La incógnita de los pactos.

A tres días de las elecciones municipales, los dos grandes partidos gallegos continúan en sus trece. El PPdeG de Alberto Núñez Feijóo sigue cargando contra los gobiernos de coalición, mientras el PSdeG de José Ramón Gómez Besteiro aboga por ejecutivos alternativos al PP. Primero habrá que escuchar a los ciudadanos, que son los que con sus votos establecen la distribución de concejales en cada ayuntamiento, y después llegará el tiempo del diálogo y los pactos. La incógnita, en este momento, es saber si los socialistas dejarán las manos libres a cada uno de sus candidatos para resolver la situación de su concello como mejor le parezca o impondrán una posición fija para todos ellos. Cada ayuntamiento es un mundo, pero el hecho de que las elecciones autonómicas gallegas estén a un año vista puede provocar que la dirección del PSdeG tenga la tentación de dirigir las negociaciones con una orden general de obligado cumplimiento. Sabemos que los populares apuestan por dejar gobernar en cada sitio a la lista más votada. Sabemos también que esa es la posición que ahora mismo defiende el PSOE en Andalucía, donde Susana Díaz tiene muchos problemas para su reelección tras haber sido la más votada con una diferencia sustancial sobre sus rivales. Sabemos también que las coaliciones de más de dos partidos suelen fracasar. Pero no sabemos qué harán los socialistas gallegos.

El Correo Gallego

Sabariz pide el voto para quienes rechazaron los pasos de peatones elevados.

El independiente reclama un castigo al tripartito, “que ya tiene adjudicada la obra pero no lo anuncia”

El portavoz de la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP) no está en campaña, porque no se presenta a la reelección. Pero aún así no duda en arremeter contra el gobierno tripartito que forman BNG, Terra Galega y PSOE, en esta ocasión diciendo que “no se atreven a anunciar la obra de instalación de los pasos de peatones elevados en las calles centrales de la localidad, a pesar de que esos trabajos ya fueron adjudicados por la Junta Local de Gobierno el pasado día 12”.

Luis Ángel Sabariz Rolán sabe de la importancia que esto puede tener por toda la polémica que rodea a este proyecto, de ahí que quiera hacer pública la citada adjudicación, convencido de que el ejecutivo local “no se atreve a hacerlo para que no le pase factura en las urnas”.

Con los asfaltados

El concejal independiente incluso explica que el tripartito “anuncia un inminente zafarrancho de asfaltados para tratar de que tengan efecto positivo en las votaciones del domingo”.

Pero resulta que “intencionadamente el gobierno se olvida de anunciar los badenes, ya que la elevación de esos pasos de peatones fue tremendamente contestada por los ciudadanos y comerciantes, que incluso presentaron casi 600 firmas en su contra”.

San Lois y Sagasta

Es por ello que Luis Sabariz hace un llamamiento a todos los vecinos que estén en contra de la colocación de los badenes “para que el domingo no apoyen en las urnas a la lista de los tres grupos partidarios de esta medida, y que sin embargo sí apoyen a quienes se posicionaron en contra de la misma”.

Se trata, en definitiva, de pedir un “voto de castigo” para un tripartito “que hizo caso omiso de las protestas vecinales y del rechazo de la oposición imponiendo su mayoría en el pleno y adjudicando ahora la obra de los pasos elevados de Portarraxoi, San Lois y Sagasta para empezar a ejecutarlos en cuanto pasen las elecciones”, concluye Luis Sabariz.

Faro de Vigo

Pontecesures busca su camino.

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Castro (IP), Tarela (BNG), Souto (TeGa), Araújo (PSOE) y Vidal Seage (PP) en el centro.

El Camino de Santiago pasa por Pontecesures dos veces. La ruta portuguesa y la marítima se cruzan en esta pequeña localidad de algo más de 3.000 habitantes, que parece empeñada en encontrar la forma de explotar como es debido un recurso fenomenal. Al menos, así se desprende de los programas electorales con los que los cinco aspirantes a alcalde se presentan ante los vecinos. Todos son conscientes de la importancia de convertir a los peregrinos en clientes del comercio y la hostelería local. Todos son unánimes al hablar de la necesidad de poner en valor el Camino y, sobre todo, utilizarlo como altavoz de que existe un lugar llamado Pontecesures. La candidata del BNG, Cecilia Tarela, asume la dificultad de ese reto, ya que «non nos deixan nin cambiar a sinalización» para intentar captar a más peregrinos para los negocios del centro urbano.

