Las opiniones del cesureño Xenxo Santiago.

Son los protagonistas de una página fija, en la que solo cambian los nombres, las horas, las medidas. Fueron los primeros bebés gallegos de un año que, aunque incrustado en el imaginario popular como el cambio de milenio, seguía siendo siglo XX. Veían el mundo por primera vez al mismo tiempo que la humanidad respiraba tranquila. El efecto 2000, aquel gran apocalipsis tecnológico, no tuvo lugar. Jimena Salgado tenía prisa. Nació prematura -apenas 1,5 kilos- en Ourense a las 12.20. Se pasó tres meses en la incubadora. A las 4 de la madrugada llegaba Xenxo, el primer bebé compostelano del año. En realidad es de Pontecesures. A mediodía, nacían en A Mariña Pablo y Marcos Irimia. «Eramos dous e miña nai tiña 52 anos. Si que houbo bastante espectáculo». Marcos, que ha empezado Económicas sonríe y su hermano Pablo, alumno de Matemáticas, aprovecha: «Pero foi só ese día». Andrea Pazos, la primera de la Costa da Morte, tardaría aún dos días.

Generación Zeta

Que nació el 3 de enero lo cuenta mientras desbloquea el móvil para enseñar aquella página de La Voz. Es un gesto natural, cotidiano, inconsciente. Una pequeñez que da la medida del gigantesco cambio que se ha operado en apenas dos décadas. Ellos son parte de esa generación a la que llaman los zetas. Los primeros que no oyeron nunca cómo suena un módem intentando abrir una puerta a Internet.

«¿No nos vas a preguntar por los móviles y las tecnologías?». Xenxo estudia Farmacia, pero tiene un don natural para el periodismo. «Es una herramienta imprescindible. La gente mayor no lo entiende mucho, pero es indispensable, para nosotros y para la sociedad». La conversación va desmontando cada tópico, cada cliché atribuido a la generación post-millennial. «Tamén se dá quedar cos amigos e non falar porque están todos cos móbiles», reconoce Marcos, que pone el dedo en la llaga: «Hoxe ves a pais con nenos de tres anos e con móbil». «O con tableta», interviene Xenxo. «Eu podería pasar perfectamente un día sen teléfono. Eu creo que hai os dous extremos». Jimena estudia Filoloxía Hispánica y ya tiene en la cabeza su meta: oposiciones de secundaria y después, el doctorado.

«Primeiro facer a carreira. Se se pode facer un máster, xenial, e na vida laboral adaptarse e incluso emprender», dice Marcos, que hace saltar otro tópico por los aires. «Eu a xente que coñezo está máis comprometida socialmente que a maioría». «Consumistas, si», reconoce Andrea, que desde la ESO supo que quería ser profesora. Hoy estudia Educación Infantil en A Coruña. Entonces, aparecen en escena los youtubers y los influencers. «A imaxe está sobrevalorada, o malo nunca se amosa» en Internet, dice Jimena. «Os influencers por estar diante das cámaras cobran máis que alguén que estudou e que non pode traballar do que quere», reflexiona Andrea.

¿Son los ídolos de esta generación superficiales? «¿Qué eran los ídolos de nuestros padres?». Lo acertado de la pregunta con la que Xenxo responde hace enmudecer. «Cualquiera no puede ser influencer, esa persona tiene algo especial. No es tan fácil». Otra vez la imagen estereotipada que se quiebra con cada una de sus reflexiones. «Un influencer non deixa de ser como un cantante ou un futbolista. Igual con 5 anos Messi pode ser o teu ídolo pero agora. Eu que sexamos superficiais non o creo…» Entonces, ¿quiénes? «Eu admiro a xente que loita polo que quere. Conseguir unha bolsa de investigación en España é case imposible e profesores de Matemáticas que teño e que chegaron a onde están… oxalá eu puidese estar aí. Pero está complicado».

