Peinan el Ulla y sus orillas en busca de los lancheros huidos y naves vinculadas al macroalijo.

Agentes por mar y aire rastrearon Catoira, Isorna y una  nave de Dodro usada antes por narcos. 

El helicóptero de la Guardia Civil en un rastreo de “Lince” | gonzalo salgado
El helicóptero de la Guardia Civil en un rastreo de “Lince”.

Los vecinos residentes a orillas del río Ulla asistieron ayer a un importante despliegue de medios policiales por tierra, mar y aire desarrollados en el marco de la operación Lince que evitó la entrada en Galicia de un macroalijo de 3,7 toneladas de cocaína. Fuentes conocedoras del caso indicaron que el dispositivo tenía por objetivo dar con el paradero de los lancheros de la embarcación que logró eludir la persecución policial del pasado sábado, así como a proceder al registro de inmuebles presuntamente vinculados a la organización. 

Rastreo del cauce 
Entre ellos estarían una nave que ya en el pasado fue vinculada al narcotraficante Manuel Abal Feijóo, Patoco. Sin embargo, no existiría conexión con el grupo de la operación Lince, pero, en opinión de los investigadores, la instalación, ubicada en Dodro, pudo ser punto de partida de los lancheros. No obstante, también se pudo ver a la embarcación de la Guardia Civil rastreando con atención los fondos del Ulla en las orillas más próximas a Catoira. Asimismo, un helicóptero estuvo sobrevolando después del mediodía, y muy bajo en algunos momentos, la zona de la calle Estación, donde se concentra el principal núcleo urbano de Catoira, y también el cauce del río.

Los vecinos de este municipio también detectaron la presencia de vehículos policiales, a parte de los dispositivos de gran calibre desplegados en los principales accesos a esta localidad; cubriendo todas las rotondas en todas las direcciones y preguntando exhaustivamente el destino de cada conductor tras su identificación. 

Cabe recordar que la operación Lince estalló el pasado sábado tras meses de investigación por parte de la Udyco de Policía Nacional y el EDOA de Guardia Civil, ambas de Pontevedra, con el apoyo de Vigilancia Aduanera. Continúa abierta y bajo secreto, pero el número de detenidos ya supera la media docena y estos días siete prestaron declaración por videoconferencia en el juzgado número 2 de Cambados, que decretó para ellos prisión provisional y sin fianza como investigados por un delito de tráfico de drogas en notoria cantidad. Entre ellos, están el isleño C.R.R., el vilanovés J.M.P, un hombre de nacionalidad peruana y cuatro vecinos de A Guarda, entre los que estaría el presunto cabecilla.

Diario de Arousa

Cae la pesca de lamprea por la falta de venta y el cierre de restaurantes.

Algunos valeiros del Ulla abandonaron, un mes antes del cierre, la que se esperaba como una de las grandes campañas de los últimos años // Las capturas ya están prohibidas desde principios de mes para las pesqueiras artesanales.

Tras los dos primeros meses en que se presagiaba que iba a ser una de las mejores campañas de los últimos años por la abundancia de capturas, la pesca de la lamprea en el Ulla también se ha visto arrastrada por la crisis sanitaria. Aunque algunos valeiros siguen soltando sus nasas en el río, la escasa venta, tras el cierre de plazas y restaurantes, hace que algunas embarcaciones, como las de Rianxo, hayan dado ya por terminada una temporada que, además, quedó prohibida a principios de este mes para las pesqueiras artesanales.

Hasta una media de once embarcaciones de las cofradías de Carril y Rianxo han estado faenando desde que se abrió la campaña, a principios de enero. La temporada de pesca de la lamprea en el Ulla se abría oficialmente el día 2 y finalizará a mediados de abril. Los valeiros vivieron un arranque exitoso con las decenas de piezas capturadas en sus nasas de butrón en las primeras jornadas. Los primeros ejemplares del preciado y gelatinoso pez llegaban desde el principio al puerto de Pontecesures para pasar los controles rutinarios de peso y empezar a negociar su venta con los dueños de los restaurantes.

La satisfacción se podía apreciar hablando con dos de los pescadores, los hermanos Miguel y José Manuel Barreiro Blanco, que el primer día capturaron en las lanchas con las que faenan 14 y 15 lampreas, respectivamente. «Las siete embarcaciones hemos cogido piezas y de buen tamaño», explicaba a este diario Miguel, que se congratulaba de lo lleno que iba el río, lo que predecía que este año la pesca iba a ser cuantiosa. La abundancia, en esta ocasión, no ha facilitado que se paguen cifras astronómicas por los primeros ejemplares como otros años, en los que se han llegado a abonar hasta 150 euros por una pieza. Y las primeras se han pagado a 50 y 40 euros.