En todo caso, promocionar la ruta jacobea no es la única alternativa que se plantea para dinamizar la economía local. Los grupos que forman parte del actual gobierno lanzan una batería de propuestas que enlazan con el trabajo ya realizado hasta el momento. Fomentar el asociacionismo entre hosteleros y comerciantes y colaborar con ellos en todo tipo de acciones figura, por ejemplo, en el programa del BNG y del PSOE. Quizás así se puedan cimentar nuevos eventos dinamizadores, como Tapealamprea, la ruta de pinchos que triunfó este año, y recuperar la Festa do Churro, tal y como quieren TeGa e Independientes por Pontecesures.

La lamprea y el churro son los productos estrella de la localidad, y los socialistas apuestan por verlos protegidos por marcas de calidad que los revistan de prestigio.

Pero si hay un evento asociado al nombre de Pontecesures, esa es la feria del automóvil antiguo y de ocasión. Esta cita, nacida a principios del siglo pasado, fue el máximo exponente de una época brillante para esta localidad. El PP plantea recuperar esa tradición y fomentar acciones formativas vinculadas a la rehabilitación de vehículos. Los populares también consideran imprescindible dinamizar el centro, y para ello apuestan por «acometer un estudio serio sobre la vuelta al doble sentido en las calles centrales de Pontecesures». Esa idea también la tiene Maribel Castro (IP), quien considera que para dar un impulso a la economía local es preciso, además, crear un «obradoiro de emprego que sirva como incubadora de novos proxectos», así como la creación de un pequeño polígono «ou área de servizos para empresas».

Infraestructuras

La reactivación económica es un elemento fundamental para lograr devolver a Pontecesures la vitalidad de otros tiempos. Para ello, cada grupo propone sus propias recetas. El PP habla de la necesidad de captar población, y con tal fin propone cuidar al máximo los parques infantiles y las infraestructuras deportivas. En esto último están de acuerdo casi todos los grupos, que incluyen propuestas sobre el mantenimiento y la mejora de pabellones, campos de fútbol y demás. El BNG tiene claras sus prioridades: rematar el saneamiento integral y construir un pequeño auditorio a la medida de las necesidades de Pontecesures. Ese local figura también en el programa del PSOE e IP, mientras que el PP considera más adecuado «negociar cos propietarios de edificios abandonados para recuperalos para uso público, como locais de reunión, etcétera». El PSOE también apuesta por la negociación para lograr la cesión de solares en desuso para crear en ellos huertos urbanos o zonas de esparcimiento.

Pero con los tiempos que corren, el Bloque considera preciso redoblar esfuerzos en materia de Servizos Sociais, «para seguir apoiando a todas as familias que o están pasando mal».
La gobernabilidad o los pactos «coherentes» y «sobre un programa»

Pontecesures es una de esas localidades que semeja abocada a los pactos. Pero los partidos políticos parecen no querer hablar de ellos hasta pasadas las elecciones. A priori, todos apuestan por acuerdos «sempre que sexan coherentes», en palabras de la nacionalista Cecilia Tarela, y que se construyan «sobre programa», según señala el PSOE. El PP confía en que de las urnas no salga un escenario que permita «pactos de talonario que non beneficien a Pontecesures». Al margen de estos asuntos, hay otros temas en la agenda local.

Relaciones

La parcela de Valga. Todas las fuerzas políticas consideran «un anacronismo» el hecho de que Valga sea titular de un terreno en la zona del puerto. El BNG y TeGa hablan de intentar recuperarlo como territorio cesureño. El PSOE y el PP plantean negociar con el municipio vecino para que esa parcela, situada junto a la plaza, «estea nas mellores condicións posibles». E IP quiere recuperarlo para construir allí un pequeño auditorio.

Vida municipal

Más transparencia. Los tres grupos que compartieron gobierno este mandato están satisfechos de la pulcritud y la transparencia de su gestión. «Aquí está todo totalmente fiscalizado, e así seguiremos», se compromete Cecilia Tarela (BNG). De todas formas, y para ganar transparencia, PSOE, TeGa y PP apuestan por un reglamento de participación ciudadana y por aprovechar la web municipal para difundir toda la información referida al Concello: desde actividades hasta contrataciones.