«Talvez a miña profesora de Lingua Española dende terceiro da ESO. Encántame como é, como dá as clases. Admíroa moitísimo», dice Jimena. «A miña profesora de Teoría da Educación», contesta Andrea. Y sigue: «Eu admiro máis a meus pais que aos meus fillos, que seguramente terán máis posibilidades». Habla Marcos: «Como os nosos pais, que non tiñan nada. Emprenderon en tempos difíciles. Eu vexo máis ídolos a meus pais que a moitos dos que saen porque lles chega maquillaxe ou van ver a Messi. É moi banal, non hai profundidade no que din e fan».

Sus primeras elecciones: comprometidos en lo social, indecisos en cuanto a los partidos

Estrenarán su derecho a voto con unas generales; irán a las urnas, pero no saben con qué papeleta

«En una palabra: indeciso». El sentimiento al que Xenxo pone adjetivos es compartido por todos. «Eu vou ir votar porque me parece moi importante, senón os resultados son os que son. Tampouco teño claro a quen, hai que informarse un pouco porque é a primeira vez que nos toca facelo». Pablo Irimia y su hermano Marcos son de la misma opinión: más allá de ideologías, es importante acudir a las urnas. Pero no saben todavía el sentido de su voto.

¿Es la política una parte importante de la vida de los primeros gallegos del año 2000? «Teño amigos que si que se interesan bastante pola política e outros que nada». A Marcos le ocurre algo semejante a lo que relata Andrea: tienen un amigo de una ideología y otro de la contraria. Los debates entre ellos son muy intensos. Mientras, el resto no entiende muy bien lo que está pasando. ¿Y a ella, le interesa la política? «A verdade é que non. Nin me interesa, nin entendo», reconoce. Eso sí, en estas elecciones irá a votar «pero creo que máis pola ilusión da primeira vez. Creo que despois non. Para min non é ningún bo».

«En las típicas comidas familiares de los domingos en casa de los abuelos se habla un poco más… Pero no está en el centro de los temas de conversación», reconoce Xenxo sobre la presencia del debate político en su día a día. «Estaré en ese grupo de votantes a los que los partidos intentarán convencer». Reconoce Xenxo lo mismo que sus compañeros: no entiende mucho. Lo que sabe es que no está por la labor de votar a ninguna de las cuatro grandes fuerzas parlamentarias. Algo parecido se deduce de las palabras de Andrea: «Se houbese un que non tocase no que máis importa, que é a sanidade e mais a educación… Pero non hai ningún». Pablo lo ve un poco diferente: «É algo fundamental. Sexa un da ideoloxía que sexa, defender a opinión non está de máis».

«No estoy muy interesado en la política por ahora», reconoce Xenxo. A Jimena le pasaba algo parecido, hasta hace poco más de un año. Hoy, reflexiona sobre la importancia de dar el debate en la plaza política. «Comezouse a falar no meu contorno. Un pouco na casa, cos amigos… fun coñecendo opinións e a verdade é que agora si que me interesa».

«A política interésame sobre todo para mellorar a sociedade»

Le preocupa lo que está ocurriendo y cree que la política puede funcionar como una buena herramienta, «sobre todo para facer cambios, para mellorar a sociedade na que estamos». A la primera ourensana del 2000 le interesa la política «nun sentido social» y enumera algunos de los grandes debates que se están dando en la sociedad: el feminismo, el racismo, la homofobia… «Todas as inxustizas que se están dando no mundo actual e que hai que cambiar».

La Voz de Galicia

El Concello de Padrón incrementará el presupuesto de las fiestas de la Pascua hasta los 190.000 euros.

El alcalde se ha reunido hoy con el conselleiro de Cultura para abordar la solicitud de declaración de Festa de Interese Turístico de Galicia.

El alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, y la concejala de Cultura y Turismo, Lorena Couso, se han reunido esta mañana con el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y con el director xeral de Políticas Culturais, Anxo Lorenzo, para avanzarle el expediente de solicitud de declaración de la Pascua como Festa de Interese Turístico de Galicia. El alcalde ha destacado que la petición cuenta con el apoyo unánime de todos los grupos políticos de la corporación, al tiempo que ha resaltado que esa solicitud está basada en las raíces históricas de la fiesta que se remontan, al menos, al siglo XVII, en su arraigamiento social, en la afluencia masiva de visitantes y en el refuerzo de las acciones promocionales.

