María y Alberto, alejados por el trabajo, “pretendían disfrutar juntos en Semana Santa”.

Alberto Chaves Gómez, nacido hace 31 años en el seno de una familia de la parroquia de Leiro (Rianxo) -aunque pasó buena parte de su vida en el Concello de Pontecesures– y María González Vicente, de 32 años y natural de la villa pontecesureña. Son dos de las, al menos, 290 víctimas mortales de los atentados cometidos en Sri Lanka, donde aprovechaban unos días de vacaciones para reunirse, ya que sus trabajos los mantenían alejados.

Tanto en Pontecesures como en Rianxo los familiares y amigos de las víctimas hablaban de ellos como “dos jóvenes con toda la vida por delante y muchos planes de futuro juntos; una pareja muy conocida y querida, al igual que lo son sus familias, con una ganas enormes de disfrutar”. Una peluquería en Pontecesures, una empresa de ropa laboral en Padrón o fábricas de aluminio en Caldas y Santiago son algunos de los negocios vinculados a los familiares cercanos de los dos fallecidos.

“Habían aprovechado las vacaciones de Semana Santa para estar juntos y unos desalmados acabaron con sus vidas”, explica un vecino que, entre lágrimas, acierta a explicar que de niño jugaba en la calle con María.

La plaza de Castelao, donde se encuentra el consistorio rianxeiro, acoge hoy a mediodía un acto de repulsa “contra el terrorismo, en memoria de todas las víctimas y muy especialmente como recuerdo y homenaje a nuestro vecino, cuya familia vive en el lugar de Rial”, explica el alcalde.

A las 12.30 se celebra un pleno en Pontecesures, donde las banderas ondean a media asta, para decretar tres días de luto oficial y realizar una declaración institucional en contra del terrorismo, mientras que a las 20.30 horas se convoca una concentración ciudadana en A Plazuela.

Faro de Vigo

Un motorista da positivo en alcohol tras un accidente en Catoira en el que murió su pareja.

La víctima, de 51 años, salió despedida de la moto y se golpeó contra el poste de hormigón de una viña -El siniestro se registró a las 20.00 horas en el vial de Vilagarcía a Pontecesures.

Una mujer de 51 años falleció a última hora de la tarde de ayer en un accidente de tráfico en Catoira. La víctima iba de acompañante en una motocicleta de carretera de 600 centímetros cúbicos de cilindrada, y el conductor dio positivo en el control de alcoholemia que le practicó la Guardia Civil de Tráfico después del siniestro.

A falta de que concluya la identificación de la víctima, que no fue posible hacer en el lugar del siniestro, las primeras informaciones apuntan a que es una ciudadana de Venezuela y que llevaba un tiempo residiendo en el municipio de A Lama. El piloto de la motocicleta, por su parte, es A.M., un hombre de unos 50 años, vecino de Pontecesures, y trabajador de una fábrica de aluminio del vecino Ayuntamiento de Padrón. Ambos mantenían una relación sentimental.

El accidente se produjo poco después de las ocho y cuarto de la tarde, en el kilómetro 6,3 de la carretera PO-548 (Vilagarcía-Pontecesures). La pareja iba en una motocicleta en sentido Valga, y poco antes de empezar a subir el monte de O Cordeiro, el piloto perdió el control del vehículo y se salió de la vía por el lado derecho.

Los dos ocupantes salieron despedidos, y la peor parada fue la acompañante, que se golpeó la cabeza contra el poste de un viñedo, situado en un lado de la carretera. La mujer llevaba casco, pero el impacto fue tan fuerte que le costó la vida. El piloto, sin embargo, resultó herido leve, y solo presentaba algunos rasguños y magulladuras, según los servicios de emergencias. A pesar de ello, fue trasladado en ambulancia al Hospital do Salnés.

La Guardia Civil de Tráfico le practicó la prueba de alcoholemia, con resultado positivo, según indicó el Subsector de Tráfico en sus redes sociales. En la primera prueba dio 0,63 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y en la segunda, 0,60.

A raíz del accidente se movilizó el helicóptero del 061 con base en Santiago, y llegó a aterrizar en una finca próxima al lugar del siniestro. Sin embargo, ya nada pudo hacer por la mujer.

