Alcaldes y representantes de los concellos arousanos.
Diputados y representantes municipales del BNG participaron ayer en Pontecesures en un acto organizado para mostrar su “rotunda oposición” a la implantación de la macrofactoría de Altri en Palas de Rei, una instalación que consideran una “bomba medioambiental” que enciende las alarmas en los ayuntamientos que se nutren de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) del río Ulla, “tanto polos efectos que a celulosa terá na calidade das augas como polo risco de abastecemento que suporá”.
Junto a los diputados Luís Bará, Rosana Pérez, Montse Prado e Iria Carreira, participaron en el acto la senadora Carme da Silva, la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino y el regidor de Catoira, Xoán Xosé Castro, junto a representantes del BNG en Ribeira, Pobra do Caramiñal, Rianxo, Padrón, Valga, Dodro, Boiro y Vilagarcía que se abastecen de la mencionada estación potabilizadora y que podrían verse “prexudicados gravemente” por la instalación de la celulosa.
El BNG sostiene que, de llevarse a cabo este proyecto supondrá un “empeoramiento da calidade da agua do río tanto polos verquidos cómo polo risco de eutrofización ao baixar o caudal nos tres embalses de Portodemouros, Brandariz y Touro”. “É evidente que todos estes efectos negativos serán trasladados augas abaixo causando un impacto no río Ulla moi severo, empeorando a calidade das súas augas e comprometendo o caudal en épocas de estiaxe”, apunta el BNG.
Control en el Senado
Asimismo, Carme da Silva avanzó que este martes, durante la sesión de control al Goberno del Estado en el Senado, el BNG preguntará al Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, sobre la voluntad del ejecutivo de “incluír ou non” la macrocelulosa de Palas de Rei entre los proyectos que recibirán ayudas del Perte de descarbonización.
“Deberá dar a coñecer a posición do Goberno en relación a este proxecto e mesmo se existe algún tipo de compromiso por parte do executivo para que a macrocelulosa poida acceder a estes fondos” afirma. En este sentido, la senadora del BNG denuncia que el proyecto «incumpre» los requisitos estabelecidos para la percepción de estos fondos.
El “Pacto da Devesa” permitió que el ayuntamiento se independizara en 1925.
En medio de la villa quedó una parcela de 1.200 metros cuadrados que pertenece al municipio vecino.
La explanada situada en las inmediaciones de la plaza de abastos de Pontecesures perteneciente al Concello de Valga.
Muchos piensan, en el Ayuntamiento de Pontecesures, que un buen regalo para conmemorar su primer siglo de existencia como administración local sería recuperar una parcela de terreno que, aún estando situada en el corazón de la villa, pertenece al municipio vecino de Valga.
Históricamente, las carpas de la Festa da Lamprea se instalaron en esta explanada.Juan Manuel Vidal Seage, cuando era alcalde. La explanada de la polémica.
Es lo que en la geografía política se denomina enclave, es decir, una porción menor del territorio de una circunscripción territorial que está completamente rodeada por el territorio de otra.
Un terreno de unos 1.200 m2 que, a modo de isla quedó situado en la zona portuaria, entre el río, su zona lúdica, los edificios orientados al Ulla y la plaza de abastos.
Para aquellos que no conozcan el lugar, puede decirse que es una gran explanada de tierra y baches usada como aparcamiento y convertida, con demasiada frecuencia, en un gran lodazal.
El mismo espacio en el que solían colocarse las carpas de la Festa da Lamprea, cuando en el río había pescado suficiente para celebrarla, que no es el caso este año
Mucho se ha hablado en el último siglo de la necesidad y conveniencia de recuperar este enclave, y a punto estuvo de lograrlo, durante el anterior mandato, el alcalde conservador Juan Manuel Vidal Seage. Pero las elecciones del pasado año colocaron en su puesto a la nacionalista Maite Tocino, y desde entonces aquel procedimiento parece haberse frenado, según denuncia el exregidor.
De ahí que reclame del actual ejecutivo bipartito que retome aquel expediente y busque la fórmula adecuada para recuperar ese enclave, «que además de afear todo el entorno provoca una evidente falta de seguridad», espeta Seage.
El mismo que en el anterior mandato propició el proyecto para abrir Pontecesures al río y a la ría, impulsando la transformación de la fachada fluvial con la creación de una zona de ocio que ayuda a la llegada de más peregrinos, al desarrollo del sector hostelero local y a ofrecer zonas de paseo seguras y alternativas lúdicas para niños y el conjunto de la población.
