Padrón pide al Gobierno central que repare la deuda histórica con A Ponte para humanizar la N-550.

Hace décadas que está prevista la obra en este núcleo de entrada al municipio por la provincia de Pontevedra

Con el inicio de las obras de humanización de la carretera N-550 a su paso por O Milladoiro, Padrón mira inevitablemente hacia el núcleo de Ames y no solo porque muchos padroneses se verán afectados por las restricciones y cambios en el tráfico a causa de los trabajos y una vez finalizados estos. Lo hace porque en Padrón hay un núcleo, cruzado por la vía nacional, el de A Ponte, que lleva décadas esperando por una obra similar, para humanizar la travesía y con ello, incrementar la seguridad para los peatones y unir el lugar con el casco urbano.

A Ponte lleva tanto tiempo esperando por esa obra que el Ministerio de Transportes, anteriormente de Fomento, tiene una deuda histórica con el núcleo y con Padrón. «Nin o goberno do PP nin o do PSOE no Estado foron quen de sacar adiante esa obra», reconoció el alcalde padronés Anxo Arca en el último pleno ordinario, en el que se aprobó, a propuesta del grupo socialista, pedir la gratuidad de la autopista entre Padrón y Santiago y en el que, inevitablemente saltó el tema de la actuación pendiente en A Ponte.

Anxo Arca solicitó hace semanas mejoras para la N-550 a su paso por Padrón y A Ponte. En este último punto, pidió la construcción de aceras a ambos lados de la vía hasta el núcleo urbano y la elevación de un paso de peatones. Desde el BNG, la edila Bea Rei recordó que fue un diputado nacionalista, Francisco Jorquera, el que en el año 2008 llevó al Parlamento una propuesta para humanizar todo el tramo de la carretera N-550 a su paso por Padrón. «Dende entón estase esperando», dijo Bea Rei, quien añadió que su grupo presentó en cada presupuesto estatal una enmienda para que se incluyera la obra y que tanto el gobierno del PP como el del PSOE la rechazaron.

Desde el partido popular de Padrón, el concejal Ángel Rodríguez recordó el plan plurianual aprobado en 2018 para ejecutar la humanización de la travesía de A Ponte, que no llegó a materializarse, dijo, a causa de la moción de censura presentada contra el entonces presidente Mariano Rajoy. Así, ese plan tenía como fin de la obra el año 2020, unos 25 años después del inicio del expediente para expropiar las viviendas necesarias.

Descartado en su día el polémico proyecto de cuatro carriles, en 1996, el entonces Ministerio de Fomento expropió unas 16 casas en ruina pegadas a la vía para llevar a cabo otro proyecto, que concretó en el 2009 y presupuestó en 4,5 millones.

De este último plan se ejecutó solo una obra de emergencia de 500.000 euros para derribar las casas en ruinas en el 2013 y abrir una senda peatonal. En 2018, hubo otra planificación plurianual, de 50.000 euros para ese año; un millón en 2019 y tres millones en 2020 (4,05 millones en total), tal y como recordó el concejal del PP de Padrón, partido que precisó que la humanización de la travesía de A Ponte no se hizo pese a que «tiña todos os permisos sectoriais», dijo Ángel Conde.

«Padrón sigue esperando», afirmó el edil del PP, quien no dudó en asegurar que el Gobierno central del PSOE «non priorizou esta obra». También afirmó que la actuación que se ejecuta en el núcleo de Ames colin dante con Santiago es «moi prexudicial para os veciños de Padrón» a la hora de desplazarse a Santiago. No obstante, para el PSOE de Padrón la obra de O Milladoiro es «un avance ao que os demais concellos polos que transita a N-550 miramos con atención, cada un dende a súa perspectiva, sabedores de que esa actuación é necesaria para aumentar a calidade de vida da poboación dese núcleo. E tamén será o exemplo daquelo ao que podemos aspirar outros lugares afectados polo tráfico desta estrada».

Sin mirar ni pensar en el núcleo de O Milladoiro, el Gobierno central tiene una deuda con A Ponte y con Padrón, cruzado por una vía con 30.000 vehículos diarios. El alcalde estuvo en A Ponte semanas atrás acompañado por la subdelegada del Gobierno en la provincia de A Coruña y por representantes del Ministerio de Fomento, a los que le trasladó la necesidad, entre otras mejoras, de construir aceras en ambos lados de la N-550 a su paso por el núcleo de entrada al concello desde Pontevedra, lo que sería un primer paso para empezar a saldar la deuda histórica.

La Voz de Galicia

El PP reclama en el Congreso la recuperación de las frecuencias ferroviarias del Eje Atlantico.

