El área recreativa del Santiaguiño do Monte de Padrón, uno de los lugares más emblemáticos de la villa por su importancia en la leyenda jacobea, está totalmente degradado por la falta de mantenimiento por parte del Concello y por el vandalismo. En plena época de peregrinaciones, el espacio verde, de obligada visita para caminantes y turistas, desluce por completo, con la hierba alta en prácticamente todo el recinto, espacios sucios y numerosos elementos rotos.
Así, la hierba está tan alta que, en algunas zonas, llega a las mesas y bancos; las escaleras y la fuente de agua de frente a la pequeña ermita están sucias y llenas de hierbas, como lo están también las que suben desde la villa hasta el monte, llenas además de musgo, con el consiguiente peligro cuando llueve.
Las farolas tienen el cristal roto y algunas, además, la tapa del cableado. Un cartel de madera situado a la entrada de la zona está muy deteriorado, lleno de musgo, y de otro quedan los palos que lo sostienen. Las fuentes de agua están rodeadas de hierbas, a excepción de una, la que está próxima al lugar en el que, cada 25 de julio, el Concello reparte sardinas y pan de maíz, con motivo de la romería popular del Santiaguiño. Por esa fecha, el espacio siempre está limpio y cuidado pero son muchos los vecinos (cada vez más) que reclaman una mayor atención y conservación durante todo el año en el lugar en el que están las piedras en las que, según la leyenda, predicó el Apóstol.
Las escaleras de este monumento también están llenas de hierbas. Mención especial merece una pequeña caseta que hay en una zona del monte, que tiene las piedras de la lareira rotas y la madera escrita por todos los lados (incluido el tejado). También hay una mesa y bancos de piedra pintados, mientras que los de madera están muy deteriorados. Todo ello evidencia una falta de mantenimiento del recinto pero también de civismo, ya que los actos vandálicos acaban con el espacio, en el que también hay basura esparcida y del que el Concello tuvo que retirar los elementos del parque infantil por su deterioro, en parte atribuido también a los daños.
En pleno mes de junio, con el Camiño Portugués en auge, y a semanas de la romería del 25 de julio, Padrón no puede permitirse tener el Santiaguiño do Monte en esas condiciones. Si bien es cierto que la climatología es propicia para que crezca la hierba, también lo es que en esta época el espacio debe estar más cuidado que nunca, por las numerosas visitas que recibe, y quizás también más vigilado.
La Voz de Galicia