El lamento de una vecina de Pontecesures: «Podo ir a Tui, pero non a Padrón a ver a meu pai».

Padrón y Pontecesures, municipios limítrofes entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, están pendientes del levantamiento de restricciones para que sus vecinos puedan moverse libremente de un lado a otro del puente sobre el río Ulla, como hacen de toda la vida. Son muchos los de Pontecesures, e incluso Valga, que se desplazan a la capital del Sar a realizar gestiones, desde comprar en los establecimientos comerciales locales hasta ir al banco, dentista o notario, entre muchas otras. Y también desde Padrón se mueven al otro lado del río para hacer compras en la localidad de Cesures.

Cuando quede sin efecto esa restricción de moverse entre provincias, sea primero o no entre municipios limítrofes, «vai ser un alivio moi grande», según opina María del Carmen Magán Pérez, vecina de 47 años de la aldea de Infesta, en Pontecesures. «Non ten ningún sentido o que está pasando», añade. «Eu podo ir a Tui, pero non podo ir a Pazos, en Padrón, que está ao lado, a ver a meu pai», lamenta.

Controles policiales

En su caso, habitualmente se desplaza a Padrón a comprar en la plaza de abastos y en tiendas del pueblo, pero también va al dentista y al fisioterapeuta. «Pese a estar todo a un paso, non podo ir nin a comprar nin a ver a familiares», cuenta. Lo mismo le pasa y le seguirá pasando a su hermano mientras no se levante la restricción de moverse entre provincias. Él reside en Rois y, en todo este tiempo, no pudo ir a Cesures a ver a su madre, con la que reside María del Carmen Magán.

«Está mal feito e será un alivio que o cambien», asegura la vecina de Pontecesures, que está deseando poder ir a Padrón sin problemas, como muchos otros vecinos.

En su caso, también acaba de acompañar a su hijo a recoger sus pertenencias en la residencia universitaria de A Coruña, ciudad en la que estudia, para lo que se movió con un justificante.

La vecina también está yendo con su madre una vez al mes a una consulta médica en Santiago, pero siempre con justificante e «así vas máis tranquila», dice María del Carmen Magán, que recuerda que levantar la prohibición de cambiar de provincia en municipios limítrofes será necesario para que los jóvenes de Pontecesures y Valga que estudian en Padrón puedan acudir mañana al instituto, en el caso de los cursos que están autorizados.

Durante el tiempo de prohibición de cambiar de provincia, el puente de Cesures está siendo objeto de controles policiales, en los que se está parando a conductores y preguntándoles el motivo del desplazamiento.

El BNG pidió en Madrid que esa limitación de movimientos se levantara ya en municipios limítrofes de distintas provincias, algo que también tiene solicitado el Concello de Padrón.

La Voz de Galicia

Las aguas del Ulla se tiñen de marrón y amenazan los bancos marisqueros de Carril.

El patrán mayor denuncia la situación ante la Consellería do Mar. El vertido, asociado a aguas muertas, podría matar los bivalbos sembrados en los parques de cultivo.

El incidente podría tener su origen en la apertura de las compuertas del embalse de Portodemouros. La corriente creada habría arrastrado posibles corrimientos de tierra o desprendimientos procedentes de fincas en terrenos próximos a causa de las torrenciales lluvias den se produjeron en el entorno de Santiago hace unos días.

Faro de Vigo

Sánchez negó la movilidad por toda Galicia por “prudencia”.

El Gobierno, en cambio, sí permitirá al País Vasco que regule los desplazamientos entre sus tres provincias.

El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, justificó ayer en la “precaución”, la “prudencia”, y el “criterio de los expertos científicos” la decisión del Ministerio de Sanidad de no aceptar la propuesta de la Xunta para permitir la movilidad entre las cuatro provincias de Galicia al entrar en la fase 1 de la desescalada.

Al ser preguntado al respecto durante la rueda de prensa celebrada ayer en La Moncloa, Sánchez respondió que “limitar la movilidad a la provincia es la manera más segura” y que, además, es “fundamental” porque “está directamente relacionado con la propagación mayor o menor del virus”.