Pero ya desde finales de febrero, cuando todavía quedaban cerca de dos meses para el cierre de la campaña, los buenos presagios se han ido disipando, y ahora hay preocupación. «Quedamos seis ou sete barcos. O mercado está como está e vendemos o peixe a contagotas, e moitas veces a particulares», explica Antonio Pesado, uno de los valeiros de Pontecesures. Quienes ya no pueden capturar más lamprea son los de la pesca artesanal en las pesqueiras del río Ulla a su paso por Padrón y Teo, algo de lo que no hablan abiertamente pero que sí satisface a los valeiros, que ven una competencia muy desleal en esa captura.

Precisamente la lamprea iba a ser protagonista este mes de unas jornadas y menús-degustación en los que, con el apoyo del Concello de la villa rosaliana, participaban ocho restaurantes de Padrón. Pero todas las actividades han quedado suspendidas tras decretarse el estado de alarma.

{ CORTINA DE HUMO }

Manjar en cuarentena

es por esta Época la gran protagonista de jornadas gastronómicas y menús; de esas reuniones de amigos que al menos se ven una vez al año con la excusa de degustar ese manjar que sus paladares no perdonan. Pero este año se ha cruzado en su camino otro bicho, quizá estéticamente igual de feo, pero que no se degusta, causa daño y es letal. Un bicho raro y todavía no muy definido, que nos ha puesto a todos en cuarentena, también a la lamprea; que ha anulado cualquier otro protagonismo a nivel mundial, y que está poniendo a prueba la capacidad del ser humano para hacer frente de modo colectivo a una pandemia mundial.

EL PROTAGONISTA

Antonio Pensado

Valeiro

«A cousa foi a peor e todo está parado»

Antonio Pensado es uno de los valeiros de Pontecesures que lleva toda la vida dedicándose a la misma pesca que ya practicaban su padre y sus abuelos. Él lo sigue intentando, pero le preocupa la situación. «Empezamos moi ben, pero a cousa foise complicando e agora está todo parado. Ademais, levamos dúas semanas sen capturas. A lamprea é así, ben toda xunta e, de repente, pasas días sen nada», se lamenta el valeiro, que reitera que «en principio foi moi boa para todos, pero non sei como terminaremos a campaña, porque si capturas pero non vendes, telo que tirar. Non é como outros peixes, que os levas á lonxa», señala.

El Correo Gallego

Suspendida la captura artesanal de lamprea en las pesqueiras del río Ulla.

La lamprea iba a ser estos días la estrella de los menús en ocho establecimientos de hostelería de Padrón.

Una de las actividades suspendidas por el estado de alerta ante la pandemia del coronavirus es la pesca artesanal de lamprea en las pesqueiras del río Ulla a su paso por Padrón y Teo, al estar considerada pesca deportiva. No sucede lo mismo con la técnica de las nasas que practican los llamados valeiros en el municipio vecino de Pontecesures, calificada esta de pesca profesional.

Precisamente, la lamprea iba a ser estos días la estrella de los menús en ocho establecimientos de hostelería de Padrón, dentro de las jornadas gastronómicas organizadas por el Concello. Pese a estar todo suspendido, hay locales hosteleros que siguen ofreciendo la oportunidad de degustar este plato, como pueden ser Chef Rivera, A Casa dos Martínez o Casa Farrucán, previa encarga, según informan en sus respectivos perfiles de las redes sociales.

Así, por ejemplo, el primero prepara lamprea ahumada rellena de lacón con grelos; a la bordelesa o timbal de lamprea, esta última una forma de cocinarla muy típica de Padrón. Casa Farrucán mantiene el servicio de comida para recoger, incluida la lamprea. Las encargas hay que recogerlas en el local de hostelería, que garantiza las medidas de prevención. José Antonio Rivera contó ayer que «hai que facer algo do que se poida», en alusión a preparar la lamprea para recoger en el local. El chef Rivera explicó que, si no fuera por la pandemia del coronavirus, estarían trabajando bien dentro de la temporada de la lamprea, sin contar las reservas del hotel, que ya está recibiendo cancelaciones.

La Voz de Galicia

Aparece el cadáver de una mujer en el río Ulla a su paso por Padrón.

El cuerpo sin vida de una mujer, de 59 años de edad, fue hallado en la mañana de ayer en el cauce del río Ulla, a su paso por el municipio de Padrón. Según la información facilitada por el operativo de emergencias, fue un pescador de lamprea que faenaba en ese momento en el río quien encontró el cadáver sobre las 10.00 horas. Tras dar aviso al 112, al lugar se desplazaron los servicios sanitarios, el GES de Padrón y agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.

En el momento de los hechos se desconocía la identidad de la fallecida, que no portaba documentación en el momento de ser encontrada en el río, a la altura de Aduana, en el lugar de A Ponte (Padrón). Según ha podido saber este diario, se trata de Rosa María Ríos Doce (11-04-1960), residía en Valencia y tenía familiares, en concreto una hermana, en Pontecesures, su localidad natal.

La fallecida, separada y con al menos un hijo, llevaba más de una semana, desde el día 13, alojada en un hotel de Padrón, y anunció que se marcharía hoy, martes. Había venido estos días a vender un terreno de una herencia. Ayer por la mañana salió a las 9.05 horas del establecimiento hotelero andando y menos de una hora después su cuerpo aparecía sin vida en las aguas del Ulla.

