Campos y Romero acaban décimos y últimos en el C-2 1.000 en los Juegos Europeos, y Oliveira antepenúltimo en el C-1 1.000.
Muchas eran las miradas puestas ayer desde Arousa en las aguas del río Kur a su paso por Mingachevir, la cuarta ciudad de Azerbaiyán y sede del programa de piragüismo de la primera edición de los Juegos Europeos. Una cita deportiva creada a imagen y semejanza de los Juegos Olímpicos, pero a nivel continental, y a la que Tono Campos y Diego Romero, en el C-2 1.000, y André Oliveira, en la canoa individual del kilómetro, acudían como integrantes de un equipo español con 212 atletas en 19 deportes. Los tres arousanos se jugaban ayer el pase a las finales de sus respectivas modalidades, pero fallaron; dos veces.
Al deportista cesureño del Náutico Firrete, André Oliveira, le quedará al menos el honor de haber sido el primer piragüista español en participar en una prueba de los Juegos Europeos. La suya era la primera de las dos regatas eliminatorias del C-1 1.000 con las que ayer abría el programa de piragüismo de la gran cita del Cáucaso. A las 9 de la mañana del 14 de junio del 2015, hora hispana -las 6 en Azerbaiyán-.
No hubo sorpresa en la manga de Oliveira, con el vigente campeón olímpico, mundial y europeo, el alemán Sebastian Brendel, imponiéndose en 3.54.890 y el húngaro Attila Vadja, rival de David Cal en alguna gran final de los JJ.OO, segundo en 3.56.208. El italiano Craciun logró el último pasaporte directo a la final de esta mañana con un crono de 3.59.178. André acabó sexto de los siete palistas en acción con 4.12.760, dejándose llevar tras alcanzar la mitad de la regata sexto sin confianza en su esprint. La estrategia, reservar fuerzas sabiendo lo duro de tener que pelear a las 12.50, hora local, con temperaturas que alcanzan en Azerbaiyán en esta época del año hasta los 40 grados de día.
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Media regata metido en la final
La cosa pintó bien de inicio en la semifinal de ocho. André avanzaba tercero en el primer 250, y cruzaba el ecuador del 1.000 segundo. Pero ya a 250 de meta caía a un quinto puesto que no mejoró, empatado con 3.48.150 con el local Matviichuk y a 1,1 segundos del último pasaporte para la final. André comentaba tras la prueba que «no estoy contento, ya que veníamos con ganas de final». Ahora, tras disfrutar de un par de días como espectador de los Juegos Europeos, se centrará en el selectivo del 18 de julio para ser el C-1 1.000 español que intente lograr el pasaporte olímpico en el Mundial de Milán de agosto.
Claro que peor les fue al meco Tono Campos y al vilagarciano Diego Romero. El C-2 1.000 del Breogán do Grove acabó como la única de las diez canoas dobles del kilómetro inscritas en los Juegos Europeos fuera de la regata por las medallas de esta mañana. En la primera de las dos eliminatorias remataron últimos con 3.43.370, a casi 5 segundos de la tercera plaza de acceso a la final. En la semifinal Campos y Romero volvieron a quedar muy lejos, a 2,2 segundos del tercero que marcaba el corte.
Juegos Europeos
Al cesureño le quedará el honor de haber sido el primer piragüista español en competir en los JJ.EE
La voz de Galicia