionado los talleres de electricidad San Juan. Así nació un bar que debería haberse denominado Tania, combinando los dos nombres de la pareja, pero se acabó llamando O Tranquilo por insistencia de un cliente irreductible. «Veña a dicir e dicir que isto tiña que ser O Tranquilo, e Tranquilo lle quedou».

Desde el principio se prepararon bocadillos y, aunque Tanis probó fortuna con las hamburguesas, que pronto desaparecido de su pizarra, el de calamares se coronó como el rey de la carta bien temprano. Siempre con el mismo pan, que le sirve la panificadora Víctor Cordo, este bocata es un símbolo de la Vilagarcía de los pequeños bocados. «De verdade que clientes que poden vir de todas partes, mesmo de Sevilla, proban e din que non hai un bocadillo de luras mellor», advierte Guillermo López, que distribuye entre la barra, las mesas y la terraza lo que Tanis elabora en una cocina cuyas exiguas dimensiones contribuyen a ensalzar la calidad y el sabor de lo que se cuece en ella.

No teman los hambrientos, que la cantidad de vianda es generosa. El rebozado está en su punto. Crujiente y sabroso, cubre cada pieza en la medida justa. El resto lo hace el pan. Entre raciones y bocatas, Tanis y Guille son capaces de despachar en un fin de semana sesenta kilogramos de calamares, que en absoluto agotan sus especialidades.

Todo se elabora aquí mismo

La zorza, que se come sin patatas, está de muerte. El jamón asado, con o sin queso, el raxo, el lomo con su salsa… Y todo se prepara aquí mismo. Los calamares se limpian y se dejan listos para la freidora. La carne se adoba. «Este home, de verdade, ten man para a cociña, e dígovolo eu, que tampouco son manco», sostiene Guillermo. De todas formas, interviene Tanis, «aquí o máis importante é a clientela sa que temos, á que coidamos coas nosas tapas e cun bo treixadura». Servido en jarras frescas, en taza o en copa, el vinillo le sienta a las raciones y a los bocatas como una bufanda al cuello en este invierno de nortadas. Lo de la clientela es una verdad como un templo. «Non é un bar de clientes, é un bar de amigos, practicamente familia». Cierto. Con o sin bocadillo, da gusto entrar para echar un trago y una parrafada. Xosé Conde Corbal, pintor, grabador y vecino de portal, lo sabía perfectamente. Su talento permanece reflejado en varias obras que cuelgan en O Tranquilo. Como 33 portadas de la prensa deportiva que recogen las hazañas del Madrid. «Cando gaña a Champions, faise unha paella. Este ano é mellor que non. Non porque eu sexa do Barça, eh? É polo traballo». Lo dice Guille, el único barcelonista a ese lado de la barra.

La opinión del experto

 Mejor sin limón. Junto al plato en el que se sirve el bocadillo, Tanis dispone un envoltorio de papel. Antes, O Tranquilo despachaba sus muchos bocatas para llevar envueltos en papel de aluminio. Ahora lo hace con este sobre por una razón tan sencilla como convincente: «O papel impide que se cozan coa calor, e así chegan ben fresquiños á casa ou onde os queiras comer». Y, sobre todo, conservan su característico toque crujiente. Pero hay otra pregunta, y esta sí es la del millón: el calamar, ¿con limón o sin limón? «Nós poñémolo por se o queredes botar, pero eu, mellor sen limón», afirma Tanis. Guille asiente: «Sen limón». En cambio, al raxo, que también está muy bueno, le sientan de maravilla unas gotas de tabasco.

La Voz de Galicia

IN MEMORIAM de los vecinos y miembros de la parroquia de Santa Cristina de Campaña (*).

Santa Cristina de Campaña (Valga) acaba de despedir en la tierra a uno de sus referentes humanos más destacados. 

Nos deja don Manuel Míguez Lodeiros, “Don Manuel”, natural de O Pino, y párroco que trabajó intensamente por la parroquia y por sus vecinos durante más de 50 años. Fue también anteriormente párroco de Brandeso (Arzua) y capellán de la familia de la Serna Ortega y Gasset.

Además, don Manuel fue durante muchos años profesor de religión católica en el instituto de secundaria de Padrón y allí dejó un recuerdo extraordinario que perdurará siempre.

Don Manuel ha sido un referente entrañable para todos por su cariño, su cercanía y su humildad.

Hospedó y acompañó a los jóvenes seminaristas que se formaban para el sacerdocio aportándoles experiencia y, sobre todo humanidad. Humanidad como pilar esencial en la evangelización de las personas. 

