En concellos como A Illa y Pontecesures el número que se aprueba es mayor que en Valga o Cambados.
Las mociones son unas de las principales herramientas que tienen los grupos políticos para presentar sus propuestas en los plenos de las distintas corporaciones municipales. Cuándo se trata de las expuestas por la oposición arousana, ¿acostumbran a llegar las mociones presentadas a buen puerto? En un mandato que se caracteriza por la presencia de nuevos partidos políticos y en el que tanto se habla de diálogo, ¿abundan los acuerdos entre los distintos partidos para impulsar medidas que afecten a los ciudadanos? La respuesta varía en función del Concello del que se trate, habiendo grandes diferencias al hablar de la aprobación de mociones.
Los Concellos en los que los plenos se saldan con un mayor número de acuerdos en este sentido son A Illa y Pontecesures. De las tres mociones presentadas tanto por el BNG como por el PP en A Illa, se aprobaron todas. No significa que siempre hubiera consenso, puesto que, por ejemplo, en el caso se la solicitud de un tramo de acerca en la avenida da Ponte se aprobó con la abstención del PSOE. Si muestran, en cambio, las posibilidades que tiene la oposición de sacar adelante sus propuestas. En el caso de Pontecesures, las dos mociones presentadas por el PSOE también salieron adelante. Se trata tanto de la mejora de la carretera que une el municipio cesureño con A Estrada y una batería de propuestas sobre incentivos fiscales a distintos colectivos. En el caso de las propuestas por el BNG, se aprobaron seis de once; una fue rechaza (sobre el rechazo a la variante) y cuatro están pendientes.
En O Grove, la oposición también sacó varias de sus propuestas adelante. Se aprobó la presentada por el PP, tres de las cuatro del PGD, y catorce de las veinte del BNG. Con EU, por su parte, resultó imposible contactar.
En el lado opuesto a estos concellos se encuentran Valga, donde solo de aprobó una de las 18 mociones presentadas por el PSOE; y Ribadumia, donde se aprobó una de las siete del PP. En Meis, por su parte, se aprobaron tres de las quince propuestas por el PSOE y ninguna del BNG. «En nuestro caso solo se llevó a pleno una de las ocho que presentamos», explican los nacionalistas. En Cambados, fueron los populares quienes no vieron aprobarse ninguna moción.
En Vilagarcía, se aprobaron más de EU que del PP: 23 de 27 y 6 de 31 respectivamente.
Aprobaciones que no llegan a convertirse en medidas reales
De la aprobación a la puesta en marcha hay un trecho. O eso aseguran las distintas oposiciones de la comarca, que recriminan que la luz verde a una propuesta no siempre va seguida de acciones reales. El PP de Vilagarcía es el primero en señalar que «de esas seis no se ha hecho nada por parte del gobierno». Pone como ejemplo la dotación de un piano para el Salón García y el plan plurianual de mejoras en los parques infantiles. También los populares, pero en este caso de O Grove, señalan que no sé incluyó la partida para la creación de unos senderos en San Vicente en los presupuestos del año pasado. En el caso de Vilanova, desde el BNG señalan que «evidentemente, interésanos que se aproben tódalas mocións pero tamén que se vaia realizando o acordado». Se aprobaron diez de las treces mociones que presentaron. Eso sí, «algunhas con modificacións». En el caso de Gañemos Vilanova, se aprobaron cinco de catorce, entre ellas, la aplicación de la ley de transparencia en el concello y la denominación de una plaza o calle en la memoria de la generación de Vilanova perdida en los años ochenta.
También en los concellos donde la aprobación de mociones de la oposición fue mayor se repite esta crítica. Desde el PP de A Illa afirman que «aunque el diálogo es aceptable, no se ejecutó ninguna de las tres mociones». En las preguntas y otro tipo de iniciativas, la tónica entre gobierno local y oposición se mantiene en la misma línea que las mociones.
La Voz de Galicia