Por ello, en opinión de Antonio Fernández, todos estos elementos, unidos al valor cultural y a la organización de múltiples actividades lúdicas, deportivas, musicales y culturales durante prácticamente tres semanas “converten á Pascua de Padrón nunha festa singular que queremos promocionar como a Pascua de toda Galicia”, ha dicho el regidor.

En el transcurso de la reunión, Fernández Angueira le mostró al conselleiro una edición facsimilar de “Memorias del Arzobispado de Santiago”, en las que el canónigo cardenal Jerónimo del Hoyo ya se refería en 1608 a la feria de caballos de la Pascua de Padrón “como unha das mellores de Galicia”.

En cuanto a la programación de las fiestas de este año, el alcalde avanzó que se presentará en las próximas semanas y que el Concello incrementará el presupuesto hasta los 190.000 euros.

La Voz de Galicia

Jesús Ferrón: «Todos los años había riadas en Padrón».

En los años 60, este vecino, que era concejal, coordinó el operativo en una gran inundación.

Todos los años se esperaban las inundaciones en Padrón; la gente ya estaba pendiente». Así lo recuerda Jesús Ferrón Martínez, un vecino de Padrón de 84 años que, a principios de los 60, tuvo que coordinar las labores de actuación en una de las riadas fuertes que sufrió la villa, al ser concejal en el Ayuntamiento.

Las inundaciones son una cicatriz en la historia de Padrón por su frecuencia y, a menudo, por su intensidad, tanto que algunas fueron históricas, como la que a finales de los años 60 tiró el puente que unía la zona de A Barca con la del Bordel o la de 1987, la más reciente, cuando el agua anegó más de un metro en los comercios de la villa. También por estos días del mes de febrero de 1966 hubo otra riada fuerte.

Y fue así hasta que en el año 1994 se inauguró el canal de derivación del río Sar que, construido por la Xunta, puso fin a las riadas en el casco urbano. De las inundaciones de principios de los años 60, en concreto, en torno al año 1962, habla Jesús Ferrón. A él le tocó tomar el mando de la situación una vez que el alcalde de entonces, Ramón Pazos Giménez, vivía en Santiago y no pudo trasladarse a la villa, precisamente porque quedó aislada por las inundaciones. «Tuve que actuar yo», cuenta.

Así, Ferrón montó el cuartel general en su casa, frente la feria, en la zona de Fondo de Vila, para coordinar todo el operativo en el que participó la Escuela Naval de Marín. «Le pedimos auxilio y vinieron rápidamente», recuerda el vecino. En esa ocasión, la «principal preocupación» eran los vecinos de A Ponte, lugar en el que desbordó el río Ulla. «La gente se subía a los tejados y había que rescatarla», relata Jesús Ferrón. También acudieron a ayudar los bomberos de Santiago. «Llevaba varios días lloviendo y los ríos iban llenos», cuenta. Cuando desbordó el Sar, las calles de la villa y hasta la carretera N-550 quedaron bajo el agua. Los comercios, que ya vivían pendientes de las crecidas del río, «se anegaron y tenían toda la mercancía levantada; sufrieron grandes pérdidas económicas», señala el que fue concejal durante un mandato. Algo similar sucedió también en el año 1987, cuando se registró la inundación más reciente del casco urbano.

En esa riada de principios de los años 60, Jesús Ferrón recuerda que el pueblo pasó más de un día bajo el agua y varios más limpiando todo, porque la crecida también «traía lodo y troncos de árboles que bajaban de Santiago». «El Concello colaboró todo lo que pudo con los vecinos pero no había dinero como hay hoy para las ayudas», señala este vecino de Padrón.

«Las inundaciones eran habituales hasta la construcción del canal de derivación. Ya había un dicho que reza que Caldas, Cuntis y Padrón muchas veces anegadas son», añade Ferrón, quien también precisa que, además del alivio del canal, «ahora ya no llueve como antes».

