El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en el Clínico de Santiago.

Faro de Vigo rectifica la nota:

Andrés Quintá Cortiñas. // A. Villar

Andrés Quintá Cortiñas.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus Covid-19.

La familia dice que no es grave, pero la preocupación existe en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio. Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.


La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».


Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito « de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia. Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación«.

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial «. Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situa

El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en la UCI del Clínico de Santiago.

Dio positivo por coronavirus.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus COVID_19, por lo que permanece entubado en la citada unidad médica en estado grave.

La preocupación es máxima en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio.

Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.

La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».

Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito» de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia.

Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación».

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial». Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situación.

Faro de Vigo

Suspendida la Pascua de Padrón.

El concello de Padrón acordó ayer la suspensión de las fiestas de Pascua 2020 mientras permanezca en vigor el estado de alarma declarado en todo el país debido a la pandemia del coronavirus. Con ello se pretende salvaguardar la salud y la seguridad de los ciudadanos y contener la enfermedad.

El Correo Gallego

Anxo, un infectado en Madrid que pasa la cuarentena en su casa familiar de Pontecesures.

Tras un periplo por médicos, el domingo Sanidad le confirmó el positivo // «Sigo todas las indicaciones, no he contagiado a nadie».

Es el primer infectado por el coronavirus del que se tiene conocimiento en la comarca de Caldas, aunque su contagio no se produjo aquí, sino en Madrid, donde vive y trabaja. Se trata de Anxo Moreiras, un joven de 21 años al que el domingo pasado, y tras un periplo por médicos y ambulatorios, el Ministerio de Sanidad le confirmó que había dado positivo en el test del covid-19. Tras hablar con sus padres, decidió que lo mejor era pasar la cuarentena en el domicilio familiar, en Pontecesures, donde permanece confinado desde el lunes.

El joven, que hubiera preferido permanecer en el anonimato, cuenta su historia con todo detalle. Vive, con otros compañeros de piso, en el barrio madrileño de Malasaña, y su calvario empezó hace ya diez días. «El miércoles de la semana pasada cuando iba para el trabajo me encontré mal y decidí ir al centro médico de la calle Sepúlveda. Allí el médico me dijo que era un cuadro vírico. Al día siguiente me fui a trabajar, pero las molestias eran peores. El jueves empezaba a tener fiebre y me dolía la garganta. Volví al ambulatorio y me dijeron que tenía placas y me mandaron antibióticos».

Su estado empeoró el viernes y el sábado, hasta que el domingo se asustó. «Me desperté a las 6.30 de la mañana con pulsaciones muy altas y muchos temblores, así que llame al 061, pero me dijeron que volviera a mi centro de salud, y allí el médico decidió llamar a una UVI móvil. No se ponían de acuerdo, y no me querían mandar al hospital, así que fui por mi cuenta al Hospital San Carlos. Allí me hicieron una placa y una analítica y salí con una cuarentena preventiva».

En el hospital no le confirmaron si se había contagiado con el coronavirus, «incluso me dijeron que podía volver a la casa de mis padres tomando precauciones, como ponerme la mascarilla» relata. El mismo domingo le llamaba el Ministerio de Sanidad para confirmar que había dado positivo en el test del covid-19. Como no le prohibieron viajar, decidió junto a sus padres que pasaría en mejores condiciones la cuarentena en el domicilio familiar. «Y desde el lunes estoy en Pontecesures. No salgo de la habitación para nada, por precaución, usamos platos desechables, no mantenemos ningún tipo de contacto. Llevamos las medidas de prevención al extremo para evitar problemas. Ni mis padres ni mi hermana se han contagiado», asegura.

Aunque los médicos le dijeron que 24 horas después de no tener ningún síntoma podría ya salir a la calle, «prefiero esperar, por responsabilidad y precaución unos cuantos días». «Ahora estoy asintomático, me encuentro bien, pero mientras no me den de alta prefiero estar tranquilo. Sigo manteniendo contactos con mis médicos y también con el hospital de Santiago».

Anxo quiere mandar un mensaje de tranquilidad. «Yo a los ciudadanos les recomiendo calma. Esto no dejar de ser una gripe y no hace falta una histeria colectiva, porque con eso corremos el peligro de que la Sanidad se sature, se colapse, y eso si que sería más peligroso».