Fuentes del operativo indicaron que el cadáver no mostraba signos de violencia, pero que hasta que no se practique la autopsia no se podrá determinar cuál fue la causa de la muerte. Además se realizan diligencias para intentar esclarecer el suceso. Algunas fuentes consideran que podría tratarse de un suicidio ya que apuntan a que la mujer padecía algún tipo de trastorno psiquiátrico.

El Correo Gallego

Localizan el cadáver de una mujer de 59 años en el río Ulla.

El cuerpo apareció entre el municipio coruñés de Padrón y el de Pontecesures.

El cuerpo sin vida de una mujer apareció tendido sobre el lecho fluvial del río Ulla, a la altura del Concello de Padrón. Tenía 59 años de edad y residía en Valencia, aunque tiene familia en Pontecesures, donde nació, y estaba alojada en un hotel de Padrón.

Se trata de M. R. R. D., cuyo cadáver fue localizado al filo de las 10 de la mañana, efectuándose el levantamiento del mismo al filo de las 11.30 horas. 

Carecía de cualquier tipo de documento identificativo y tampoco existían denuncias previas por desaparición, lo cual retrasó su identificación durante unas horas. 

La Guardia Civil tomó huellas digitales, para tratar de identificarla, y constató que, aparentemente, no presentaba signos de violencia. La autopsia podrá concretar la causa exacta de la muerte, aunque inicialmente se baraja la posibilidad de que se debiera a causas naturales o bien a un suicidio, pues algunas fuentes sostienen que padecía problemas pisquiátricos que podrían haberla llevado a arrojarse al cauce fluvial.

También se baraja la posibilidad de que la muerte se produjera apenas unos minutos antes, ya que el cuerpo no presentaba un estado de rigidez avanzado. Tanto es así que en un primer momento incluso se le practicaron maniobras de reanimación, aunque sin éxito.

Arrastrada río abajo

Todo indica que el cadáver flotaba en el agua y la corriente lo arrastraba río abajo. Cuando se encontraba entre Padrón y Pontecesures, fue visto por los pescadores del colectivo de valeiros que se encontraban en el lugar, donde se dedican a la captura de lamprea.

Al ver el cuerpo flotando, con la cabeza fuera del agua, los tripulantes de la lancha «Eu», patroneada por Ramón Barreiro, que no es la primera vez que rescata un cadáver, optaron por recogerlo y acercarlo a la orilla. 

Al lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y Servicio de Emergencias de Padrón, además de un coche fúnebre y numerosos ciudadanos que observaron la escena desde tierra firme.

El cuerpo de la mujer se situó frente al puerto de Pontecesures, muy cerca del puente interprovincial que une esta localidad pontevedresa con Padrón.

Faro de Vigo

Aparece flotando en el Ulla en Padrón el cuerpo sin vida de una mujer.

Tenía 59 años, llevaba tiempo residiendo en Valencia y tenía familia en Pontecesures.

El cuerpo de una mujer de 59 años de edad fue encontrado en el río Ulla a su paso por Padrón, concretamente en el lugar de A Ponte. La mujer llevaba toda la vida residiendo en Valencia, pero tenía familia en Pontecesures y, según fuentes consultadas, acarreaba problemas pisquiátricos. Estaba alojada en un hotel de Padrón y todo apunta a que pueda tratarse de un suicidio. 

El cadáver ha sido encontrado por uno de los pescadores de lamprea que estaban faenando en el río. Tras rescatarlo, han trado de reanimarla durante bastante tiempo, pero ya nada han podido hacer.

La mujer no llevaba documentación, por lo que no fue identificada en el momento y se le tomaron las huellas dactilares. En el lugar se han desplegado agentes de la Guardia Civil, incluida la Policía Judicial, la Policía Local y el grupo de emergencias GES de Padrón. También se han acercado los alcaldes de Padrón y Pontecesures. 

El cadáver no mostraba signos de violencia, pero hasta que no se le practique la autopsia no se podrá determinar cuál fue la causa de la muerte. Se están llevando a cabo diligencias para intentar esclarecer el suceso.

El pescador que ha encontrado el cádaver es Ramón Barreiro que, sobre las diez de la mañana, estaba con su lancha, de nombre Eu, levantando las nasas de la lamprea cuando vio el cuerpo entre aguas, a la altura del puente del Ulla, cerca de la empresa Finsa. Al principio creyó que era un hombre y le pareció que «tiña uns 55 anos, pero logo dixéronme que era de máis idade», ha asegurado el valeiro, que fue quien llamó al 112 para señalar la ubicación del hallazgo, al tiempo que impedía con el barco que el cuerpo fuese arrastrado por la corriente

Ramón Barreiro también ha explicado que ya había participado en el rescate de un cadáver con anterioridad desde su lancha. Fue en el mar y, en esa ocasión, era un octogenario.

La Voz de Galicia