Seguidamente, el líder del Ejecutivo central subrayó que, por lo menos “en estas primeras fases” de la desescalada, la restricción de los desplazamientos entre provincias “es esencial, es básica y es fundamental por precaución, por prudencia y, sin duda alguna, porque así lo dicen los distintos expertos científicos”.

El pasado viernes, el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya manifestó en su intervención después del Consello que no era “muy optimista” con que el Ejecutivo estatal aceptase esta propuesta de la Xunta, entre otras como la que pedía que, para la desescalada, las áreas de salud fuesen la referencia territorial en Galicia.

“Me da la sensación de que el Gobierno está muy contundente con la provincia, lo cual, en nuestra opinión, desde el punto de vista sanitario, no tiene ningún apoyo ni clínico, ni organizativo ni epidemiológico”, aseveraba el mandatario gallego.

Finalmente, a pesar de que toda Galicia entrará este lunes en la fase 1, las cuatro provincias serán la referencia de división y no las áreas de salud, como sí se aceptó en autonomías como Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana.

Extensión pequeña y fuerte relación socioeconómica. Frente a su postura con respecto a Galicia, el Gobierno sí permitirá en cambio al Ejecutivo vasco que regule la posibilidad de desplazarse entre sus “territorios históricos”, la denominación usada en la normativa vasca para referirse a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.

Fuentes gubernamentales argumentan que la extensión del País Vasco, donde viven más de dos millones de personas, es similar a la de la provincia de Cádiz y existe una gran relación socioeconómica entre las provincias.

En la propuesta original que el Gobierno vasco remitió al Ejecutivo español para pasar a la fase 1 del conocido como plan de desescalada (relajación progresiva del estado de alarma), se pedía considerar como unidad territorial de referencia el conjunto de la comunidad, si bien finalmente en la orden publicada ayer por el Ejecutivo, donde se regulan las actividades permitidas en la fase 1, se especifica que la unidad territorial aplicable en el País Vasco son “los territorios históricos de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa”.

En cualquier caso, desde el Gobierno se aclara que los dos Ejecutivos entienden que puede haber razones justificadas que permitan la movilidad entre las tres provincias y cuya regulación quedará en manos de las autoridades vascas.

Para el resto del territorio español, los desplazamientos quedan limitados al interior de una misma provincia, isla o área sanitaria, si bien se permiten “excepciones que justifiquen el desplazamiento a otra parte del territorio nacional por motivos sanitarios, laborales, profesionales o empresariales, de retorno al lugar de residencia familiar, asistencia y cuidado de mayores, dependientes o personas con discapacidad, causa de fuerza mayor o situación de necesidad o cualquier otra de análoga naturaleza”, reza la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La Xunta de Galicia ya avanzó que pedirá pasar a la fase 2 dentro de 15 días y que solicitará al Gobierno que autorice para entonces los desplazamientos entre sus cuatro provincias.

El Correo Gallego

Unos 30.000 usuarios subieron gratis al tren en Pontecesures, Catoira y Padrón por la falta de interventores.

Según los datos facilitados por Renfe Comercial sobre los viajeros en 2019 en las tres estaciones, resulta que el número total de subidas y bajadas fue de 102.647. Las bajadas fueron 66.703 mientras que, sorprendentemente, las subidas computadas fueron solo de 35.994.

Obviamente, es imposible esta desproporción y el número real de subidas fue muy superior al facilitado. Como en las tres estaciones no se despachan billetes, la ausencia de interventores en muchos trenes motiva que, en muchas ocasiones, los usuarios que subieron al tren lo hicieron gratis. Además hay que añadir que tampoco se computaron las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón de viajeros procedentes de otras estaciones del trayecto A Coruña/Vigo en las que no se expiden billetes (Cerceda, Órdenes, Arcade…) ni tampoco las subidas y bajadas de los usuarios que circulan entre las tres poblaciones cuando el tren no trae interventor.