Más allá de las cuatro enmiendas para mejoras en Vilagarcía presentadas por los diputados populares en el Congreso, que confía sean apoyadas por el PSOE y el BNG, Elena Suárez señaló ayer también que a través de esta misma vía en Madrid «reivindicamos la recuperación de las frecuencias de los trenes de la línea que une Vigo y A Coruña», reducidas en el inicio de la pandemia y que siguen sin ser recuperadas.

«Lo hemos denunciado un montón de veces, lo hemos llevado al pleno del Concello de Vilagarcía, al Parlamento de Galicia y pedimos al grupo popular que lo lleve al Congreso», indicó Suárez. Eso, y que la capital arousana cuente con parada del AVE.

Sobre esta cuestión, Ana Pastor recordó su pasado como ministra de la cartera de Fomento, ahora Transportes, resaltando que en su etapa se diseñó la línea de alta velocidad del Eixo Atlántico, invirtiendo en ella 800 millones, cantidad elevada hasta los 4.000 al hablar del conjunto del proyecto del AVE para Galicia durante los gobiernos de Mariano Rajoy. Dicho esto, la diputada en Madrid señaló que el PP peleará tanto por recuperar las frecuencias del servicio de media distancia como «para que el tren de alta velocidad pare también en Vilagarcía».

La Voz de Galicia

Renfe se da ocho meses de plazo para recuperar todos los trenes debido a la falta de maquinistas.

La media distancia convencional sigue por debajo del 70 % pese a que en Galicia ya ha terminado la emergencia sanitaria

La versión oficial para explicar la lenta recuperación de las frecuencias ferroviarias perdidas durante la pandemia se centraba en exclusiva en la baja demanda. Los viajeros se habían acostumbrado al coche privado por el miedo al contagio. El propio presidente de Renfe, Isaías Táboas, en una reciente visita a Galicia, animaba a los gallegos a utilizar «menos» el coche particular para «incentivar» a la compañía «a poner más trenes». No obstante, a raíz de la huelga convocada por el Sindicato de Maquinistas (Semaf), se supo que Renfe no podía poner en circulación todos los trenes suprimidos durante la pandemia no solo por la baja demanda, sino sobre todo por la escasez de maquinistas en su plantilla debido a las prejubilaciones masivas y a la lenta entrada de los que aprobaron la oferta pública de empleo. Este bajo ritmo de incorporación se debía, según el Ministerio de Transportes, a la dificultad para aumentar el número de aspirantes que realizan sus prácticas en cabina, pues se limitó por la pandemia a un solo aprendiz por tren.

En el acuerdo alcanzado a principios de octubre para desconvocar la huelga convocada por el Semaf, se deja claro que este proceso de recuperación de frecuencias -una de las reivindicaciones de la central sindical- seguirá siendo lenta, hasta el punto de que Renfe se da un plazo de ocho meses para volver a la nueva normalidad ferroviaria. El texto del acuerdo, concretamente el apartado segundo, prescribe que se debe «recuperar progresivamente un nivel similar de tráficos de viajeros y mercancías previos a la crisis sociosanitaria, así como las plantillas necesarias para poder llevarla a cabo. Se pondrá como límite, para poder retornar al escenario anteriormente descrito, el transcurso del primer semestre del 2022».

El presidente de Renfe, en su comparecencia parlamentaria del miércoles para explicar los presupuestos de la operadora, admitió esta compleja situación. «En el acuerdo para desconvocar la huelga hemos trazado un calendario de recuperación de los servicios en función de la disponibilidad de maquinistas», dijo. Isaías Táboas reconoció el «déficit» en la plantilla de conductores de trenes, pero negó que se deba a la resistencia de la empresa a incorporarlos, sino a que necesitan unas 400 horas para habilitarse en las líneas, algo que se retrasó, entre otros factores, por la pandemia. «Se ha producido un decalaje y estamos trabajando para que sea lo menos lesivo para los ciudadanos».

El diputado del PP Andrés Lorite le reprochó que se está utilizando la crisis del covid «como excusa para eliminar servicios». «No se están cumpliendo las obligaciones de servicio público. Ya está bien de decir que se recuperará la oferta cuando haya demanda. Si no hay oferta, no puede haber demanda», dijo el portavoz popular en la Comisión de Transportes, quien también hizo mención al desequilibrio que hay entre la oferta de los servicios comerciales y las obligaciones de servicio público. Ese desequilibrio es constatable en Galicia, donde la larga distancia a Madrid ya ha sido repuesta, pero la media distancia convencional -los trenes que vertebran zonas rurales- está por debajo del 70 %.

La Voz de Galicia

El parque empresarial cesureño se llevará la mayor partida para Arousa en los Presupuestos.

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No debería ser así, pero sucede. A la hora de repartir el dinero, se suele tener mucho cuidado a dónde se manda. No porque se vaya a malgastar, sino por el rédito que se pueda alcanzar. Los presupuestos que la Xunta presentará para su aprobación en el Parlamento de Galicia son un buen ejemplo. Curiosamente, dos concellos en los que el alcalde presenta las firmas del PP en la solapa son los que estarán más mimados en las cuentas del organismo autonómico.

