O Programa GOZA DO ULLA desenvolvese dende maio a
outubro nos concellos bañados polo río Ulla, dende prácticamente o seu
nacemento ata a desembocadura na ría de Arousa, en cada concello realizase unha
ruta que dalgún xeito está relalcionada co río, ben porque a ruta discorre a
carón do mesmo ou porque dende a ruta se pode observar o trazado do río; como é o caso de Pontecesures. En
Pontecesures levarase a cabo a ruta denominada OLLANDO O ULLÁN o vindeiro domingo 1 de setembro.
Esta ruta ten un
percorrido aproximado de 15-16 km e
realizase en 4 horas aproximadamente.
Súbese a ladeira do Monte Castrovalente e á cima do Monte Salgueiras para
rematar baixando polo mirador da Galiñeira, pasando polos Petroglifos da Pedra
da Serpe. É un percorrido de dificultade media que nos permite ver en toda a
súa extensión o Val do Ullán e o trazado
que fai no seu centro o río Ulla.
Inscrición previa na
oficina de xuventude do Concello de Pontecesures no teléfono 986 564 410 ou no
mail xuventude@pontecesures.org
, tan so hai indicar nome e apelidos, concello de procedencia e número de
teléfono. Saída DOMINGO 1 DE SETEMBRO ÁS
9.00 HORAS NA PLAZUELA DE PONTECESURES.
Dende o Concello de
Pontecesures animase tanto aos veciños como á xente de fora do pobo a
participar nesta actividade. A ruta estará guiada por unha persoa posta polo
concello, disporemos en tres ou catro puntos da ruta con servizo de avituallamento,
que ofrecerá bebidas e frutas aos camiñantes.
La Xunta apoyará con 30.000 euros un proyecto que pretende poner en valor el patrimonio minero de la zona.
La recuperación del patrimonio minero de Valga está
más cerca. Ayer se celebró en el Concello la presentación del proyecto
de recuperación de la línea de vagonetas que unía el río Ulla con la
Mina Mercedes. Al acto acudieron el conselleiro Francisco Conde, el
delegado territorial de la Xunta, Cores Tourís y el alcalde, José María
Bello Maneiro.
Conde afirmó que la Xunta aportará, a través de un
convenio de colaboración, un total de 30.000 euros de los 40.000 que se
necesitan para desarrollar una iniciativa que, además del teleférico y
la reactivación de las líneas de vagonetas mineras, incluye también la
construcción de dos nuevos terminales de acceso en los dos extremos. La
actuación prevista superó ya los trámites ambientales y solo falta que
la Xunta apruebe su licitación
Esta antigua línea de vagonetas formaba parte de
la actividad industrial de la empresa Novo y Sierra, donde ahora se
encuentra ubicada Urovesa. Las vagonetas unían la fábrica valguesa con
un pequeño puerto de carga y descarga situado en el río Ulla, cuya
rehabilitación se encuentra también en marcha a la espera de la
instalación de un pantalán por parte de Portos de Galicia.
Con
esta actuación se pretende valorizar el patrimonio de esta zona,
respetando en todo momento el paisaje natural sobre el que está prevista
la acción, según afirmaba el conselleiro Francisco Conde. Este
aprovechó la ocasión para insistir en que «a minaría pode xerar valor despois da súa explotación e da súa produción e formar parte do patrimonio galego».
Además, el alcalde de Valga, Bello Maneiro, señaló que se implantará un
paquete turístico que permitirá a los visitantes llegar a Valga en
catamarán, subir a la línea de vagonetas para tener una visión aérea del
municipio y, posteriormente, visitar otros lugares de interés como el
Museo de la Historia o los petroglifos.
Esta vertiente turística contribuirá también a la creación de empleo. El objetivo es utilizar el patrimonio minero para ampliar la oferta cultural, por lo que se requerirán, espera el alcalde, nuevos trabajadores para cubrir esta demanda.
Las autoridades llevan dos años recomendando no bañarse en las aguas del arenal de Vilarello (Valga) -En el Ayuntamiento afirman que los vertidos se producen cauce arriba.
Hasta no hace mucho, la de Vilarello era
una de las mejores playas fluviales del río Ulla, y la más concurrida
de todo el margen sur de la ría de Arousa
de aguas continentales. Hoy, el paisaje en este lugar del municipio de
Valga es completamente distinto: la gente se puede contar con los dedos
de las manos, y la mayoría son adolescentes de la zona que juegan a
echarse al agua desde el deteriorado pantalán de madera. La
contaminación es la culpable de que en un par de años la playa de
Vilarello haya pasado de ser un pequeño paraíso estival a un lugar
solitario.