Pero esa apuesta por modernizar y embellecer Pontecesures se quedo a medias, precisamente a causa de la existencia de ese enclave de Valga al que no se le puede tocar, ya que depende del gobierno vecino. Incluso para celebrar allí cualquier evento hay que pedirle permiso.
Y eso a pesar de que Valga no puede sacarle ningún provecho ya que desde 2003 es un terreno catalogado en el PXOM como zona verde.
Así pues, con la ley en la mano, hay tres opciones posibles, como la expropiación forzosa, aunque determinar el precio a pagar no parece sencillo, establecer algún tipo de convenio con Valga o acometer la permuta de terreno. lo cual resulta aún más complicado, ya que Pontecesures no dispone de terreno público con el que negociar.
Teniendo en cuenta todo ello Seage llegó a contemplar una partida de 150.000 €, «aunque incluso puede resultar excesiva» para negociar con Valga y hacerse con el enclave. «Pero todo aquel procedimiento se está dejando morir por el actual gobierno», censura.
Ante lo cual, el líder del PP insiste. «Hay que reabrir este procedimiento, llegar a un acuerdo razonable para buscarle encaje económico y cumplir la ley, solucionando así un problema que se arrastra desde hace casi cien años».
Dicho de otro modo, que «el gobierno bipartito de Pontecesures debe coger el toro por los cuernos para evitar perder una magnífica oportunidad y recuperar un terreno insalubre».
Una parcela, dicho sea de paso, que «una vez que sea nuestra puede ayudarnos a potenciar todavía más la fachada litoral», sentencia Juan Manuel Vidal Seage.
El título de villa en 1881, y el proceso independentista de 1925 marcan su historia.
En 1881, el rey Alfonso XII, concedió el título de Villa de San Luis de Cesures a la parroquia de San Julián de Requeijo, perteneciente hasta 1883 al Ayuntamiento de Padrón, con el que sigue unida a través del puente romano que se reformó en la Edad Media y que en 1911 se convirtió en la estructura que es actualmente y soporta el tráfico de la N-550.
Fue tras la reorganización territorial que situó al río Ulla como frontera territorial entre A Coruña y Pontevedra, cuando San Luis de Cesures pasó a formar parte del Ayuntamiento de Valga, alcanzando su independencia en 1925, con José Novo Núñez como primer alcalde.
Un proceso que no resultó tan complicado como podría pensarse ahora, cuando se habla permanentemente de las ansias independentistas catalanas. Lo que se hizo a orillas del Ulla fue firmar el «Pacto da Devesa», entre los representantes de las villas valguesa y pontecesureña.
Llegaba así la segregación de Pontecesures, que dejó de depender de Valga y pasó a funcionar como municipio propio el 9 de octubre de aquel mismo año, es decir, hace casi un siglo.
Hay quien cree que el puerto fluvial de Pontecesures, en su momento pieza clave para la descarga de buques areneros y la implantación en la villa de empresas como Nestlé y Calera del Ulla, ahora punto de arribada de peregrinos, fue el germen de aquella independencia. En cierto modo impulsada por la burguesía de comerciantes e industriales que se habían ido formando en torno al río.
En ese movimiento empresarial hay que situar la existencia de un enclave de Valga dentro de Pontecesures, ya que el terreno en cuestión habría estado ocupado por una empresa perteneciente a Valga que, la desaparecer había dejado esa parcela en manos del concello vecino.
Fue el 29 de marzo de 1925 cuando la corporación municipal de Valga, reunida en sesión extraordinaria, analizó e impulsó el informe emitido por la comisión nombrada por el propio ayuntamiento para establecer las bases de la «Entidad Menor de Pontecesures» y determinar la «administración de la misma, separación de su patrimonio y deslinde de su instalación».
Así se recoge, por ejemplo en el libro «Historia de Pontecesures» publicado en 1980 por el que fuera cronista oficial y alcalde de la localidad, José Piñeiro Ares.
En el que se habla también de otro de los grandes ejes del proceso independentista pontecesureño, como fue la feria del automóvil que en 1925 permitió proyectar a esta localidad ribereña a nivel nacional.
Y eso que en aquel año, el censo de este municipio de apenas 7 km2 de extensión era solo de 1.645 habitantes. Que se estrenaron como ayuntamiento con un presupuesto municipal de 20.500 pts y un crédito bancario para adquirir la finca que iba a ocupa el actual consistorio presupuestado en 23.750 pts,
Concello y valeiros acordaron no organizar la fiesta ni la ruta de tapas al no contar con producto suficiente.