El canal de derivación fue la solución para evitar las riadas en el tramo urbano del río, pero no en los núcleos situados aguas arriba, como Lamas, en Extramundi, o la zona de Pazos, que siguen desprotegidos en caso de lluvias intensas y de crecidas del Sar. En su día hubo un proyecto para realizar una segunda fase del canal del río y hasta inversión anunciada por parte de la Xunta, pero por ahora se quedó en nada.

La Voz de Galicia

El hombre arrollado por un tren en Catoira cruzaba la vía tras cortar leña.

– El fallecido tenía 66 años y era una persona conocida en Valga por su actividad social -Los testigos indican que pasaba al otro lado del tendido férreo por un paso a nivel.

Un hombre de 66 años falleció ayer arrollado por un tren en Catoira cuando cruzaba la vía después de haber cortado leña en una finca próxima al tendido férreo. El fallecido es José López Castiñeiras, natural de la parroquia catoirense de Oeste, pero residente en el municipio vecino de Valga, donde estaba casado.

El accidente se produjo sobre las 13.30 horas, en una zona de vía situada entre Catoira y la playa fluvial de Vilarello, en Valga. El fallecido estaba cortando leña en una finca situada junto a la vía, pero aparcó del otro lado. En un momento dado, intentó cruzar por un paso a nivel sin barreras, arrastrando una carreta en la que llevaba un tronco y la motosierra.

Fue entonces cuando resultó alcanzado por el convoy, que lo mató en el acto. Lo que no ha trascendido por el momento es por qué se produjo el accidente. Los propios servicios de emergencias desplazados a la zona indican que se barajan varias posibilidades, como que no le diese tiempo a cruzar antes de la llegada del tren, o que tropezase, sin que le diese tiempo a reaccionar y ponerse a salvo.

El propio maquinista habría indicado que el hombre no se movió al percatarse de la proximidad del tren, bien fuese porque se vio sorprendido por la inminente llegada del convoy o porque le quedó atrapado un pie en los travesaños de madera del paso a nivel.

El arrollamiento se produjo en una zona de difícil acceso situada en la parroquia de Oeste. Fuentes consultadas señalan que el paso a nivel que existe en ese punto es muy poco utilizado, y que carece de elementos de protección, como las barreras automáticas. Además, está cerca de una curva, lo que supone un riesgo añadido para el paso de las personas por ese lugar.

El hombre había acudido a una finca de su familia para recoger leña, y dejó el coche con el remolque del lado contrario de la vía, por lo que tenía que cruzar a pie. El tren que lo alcanzó había salido de Vigo a las 12.30 horas, y se dirigía a A Coruña con 108 personas a bordo.

El siniestro afectó a otros tres servicios. Fuentes de Renfe explican que dos de los trenes siguientes, un A Coruña-Vilagarcía y un Vigo-Santiago, fueron desviados por la vía de alta velocidad; mientras que los pasajeros de un Vilagarcía-Santiago hicieron el trayecto por carretera.

En cuanto al convoy implicado en el arrollamiento, pudo salir minutos después de las 15.30, por lo que acumuló un retraso de unas dos horas sobre lo previsto.

No obstante, la vía convencional aún estuvo cerrada en ese tramo hasta las cinco y media de la tarde, momento en el que se restableció la normalidad.

Batalla de Casaldeirigo

El fallecido había trabajado como agente para una compañía aseguradora que hacía pólizas para las funerarias. Tambien formó parte de la comisión de fiestas de San Miguel, y era actor en la conocida Batalla de Casaldeirigo, en la que se recrea la lucha contra el ejército de Napoleón. Su trágica muerte trae al recuerdo lo sucedido en 2007 en otro paso a nivel, esta vez en Campaña, cuando un tren arrolló y mató a tres hombres que se dirigían a sus casas en un coche a comer.

Faro de Vigo

Renfe reanuda el viaje del tren con 108 pasajeros afectado por el atropello en Catoira.

Renfe ha podido reanudar el viaje del tren afectado, con 108 pasajeros a bordo, del tren que arrolló a un hombre de 66 años, vecino de Valga (Pontevedra), a su paso por Catoira.