Por ejemplo: Es imposible que en en Pontecesures bajen procedentes de Vilagarcía 4.574 viajeros y solo suban para dicha ciudad 2.073. Tampoco es posible que bajen procedentes de Santiago 9.687 viajeros y sólo suban para la capital de Galicia 3.439.

Con todo, los usuarios crecen. En 2018 hubo un total de 97.286 subidas y bajadas (35.448 y 61.838, respectivamente). Resaltamos el número de bajadas por ser el más representativo. En Pontecesures pasamos de 18.355 a 19.047; en Catoira de 21.554 a 24.355 y en Padrón de 21.929 a 23.301. No obstante, el dato reflejado de las subidas nos perjudica desde el punto de vista estadístico y por eso es necesario recordarlo siempre ante la opinión pública.

Podemos concluir que los usuarios crecen día a a día (habría que añadir los bonos mensuales y los bonos 10 tambien utilizados por viajeros de estas villas) y que la potenciación del ferrocarril por la vía convencional es fundamental. Todo ello a pesar de contar con deficiencias en los andenes, que motivan incomodidades a los usuarios, y de la ausencia de paneles informativos en Catoira y en Pontecesures.

Consideramos que desde las administraciones se debe apoyar con decisión el uso del tren de proximidad por razones económicas, ecológicas y se seguridad. Esperemos que la anunciada electrificación de este tramo de vía convencional, fundamental para la continuidad del servicio, no se quede solo en buenas palabras.

Por último, decir que esperamos que, a medida que se va superando la situación que sufrimos por la pandemia del COVID-19, vuelvan a circular TODOS los trenes que circulaban pora la vía convencional antes de la declaración del estado de alarma.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Exconcejal de Pontecesures

El padronés «Máximo Sar» fue nombrado este año Hijo Adoptivo de Caldas de Reis.

Maximino Rodríguez Buján, conocido por su pseudónimo de ‘Máximo Sar’ se convirtió en enero de 2020 en Hijo Adoptivo de Caldas de Reis tras el nombramiento realizado por el Pleno Municipal de la corporación. 

Con este título, señala el alcalde Juan Manuel Rey, se quiere reconocer a una persona que es admirada por sus servicios, su trabajo y sus obras, dejando un importante legado para Caldas de Reis, vila a la que siempre ha estado ligado.

Máximo Sar nacía en 1922 en el municipio de Padrón. Tras estudiar en Santiago de Compostela inició su carrera en la justicia municipal en el año 1951 cuando toma posesión de su cargo como juez en el Juzgado Comarcal de Caldas de Reis. Desde entonces, salvo por causas laborales, fijó su residencia en la villa.

Además de juez, Máximo Sar cuenta con una amplia carrera como escritor y periodista con más de un centenar de artículos publicados sobre Caldas y su comarca. Fundó la ‘Xuntanza Endovélica’ de la que formaban parte intelectuales caldenses, artistas y escritores. Además es miembro del Padroado Rosalía de Castro y socio de honor del Ateneo Caldense.

Desde el Concello se está preparando la edición de un libro con una selección de artículos periodísticos publicados por este autor en distintos medios y que cuentan con referencias a Caldas.

Padrón y Pontecesures, dos pueblos separados por una desescalada provincial.

El alcalde del primer municipio afirma que «no tiene encaje que un padronés pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros».

Un vecino de Pontecesures pasa hacia Padrón, al otro lado del puente este jueves. Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano sobre el rio Ulla y durante la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial: el primero pertenece a A Coruña y, el segundo, a Pontevedra.

Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano situado sobre el río Ulla. En la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial, con consecuencias negativas tanto para el comercio como para sus habitantes, ya que el primero pertenece a A Coruña y el segundo, a Pontevedra.

«Espero que finalmente impere el sentido común y esta medida se eche atrás», ha declarado a Efe el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, que considera que el municipio es el «centro neurálgico» de la comarca, además de núcleo «comercial, industrial, administrativo y sanitario».

