El caso de las facturas del combustible en el Concello de Pontecesures sigue dando coletazos, y más que dará en los próximos días. Por si las conclusiones que dejó el pleno celebrado el martes para analizar este tema fueran pocas, desde las filas de la oposición pedían ayer que «se llegue hasta las últimas consecuencias para exigir responsabilidades».
Lo hace el concejal de la ACP, Luis Sabariz, pero es una reivindicación que asumen el resto de los grupos de la oposición, tal y como dejaron patente durante la sesión extraordinaria.
El independiente quiere ahondar en la investigación iniciada por el Partido Popular y en el pleno del miércoles en el que se volverá a abordar la cuestión pedirá explicaciones sobre el gasto de gasóleo del patrol de obras correspondientes al primer bimestre del 2006 para comprobar si mantienen la línea de los consumos del 2005.
Este vehículo consumió el año pasado una media de 400 euros al mes en gasóleo cantidad que todos los grupos coinciden en calificar de desorbitada.
Sabariz, desasosegado
El que fuera socio de gobierno del ahora discutido alcalde del BNG confiesa el «desasosiego» que le produce «pensar que confié en su persona y en su gestión durante casi siete años». «El propio alcalde está llevando a la institución por un sendero peligroso. Contrataciones a dedo de amigos, comidas con acompañante sin identificar, favoritismo y clientelismo y ahora este escándalo del combustible. Son asuntos que se están haciendo cada vez más habituales y en vez de estar hablado de la gestión municipal estamos refiriéndose a temas de corrupción».
«Resulta sobrecogedor pensar que en la gasolinera A Palmeira de Redondo fueran a repostar vehículos ajenos al Ayuntamientos (de clubes deportivos privados o de particulares) y empleados de la estación de servicio, falsificando los tickets, les pusieran la matrícula de vehículos municipales», añade Sabariz.
Por último se muestra partidario de elevar el asunto al juzgado. El Partido Popular ya advirtió que lo haría si Angueira no justifica debidamente estos gastos.
LA VOZ DE GALICIA 22/06/06