A proposta foi presentada polo grupo de goberno no pleno que tivo lugar o pasado luns, 27 de novembro. Nela se insta ao Ministerio de Transporte, Mobilidade e Axenda Urbana para que se manteña os servizos e frecuencias cos que contaba Pontecesures antes da declaración do estado de alarma.
O voceiro socialista, Roque Araújo, solicitou incluir unha emenda baseada en que a pasada semana xa entraron en servizo máis trens no corredor e nunha nota na que se dicía que no futuro, paulatinamente, ían circular máis trens en función da demanda e, deste xeito, habería que dar unha oportunidade para que a recuperación total fora unha realidade.
Este matiz foi obxecto de debate. A voceira do BNG, Cecilia Tarela, manifestou que non se debía esperar máis e que a recuperación dos servizos debía producirse con carácter inmediato. O alcalde, Vidal Seage, manifestou que o máis oportuno era ceñirse á proposta exposta no pleno instando a que os trens suprimidos circulen canto antes.
Rexeitouse a emenda socialista e a proposta do equipo de goberno foi aprobado con 8 votos a favor (PP. TeGa, IP e BNG) e 3 abstencións (PSdeG-PSOE).
Terá lugar na Casa de Cultura de Campaña o domingo 5 de xullo, ás 20:30 horas.
Ademais de Cecilia Tarela (voceira do BNG en Pontecesures) tamén falarán Xosé M. Fernández Abraldes (alcalde de Barro) e Manu Lourenzo (candidato nº 4 por Pontevedra).
El pleno cesureño también aprobó la Relación de Puestos de Trabajo del Concello, un documento que, hace unos años, provocó la caída del anterior gobierno de la localidad. El alcalde Juan Manuel Vidal Seage mostraba ayer su satisfacción por haber logrado sacar adelante un documento que supondrá incrementar en 82.800 euros el gasto de personal. «Pero son 60.000 euros menos que na proposta anterior», la presentada por el gobierno de Cecilia Tarela. El alcalde asegura que, para equilibrar las cuentas municipales, será necesario aplicar medidas de contención de gastos corrientes, y afirma que ya se han dado pasos en ese sentido, como las mejoras de eficiencia energética adoptadas en varias zonas de la localidad. El BNG se abstuvo en este punto. Su portavoz, Cecilia Tarela, considera que la RPT consagra «miseria onde había miseria» y recompensa a determinados trabajadores.
La corporación local de Pontecesures celebró el lunes un pleno. Una
sesión particularmente bronca y tensa, según relatan los grupos de la
corporación. Y es que en el orden del día figuraba la propuesta del
gobierno local para la disolución de la agrupación de voluntarios de
Protección Civil de Pontecesures, una entidad creada en 1996 y que, tras
años de tensa relación con el equipo de Juan Manuel Vidal Seage,
decidió hace un año dejar de hacer guardias por el ninguneo al que,
decían, los sometía el gobierno local, al que acusaban de negarles el
pan y la sal para poder desarrollar su trabajo.
El alcalde llevó a pleno la propuesta de
disolución de la agrupación amparándose en la falta de participación de
esta en la vida municipal. «Nin estaban nin se lles esperaba», decía
ayer el regidor, que considera que acabar con el cuerpo de voluntarios
era el epitafio lógico a la situación que se vivía en el Concello de
Pontecesures desde abril del año pasado.
Pero los grupos de la
oposición no lo ven así. Desde el BNG, Cecilia Tarela lamenta que el
gobierno local no haya realizado, en el último año, ningún intento por
acercar posturas con los voluntarios. Asegura Tarela que el informe
presentado por la alcaldía para justificar su propuesta se sustenta en
datos erróneos. «Enviáronse á Xunta supostas solicitudes de colaboración que non lle foron comunicadas á agrupación de Protección Civil»,
por lo que esta no habría podido atenderlas aunque así lo hubiese
querido hacer. Tarela considera inaceptable que no se haya intentado
solucionar en ningún momento el conflicto, aún a costa de privar a los
cesureños de un servicio «formado por xente que traballaba e que estaba ao pé do canón cando facía falla». De hecho, asegura, aunque no asistían a actos programados por el Concello, seguían teniendo cierto nivel de actividad. «Este Nadal o 112 chamounos en doce ocasións, pero non puideron acudir porque non tiñan os coches, que están no Concello», asegura.
