Manolo Piñeiro, de Antigüedades César, lleva más de quince años trabajando en el sector y asistiendo a ferias de este tipo.
El mundo de las antigüedades en Galicia recupera estos días en Santiago una actividad habitual. Después de año y medio, el Palacio de Congresos de la capital gallega acoge la primera exposición del sector de nuestra comunidad, un evento que estará abierto al público hasta el próximo domingo y en el que se encontrarán los principales anticuarios gallegos, entre ellos Manolo Piñeiro, de Antigüedades César.
Con la ilusión de reencontrarse con expositores conocidos y con clientes habituales, Manolo Piñeiro admite la importancia que supone la recuperación de este tipo de citas. “Una feria, para los expositores, supone un evento importante. Es la primera que se celebra en Galicia y para nosotros, por tener contacto con compañeros y también por hacer transacciones, es crucial”, explica.
Además, se celebra en una ciudad a la que el anticuario lucense le tiene mucho cariño. “Santiago me tiene un sabor especial, porque siempre hicimos buenos negocios aquí. Tenemos una gran clientela en Santiago y es una zona a las que nos gusta ir y realizar transacciones”, comenta.
En este aspecto, Manolo destaca la tradición de antigüedades que hay en la capital gallega, favorecida por la Catedral y de la Universidad. “En Santiago es donde hay más nivel y cultura de antigüedades, muy superior al resto de la comunidad. Las piezas de categoría están aquí, ya que se pueden encontrar elementos de azabache o pinturas y platerías del siglo XVIII, entre otros”, destaca.
Para esa importante clientela del área santiaguesa, a la feria, fruto de la experiencia de su participación en todas las ediciones, Antigüedades César lucirá una pequeña muestra de sus principales piezas, adaptadas a los intereses locales. “En Galicia, somos muy localistas. Lo que más se demanda es la pintura o libro gallego, la cerámica de Sargadelos y O Castro, los objetos de plata y religiosos y aquellas piezas que tienen valor en esa zona concreta. Por ejemplo, en el área compostelana, hay mucho interés en cerámica de Pontecesures”, detalla.
Con la esperanza de que la feria sea un éxito, el evento servirá para recuperar viejas tradiciones, después de unos meses en los que los anticuarios han tenido que reinventarse. “La pandemia y las redes sociales cambiaron mucho este negocio. El WhatsApp es ahora una herramienta muy importante, ya que, al tener clientes de toda Europa, realizamos incluso transacciones por esta vía. Asimismo, Facebook también nos permite lanzar novedades y nuevos productos. Y, en tercer lugar, a través de nuestra página web y de una plataforma online, vendemos por internet, y está funcionando muy bien”, señala Manolo Piñeiro.
Esto ha supuesto una nueva actualización para un sector que no para de reinventarse y al que, Manolo Piñeiro, llegó de casualidad. “Trabajaba con mi padre en una empresa de carpintería y en el 2000, una persona que se dedicaba a esto nos hizo un encargo de unas réplicas de antigüedades para un hotel rural. Ahí empecé en este mundo. Comenzamos de aquella en el género rústico, que era lo que tenía más demanda, y a partir de ahí fuimos evolucionando en productos, ampliando el ámbito geográfico y adaptándonos a las necesidades de cada momento”, recuerda.
A pesar de los cambios introducidos por las nuevas tecnologías, el gerente de Antigüedades César destaca que esta es una profesión que tiene que gustar a uno, porque requiere un esfuerzo y una dedicación enorme. “Este trabajo es más un hobby que un negocio, porque si te llaman a cualquier momento del día por una pieza interesante, tienes que coger el coche e ir a dónde sea. Gusta ir y encontrarse con cosas novedosas, pero es un negocio que no tiene horas. Además, en este sentido, el contacto humano es muy importante, porque al final hay que negociar”, apunta.
Por ello, desde ayer, disfrutan de este punto de encuentro, en el Palacio de Congresos, entre expositores y amantes de las piezas antiguas, una cita que servirá para crear nuevos vínculos y para que la carrera de Manolo Piñeiro y Antigüedades César en el sector siga sumando etapas.
El Correo Gallego