La sesión plenaria de este miércoles estuvo marcada, indubitablemente por la cercanía del Día Internacional de la Mujer con la aprobación del quinto Plan de Igualdade, aunque también con el nombramiento del jurado del Premio de Investigación Xesús Ferro Couselo, que cumple este año su vigésimo quinta edición. Xulio Rodríguez González, facultativo del Cuerpo Superior de Museos; Pegerto Saavedra Fernández, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Santiago; Marcial Gondar Portasany, Catedrático de Antropología de la Facultad de Filosofía y de Ciencias de la Educación de la USC; y Pablo Sánchez Ferro, director del archivo histórico provincial de Ourense y nieto del homenajeado.
Desde la oposición reprocharon al ejecutivo que no se incluya a ninguna mujer en la ecuación, una actitud “machista que o goberno reitera ano tras ano”, criticó la portavoz socialista, María Ferreirós, que solicitó fijar un mínimo de 50 % de mujeres. Desde el Bloque, Miguel Lois se pronunció en los mismos términos y pidió una “reformulación das bases”: “a calidade dunha investigación non se delimita ao número de páxinas”, sentenció.
Por su parte, el alcalde, José María Bello Maneiro, defendió la propuesta del ejecutivo por “excelente” el currículum de los seleccionados, así como por tradición, ya que “son os mesmos que o viñan facendo habitualmente”. Una explicación que no convenció a la oposición, que votó en conjunto en contra de la propuesta de la Alcaldía y que aprovechó la ocasión para ironizar sobre la aprobación del plan de igualdad con respecto a la elección del jurado.
Valga ya se prepara para una época que con tanta emoción se vive en la localidad a través de su Belén Artesanal, declarado de Interés Turístico de Galicia, y que atrae a miles de visitantes al municipio. Así, ante la cercanía de la Navidad, el Concello convoca un año más el concurso anual de Belenes, que cumple su vigésimo segunda edición y que ya se suma a la tradición de la característica representación del nacimiento de la parroquia de Campaña, que se inaugurará —como cada año— en diciembre. Pueden participar en el certamen particulares, entidades públicas o privadas, asociaciones y colectivos o establecimientos comerciales. El plazo de inscripción estará abierto hasta el día 29 de diciembre a través de la Casa Consistorial.
El jurado visitará las creaciones en los primeros días de enero y el día 5, coincidiendo con la recepción a los Reyes Magos, se entregarán los premios, que tendrán una dotación de 150, 100 y 75 euros para los tres primeros clasificados para gastar en el comercio local, así como habrá regalos y diplomas para todos los participantes.
El Concello de Valga abre el plazo para la ruta-concurso “Tapa a Anguía” para los locales de hostelería. La actividad, que cumple su décima edición, forma parte de la programación de la Festa da Anguía e Mostra da Caña do País y tendrá lugar, como de costumbre, los dos últimos fines de semana del mes de agosto.
El plazo concluirá el 1 de agosto y los establecimientos interesados ya pueden descargar los la hoja de inscripción en la página web municipal o solicitarla en las oficinas del Concello y entregarla en el Registro municipal debidamente cumplimentada.
Las tapas, que tendrán como producto principal al angula, se servirán de forma gratuita con cada consumición y la parte de concurso se desarrollará únicamente durante el primer fin de semana. Para participar en la votación es necesario reunir los sellos de los bares participantes después de degustar sus tapas e introducir la papeleta en las urnas habilitadas. Entre todos los participantes se sortearán vales de 30 euros.
La multinacional construirá dos nuevas líneas de llenado en la fábrica pontevedresa, coincidiendo con su ochenta aniversario.
La planta de leche condenasada de Nestlé en Pontecesures
está en obras. La multinacional ha comenzado la construcción de una
línea de llenado destinada a grandes formatos para surtir a sus
compradores de la industria, una obra que implica una inversión de
350.000 euros. La nueva línea, como apuntan desde la
compañía, permitirá el llenado de envases de diferentes tamaños que
irán desde el formato de 1.000 litros, que en la actualidad se llena de
forma manual, a los formatos de dos y medio, cinco y 25 litros, que se
realizan de forma semiautomática. Además, la tecnología que incorpora y
que está previsto que entre a funcionar en noviembre permitirá una mayor velocidad de llenado y permitirá aumentar la vida útil del producto.
Pero no solo realizará esta mejora. Porque
Nestlé invertirá también más de 1,5 millones de euros en la construcción
de otra nueva línea de llenado para los envases de un kilo y 740
gramos. De este modo, se unificará el llenado de estos dos formatos, que
hasta el momento se realizaban en líneas separadas. Esta otra línea está previsto que empiece a funcionar en julio del 2020.