Renfe ha podido reanudar el viaje del tren afectado, con 108 pasajeros a bordo, del tren que arrolló a un hombre de 66 años, vecino de Valga (Pontevedra), a su paso por Catoira. La marcha del convoi quedó reiniciada a las 15,32 horas.
Fuentes de la Guardia Civil de Pontevedra han confirmado a Europa Press que ha abierto una investigación para esclarecer la muerte del hombre, sin que por ahora se hayan aclarado cuáles son las hipótesis.
Cerca del lugar, se encontraba el vehículo de la víctima, que tenía enganchado un remolque en el que portaba una motosierra.
El punto del accidente, según han confirmado a Europa Press fuentes del Adif, es un paso a nivel sin barrera, pero con señal de atención al tren y de STOP.
PASAJEROS Y TRENES AFECTADOS
Como consecuencia de lo ocurrido, se han visto afectados los 108 pasajeros que viajaban en el tren de Vigo hasta A Coruña, con salida a las 12,30 horas. El siniestro ocurrió sobre las 13,45 horas a su paso por Catoira y provocó varios retrasos más. Reanudó su marcha a las 15,32 horas.
Además, quedaron afectados otros tres trenes. Por un lado, los que viajaban en esa franja horaria entre A Coruña-Vilagarcía y Santiago-Vigo, los cuales fueron desviados a la línea de altas prestaciones.
Por su parte, el tren de primera hora de la tarde entre Vilagarcía y Santiago fue refletado en autobús y los viajeros llegarán por carretera.

Diario de Arousa

Fallece un hombre de Valga atropellado por el tren en un paso a nivel en Catoira.

El hombre transportaba leña a una finca cercana y no reaccionó a tiempo a la llegada del convoy.

La Guardia Civil se desplazó a la zona para investigar las causas del atropello.

Un hombre falleció ayer al mediodía al ser atropellado por un tren en un paso a nivel sin barreras. Se trata de José L., un vecino de Valga pero natural de Santa Baia, en Catoira, que transportaba leña a una finca cercana y no supo reaccionar a tiempo a la llegada de convoy. Los hechos se produjeron sobre las 13:40 horas. El Centro de Atención ás Emerxencias de Galicia recibió una llamada advirtiendo del suceso y movilizó a los Bomberos de Vilagarcía, a Protección Civil de Catoira, a la Guardia Civil y al 061, que envió una ambulancia con efectivos sanitarios que poco pudieron hacer más que certificar el fallecimiento.

El hombre, de 66 años, era vecino de San Miguel, en Valga, aunque había nacido en Santa Baia, donde tenía una finca en la que estaba trabajando. Transportaba leña en un carretillo. La Guardia CIvil investiga ahora las causas del siniestro, aunque las hipótesis que se barajan es que no le diese tiempo a reaccionar al ver el tren o que se quedase enganchado con algo y no pudiese moverse.

Los hechos sucedieron en un paso a nivel situado entre la parroquia de Vilar, en Valga, y Catoira, justo en el límite entre ambos municipios. La víctima era conocido también en el municipio que gobierna José María Bello Maneiro por su activa participación en eventos como la Batalla de Casaldeirigo. El punto del accidente es un paso a nivel sin barrera pero, según confirmaron desde ADIF a Europa Press, cuenta con señal de atención al tren y de STOP. Cerca del lugar del siniestro, la Guardia Civil localizó un vehículo con un remolque enganchado en el que tenía una motosierra.

Interrupción del tráfico
Como consecuencia de lo ocurrido, se vieron afectados los 108 pasajeros que viajaban en el tren de Vigo hasta A Coruña, con salida a las 12,30 horas. El siniestro ocurrió sobre las 13,45 horas a su paso por Catoira y provocó varios retrasos más. Reanudó su marcha a las 15,32 horas.

Además, quedaron afectados otros tres trenes. Por un lado, los que viajaban en esa franja horaria entre A Coruña-Vilagarcía y Santiago-Vigo, los cuales fueron desviados a la línea de altas prestaciones.

Por su parte, el tren de primera hora de la tarde entre Vilagarcía y Santiago fue refletado en autobús y los viajeros llegaron por carretera a sus respectivos destinos. A partir de las cuatro de la tarde, la circulación fue normal.

Diario de Arousa