El Correo Gallego

Anxo Moreiras: «No salgo; mis padres me dejan la bandeja con comida en la puerta de la habitación».

Se contagió en Madrid y viajó el domingo hasta su tierra natal, a orillas del Ulla, en transporte público.

Se contagió en Madrid hace días y regresó «en transporte público» a su tierra natal para pasar la cuarentena. Es Anxo Moreiras, un joven de Pontecesures con coronavirus que pasa las horas metido en su habitación, de la que no sale porque no quiere contagiar a nadie.


«Mis padres me dejan una bandeja con comida y todo lo que necesito en la puerta de mi habitación; cuando se van la abro un poco, siempre con la mascarilla puesta, recojo lo que me dejaron y vuelvo a cerrar», explica.

«Limpiamos el pasillo con desinfectante varias veces al día y tomamos todas las medidas necesarias, por eso quiero decir a la gente que puede estar tranquila y calmada, ya que no voy a contagiar a nadie ni soy un monstruo», manifiesta este joven de 21 años.

Todo empezó el miércoles de la semana pasada cuando salió de trabajar, en Madrid. Eran las 17.30 horas y se sintió mal, «como con gripe«, por lo que decidió acudir al centro de salud.

Lo atendió una médica que estaba de guardia «que me dijo que tenía un cuadro vírico sin mayor importancia y me recetó paracetamol».

Al día siguiente volvió a su puesto de trabajo, pero tuvo que irse antes de tiempo «porque me encontraba muy mal», asegura. Así que regresó al médico «y me dijeron que tenía placas en la garganta, recetándome esta vez un antibiótico».


150 pulsaciones por minuto

Así estuvo hasta el domingo, cuando su situación empeoró de manera notable. Despertó de madrugada «con 150 pulsaciones por minuto y fuertes temblores». Lo que hizo fue telefonear al 061 «y me dijeron que acudiera al centro médico».

Una vez allí «llamaron a una UVI móvil, y el médico de esta unidad y el del ambulatorio no se ponían de acuerdo, ya que uno decía que no tenía síntomas claros y el otro creía que tenía que irme al hospital rápidamente».


Platos desechables

Así que cogió un taxi y se fue al centro hospitalario, «donde me hicieron todo tipo de pruebas y comprobaron que mis marcadores víricos estaban muy alterados, aunque sin concretar si se trataba de coronavirus o no, por lo que me dijeron que podía salir a la calle e incluso que podía regresar a casa de mis padres si tomaba precauciones, como ponerme la mascarilla», relata.

Fue lo que hizo. Anxo Moreiras senín dejó la capital para tratar de curarse en su vivienda del Ullán, donde cumple un estricto aislamiento domiciliario.

«No salgo de la habitación para nada, por precaución, usamos platos desechables, no mantenemos ningún tipo de contacto, salvo el telefónico y, en definitiva, elevamos las medidas de prevención al extremo para evitar problemas«, relata el joven desde su «retiro».

Añade el pontecesureño contagiado por el Covid-19 que los médicos, con los que habla por teléfono y que le confirmaron desde Madrid que ha dado positvo, le dicen que cuando ya no tenga síntomas solo tiene que esperar 24 horas antes de volver a salir a la calle. «Pero eso me da igual, porque tengo pensado esperar dos o tres días, para evitar problemas mayores».

Faro de Vigo

El club Atletismo Sar-Vermú St. Petroni: Amistad y afición.

Saben lo que es abrirse paso a base de voluntad, sacrificio, pero sobre todo pasión; la satisfacción que producen las victorias pero también las risas innatas a la convivencia dentro de las carreras; saben que le deben mucho a quienes le rodean, familiares y patrocinadores, porque ayudan y cobijan ante la dificultad; y sobre todo aseguran que su intención es esquivar cualquier tipo de presión, de obligación o de regla: «Cada uno entrena como puede y como le gusta. Tenemos nuestro trabajo y la afición es llegar a casa y ponerte el pantalón corto y correr mientras la salud deje».