La planta de Nestlé en Pontecesures, que cumple ahora ochenta años, tiene actualmente una plantilla de unas 170 personas. Además de leche condenasada produce dulce de leche o cocido de leche, elaborados con leche fresca gallega. Con un volumen de 51.000 toneladas producidas en 2018, el 60% se exporta a Oriente Medio, Europa _siendo sus principales destinos Reino Unido, Francia, Portugal, Italia y Bélgica_, África Central y el Magreb.
David Coré, director de la fábrica de Nestlé en Pontecesures, apunta que unos 150 ganaderos gallegos surten a diario la fábrica de Nestlé en Pontecesures, que cumple 80 años.
Fue la leche lo que hace ahora 80 años atrajo a Nestlé a
Pontecesures. Hoy, esta factoría sigue trabajando con los ganaderos
gallegos para hacer uno de sus productos estrella, la leche condensada
de La Lechera. Pero es que, además, esta fábrica es la única que la
compañía mantiene abierta en toda Europa, Oriente Medio y Norte de
África, lo que significa que «toda La Lechera que se vende en esos
países se elabora en Pontecesures con leche gallega», explica el
director de la planta, David Coré.
—La fábrica de Pontecesures cumple 80 años. Cuéntenos un poco la historia.
—La historia de la fábrica de Pontecesures comenzó en agosto de 1939. Fue una fábrica que fundó la compañía Ilepsa, que es el acrónimo de Industrias Lácteas Penínsulares, una sociedad que pertenece a Nestlé. Es la segunda fábrica más antigua de Nestlé en España. Y siempre estuvo dedicada a la producción de leche condensada y productos similares. ¿Por qué Pontecesures? Galicia es una región de producción láctea importante, ya lo era en los años 30. Hay todavía gente que trabajó en la fábrica en esa época, que vive, y que se acuerda de que entonces recogíamos del orden de 500 litros al día, hoy estamos en cerca de 400.000, la diferencia es notable. La historia ha ido cambiado mucho y después de 80 años afortunadamente todo eso lo hemos pasado. Ha sido una historia con muchas dificultades por el camino. Recuerdo que, por ejemplo, en los años 60 hubo mucho escasez de hojalata y tuvimos que empezar a llenar en frascos de vidrio. Entonces había siete fábricas de leche condensada de Nestlé en España. Pero en el año 83 se centralizó toda la fabricación de leche condensada La Lechera en Pontecesures. El último hito así importante fue en el 2012, cuando Nestlé decidió concentrar toda la producción de leche condensada de la zona Europa, Oriente Medio y Norte de África. Seguimos siendo la única fábrica y nos va muy bien porque no hemos parado de crecer. En diez años hemos crecido mucho, producimos más del doble de lo que hacíamos en 2001 y tenemos expectativas de triplicar la producción en breve.
—¿Por qué se apostó por Pontecesures? Porque había otras siete fábricas en España
—En el año 2012 había en Europa tres fábricas que hacían leche condensada, una en Holanda, otra en Francia y la de Pontecesures.
Varias razones pesarían. Pesaría la trayectoria de la fábrica, que
España es el mercado de Europa más importante en el consumo de leche
condensada y supongo que seríamos competitivos con respecto al resto de
plantas.
—Ahora están listos para una nueva ampliación
—Es un continuo. El negocio de lácteos no es un negocio de alto valor añadido, tenemos que cuidar mucho cómo hacemos las inversiones en fábrica.
Tenemos que elegir muy bien donde dedicamos esas inversiones. En esta
fábrica se ha ido invirtiendo y desde el 2010 llevaremos unos 16
millones de euros, básicamente en mejoras de seguridad, en mejoras
medioambientales y en mejoras de eficiencia. Estos últimos cinco años
también dedicamos cerca de dos millones, dentro de esos 16 millones, a
incrementar la capacidad de producción de la fábrica y a mejorar la
eficiencia de la línea de procesos. Eso nos ha permitido seguir
creciendo y ahora nos están preparando el terreno para crecer todavía
más. Este año vamos a invertir 1,9 millones de euros en dos líneas de
llenado. Serán para una línea de llenado para bolsas de formato
industrial y también vamos a reformar dos líneas de llenado y embalaje
de botes. El formato de un kilo y el de 740 gramos los vamos a hacer en
un único diámetro y a hacer una línea más moderna, más precisa y con
menos costes de mantenimiento y energéticos.
—Entonces, toda la leche con la que se hace la leche condensada La Lechera en España es gallega.
