El embalse pontevedrés de Verducido será en la mañana de mañana el escenario de la batalla naval que decida el nombre de los dos canoístas que a mediados del próximo mes ejerzan en Duisburgo, Alemania, de campeones de España en la pelea por una de las dos últimas plazas europeas de C-2 1.000 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. A partir de las diez siete piragüistas gallegos y un asturiano pugnarán por completar en primer lugar la regata selectiva fijada por la Real Federación Española de Piragüismo. Una prueba inicialmente prevista en el embalse asturiano de Trasona, y trasladada al campo de regatas pontevedrés tras el desastroso precedente de la semana anterior, teniendo que retirar a la final de la Copa de España de 1.000 metros el premio de la plaza en el Preolímpico al C-1 1.000 campeón, dadas las pésimas condiciones climatológicas y su mayor incidencia en contra sobre los palistas zurdos.
Tres arousanos y dos lerezanos parten como favoritos al triunfo en el selectivo del C-2 1.000, con la pareja del Káyak Tudense formada por Brais Casas y el en su día considerado probable sucesor de David Cal, José Luis Bouza, Buzo, como tapados. De hecho, este último dúo fue el único que no se probó hace siete días en la Copa de España de 1.000, con sorprendente victoria de Adrián Sieiro y Sergio Vallejo, del Poio, ganando por 15 milésimas en un apretado esprint al cesureño André Oliveira y su compañero asturiano en el Náutico Firrete David Fernández. Tono Campos y Diego Romero, los grandes dominadores nacionales del C-2 1.000 y fijos en el selección española desde el 2013, con un quinto puesto en el Europeo del 2014 como mejor resultado, se colgaron el bronce a 2 largos segundos de los ganadores.
Tono Campos, el más veterano de los inscritos en el selectivo, comentaba ayer que «non saímos tan fortes como os outros anos, co C-2 menos acoplado pola preparación de Diego para o C-1» con vistas a la plaza en el Preolímpico, que de no variar la RFEP los criterios de selección hace una semana sería suya como campeón de la Copa de España individual -su club, el Breogán, ha interpuesto un recurso ante el Consejo Superior de Deportes y el Tribunal Administrativo del Deporte-.
Apuntado esto, que «as condicións da pista non nos favoreceron», y que «Diego chegaba física e mentalmente tocado polo sucedido no C-1», Campos reconoce que las otras dos canoas «nos gañaron ben en Trasona». Las condiciones meteorológicas en Verducido y el grado de recuperación de su compañero serán mañana las claves del selectivo en opinión de Campos.
A André Oliveira le ha pasado lo mismo que a Diego Romero. Ha primado su puesta a punto para la pelea por la plaza preolímpica en la canoa individual. Llega con menos de una decena de sesiones de trabajo conjunto con su reciente pareja David Fernández. No obstante, «na Copa de España, sen ritmo de competición, e cun tempo malo, fumos cómodos», asegura. Hasta el punto de quedarse a un tris de colgarse el oro. «Somos catro barcos, e calquera pode gañar», opina el cesureño de la final de mañana.
Los lerezanos, los más aplicados
Debutante en categoría sénior, Adrián Sieiro forma con el Sub-23 de segundo año Sergio Vallejo el C-2 más trabajado en la presente campaña. Con una sesión semanal de acoplamiento desde octubre, elevada a dos a partir de febrero, tras testar el potencial de su alianza la temporada pasada ganando la Copa de España de C-2 500 y alcanzando el bronce en la de 1.000. Sorprendidos por su triunfo la semana pasada en Trasona sobre Campos y Romero, Sieiro declaraba ayer que ahora les toca «hacer la mejor carrera de nuestra vida» para ganar el selectivo. «El trabajo está realizado, solo queda demostrarlo», sentencia.
La Voz de Galicia