Las personas mayores del Sar se benefician de un programa para entrenar su memoria.

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Dieciocho alumnos de las Aulas de la Tercera Edad de Padrón estrenaron ayer un novedoso programa de telegerontología que les servirá para entrenar su memoria de forma intuitiva, sencilla y lúdica. Para ello, los mayores disponen de un equipo informático en el sala de reuniones del centro social padronés, sede de las aulas.

En este espacio se presentó ayer el programa, en un acto que contó con la asistencia del alcalde padronés, Antonio Fernández; del director de las Aulas de Tercera Edad de Galicia (Ategal), Rafael Romero Valencia y de la directora de la oficina de Caixabank en Padrón, María Iglesias Sande, entidad que financia el programa.

Junto con la presentación, por parte de la técnico María José Fares, hubo una primera demostración práctica con un alumno, Amancio, que permitió a los asistentes comprobar como, además de muchos otros servicios, permite realizar a cada usuario registrado ejercicios de estimulación cognitiva adaptados a su perfil y conformar un seguimiento de multitud de parámetros vitales, principalmente su estado cognitivo, a lo largo de todo el programa.
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Así, para un envejecimiento activo y para prevenir el deterioro cognitivo, los mayores de Padrón y comarca disponen de una aplicación con más de 43.000 actividades para trabajar la atención, el cálculo, el lenguaje y la orientación espacial.

El director de las Aulas de la Tercera Edad de Galicia animó a todos los mayores a participar en este programa que calificó de «entretenido, sencillo y útil» y que, en su opinión, abre un abanico grande de posibilidades para mantener activos a los mayores y, sobre todo, para «dar ánimo y seguir adelante».

Por su parte, el alcalde, Antonio Fernández, también hizo un llamamiento a participar en el programa a los 227 mayores de Padrón y comarca que este curso están matriculados en las aulas y aseguró que no son de la tercera edad, sino de la «tercera juventud» porque hay «ilusión» en este colectivo, añadió.

El dispositivo gallego de teleasistencia cuenta con el respaldo de la Universidad de A Coruña y se está utilizando en varios centros de mayores con resultados muy satisfactorios, lo que representa «un complemento perfecto a las actividades de estimulación cognitiva que se desarrollan en Ategal desde hace tiempo», según explicó la directora de la entidad en Santiago, Paula Sande.

La asociación puso en marcha en este curso el programa en sus sedes de Santiago y Padrón.

La Voz de Galicia

El Concello de Padrón pide a Carreteras que el tráfico pesado se desvíe por la variante.

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El Concello de Padrón tiene solicitada a la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia una limitación del paso de tráfico pesado por el tramo urbano de la carretera N-550, de modo que se obligue a los camiones de cierto tonelaje a tomar el desvío de la variante. Así lo confirmó ayer el alcalde padronés, Antonio Fernández, quien se reunió con responsables del organismo de Fomento para tratar este tema aunque, por ahora, no tiene fecha para la señalización de las nuevas limitaciones para el tráfico pesado a su paso por el centro de la villa.

Sacar camiones y otros vehículos pesados del casco urbano era, precisamente, uno de los motivos por los que se proyectó la variante, una vía que enlaza la zona de Pazos y A Ponte sin pasar por el centro de Padrón. Fue inaugurada en marzo y, aunque en los días de semana tiene menos tráfico del esperado, los domingos descongestiona por completo la vía N-550 a su paso por la villa, en una jornada en la que Padrón recibe una media de 5.000 personas por la celebración del mercado ambulante, según contó ayer la Policía Local.

Desviar el tráfico pesado por la variante fue uno de los temas que se abordó en la Junta Local de Seguridad convocada por el Concello. En esa reunión se acordó, además, firmar un protocolo que delimite las zonas de actuación y vigilancia entre Policía Local y Guardia Civil de Tráfico en el concello.