«No tiene encaje que una persona de Padrón, limítrofe con Pontecesures, pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros», explica.

El alcalde considera que habría que establecer otro tipo de áreas, porque en algunos casos «únicamente juega el azar», ya que depende de si los municipios están situados en el centro de la provincia o en zonas limítrofes.

«No se puede gobernar a 600 kilómetros de distancia y establecer las mismas medidas para todos, porque esa igualdad no deja de ser una discriminación en situaciones distintas», apunta Fernández Angueira, que señala que, mientras Madrid es uniprovincial, hay comunidades autónomas, como Galicia, que tienen características muy distintas.

Además, esta división supone para el alcalde un lastre en los servicios ciudadanos, pues en Padrón está ubicado el grupo de emergencias supramunicipal, que incluye otros municipios como Valga o Catoira, por lo que ve las áreas sanitarias como una buena medida territorial para la desescalada.

En caso de que la desescalada sea provincial definitivamente, los habitantes de muchos pueblos cercanos a Padrón, pero que están en la provincia de Pontevedra, no podrían realizar sus compras en la localidad coruñesa y, por lo tanto, deberían buscar esos servicios en su provincia, aunque ello suponga recorrer muchos más kilómetros.

«Por un lado se está perjudicando a Padrón económicamente e industrialmente y a los vecinos de otros municipios se les está quitando un servicio que podrían tener a tres kilómetros, además de obligarlos a desplazarse a lo mejor a 60 kilómetros dentro de la misma provincia para tener el mismo resultado», explica Fernández Angueira.

Así lo ven también los comerciantes del mercado de abastos de la localidad, que piensan que perderán muchos clientes si se corta el tránsito entre Pontecesures y Padrón.

«Así como gente de Santiago no viene, por los kilómetros, aunque esté en la misma provincia, de Pontecesures tenemos muchos», explica Mari Carmen, que trabaja en una frutería y que entiende que no puedan ir los de Pontevedra, pero no gente cuya localidad está a poca distancia.

Lo mismo afirma Luis, que asegura que a la carnicería en la que trabaja acude mucha gente de pueblos limítrofes y añade que si se aplica la desescalada por provincias, podrían perder entre un 30 y un 40 % de la clientela.

En Pontecesures, pueblo de no más de 3.000 habitantes y con servicios limitados, opinan igual, pues Ángel, encargado de una librería, asegura que, aunque la mayoría de sus clientes son del lado pontevedrés, podría perder en torno a un 30 % de clientes.

Para el alcalde de esta localidad, Juan Manuel Vidal, el hecho de hacer una división insular o provincial «desbarata un poco la simbiosis que llevamos todos los ayuntamientos del contorno», por el mero hecho de una división administrativa «sin demasiado buen criterio».

«Estamos enclavados en la comarca del Ulla, una comarca en la que están solapados muchos servicios y en la que compartimos tradiciones, mercados e infinidad de puntos en común», afirma, y añade que la situación es «casi cómica» porque vecinos a los que separan 200 metros no podrían casi «ni darse los buenos días» o incluso algunos, para poder bajar al caso urbano, «tendrían que cruzar campo a través» para no cruzar los límites provinciales.

«Lo menos lesivo sería hacer una división comarcal, pero no tirar de divisiones administrativas de principios del siglo XIX», apunta.

Y es que, tal y como opina el presidente de la Asociación de Empresarios de Padrón, Simón Barreiro, en situaciones como ésta es necesario que todos «arrimen el hombro» y que las empresas y comercios se ayuden los unos a los otros para salir adelante, en lugar de establecer fronteras «sin lógica».

«Es una rueda en la que si uno deja de empujar, pues nos repercute a todos. Tenemos que ayudarnos unos a otros», afirma Barreiro, que a pesar de que considera que las decisiones políticas que se toman «no son fáciles», podría haber más concreción, ya que «sale una medida y según la repercusión que tiene se modifica», lo que genera «incertidumbre y desconfianza».

El Correo Gallego