Recordamos aquel dúo espectacular que conformó con Ramón Pazos ( “Moncho”) y que provocaron que decenas de jóvenes de la parroquia estuviésemos ansiosos por acudir a la iglesia permanentemente y siendo además la envidia sana de amigos de otras parroquias.

Organizaba e impulsaba diversas actividades para los vecinos: obras de teatro, representaciones varias, festejos, actuaciones deportivas, celebraciones eclesiásticas y cualquier evento que fomentase la amistad, el apoyo al prójimo, la fraternidad entre la comunidad.

Muchos recordaremos su implicación en las excursiones a Roma, Lourdes y Jerusalén , entre otras, e incluso apoyando iniciativas deportivas y futbolísticas.

Persona que siempre quería estar en un segundo o último plano pero que esas cualidades y bondades personales impedían que así fuese.

Él amaba inmensamente a su familia, se emocionaba al hablar de ellos y también amaba a sus feligreses.

Los vecinos lo adorábamos, hasta tal punto que en la parroquia le honramos con una plaza que lleva su nombre.

La parroquia de Santa Cristina, el Concello de Valga y todas las personas que hemos tenido el enorme placer de conocerle confiamos que Dios lo acoja en su seno con el mismo amor que le profesamos aquí en la Tierra y rogamos que ojalá sigan apareciendo seres humanos y sacerdotes con sus mismos valores.

Descansa en paz y te recordaremos eternamente.

(*) Autor: Enrique Mallón, feligrés de la parroquia de Santa Cristina de Campaña ( Valga) 

Los comités de empresa Adif y Renfe denuncian el abandono de la red convencional.

Los comités de empresa de Adif y Renfe en Galicia reclamaron la falta de personal y protestaron contra la privatización de los servicios que afecta a la circulación y al mantenimiento de las infraestructuras, llegando a una “situación límite”, en palabras de los trabajadores.

Así lo expresaron el presidente del Comité de Adif en A Coruña, Pedro Cano, y la presidenta del Comité de Renfe en Ourense, Beatriz Domínguez, en una rueda de prensa celebrada este viernes en la que han estado acompañados por los presidentes de los Comités de Renfe y Adif de todas las provincias gallegas. Pedro Cano expresó el malestar de los trabajadores por la “externalización y privatización” de los servicios que se llevan produciendo en los últimos años y que provocan una “pérdida de calidad”. Cano pidió que las vacantes se cubran con “oferta pública de empleo”. Según señaló el presidente del Comité en las últimas tres décadas el número de trabajadores ha pasado de 9.000 a poco más de 2.000. Cano denunció que la inversión se ha hecho en el AVE dejando “abandonada” la red convencional. Considera, además, que el ferrocarril “vertebra” la comunidad y ayuda con problemas como la “Galicia vaciada”.

Por su parte, Beatriz Domínguez apuntó que las rutas convencionales obedecen a un “tema social”. Según explicó, hay muchas estaciones sin personal en la que solo hay máquinas en las que no se puede pagar en efectivo, lo que “genera dificultades” a las personas mayores. Domínguez reclamó un “relevo generacional” en la plantilla y se lamentó de que el mantenimiento de la alta velocidad “esté totalmente externalizado”.

Tras la rueda de prensa, más de medio centenar de trabajadores de Adif y Renfe se concentraron en la Plaza de San Cristóbal, frente a la estación, “en defensa del ferrocarril y del empleo público” como rezaba la pancarta que portaban los presidentes de los Comités.

El Correo Gallego

Festa dos Ovos con Chourizo/ Festa da Lamprea

Lo del chourizo como plato estrella de una fiesta gastronómica tuvo su momento álgido hace muchos años. Fue en 1992 cuando se inventó en Cesures la Festa dos Ovos con Chourizo. El año anterior, Piñeiro Ares, inefable alcalde cesureño, polemizó con Jesús Villamor, alcalde de Padrón, al organizar unas fiestas de Pascua al tiempo que las populares y ancestrales fiestas de Pascua padronesas. Saltaron chispas y en 1992, Piñeiro dejó el invento pascual y se inventó una movida gastronómica que hizo correr ríos de tinta y dio mucho juego periodístico.

En concreto, unos días antes del domingo festivo de Padrón, organizó quince días de festejos que culminaron con la I Festa dos Ovos con Chourizo, que, además de la degustación gratuita de tan contundente plato, contó con la presencia estelar de Marianico el Corto. Aquella mezcla castiza y cañí provocó críticas, debates, vergüenzas y artículos de fondo, máxime cuando el alcalde Piñeiro ya había irritado a medio Salnés con la contratación festiva de Regina dos Santos, un mito erótico del patriarcado machista cuando nadie hablaba de ese tema.