Así, según explicó ayer la Policía Local, es competencia de este cuerpo el tramo de la carretera N-550 comprendido entre el puente sobre el canal de derivación del río Sar, en Iria, hasta el puente de la autovía en la avenida Compostela; en la vía AC-242, desde el puente sobre el canal; en la vía AC-299, desde el tramo de la subida del Santiaguiño do Monte; en Lestrobe, desde Fonte Vilar y en las pista paralela al río Sar, junto a los institutos de educación secundaria, desde el puente sobre la autovía del Barbanza.

En todos estos tramos, la competencia es de la Policía Local, quedando para la Guardia Civil de Tráfico el resto de vías del municipio, incluida la variante de Padrón. Está previsto firmar dicho protocolo en la próxima reunión de este órgano. En cuanto a la Guardia Civil, que tiene previsto cubrir en los próximos meses las dos vacantes del puesto de Padrón, en la junta se acordó que colaborará con la Policía Local en la vigilancia del mercado dominical. Así, la Guardia Civil se centrará en la prevención de delitos y la seguridad ciudadana de vecinos y visitantes y los agentes locales en la regulación de tráfico y control de los puestos de venta, entre otras tareas.

La Voz de Galicia

Concentración en la plaza de Macías contra la violencia de género.

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Un año más, la plaza padronesa de Macías acogió una concentración en contra de la violencia de género, promovida por los concellos de Padrón, Rois y Dodro. Fue el domingo y durante el acto, al que asistieron políticos y vecinos de los tres municipios del Sar, se leyó una declaración institucional en contra de la violencia machista. En la concentración hubo música y globos en recuerdo de las víctimas de esta lacra social.

La Voz de Galicia

Lapido: «O Sacho foi moito máis que unha asociación de defensa da cultura»

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Xosé García Lapido

Cúmprense 40 anos da fundación da Asociación Cultural O Sacho en Padrón. A entidade que nacía no verán de 1975, nun concepto político e social onde un encontro de máis de tres persoas podía ser cnosiderado ilegal, converteuse en todo un referente na bisbarra do Sar pola súa defensa da cultura e da lingoa galega ao longo de case dez anos. Con motivo desta efeméride, un dos seus fundadores, o padronés Xosé García Lapido, recompila nunha publicación a historia da entidade. O libro leva por título «Historia da Asociación Cultural O Sacho. Un fito na nosa cultura (1975-1983)» editado polo Instituto de Estudos Irienses preséntase hoxe no auditorio ás 20 horas. Según explica o seu autor, O Sacho foi pionero en moitas cousas comezando pola creación de espazos cidadáns, onde os veciños se organizan para defender os seus dereitos. Neste senso lembra os movementos veciñais impulsados dende O Sacho contra os macroproxectos de celulosas que se querían instalar en Brión e nas Brañas de Laíño. Tamén na impartición de cursos de galego na comarca ou creación de certames literarios para nenos. Pero por riba de todo «O Sacho foi algo máis que unha asociación, foi un espazo de liberdade, un xérmolo de ideas en pro da defensa do idioma, da cultura e do país, nun momento que defender eses valores estaba mal visto polas autoridades. Queriamos ser libres podiamos pensar», afirma o autor, engadindo que «hoxe son máis necesarias que entón entidades desta índole».

El Correo Gallego

Un vehículo se prepicita al río Sar en Padrón por un despiste de su conductor.

Un coche caía ayer al lecho del río Sar, en el municipio de Padrón, al parecer y según apuntaron fuentes policiales, por un despiste del conductor. Los hechos ocurrieron poco antes de las nueve de la mañana, cuando un Renaul Megane azul acababa en el lecho del río. Su conductor, un joven de veinte años y vecino de Dodro, habría calculado mal la distancia cuando intentaba aparcar en la pista que, procedente del municipio dodrés conduce a la depuradora de Padrón, provocando que el coche acabase deslizándose finalmente al río. Afortunadamente, el río se encontraba en ese momento muy bajo de caudal por lo que el joven no sufrió daño alguno, aunque sí se llevó un buen susto. Hasta el lugar del siniestro se desplazaba la Policía Local de Padrón y la grúa de la compañía aseguradora del vehículo.

El Correo Gallego

La «oficina» de la droga estaba en Lestrobe.

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De los nueve acusados, solo uno declaró porque aceptaron un acuerdo con el fiscal.

