Leer la prensa en Padrón y parte de la comarca corre a cargo, para muchos, de Narenka Pérez Blanco, venezolana de nacimiento (Caracas, 1962), aunque de madre de Extramundi y padre de Teo, y residente en Galicia desde 1990. Ella es desde hace 23 años la quiosquera del Paseo del Espolón, donde vende en mano la prensa a unos mientras que a otros se la deja en la puerta de la casa, al encargarse también del reparto. Para ello, Narenka comienza cada día su tarea a las cinco y media de la mañana, antes de abrir el quiosco a las ocho y media, de lunes a sábado.
El domingo, día de mercado en Padrón, abre antes de lo habitual, a las siete y media de la mañana, para atender a los vendedores ambulantes. Así reparte la prensa diaria para casi todos los bares de Padrón y para zonas de este concello y de los de Rois y Dodro. Tantos años en el quiosco le han valido para que los clientes «sean como una familia», dice, como también considera así a la persona que le arrienda el negocio, Amalia Tarrío.
El quiosco permanece prácticamente igual que décadas atrás, según cuenta Narenka, «con el mármol original del mostrador y las mismas repisas de madera». Lo poco que ha cambiado desde sus orígenes es la ubicación ya que antes estaba más metido en el Paseo del Espolón y, a raíz de las riadas, se construyó más alto, en una esquina, junto a la carretera que conduce a Rois, explica la quiosquera.
«Yo estoy muy contenta aquí. Adoro este sitio, estar de lado del puente, encima del río Sar, junto a la estatua de Rosalía de Castro y con los recuerdos de mi madre», relata Narenka, una mujer que se declara «extrovertida».
Esa cualidad le ayuda para tratar con los clientes y con los turistas y peregrinos que pasan por delante de su quiosco en dirección a la iglesia parroquial, algo que ha aprovechado para centrar parte de su negocio en la venta de recuerdos y productos de merchandising de Padrón y del Camino. «Estoy todo el día informando a los visitantes, sobre dónde está la oficina de turismo, la Casa de Rosalía…», afirma la quiosquera, que añade que se defiende en el idioma inglés y que nunca tiene problemas para comunicarse.
Así, hablar con la gente es parte del atractivo de su trabajo. «Y me encanta»: el trabajo y hablar, especifica. Le gusta ser quiosquera pese a que en los últimos años han caído las ventas de la prensa diaria a causa de la información digital, según cuenta. Pero trata de compensarlo con la venta de otros productos, como revistas, artículos de recuerdo e incluso golosinas o refrescos y helados durante el verano.
«Más variedad quisiera vender pero no puedo por el espacio, es muy pequeño», pero «vas aguantando», asegura Narenka. Afirma que la parte menos buena de su trabajo, por decirlo así, es sacar y recoger todos los días la mercancía que expone fuera del quiosco. «Nadie sabe el trabajo que paso cuatro veces al día, poniendo y quitando los productos», explica la quiosquera.
Cuatro veces al día, porque abre en un horario amplio de lunes a viernes. «No tengo tiempo para vivir; me paso la vida aquí porque esto te tiene muy atado», pero Narenka Pérez lo hace con una sonrisa en la boca y con buenas palabras para todos. Así, no tiene tiempo para una de sus grandes aficiones, la música. Narenka toca la gaita y el acordeón. Sostiene que fue la primera mujer que tocó la gaita en Galicia y en España, en 1977. Ese año vino a Galicia con el grupo de gaitas Celta de Venezuela, para una actuación de la Xunta. Cuenta que su profesor fue Víctor Castor Bugallo Cachafeiro, natural de Soutelo de Montes y emigrante en Venezuela.
Venezolana de nacimiento. De padres gallegos, Narenka Pérez lleva en Galicia desde 1990. Antes de tener el quiosco, regentó dos años la cafetería del Casino padronés.
Música. Es una de sus aficiones, sobre todo tocar la gaita, aunque dice que no tiene tiempo para dedicarle.
La Voz de Galicia