La palma se la lleva Pontecesures. A ese concello destinan las cuentas del organismo autonómico más de 4,5 millones de euros para el parque empresarial de la localidad. No será fácil, desde luego, porque serán 600 las fincas afectadas, pero es curioso el ratio de euro por habitante que presenta la villa cesureña. Habrá que estar atento a lo que allí suceda. El año pasado, la Xunta presupuestó nueve millones para el centro integral de Lalín, de los que solamente se ejecutaron 1,2. En las cuentas que en breve se someterán a la aprobación de los diputados autonómicos aparecerán, por lo tanto, 7,8 millones para el próximo año.

La reivindicación del parque empresarial de Pontecesures viene de antiguo, pero ha cobrado actualidad hace poco más de un mes cuando la Xunta de Galicia adjudicó la redacción del Proyecto de interés autonómico (PIA) y del proyecto de urbanización del futuro parque empresarial de Pontecesures, en la provincia de Pontevedra, a la empresa Proyfe, por un importe de 99.730 euros y un plazo de ejecución de 13 meses. Está previsto que el polígono de Pontecesures ocupe una superficie de alrededor de 304.000 metros cuadrados, de los que más de 182.000 se destinarán a parcelas de uso industrial y comercial, apuntaba el gobierno autonómico en su web.

Al margen de Cesures, hay otra localidad arousana, curiosamente también con otro alcalde del PP al frente, que se llevará una importante partida de los próximos presupuestos de la Xunta. Nada menos que dos millones y medio de euros para mejorar el saneamiento de la localidad. Una cifra importante y que se agranda ante lo que se gastará la Xunta en el mismo apartado en A Illa, por ejemplo, donde se quedará en poco más de cien mil euros. Cierto es que ese apartado en Vilagarcía, se lleva 1.646.824 euros. En Cambados, por su parte, la Edar de Tragove recibirá cerca de un millón y medio de euros (1.412.229 euros en concreto) y la ampliación de la lonja otros doscientos mil. O Grove se tendrá que conformar con 150.000 euros para la ampliación de la lonja y 150.000 euros más para la reordenación de los atraques. En definitiva, unos presupuestos escasos de inversiones reales para la comarca de O Salnés y que se sustancian básicamente con las aportaciones de Augas de Galicia y de Portos.

Las significativas ausencias del pabellón de Fontecarmoa y del centro de salud

Suele suceder que a la hora de dar la nota, en determinadas circunstancias brillen más las ausencias que aquellos que acuden al baile. Y con los presupuestos de la Xunta sucede algo de eso. Sobre todo en lo que toca a Vilagarcía, porque pronunciamientos al respecto han habido desde el gobierno autonómico. Y, a falta de conocer con pelos y señales los nombres y apellidos de las distintas partidas, hay dos ausencias en las cuentas que el gobierno autonómico presentará al Parlamento que chirrían.

Para empezar, la no aparición de alguna partida, con nombres y apellidos, destinada a la reforma del pabellón de Fontecarmoa. Cabe recordar que la obra estaba previsto que se financiara a través de un convenio de colaboración que deberían firmar Concello y la Secretaría Xeral para o Deporte. «Segundo a última visita a Vilagarcía realizada polo secretario, José Ramón Lete Lasa, a Xunta comprometíase a financiar a terceira parte da obra. O convenio asinarase unha vez concretado o importe exacto da actuación», explicaban hace solo unas semanas desde Ravella.

Las estimaciones previas apuntan a que podría superar el millón de euros, «dada a ambiciosa actuación que se pretende levar a cabo para adaptar o pavillón principal de Fontecarmoa ás esixencias do século XXI, tanto en materia enerxética, como ás relativas á realización da práctica deportiva dunha instalación que, ademais da actividade dos clubs municipais, acolle eventos deportivos de ámbito nacional e incluso algúns nos que participan equipos internacionais», explicaba el Concello.

La otra ausencia significativa en los presupuestos, al menos hasta que no se pueda desgranar la letra pequeña, es la no presencia de cualquier cantidad destinada a la construcción del nuevo centro de salud de Vilagarcía una vez que el Concello ya ha puesto a disposición de la Xunta los terrenos en los que se asentaba la Comandancia.

Las negociaciones se iniciaron nada más tomar posesión de su cargo Cores Tourís, y su voluntad de diálogo fue elogiada en su momento por el gobierno local. Fueron conversaciones complejas pero que finalmente dieron sus frutos. Estos serán una realidad palpable, si se cumplen los plazos, en el año 2023. Pero, por el momento, no hay asignación presupuestaria de ningún tipo para la obra.

La Voz de Galicia