En un lateral de la iglesia de Santa María de Iria-Flavia reposan varios sarcófagos de piedra hallados en excavaciones arqueológicas realizadas en el entorno del monumento, en este caso, en su mayor parte en la campaña de 1992, dirigida por el profesor José Suárez Otero. Son dos datos básicos para saber el por qué esas piezas arqueológicas permanecen donde están, datos que no figuran en ningún lado y de ahí las cuestiones que días atrás se planteaban dos peregrinas españolas ante los sarcófagos, sobre dónde estarían exactamente y por qué permanecen en el lugar.
Precisamente, proceder a la señalización de estos restos arqueológicos, con paneles informativos, junto con otras zonas del municipio, para su puesta en valor, era uno de los puntos incluidos en la segunda fase del plan dinamización turística y cultural que tenía en previsión el que fue concejal de Cultura, Eloi Rodríguez, edil independiente e historiador que trabaja en un estudio sobre el rico patrimonio histórico-artístico de Iria-Flavia, que ya tiene «moi avanzado».
Así, refleja que, pese a las excavaciones realizadas en la zona desde el año 1962 (la primera) hasta el 1994 (la última), aún queda mucho por descubrir, al considerar que la zona de estudio es, para este experto, «moito máis ampla do que aparece limitada no PXOU». Para Eloi Rodríguez, «non se chegou ao fondo do xacemento», al no continuar con las excavaciones por varios motivos: falta de recursos económicos, oposición vecinal en algún caso y también reticencias a remover en un recinto sagrado.
Depósito
En el estudio, de carácter científico, muestra su preocupación por el destino de muchas piezas encontradas en las excavaciones que, según Eloi Rodríguez, se depositaron en distintos museos de Santiago, A Coruña y Pontevedra, al no haber un lugar de depósito en Padrón. Por ello, cree que la capital del Sar necesita uno, que podría ser el futuro Museo da Historia de Padrón, que está proyectado abrir en las dependencias de la antigua casa de los capellanes de Iria-Flavia, pendiente de rehabilitación y situada de lado de la propia iglesia.
También denuncia que, en el año 1994, con la construcción del paso subterráneo del lugar de Horta, se produjo «un atentado en toda regra contra o patrimonio histórico padronés».
El historiador es partidario de que los restos arqueológicos, como los sarcófagos de piedra, se expongan in situ, en el lugar en el que aparecieron, pero tal y como están depositados, sin señalización ni indicación, poco hablan de su importancia. La pregunta es: ¿A quién le corresponde realizar dicha señalización de las piezas arqueológicas? Iglesia, Concello y Consellería de Cultura tendrán algo que decir al respecto, sobre todo esta última, ya que la iglesia de Iria fue declarada BIC en el año 1975.
La Voz de Galicia