De hecho, a raíz del accidente fue necesario regular el tráfico en la zona, y se da la circunstancia de que pasaron en ese momento hasta dos médicos que estaban de día libre. Se acercaron a ver a la víctima, por si podían hacer algo, pero según las fuentes consultadas ya era cadáver.

Desde el comienzo del operativo especial de tráfico de Semana Santa, el viernes 12 a las tres de la tarde y hasta ayer a las 20.00 horas, habían perdido la vida en España 22 personas en la carretera.

Se da la circunstancia de que una de las campañas más fuertes de Tráfico en estas vacaciones estaba precisamente dirigida a los pilotos de las motocicletas.

En los paneles electrónicos de las autopistas y autovías se recordaba que en el pasado mes de marzo perdieron la vida más de 20 personas en España en accidentes de moto.

Faro de Vigo

El cesureño Juan Carlos Mosquera ganó la Carrera Romería Vikinga en Catoira.

Catoira se reencontró más de un año después con su prueba atlética por excelencia. El motivo no fue otro que la quinta edición de la Carrrera Romaría Vikinga 10K que concentró en la línea de salida a cerca de 700 corredores en todas las categorías.

A la importancia deportiva del evento hubo que añadir el marcado acento emotivo de la misma. Antes de la salida de la prueba absoluta tuvo lugar un homenaje a los dos concejales catoirenses fallecidos en los últimos meses, Carlos Castaño y Eduardo Touriño. Además, se le retiró el dorsal 296 con el que Touriño participó en su última Romaría Vikinga en medio del aplauso de los cientos de personas que se reunieron en la salida.

La victoria en la distancia larga fue para Juan Carlos Mosquera Dopazo. El corredor del Sar de Padrón firmó un registro de 35:11 corriendo el kilómetro con un promedio de 3 minutos y 31 segundos.

El equipo padronés copó por completo el podio absoluto masculino. En la segunda posición finalizó Roberto Agrelo Gómez (35:16) seguido de Ricardo León Viñas (35:50).

El tiempo medio de carrera se quedó lejos de la mejor marca y récord de la competición establecido en la edición celebrada en 2017 por el portugués Nuno Costa, pero esta edición destacó por la masiva participación en la categoría absoluta con prácticamente el 100% respecto a la inscripción.

En categoría femenina, el casco y la espada vikinga símbolos de la victoria, fue a parar a la pontevedresa Silvia García Ligero, del Club Ponte a Correr, que paró su crono en 41:51. Lo holgado de su victoria queda de manifiesto en su ventaja sobre la segunda clasificada, Ángeles Iglesias Santiago del club +9 de Moraña y con una marca de 45:21. La tercera posición del podio femenino absoluto fue para Patricia Rodríguez Estévez, del Miller Running Club, con un registro de 47:14.

En la carrera para la categoría benjamín el triunfo fue para la padronesa Sabela Raposo Fernández mientras que la segunda plaza recayó en Pablo Sánchez Mella (Atletismo O Pino). En categoría alevín se impuso Hugo Domínguez Juncal (Vila de Cangas) y segunda fue Daniela Rama Figueiras (Noia). Samuel Corrales Riobó (Vila de Cangas) ganó en prebenjamines al igual que Zoe Fernández Lapido. En la carrera infantil cadete se impuso Cosme Viana Valiña (Escola Atlética Lucense) mientras que la ganadora femenina fue Carla Magariños Lodeiro, del +9 de Moraña.

Faro de Vigo

Comienza el juicio contra Marina Castaño por malversar fondos de la Fundación Cela.

Castaño firma un convenio durante su etapa al frente de la fundación.

El juicio por la presunta malversación de fondos públicos en la Fundación Cela contra cuatro personas, entre ellas la viuda del escritor, Marina Castaño, arranca este lunes en la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago.


Además de la viuda del premio Nobel, también se sentarán en el banquillo el expatrono y exmiembro del Consello de Contas Dositeo Rodríguez, su hija Covandonga Rodríguez, y el exgerente de la entidad Tomás Cavanna, en el caso de éste último por el abono de una indemnización de 150.000 euros por un controvertido despido que se supone no era tal.


Para ellos, informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia en los señalamientos, se pide una pena de prisión de cuatro años y seis meses e inhabilitación absoluta por tiempo de ocho años, además de una indemnización de forma conjunta a la Xunta por la cantidad de 150.000 euros.


