Las féminas ocupan cinco carteles del BNG, cuatro del PSOE, tres del PP y al menos tres listas más de las 48 que se presentan entre Valga y O Grove.
Estas son las elecciones municipales del desencanto. Es cierto que los números, tomados en frío, no lo indican: se presentan 48 candidaturas, solo tres más que hace cuatro años. Pero en el 2011, la mayoría de concellos de la orilla sur de la ría jugaban a tres cartas: PP, PSOE y BNG. Vilagarcía, O Grove y Pontecesures rompían esa tónica, y de paso las estadísticas, con siete alcaldables cada uno.
Entre todas las caras de todos los carteles electorales que hace cuatro años empapelaron Arousa, solo había seis rostros de mujer. Ahora, sin embargo, son quince las féminas que lideran proyectos políticos. En sus manos ha dejado el BNG su futuro en Vilagarcía, Vilanova, Pontecesures, Meis y Ribadumia. Nombre de mujer tiene también el PSOE en Cambados, Valga, Meaño y Meis. Y el PP en Catoira, Meaño y Ribadumia. De nuevo encontramos mujeres encabezando proyectos independientes: ahí está Maribel Castro por Independientes de Pontecesures y Ayda Filguera por AMeca (O Grove). Y es una mujer, también, la que lidera Gañemos Vilanova, una formación que se ha presentado in extremis.
Algunas de estas mujeres tienen que revalidar la alcaldía que ya ocupan. Es el caso de las populares Salomé Peña (Ribadumia) y Lourdes Ucha (Meaño). Otras, como Cecilia Tarela, tendrán que mantener el gobierno para su formación, en este caso el BNG. Pero la gran mayoría debe luchar por dar el salto y conquistar el bastón de mando.
En esa tesitura se encuentra la valguesa María Ferreirós. Ante ella tiene un gran reto: el de aglutinar toda la oposición al actual alcalde, el popular Bello Maneiro. El BNG se desangró en las guerras internas de los últimos años y no ha encontrado soldados para acudir a esta contienda electoral.
Pero Valga es una extraña excepción. Igual que en excepción se han convertido, también, Catoira y Meis, las otras dos localidades de la orilla sur de la ría en la que solo se presentan los tres partidos de siempre. En el resto hay novedades. En A Illa entra, por la zurda, un nuevo jugador: EU-SON. Es esta una formación con trayectoria en localidades como Vilagarcía y O Grove. En la capital arousana, el mapa se simplifica por un lado, con la desaparición de Ivil y de algunas organizaciones que no consiguieron representación municipal en 2011 (Esquerda Anticapitalista y Converxencia Galega), y se complica por el otro, con la entrada en juego de Somos Maioría y UPyD.
En O Grove, pese a los tumultuosos prolegómenos, las opciones de voto se reducen. Populares, socialistas, nacionalistas y esquerdistas competirán entre ellos y con AMeca y el PGD de Fredi Bea. Pero el Partido Galeguista, trasunto de Indepedentes do Grove, no ha hecho ni el amago de reaparecer para la ocasión.
En Pontecesures, otra tierra de fragmentación, desaparece la ACP de Sabariz y la API de Rafael Randulfe. Están en la línea de salida BNG, PSOE, TeGa, PP e IP. En Vilanova a los partidos tradicionales se suma Gañemos Vilanova, con lo que son cuatro las listas entre las que podrán elegir los votantes.
De tres a cinco
En Cambados, Meaño y Ribadumia es donde el mapa político tradicional se divide para dejar cinco candidaturas en cada uno de estos pueblos. En la villa del Albariño nacen Somos Cambados y Cambados Pode. En Ribadumia resurgen los independientes y aparece una nueva formación, Somos Maioría, heredera de los desastres del Bloque. Y en Meaño la novedad la aportan un grupo independiente (MI) y Compromiso por Meaño.
La Voz de Galicia