En Padrón, los narcos iban a «la oficina». Al menos el grupo juzgado esta semana por formar parte de una organización dedicada a la venta al por menor de heroína, cocaína y cannabis. De los nueve acusados, ocho no llegaron ni a declarar en la vista oral. Aceptaron un acuerdo con el fiscal a cambio de rebajar las penas que les pedían. Entre ellos, el jefe, Fernando Baleirón Abuín, y su lugarteniente, Secundino Osorio Tarrío, que tendrán que ingresar en prisión dado que han aceptado condenas de seis y cinco años, respectivamente.

«La oficina» era la casa que el cabecilla del grupo de narcotraficantes había alquilado en Lestrobe (Dodro) para utilizarla como centro de operaciones. El inmueble, situado en la carretera de Rianxo, era frecuentado por toxicómanos que acudían a comprar sus dosis y que muy frecuentemente fumaban o se inyectaban allí mismo.

En las numerosas conversaciones telefónicas interceptadas por la Guardia Civil durante los largos meses de investigación son constantes las referencias a la casa como si de un lugar normal, y legal, de trabajo se tratase. El jefe, Baleirón, llamaba a sus colaboradores y les preguntaba «¿estás en la oficina?» o les advertía de que tal o cual cliente «iban a pasar por la oficina» y les pedía que les atendiesen debidamente con palabras en clave como «del color» para la heroína.

Aquella «oficina» de la droga de la comarca de Padrón fue por tanto vigilada día y noche por los agentes y se documentó cada movimiento de los narcotraficantes. La Guardia Civil supo así que, en un momento dado, el grupo sufrió un robo. Alguien aprovechó que el inmueble se quedaba vacío por las noches para entrar y llevarse la mercancía que tenían allí almacenada. Ese fue el momento en el que Fernando Baleirón decidió cambiar el modus operandi de la organización y dejar en «la oficina» un retén que la vigilase 24 horas al día.

Todos menos uno de los colaboradores del grupo han aceptado su participación en los hechos y condenas de entre tres y tres años y medio de prisión. No las cumplirán, de momento, porque el acuerdo con el fiscal incluye una suspensión por tres años de la condena siempre y cuando se sometan a un tratamiento de desintoxicación con controles periódicos cada seis meses que demuestren que ya no consumen estupefacientes. No en vano, todos eran toxicómanos, un factor que ha sido tenido en cuenta como atenuante a la hora de juzgarlos porque se considera que cometieron los delitos para, en parte, sufragarse las dosis que necesitaban.

En la estructura que la banda montó en Padrón, además de «la oficina», también utilizaban para sus ventas, aunque en menor medida, el piso en el que vivía Fernando Baleirón con su novia -también condenada- en la capital del Sar. Su lugarteniente, Secundino Osorio, hermano de su pareja, también vivía allí con ellos. El tercer lado del triángulo era un bar situado en la plaza de Camilo José Cela, el A Lareira, en el que estaba al frente otra de las acusadas que ha aceptado los hechos a cambio de una reducción de la condena.

Venta a pequeña escala
El grupo contaba además con un numeroso parque de automóviles que utilizaban para ir y venir de «la oficina» con la droga. Se abastecían con dos intermediarios de Vilagarcía que también han aceptado los hechos y han sido condenados.

El de Baleirón era un grupo de venta de droga a pequeña escala pero muy bien organizado. De hecho, él llevaba una libreta con la contabilidad día a día tanto de las compras de droga a sus proveedores como de las ventas que hacía. Papelina a papelina, gramo a gramo, todo quedaba allí registrado. Tanto control le hizo llevar bien el negocio, pero también aportó a la Guardia Civil muchas e irrefutables pruebas.

La casa de Lestrobe ya no es «la oficina» de la droga. Tras el desmantelamiento de la banda el inmueble ya no es el epicentro del menudeo de estupefacientes en la zona de Padrón. No hace mucho hasta allí acudían a diario toxicómanos de la comarca e incluso de Santiago.

Gramo a gramo, el jefe de la banda registraba en su libreta todas las ventas que hacía.

La Voz de Galicia