El PSOE, por su parte, emitía un comunicado a través de su perfil de Facebook en el que indicaba: «O equipo de goberno de Pontecesures vén de disolver a Agrupación Municipal de Voluntarios despois de máis de vinte anos de servizo altruísta e solidario cos seus veciños e veciñas. Eles e só eles serán responsables desta infame decisión, matinada pola soberbia do señor Seage e baseada en mentiras».
El popular Vidal Seage llegó a la alcaldía gracias a una moción de censura que desbancó a la nacionalista Cecilia Tarela. Los resultados del 26M le permitieron ayer reeditar su pacto con TeGa e Independientes de Pontecesures para continuar al frente de la corporación municipal cesureña.
La independiente podría cambiar al socio del PP por uno socialista.
Las espadas siguen en todo lo alto en
Pontecesures, donde cualquier cosa puede pasar en la sesión de
investidura del día 15. Tanto es así que Juan Manuel Vidal Seage, quien
al frente del PP volvió a ganar las elecciones
-la suya fue la lista más votada, logrando cuatro ediles en una
corporación de once-, puede quedarse nuevamente en la oposición -como en
2015- y perder la Alcaldía que logró en 2016, a raíz de una moción de
censura.
Y todo porque su socia María
Isabel Castro Barreiro (Independientes de Pontecesures-IP), que
entonces le ayudó a conseguir la Alcaldía y permaneció a su lado como
teniente de alcalde hasta la actualidad, parece estar negociando con el
PSOE -la segunda fuerza- la posibilidad de crear un gobierno
alternativo.
Y que a nadie le resulte extraño, porque en este municipio todos los candidatos fueron socios de todos, todos se traicionaron en algún momento, tocaron poder y estuvieron en la oposición.
Es
por ello que cualquiera puede aliarse con el de al lado, y el que a
comienzos de mandato es socio preferente puede terminar convirtiéndose
en el enemigo a batir. No es descabellado pensar que Isabel Castro
cambie de bando, si las condiciones que le ofrece el PSOE le son convenientes.
Ahora
tiene menos poder que hace cuatro años, ya que solo logró un acta de
concejal, la suya. Pero le basta para sumarla a las tres del PSOE y a
las dos que conserva el BNG
si quiere ganar la votación de la sesión de investidura y colocar como
alcalde al socialista Roque Araújo. Ella misma se convirtió en alcaldesa
en 2007, con el apoyo de dos tránsfugas del PSOE y tres ediles del PP,
arrebatando así la Alcaldía al BNG.
Como
volvió a arrebatársela en mayo de 2016, cuando para cargarse el
gobierno bipartito de BNG y PSOE arropó la moción de censura que, con
ayuda de Terra Galega (TeGa), colocó a Vidal Seage (PP) como primer edil, desbancando a la nacionalista Cecilia Tarela; quien a su vez llegó al poder en 2015 gracias a TeGa y PSOE.
En
definitiva, que hay muchas cuentas pendientes y muchos favores que
devolver, de ahí que sea posible tanto otro gobierno del PP, con Vidal
Seage a la cabeza -en solitario o en coalición, con Ángel Souto (TeGa)-,
como uno liderado por Roque Araújo.
Incluso,
aunque parece poco probable, la propia Isabel Castro podría aspirar a
ser nuevamente alcaldesa, pues a pesar de tener solo un acta podría
reclamar para ella el cargo de regidora y lograr el apoyo de PSOE y BNG,
al menos si lo único que estos grupos pretenden es evitar otro gobierno
del PP.
Lo que sucede es que,
a pesar de estar jubilada, parece aspirar a una dedicación exclusiva, y
está por ver quién accede a dársela.
El actual tripartito, formado por PP, IP y TeGa, mantuvo también una primera toma de contacto para poner sobre la mesa las exigencias de cada uno. Aunque, en buena lógica, los independientes no parecen tener ahora la misma fuerza que hace tres años, puesto que ya solo les queda un concejal, en cada caso. Todo puede pasar en Pontecesures, donde con menos de 200 votos cualquiera puede convertirse en concejal y marcar el rumbo al gobierno resultante de los comicios.