El club Atletismo Sar-Vermú St. Petroni cumplirá el próximo año 25 años de vida. Una etapa en la que ha visto cómo se disparaba el auge de las carreras populares y como aún hoy son muchos los compañeros que imitan sus inicios y forman equipos basados en la amistad y el interés común. También en su caso el germen fue la Carreira Pedestre de Santiago que organiza el Grupo Correo Gallego desde hace 42 años. «La madre de todas», reconoce Francisco Sanmarco, uno de los fundadores y miembro de la directiva. «Fuimos creciendo poco a poco porque no nos gusta sacarle gente a otros clubes. El que viene es porque quiere, nuestra política es tratar de la misma forma a los que tienen mejore marcas que a los que no. Tenemos a gente muy fiel y salvo casos muy muy puntuales nunca se nos ha ido nadie y tenemos a niños, al grupo de chicas, competimos a nivel individual y como equipo. Buscamos donde hay premios económicos participar siempre», apunta.

De hecho, desde el pasado sábado, con motivo de la Popular de Pontecesures, suman ya 25 carreras seguidas ganadas a nivel de club. «En este caso la cita era de carácter solidario con el fin de recaudar fondos para los dos niños huérfanos del triple crimen de Valga, y desde la directiva decidimos donar el premio de 300 euros a su cuenta», añade Francisco Sanmarco. En la cena de ayer, el punto de reunión clásico cada año, se pudo comprobar la diversidad de un grupo que cuenta con hasta 92 integrantes procedentes de A Coruña, Vigo o Muros, entre otras localizaciones, aunque su sede esté ahora en Bertamiráns.

«No hay nada especial que nos diferencie de los demás. Tenemos muy buenas relación con todos. Cada uno a su manera tiene sus encantos. En la base todos los clubes somos más o menos un grupo de amigos y tanto Noitebra, O Pino… todos tienen su grupo de gente. Ahora por ejemplo también nació el de Brión que son todo vecinos de allí, amiguetes que nos vamos juntando y la rivalidad es sanísima porque nos ayudamos entre unos y otros lo que podemos», transmite.


En rojo en el calendario. La próxima gran cita marcada en el calendario del club Atletismo Sar-Vermú St. Petroni será el 9 de febrero con motivo del Campeonato Gallego de crós en Narón «y luego campeonatos de veteranos, absolutos, en pista, tenemos algo de todo en todos los lados». Pero hay una prueba a la que nunca pueden fallar. «Todos los años participamos también en el Circuito Deputación de A Coruña, en todas las carreras con premios económicos por clubes y todo lo que hay por aquí hasta llegar a Santiago, que es la madre de todas», insiste el también atleta. «Antes las temporadas terminaban el 31 de octubre, ahora ya es por año natural, pero como antes era la última del año es casi obligatoria. Además muchos de nosotros empezamos a correr ahí, que fue donde se empezó con el pedestrismo, porque ahora ya casi hay demasiadas. Sin embargo hay tanta gente que todas triunfan», acepta.

En 2021 la entidad alcanzará los 25 años de vida, y coincidiendo con el Xacobeo, la idea es hacerse notar con una imaginativa propuesta: «En el anterior hicimos un relevo por parejas desde O Cebreiro hasta la Catedral y para éste también estamos tramando algo. Ahora somos muchos más atletas y queremos hacer algo bonito». Y como voluntad no falta, seguro será así.

LA CIFRA

92

atletas integran el Atletismo Sar Vermú St. Petroni que cuenta como referentes a nivel de marcas con el santiagués José Manuel Vieito Vilacoba y con Jorge Crespo, quien posee el récord gallego de medio maratón (1:07:28) y de maratón (2 horas 21 minutos y 52 segundos) de máster 40.

LOS INDISPENSABLES

Diego Pardal

Socio y director comercial de Vermú Petroni

Inmigrantes

Basmirefe»Mientras podamos no dejaremos de apoyarles»

«Tenemos que dar las gracias a los patrocinadores, a la gente que forma el club, a la directiva que se deja sus horas así como a los colaboradores. Somos una gran familia», así pone en valor Francisco Sanmarco la labor de sus ángeles de la guarda. Entre ellos destaca Vermú Petroni, una firma «vinculada a la cultura y al deporte en Galicia que apoyamos al atletismo desde nuestros inicios porque es un club que reúne los valores por los que nosotros también apostamos». «Esto es lo que nos mueve», reitera Diego Pardal, socio de la empresa. «Además hay muchos atletas que son de nuestra zona y estamos encantados. Entendemos que para este tipo de clubes amateurs es complicado mantenerse a flote y seguir creciendo, así que mientras podamos no dejaremos de hacerlo nunca», añade.

El Correo Gallego