Desde hace dos
años, las aguas que bañan el arenal de Vilarello no pasan las pruebas
periódicas que realizan los inspectores de la Consellería de Sanidade de
la Xunta de Galicia.
Por ello, se han colocado en toda la ribera carteles alertando de que
el baño no está recomendado en la zona. El motivo es que los niveles de
enterococos intestinales es alto, y bañarse en esas aguas puede derivar
en problemas para la salud, quizás no graves, pero sí latosos.
Esta situación está directamente relacionada con el saneamiento del río, el tercero más grande de Galicia
de recorrido exclusivamente gallego, y uno de los ecosistemas más
importantes desde el punto de vista socioeconómico para la ría de
Arousa, ya que desemboca en los Lombos do Ulla y en las concesiones
marisqueras de Carril.
En
Vilarello, la contaminación derivada de los vertidos sin depurar, tanto
de casas o aldeas enteras como de industrias, no es un ente abstracto y
sin consecuencias para el día a día de los vecinos. Los valeiros
sostienen que la mala calidad del agua en determinados puntos del río
está detrás de la falta de determinados peces, y la concesionaria del
bar de la playa de Vilarello se queja amargamente. «Cogí la concesión
por dos años, con opción a otros dos, pero si llego a saber que iba a
pasar esto no la cogía», afirma Ángeles Lafuente.
En lo que respecta a los pescadores, el representante de Artes Menores de la Cofradía de Carril, a la que se han asociado los valeiros pontecesureños, Antonio Pesado, sostiene que «en Pontecesures
aún hay tuberías que vierten directamente al río, sin pasar por la
depuradora». Según él, los pescadores encuentran tanto vertidos
domésticos como emisarios ocultos y camuflados en la maleza de algunas
empresas. «Es una situación que estamos denunciando constantemente»,
lamenta.
Además, Pesado aduce
que en buena parte del casco urbano de Pontecesures aún no están
separadas las tuberías de pluviales de las de fecales. Eso provoca que
en los días de lluvias intensas, «la depuradora no dé abasto y haya
vertidos».
Un río maltratado
La
solución no es sencilla, ya que el Ulla es un río de más de 130
kilómetros de longitud y con numerosos afluentes, que en ocasiones
atraviesan aldeas con un saneamiento todavía deficiente o incluso zonas
fabriles o mineras. De hecho, en el Ayuntamiento de Valga
sostienen que el declive de la otrora joya que era la playa de
Vilarello se debe a vertidos que se producen río arriba, y sobre los que
la administración municipal valguesa poco puede hacer.
En
el último Plan Hidrolóxico Galicia Costa se hacía un diagnóstico del
estado de salud de algunos de los principales ríos de la cuenca, y el
Ulla salía mal parado del examen en varios de sus puntos de muestreo. El
exceso de enterecocos intestinales se lleva detectando desde hace un
par de años, y sigue presente en las analíticas de esta primavera, según
los informes oficiales de la Consellería de Sanidade.
Consta que desde finales de mayo y hasta principios de este mes se
tomaron cuatro muestras, y que en la primera y la cuarta se superaron el
millar de unidades por cada 100 mililitros de agua, mientras que en la
segunda y la tercera se situó entre los 320 y las 380.
A modo de ejemplo, en la playa de Rodas (islas Cíes) se identificaron nueve, y en las de Samil (Vigo), se hicieron 15 analíticas y solo en una dio por encima de los 100 microorganismos.
Aunque
hay al menos tres carteles avisando de que no conviene bañarse en la
zona, es habitual ver a jóvenes lanzándose al agua desde el embarcadero.
La concesionaria del bar, Ángeles Lafuente, apunta que también aparecen
de vez en cuando grupos que están haciendo el Camino de Santiago en
piragua. Remontan la ría de Arousa y el Ulla hasta Padrón, pero muchos
paran en Vilarello para hacer un descanso y tomar algo en el bar.