Una embarcación faenando en el inicio de la campaña en el Ulla.
La dama del Ulla se quedará este año sin homenaje en Pontecesures. La escasez de capturas esta temporada ha obligado al Concello y valeiros a tomar la decisión de no celebrar la XXVI edición de la Festa da Lamprea.
Así lo confirma la alcaldesa, Maite Tocino, tras la reunión mantenida este miércoles para decidir que hacer finalmente con este importante evento para el municipio que tuvo que ser aplazado -ya que tradicionalmente coincide con San Lázaro el 17 de marzo- con las esperanzas puestas en que mejorase la campaña con el paso de los días.
Sin embargo, la lamprea está más escurridiza que nunca, no solo en el Ulla, sino también en el Miño, y no se ha podido capturar los ejemplares necesarios para llevar a cabo la fiesta con todas las garantías y calidad. Y es que traer el producto de Francia a “precios desorbitados” con una media de 80 euros, no es una opción, ya que “non ten sentido, porque o que queremos é promocionar a nosa lamprea e nas mellores condicións”, explica la regidora.
Otra de las opciones que se barajaron sería una celebración de manera reducida con el “TapeaLamprea”, con la participación de la hostelería local, una iniciativa que requiere menos ejemplares y con la que se seguiría dando protagonismo a la lamprea atrayendo al público. Finalmente, esta alternativa también está prácticamente descartada, pues las capturas siguen siendo escasas y ya quedan pocos días de temporada, que termina el 15 de abril.
“Tería que haber un milagro estes días para que se puideran coller os exemplares necesarios”, apunta Tocino. Y es que desde el ejecutivo local no están dispuestos a llevar a cabo un evento que se quede escaso de producto y que deje a los numerosos comensales que se acercan al municipio sin poder degustar la lamprea.
No es una decisión fácil para el bipartito ni para valeiros, que ven como se acaba una temporada “moi difícil” y preocupante sobre el estado del río. “Está claro que algo está afectando gravemente ao río Ulla e á ría de Arousa, estámolo vendo na falta de producto”, lamenta la regidora cesureña. Por lo pronto, habrá que esperar al próximo año para que la lamprea vuelva a llenar los platos y cazuelas en una nueva edición de la cita gastronómica.
Por segundo año consecutivo, personas que crecieron y pasaron parte de su vida en Pontecesures desafiaron la distancia para volvera a juntarse el pasado 10 de febrero
Un momento de la cita organizada por Elena Vilán y Margarita de la Lama.
El paso del tiempo es inapelable, pero eso no impide que las vivencias, los recuerdos y las experiencias perduren. De ello pueden dar fe las personas que el 10 de febrero se animaron a revivir el pasado, en clave nostálgica y emotiva, en una nueva edición del Encuentro de Amigos de Pontecesures. Fue esta una iniciativa organizada por Margarita de la Lama y Elena Vilán, dos amigas que se criaron y crecieron en la villa cesureña y que, aunque la vida les acabó llevando a echar raíces en otros lugares, nunca renunciaron a estos lazos con el municipio de la comarca de Umia.
Tanto Vilán como De la Lama coinciden al valorar de forma positiva esta cita, en la que no faltaron un sinfín de anécdotas, historias de niñez y juventud e, incluso, canciones. «Fue un día muy especial», explica Elena Vilán, que incide en que en este particular reencuentro no solo tomaron parte personas que aún viven en Pontecesures, sino también gente que acudió expresamente para compartir y disfrutar de unas horas muy especiales. «Pasamos un día de convivencia que resultó genial», señalan las organizadoras de esta cita tan especial.
El punto de encuentro fue en A Prazuela, poco antes de mediodía. Allí, poco a poco, empezaron a llegar participantes, que, a continuación, disfrutaron de un aperitivo en el Telebar. Posteriormente, llegó uno de los grandes momentos: la comida en el Restaurante Carabela, donde el trato y el servicio fueron «de diez». Los y las asistentes disfrutaron de un menú compuesto por cocido, caldo gallego y sopa.
De postre, productos típicos del Entroido: filloas, orejas y leche frita. Y, por encima de todo, una prolongada y emocionante sobremesa, en la que se relataron vivencias, se compartieron anécdotas de infancia y de juventud y, en definitiva, las risas y el buen humor se extendieron hasta bien entrada la tarde.