La vista, señala la misma fuente, se prolongará hasta el día 5. Según el escrito de acusación, todos los procesados, de común acuerdo y para beneficiar al director de la fundación, “orquestaron” el despido de este con una indemnización de 150.000 euros brutos “pese a ser conscientes” de que “no se trataba de un despido, sino que el gerente quería abandonar voluntariamente la Fundación”


El escrito del fiscal incide en la “crítica situación económica” de la Fundación “a la que se había llegado durante la gestión de los acusados” y que “puso en peligro su continuidad”, lo que llevó a la Xunta de Galicia a asumir su tutela mediante la firma de un acuerdo económico.


Remarca además el Ministerio Público que el “carácter público de la Fundación” era “conocido por los acusados, puesto que desde 2007 más del 50 por ciento de sus ingresos provenían de subvenciones públicas”, por lo que el coste del despido sería “a cargo” del Gobierno gallego.

El Ideal Gallego

El Concello de Valga alerta del desmantelamiento del cuartel de la Guardia Civil y reivindica más medios.

El Concello de Valga reclama a la Subdelegación del Gobierno que aporte más medios técnicos y materiales para evitar el desmantelamiento del cuartel de la Guardia Civil existente en esta localidad, y del que, teóricamente, dependen también otros municipios vecinos, algunos que carecen incluso de Policía Local, como Catoira, y otros que están bajo mínimos, como Pontecesures.

El gobierno del conservador José María Bello Maneiro ya ha preparado una moción que aprobará en el pleno a celebrar mañana para empezar a presionar, lograr que se mejore el servicio e impedir el cierre del acuartelamiento.

Alegan en el ejecutivo local que la situación es “preocupante” porque la Guardia Civil “ofrece un servicio cada vez más precario”. Tanto es así que “en la actualidad este cuartel solo cuenta con un sargento y un guardia cuya presencia es testimonial”.

Prueba de ello, añaden en el Concello, es que “resulta más frecuente encontrarse con un control de Tráfico que con una patrulla de la Guarda Civil, lo que acrecienta la sensación entre los vecinos de que está más para recaudar que para vigilar”.

Parece que, asimismo, “son muchas las quejas de los vecinos por el deficiente servicio que ofrece el cuartel, pues si quieren poner una denuncia tienen que dirigirse, la mayoría de las veces, a Caldas, Vilagarcía o incluso Cambados, ya que nuestro cuartel tiene las puertas cerradas”.

La situación llega a tales extremos que “en ocasiones los vecinos optan por no denunciar los robos que sufren en sus casas porque no tienden dónde hacerlo y porque empiezan a creer que no vale para nada”.

Estadísticas irreales

Esto lleva a decir al gobierno local que “las estadísticas que se manejan sobre robos y otros hechos delictivos en nuestro pueblo son irreales”.

Lo único cierto, consideran, es que “los robos en viviendas, comercios o iglesias aumentan día a día, a lo que se suma que Valga tiene una amplia población estudiantil y está cerca de áreas bastante conflictivas en cuanto a trapicheo de drogas, por lo que aumenta la preocupación entre los padres”.

Para justificar su reclamación, el Concello también alega que carece de Policía Local y dispone de un importante tejido industrial, “con más de 2.000 trabajadores en menos de un kilómetro cuadrado”.

Además, “discurren por el municipio importantes vías de comunicación, como la autopista AP-9 la Nacional 550 o la PO-548, así como dos caminos de peregrinación a Santiago”.

Bello Maneiro asegura incluso que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra “es perfectamente consciente de la situación de abandono progresivo que afecta a nuestro cuartel debido a su escasez de medios y personal porque así se lo hemos transmitido en varias ocasiones”.

Al hilo de esto resalta que “en una reunión con la subdelegada ésta se comprometió a realizar una visita a Valga que a día de hoy no se ha producido y prometió un nuevo vehículo que tampoco se entregó; y mucho menos se amplió el número de efectivos”. Todo ello a pesar de que el Concello “hizo en su día un esfuerzo muy grande para reformar y acondicionar el cuartel, por lo que ahora tenemos unas instalaciones modélicas que están infrautilizadas”.

Faro de Vigo