«Este
año a la playa vienen los de Vilarello, algunos en piragua y alguna
caravana. La mayoría de la gente de fuera que llega hasta aquí, se
marcha al ver los carteles», cuenta la hostelera. Ella es de
Pontecesures y recuerda que la situación era muy distinta en 2017,
cuando se decidió a pelear por la concesión administrativa del local de
Valga. «Estuve hace cuatro en Vilarello vendiendo pulpo y vi que los que
tenían el bar trabajaban bien».
La de Vilarello es una playa fluvial que tiene casi todos los ingredientes para triunfar. Cuenta con un arenal extenso, una zona ajardinada donde descansar a la sombra, mesas de piedra para comer y hasta un pequeño parque con unos pocos juegos infantiles. Sus aguas acostumbran a ser tranquilas y el paisaje es de lo más relajante. Pero le falla el agua, aunque el problema es subsanable.
El escritor viajó con el equipo de «Jara y Sedal» y capturó un salmón de once kilogramos de peso´.
Miguel Piñeiro, el pescador, periodista y escritor arousano que ejerció de pregonero en la pasada Festa da Lamprea de Pontecesures
y dirige el boletín gratuito de pesca deportiva «O Trueiro», viajó a
Noruega con el equipo del programa de «Jara y Sedal», de RTVE. Fue allí
donde este experto pescador que conoce cada recodo del río Ulla pudo
presumir de cebos artificiales elaborados en Galicia.
Lo
hizo gracias a sus espectaculares capturas, entre ellas un salmón de
once kilos que pudo pescar en el río Namsen utilizando como reclamo «un
pez de artesanía gallega elaborado por Quique Veiga». Y si bien se
conforma, alega Piñeiro que «quizás pesaba más, pues los pescadores del
lugar afirmaron sin dudarlo que la balanza utilizada era de la
postguerra».
Además de este portentoso ejemplar de más de un metro de largo, el pontecesureño capturó en el río Nidelva «seis reos en menos de una hora, uno de un kilo y otro de dos», en este caso usando como cebo un pez artificial elaborado también de forma artesanal en Galicia.
Hace semanas vecinos y pescadores de Pontecesures
denunciaban la existencia de vertidos al Ulla procedentes de fosas
sépticas. Ahora se recrudecen esos lamentos y se escuchan los de otros
ciudadanos del entorno, así como de mariscadores de la ría de Arousa,
que ponen el grito en el cielo tras constatar la existencia de
«infinidad de puntos de vertido contaminantes».
Se
trata tanto de desagües como de regatos que desembocan en el río
totalmente repletos de aguas fecales e incluso restos procedentes de
diferentes industrias.
Las críticas se refieren al «preocupante estado» del cauce fluvial en las localidades de Padrón, Pontecesures, Catoira
y Valga, por lo que se pide una mayor presencia del Servicio de
Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y que esta
actúe «con mayor contundencia» contra los que se encargan de destruir el
medio natural e incluso las administraciones públicas que puedan
tolerarlo.
«Estamos ante un
auténtico atentado medioambiental que se comete permanentemente, las 24
horas del día y todos los días del año», aseguran algunos de los
damnificados.
Hay mariscadores
que faenan en los bancos de Os Lombos do Ulla y los parques de cultivo
de Carril (Vilagarcía) que achacan a esa contaminación fecal e
industrial del río el progresivo declive de sus zonas productivas. Al
igual que hay pescadores que relacionan la escasez de lamprea, anguila,
solla y otras especies con esa supuesta contaminación.
Al
tiempo que piden «medidas contundentes» para acabar con esto, muestran
imágenes en las que se aprecian importantes vertidos que, efectivamente,
acaban en el Ulla, además de contaminar el entorno natural del mismo y
de los afluentes que lo abastecen.
Hay
tramos donde el agua está completamente marrón, mientras que en otros
presenta un color amarillo intenso que cubre toda la lámina de agua.
No faltan restos de toallitas y otros desperdicios que acaban en el lecho fluvial procedentes de redes de alcantarillado que no pasan por depuradora o directamente desde las fosas sépticas de algunas viviendas.
Vecinos residentes en San Xulián de Pontecesures denuncian que, «históricamente, hay vertidos de aguas fecales que van directamente desde las viviendas al río Ulla». Sostienen que a pesar de los avances experimentados en materia de depuración y de la ampliación de las redes de saneamiento, «la situación sigue sin ser controlada en esta zona, a la altura del puente de hierro de la vía del tren que cruza sobre el cauce fluvial». Explican que «hay fosas sépticas canalizadas hacia el río sin que nadie haga nada para acabar con esta situación».