La iglesia parroquial de Santiago de Padrón ha recibido, en lo que va de año, más de 16.000 visitas, entre peregrinos, turistas y grupos organizados. El templo es un buen termómetro para constatar la afluencia que registra la capital del Sar y que van creciendo conforme se acerca el verano, tal y como explica la persona voluntaria que atiende a los visitantes en el templo, Dolores Buhigas Villar, de 68 años.
Así, según los datos facilitados por la guía, en el mes de enero visitaron la iglesia 868 personas; en febrero, 1.119; en marzo; 2.072 y en abril, mes de la Semana Santa, 5.020. En mayo van, por ahora, cerca de 7.000. «Este año está siendo algo especial porque ya recibimos visitas en enero», cuenta Dolores Buhigas.
Para que nadie quede sin atender, este año, además, la iglesia no cierra a mediodía, de lunes a domingo, de modo que, además de la guía, está el sacristán para atender a las visitas. «No puedes cerrar», añade Dolores Buhigas, en alusión a que el goteo de público es constante.
«En Semana Santa hubo días de muchísimas visitas», explica la guía, que destaca que la mayor parte son peregrinos y turistas extranjeros. Así, por la iglesia padronesa pasaron en lo que va de años personas de todos los continentes y de numerosas nacionalidades, entre las que Dolores Buhigas menciona Canadá, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Holanda, Italia Japón, Corea, Rusia e Irán, entre otras.
Dos años
Esta vecina de Padrón lleva dos años dedicándose por entero a dicha labor en la iglesia y reconoce que «lo disfruto y lo vivo porque sino no estaría aquí», de lunes a domingo en estos meses. Así, Dolores Buhigas destaca que «tienes vivencias con la gente que viene; unos lloran de emoción y otros de pena, pero a todos les encanta la iglesia y lo bien cuidada que está», asegura.
Ella misma constata que cada vez pasan más peregrinos por Padrón y siempre gastan algo en la villa, aunque estén de paso. «Es vida para Padrón en todos los aspectos, en el espiritual, en el económico, en todos». «Le da la vida a todo Padrón», incide la voluntaria. Asegura que la mayor parte de los visitantes ya llegan informados pero, aún así, «les gusta que les expliques y siempre quedan muy agradecidos». Así sucedió, por ejemplo, ayer, con dos peregrinas procedentes de Roma, que ya sabían qué era el Pedrón, la piedra a la que, según la leyenda, fue amarrada la barca que trajo los restos del Apóstol y que está depositada bajo el altar mayor de la iglesia, y del que los visitantes pueden sacar fotografía, tal y como les indica la guía.
Idioma
En cuanto a la diferencia de idioma, la vecina de Padrón explica que «les entiendo bien y raro es el caso del visitante que no sepa algo de español». A los peregrinos también les encanta, según cuenta Dolores Buhigas, que las iglesias del Camino estén abiertas para poder visitarlas, como sucede con la de Padrón, que, además, lo está en un horario muy amplio en los meses de mayor afluencia del año, y ahora no cierra a mediodía. «Muchas iglesias están cerradas y por ello agradecen mucho encontrar una abierta y, además, que los atiendas y que les expliques», añade la guía.
Además, los peregrinos pueden asistir a un oficio religioso en el templo, a las ocho de la tarde.
La iglesia de Iria-Flavia también abre en verano para las visitas. La de Padrón recibió el año pasado más de 46.000, entre peregrinos y turistas. Además, muchas agencias fijan con antelación citas con el templo para excursiones y grupos organizados que, prácticamente, pueden verse todo el año y que no se van de Padrón sin visitar la iglesia y, en concreto, su principal atractivo y el de la villa, el Pedrón.
La Voz de Galicia