Pontecesures y Valga reivindican su singularidad y apuestan por seguir por libre.

Hasta hace 90 años, Pontecesures y Valga formaban un todo. Fue en 1925 cuando la primera de estas dos localidades, entonces un puerto fluvial pujante y moderno, consiguió la independencia. Han pasado los años. En todo este tiempo, las relaciones entre los vecinos de estas dos localidades -no tanto entre sus administraciones locales- han sido intensas. A fin de cuentas, Pontecesures es sentido por muchos valgueses como el casco urbano del que carecen en su término municipal.

A pesar de esa intimidad en el trato, los vecinos de estas dos localidades no parecen ni querer oír hablar de formar de nuevo una unidad. La fusión de estos dos concellos no está en la agenda de ninguna de las formaciones que concurren a las elecciones. «Das fusións fálase moito, pero os veciños de Oza e Cesuras aínda non viron ningún dos beneficios que se lles prometeu», explican desde el PSOE valgués. Sus palabras las repite, casi punto por punto, Maribel Castro, de Independientes por Pontecesures. Y, con mínimos retoques, el mensaje se repite una y otra vez, en boca de los candidatos.

Otra cosa muy diferente es «mancomunar» servicios, o «coordinarlos», algo que todos los políticos de la zona ven con buenos ojos. Pero siempre, claro, respetando la «singularidad» de cada ayuntamiento, el carácter propio e independiente de cada localidad.

La Voz de Galicia

«Fiscalizar a Bello Maneiro é chocar contra un muro».

«Hai xente moi cansa de pasar polo despacho do alcalde para pedir favores»

María Ferreirós, de 36 anos, lanzouse a pelexar contra Bello Maneiro dende a plataforma veciñal que se constituíu para intentar frear o polígono industrial de Valga. Ela é arquitecta técnico de profesión e sabe ben do que fala. Se cadra, o que non sabía daquela son as dificultades que presentan determinadas batallas. Agora, que xa o vai coñecendo, decidiu poñerse por diante e encabezar a lista do PSOE que tentará acabar co dominio de Bello Maneiro no concello. A dos socialistas é a única formación que se presenta para desafiar o rexedor do PP. Ferreirós Magariños di que esa ausencia de rivais explica ben o que alí sucede. «Hai un desgaste terrible na oposición porque fiscalizar o traballo de Bello Maneiro é chocar contra un muro», di. «Noutros concellos están a nacer movementos veciñais pero aquí non», lamenta

A número un na lista non militaba no PSOE pero, dende aquela loita do polígono, comezou a manter contactos cos representantes do grupo do puño e a rosa. «Funme decatando de como funcionan e vin que había xente comprometida e moi participativa», apunta. Que o PSOE fose o único partido que votou en contra do PXOM xogou tamén a favor da elección.

Ten por diante unha tarefa dura pero di que está atopando o pulo de moitos valgueses, desconformes co xeito de como se están a facer as cousas. «Hai moita xente que está cansa de ter que pasar polo despacho do alcalde para pedir favores», apunta, e di tamén que están a atopar moito apoio nas redes sociais. «Pedimos que a xente sexa crítica», resume.

Para incidir en que o xeito de facer as cousas do alcalde non ten nada que ver co seu pon o exemplo do tanatorio. «Unha obra na que o Concello gastou un millón de euros e que o normal sería que o fixese unha empresa privada», sinala. Ferreirós recoñece que están atopando dificultades para chegar á xente pero que están decididos a ir casa por casa.

Unha relación fría

De Bello Maneiro di que ten unha relación «moi fría con el» porque é, asegura «un home de moi pouco consenso». Asegura que o alcalde se enfada moito cando as cousas non lle van polo seu rego. «Calquera discrepancia tómaa como un ataque persoal. ? unha situación bastante desagradable», apunta. O que está claro é que María Ferreirós ten por diante todo un reto. Nas dúas últimas eleccións municipais Bello Maneiro andou por riba do 70%.

«Hai xente moi cansa de ter que pasar polo despacho do alcalde para pedir favores»

La Voz de Galicia