En O Grove, Sanxenxo y Cesures los gobiernos no tienen mayoría y deben negociarlos.
Dice la ley que los concellos deberían aprobar los presupuestos del año en curso antes de que empezase ese ejercicio. Pero está claro que la norma es papel mojado. Estamos a mediados de abril y todavía hay diez ayuntamientos de la comarcas de Pontevedra, Arousa y Deza-Tabeirós que no han dado luz verde a sus cuentas del 2016 y, por tanto, tienen prorrogadas las del año anterior. Casi todos los otros municipios, los que sí cuentan con un presupuesto nuevo en vigor, los aprobaron fuera de plazo salvo alguna excepción, como el caso de Pontevedra, que lo hizo en diciembre. ¿Qué concellos siguen a día de hoy sin aprobar sus documentos económicos? Se trata de Sanxenxo, Portas, A Lama, Caldas y Vilaboa en la comarca pontevedresa; de Vilanova, O Grove, Cesures y Meis en Arousa y Rodeiro en el área dezana.
Aprobar las cuentas es complicado en dos sentidos; uno, por el trabajo técnico que conlleva y, dos, porque lo normal es que pasen el filtro del pleno. Y, si el ejecutivo tiene mayoría, no hay problema. Pero si gobierna en minoría, la cosa se complica. Lo sabe el alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, cuya propuesta económica fue tumbada por la oposición en uno sesión plenaria. O Grove es uno de los concellos donde las cuentas deben negociarse con los rivales políticos. Ocurre también esto en Sanxenxo y Pontecesures, donde los ejecutivos ya no tienen mayoría.
Bajas laborales
Los casos de concellos sin mayorías gobernantes son comprensibles, pero más difícil es de entender que no se aprueben los presupuestos en ayuntamientos que sí las tienen, como Portas, A Lama, Caldas, Vilaboa, Meis, Vilanova y Rodeiro. En estos sitios, los regidores hablan de varias cuestiones. Dicen que es difícil hacer una previsión de gastos, que eso lleva mucho tiempo y trabajo. Y aluden también a bajas laborales en los departamentos de intervención o secretaría.
Hay un municipio con una situación bastante insólita. Se trata de Vilagarcía, que sí tiene las cuentas aprobadas. El gobierno del socialista Alberto Varela, que no cuenta con mayoría absoluta, utilizó una fórmula distinta para aprobar los presupuestos. El documento económico más importante del Concello de Vilagarcía para el ejercicio al curso fue llevado primero al pleno. Pero este lo rechazó. Después, se le dio luz verde en una comisión de gobierno, es decir, sin que la oposición lo validase ni votase.