Uno por más que lo intenta no acaba de acostumbrarse a lo inevitable. Sabes que algo va a pasar e intentas ir amoldándote a la situación; piensas que forma parte del ser humano… Pero ocurre y te preguntas ¿por qué? No hay explicación. Se fue Jano o da Ponte, se fue Alejandro Mato, y no le encuentras explicación. Jano era un tipo legal. Eso se dice siempre de los que se van, pero, amigo lector, en este caso no tenga la más mínima duda. Janito era un chaval bueno, de esos que vale la pena conocer. Siempre dispuesto a ayudar a todos, a compartir con unos y otros. Nacionalista como la copa de un pino, bloqueiro a más no poder, sabía estar con sus amigos: ya fueran del PP, del PSOE o del MCG. En los momentos difíciles lo tenías cerca, con esa media sonrisa tan suya, bajo la boina, tomando una taza. Y nunca te iba a dejar de lado. Dicen que primero se van los mejores. No lo duden, que en este caso es cierto. Por eso, querido Jano, me fastidia mucho más.
Artículo de José Antonio Pérez en «EL CORREO GALLEGO» 10/08/07
El fallecido Alejandro Mato, da Ponte, era el cuñado del cesureño Luis Mosquera y de Santiago Montenegro de Grúas Estación.