Historias familiares
Elena Vilán y Margarita De la Lama provienen de familias muy conocidas en Pontecesures. Elena es hija de Julio Vilán, quien fue en su día el máximo responsable de Correos y Telégrafos. Por su parte, el padre de Margarita, el doctor Adolfo De la Lama, ejerció de médico en Pontecesures durante muchos años. Ambas mujeres, además, fueron catequistas. Por tanto, aunque ya vivan a orillas del río Ulla, sus nombres todavía son más que conocidos entre los vecinos y vecinas de la villa. La distancia (Elena reside actualmente en Pontevedra y Margarita en la capital de España, Madrid) no resultó un impedimento para organizar esta cita, que dio continuidad a la celebrada por primera vez en 2023. En aquel entonces se volvieron a encontrar antiguas amistades después de 50 años sin verse.
No son de extrañar los grandes momentos de emoción que se vivieron entonces y que, como no podía ser de otro modo, también se repitieron hace menos de dos semanas en A Prazuela. En vista del éxito, las dos impulsoras de este encuentro confirman que habrá una próxima vez. «Estamos ya pensando en hacer una nueva edición en verano», explica Elena Vilán, si bien todavía es demasiado pronto para hablar de fechas concretas.
Desde la infancia
«Todos y todas nos conocemos desde que éramos pequeños, de la época en la que íbamos a la Escuela Unitaria de doña Amalia, antes de pasar al Grupo Escolar», rememoran las organizadoras. Su convocatoria hizo que retornasen, al menos por unos días, a Pontecesures personas que actualmente viven en diferentes lugares de España, como Madrid u Oviedo. Todo sea por volver a afianzar esos lazos que se ataron a tan temprana edad y que perduran, de una forma o de otra, con el paso del tiempo.
Las personas participantes contaron, además, con una visita de excepción, como fue la presencia de la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino. «Estuvo con nosotros antes de la comida y la verdad es que estamos muy agradecidas de que viniese a saludarnos, fue todo un detalle por su parte», aseguraron Elena y Margarita, que también destacan la expectación que causó el encuentro en las redes sociales.
Este grupo de amigos y amigas cuya amistad puede más que el paso del tiempo ya cuenta los días para volver a reunirse.
Dende o Concello de Pontecesures queremos dar os parabéns a Sasha Pardal e Óliver Martínez que estiveron xogando para a Selección Galega no X Torneo de Seleccións Minibasket “Concello de Marín”.
É un orgullo que dous rapaces do Club Baloncesto Río Ulla disputen torneos deste calibre. Agradecer todo o traballo que fai o club, adestradores e familias para que teñamos deportistas poñendo a Pontecesures no máis alto.
A seguir traballando, e oxalá poidan estar coa Selección Galega no Campionato de España de Seleccións Autonómicas en Cádiz!.
La planta, que da servicio a diez concellos, aumentará un 40 % su capacidad actual
La UTE formada por Espina Obras Hidráulicas con Vázquez y Reino acometerá las obras de ampliación y modernización de la planta potabilizadora de Padrón, para aumentar un 40 % su capacidad de tratamiento y garantizar el suministro de agua a los diez municipios conectados. La Xunta acaba de adjudicar estos trabajos, por importe de 8.466.672 euros, con un plazo de ejecución de 18 meses.
La Xunta asume íntegramente la financiación y ejecución de la ampliación de la estación de tratamiento de agua potable, tras el convenio de colaboración firmado con el Concello de Padrón, que asume las gestiones y trámites necesarios. Las instalaciones suministran agua, además de a Padrón, a Boiro, Catoira, Dodro, A Pobra, Pontecesures, Rianxo, Ribeira, Valga y Vilagarcía. La ampliación permitirá pasar de tratar 450 litros por segundo a 630, ofreciendo garantías de suministro a una población que supera los 90.000 habitantes.
Según informa la Consellería de Infraestruturas, este proyecto incluye la ampliación de la potabilizadora situada en las proximidades del núcleo de Casal, en la parroquia de Carcacía, junto al río Ulla. También será modernizada y dotada de una mayor eficiencia, mediante un sistema para recuperar agua de lavado de filtros que actualmente se vierten al propio río. Además, se dispondrá de un tratamiento de lodos de decantación y de un sistema de control que integre los equipos existentes y los de la ampliación, con un sistema de gestión Scada, de monitorización y control de las instalaciones, y de videovigilancia. Igualmente, se harán reparaciones estructurales de los depósitos de cabecera en Casal y se dotará de una medida de caudal de salida a la red con lectura en continuo, así como un sistema de medición en continuo de la calidad del agua.