Como Piñeiro Ares era genio y figura, la Festa dos Ovos con Chourizo no estuvo exenta de polémica. Si el año anterior la pelea había sido con Padrón, en 1992 la disputa fue con Valga. La chispa brotó cuando los feriantes, que costeaban buena parte del programa festivo, instalaron algunas de sus barracas en los muelles dentro de un terreno propiedad del Ayuntamiento de Valga. Una vez llegado a un principio de acuerdo con el concello colindante, los feriantes rompieron el pacto de manera unilateral y, ya que no podían invadir Valga, forzaron una represalia simbólica: la comisión del huevo y el chorizo excluyó del programa de fiestas al grupo de gaitas y danzas de Valga.

Piñeiro Ares era todo un personaje. Lo recuerdo en Fexdega, acompañando a Fernández Albor durante su paseo de inauguración, pero corriendo apresurado para instalarse en el stand de Pontecesures, preparado para dedicarle su último libro a don Xerardo. Otra vez lo vi en la discoteca Chanteclair, cuyo memorable eslogan publicitario era «¿Te trisca la idea?». Aquella noche actuaba Manolo Escobar en la disco, pero no acababa de salir al escenario porque no le pagaban. Ajeno a la polémica, José Piñeiro paseaba por Chanteclair meditabundo y solitario, parecía a la espera de que una idea le triscara. Quizás fue ahí donde maquinó lo de los ovos con chourizo, que se sustanciaron esa primavera.

Cuando Piñeiro perdió la alcaldía y la ocupó el BNG, se potenció la Festa da Lamprea y se olvidaron los huevos. De esa fiesta fui jurado. Nunca lo olvidaré. En la plaza del pueblo, sobre un estrado, el hermano de Camilo José Cela, la tía de Pepe Domingo Castaño, el periodista Diego Bernal y un servidor. Delante, todo Cesures sentado en sillas y atendiendo a cada uno de nuestros gestos mientras probábamos una docena de lampreas preparadas por amas de casa del pueblo. Tras elegir la mejor, nos invitaron a cenar… lamprea. No me sentó mal, pero al día siguiente solo comí un yogur. Es lo que tienen las fiestas gastronómicas.

J.R. Alonso de la Torre. LA VOZ DE GALICIA

Carreteras no permitirá la venta de pimientos en la N-550 de Padrón.

A cambio, el Ayuntamiento ofrece la plaza de abastos del municipio de forma gratuita para que los productores le den salida al pimiento.

Carreteras no permitirá la venta de pimientos en la N-550 de Padrón

La Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia ha informado que no permitirá la venta en determinados puntos de los márgenes de la N-550 por ser terreno de dominio público. De acuerdo con La Voz de Galicia, Carreteras marca una serie de condiciones para que la venta sea posible o no en algunos puntos de la N-550.

De este modo, como si se tratase de una actividad ambulante, la venta obedece a la distancia desde la carretera, que depende de si se trata de un tramo con acera (se tendrá que vender hacia dentro de la misa) o sin acera (se tendrá que poner el puesto a unos ocho metros de la tajea.

Como solución, el Ayuntamiento ha ofrecido la posibilidad de vender en el interior de la plaza de abastos sin coste alguno para los productores, siempre y cuando coticen como autónomos y posean el carné de manipulador de alimentos. También se permitirá la colocación de carteles en el exterior de la plaza para publicitar la venta de pimientos.

«No somos ilegales»

Esta decisión ha pillado por sorpresa a algunos de los vendedores. Estos mismos aseguran que desde una reciente inspección de Trabajo solo quedaban tres o cuatro productoras como autónomos y con todos los impuestos al día, de acuerdo con La Voz de Galicia. “No somos ilegales y no entiendo por qué no se nos deja vender como siempre”, ha asegurado una de las productoras afectadas.

“¿Quién va a ir a la plaza del mercado? No es lo mismo que estar al lado de la carretera” asegura una vecina de Hebrón, que también cree que a la plaza se va «a propósito» y muchos «no se desviarán de la carretera para ir”.

El Consello Regulador de la DOP Pemento de Herbón también se manifestó en su día en contra de la venta a pie de la vía N-550, por la mala imagen para el producto y por las condiciones en las que se vende. En cambio, para algunos productores es la mejor manera para comercializar el pimiento fresco: se recolecta por la mañana y se vende por la tarde.

Diario As