—Toda
la leche que utilizamos ahora mismo en fábrica es gallega. Esto es así y
ha sido así desde hace muchos años. Tenemos tratos con 150 ganaderos de
la zona y para trabajar con ellos tenemos un equipo de seis personas
dedicadas a darles apoyo para que podamos cumplir con los certificados
de buenas prácticas. Trabajamos con ellos en temas como prácticas de
ordeño, calidad, trazabilidad, bienestar animal… Digamos que vamos
profesionalizando cada vez más a los ganaderos, dando asesoramiento para
que mejoren sus instalaciones y crezcan con nosotros. Es inconcebible
pensar en esta fábrica sin pensar en el equipo de radio lechero, que así
los llamamos. Nestlé fue pionera en los años 30, cuando se construyó
esta fábrica se creó el servicio que entonces se llamo de fomento
agropecuario. Era gente que iba al campo a buscar a los que quisieran
trabajar con nosotros y se les ayudaba a que nos suministraran la leche,
a mejorar sus instalaciones se les aconsejaba sobre la alimentación del
ganado…
—Se puede pensar que cualquier tipo de leche vale para hacer sus productos. Pero no es así ¿verdad?
—Si
queremos hacer un producto excelente, la materia prima tiene que ser
excelente. Trabajamos sobre esa premisa y para tener una materia prima
excelente es imprescindible estar donde se produce, asegurarnos de que
se ordeña correctamente e higiénicamente, de que las vacas tienen la
correcta alimentación. Y estos últimos años estamos haciendo también
hincapié en el bienestar animal porque se está viendo que la producción
animal se incrementa cuando los animales están en un ambiente más
cómodo.
—¿Cuánta leche se consume en esta fábrica?
—Este
año consumiremos alrededor de 120 millones de litros, que no es mucho
para ser una industria láctea. Las del brick consumen mucho más. 92
millones provienen de los ganaderos con los que trabajamos. Esto quiere
decir que también compramos leche a otras industrias lácteas gallegas,
que nos aseguramos que viene de granjas gallegas. Tenemos dos tipos de
estacionalidad, las vacas no dan el mismo volumen de leche todo el año,
en primavera dan un poco más y en esta época un poco menos. Y nosotros
la producción que tenemos este año está en torno a las 51.000 toneladas y
tenemos los picos entre octubre y abril. Nos coincide la época de mayor
producción con la época de menor recogida. Este es uno de los trabajos
de nuestros asesores para tratar de que la estacionalidad se aplane.
Entran alrededor de 400.000 litros al día. En primavera es menos y de
nuestro radio lechero son 280.000 litros.
—¿Tenéis dificultades para encontrar proveedores?
—En
época de producción alta siempre es más complicado encontrar leche,
pero sí que es verdad que los ganaderos con los que trabajamos van
creciendo con nosotros. Nuestros ganaderos no se quejan del precio, sino
de que no siempre les dejamos crecer lo que a ellos les gustaría. Si
miramos datos de hace cinco o seis años, nuestras granjas suministraban
310.000 litros al año cuando ahora estamos sobre 630.000 litros, se ha
doblado. Tenemos que hacer que este crecimiento sea sostenible y con
precaución.
—¿A dónde se va la leche que se produce en esta fábrica?
—Prácticamente a todo el mundo, menos a
América que Nestlé tiene bastantes centros productores de leche
condensada. Ahora mismo estamos exportando a 26 países el 60 % de
nuestra producción, aunque el principal destino sigue siendo España.
Destinamos al mercado español unas 20.000 toneladas, pero el resto va a
exportación. El principal mercado al que exportamos nuestros productos
es Oriente Medio, con Arabia Saudí, donde vendemos unas 7.000 toneladas.
A parte de Oriente Medio, nuestros mercados más grandes son Reino
Unido, Francia y países del norte del Magreb.
—Pero España sigue siendo el principal consumidor.
—Afortunadamente sí. La leche condensada siempre ha sido un producto presente en nuestras despensas y en los años 60 cuando teníamos 7 fábricas de leche condensada en España se fabricaban un total de 90.000 toneladas. A las 20.000 que hacemos ahora, el declive que ha habido. Pero, aún así, seguimos siendo el principal consumidor. Se utiliza sobre todo en repostería y para tomar con el café. Lo catalogamos más como un producto de placer y tenemos que defender un consumo responsable.
La doctora en Historia da Arte Inmaculada Real López presentó ayer en el Museo das Peregrinacións su libro
El Museo Gallego de Arte Contemporáneo Carlos Maside, en el que reflexiona sobre el devenir de la institución que cumple 50 años en el 2020. La acompañó el director xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo.