Pontecesures se encamina hacia la reedición del Gobierno tripartito.

Las diferencias entre TeGa e independientes allanan el camino a un nuevo pacto con los protagonistas del mandato anterior y con distintas responsabilidades.

La alegría contenida en las filas del PP, en la noche del día 24, pro haber conseguido la victoria en las elecciones municipales está justificada. Su líder Vidal Seage sabe que para alcanzar la mayoría absoluta necesitaría el apoyo de los dos ediles de TeGa y de los conseguidos por los Independientes y, también, que hay unas diferencias entre ambos grupos que hacen casi imposible el acuerdo.
La decisión de la candidata de Independientes, Maribel Castro, de tomar posesión de su acta, se convierte en un obstáculo prácticamente insalvable. Así lo consideran en TeGa, que salió reforzado de la cita con las urnas, pasando de uno a dos ediles.
Después de que se hubiese celebrado una asamblea de militantes, Ángel Souto, alcaldable de TeGa, mantendrá sucesivos encuentros a lo largo de esta semana con los representantes de los grupos que estarán representados en la corporación municipal.
BNG, es la segunda fuerza más votada tras el PP. Su cabeza de lista, Cecilia Tarela, confirmó que se están celebrando reuniones, aunque evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que pueda reeditarse el tripartito. A renglón seguido agregó que los programas del PSOE y el BNG tienen muchos puntos en común.
Dos cuestiones a resolver serían el reparto de poder y las condiciones bajo las que podría reeditarse la fórmula para gestionar el Concello, teniendo en cuenta el cambio de correlación de fuerzas, porque el BNG, que es la lista más votada después de la del PP, tiene ahora dos ediles, el mismo número que TeGa y el PSOE.

Diario de Pontevedra

El laberinto se abrió por la derecha.

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Pontecesures inicia una semana crucial para decidir quién será el regidor de una villa que lleva 20 años instalada en la fragmentación política.

Pontecesures busca alcalde. Después de que las urnas dibujasen una corporación claramente minifundista ?tres concejales el PP por dos del BNG, TeGa, IP y PSOE?, la hora de los pactos y las negociaciones ha llegado. Hay dos formaciones llamadas a liderar ese proceso: el Partido Popular y el Bloque Nacionalista Galego. Y hay un partido-llave del que ambos dependen: Terra Galega.

Las negociaciones se prevén intensas, particularmente intensas. TeGa lleva cuatro años gobernando en un tripartito integrado por el BNG y el PSOE. Las relaciones han sido fluidas, las decisiones tomadas por un grado de consenso más que aceptable. Así que reeditar ese pacto debería resultar bastante sencillo. Pero hay un pero. La número uno nacionalista, Cecilia Tarela, recuerda que la suya sigue siendo la fuerza más votada de las tres, pero ha perdido votos y dos concejales. Mientras que TeGa ha experimentado un gran crecimiento, lo que podría haber hecho crecer sus expectativas sobre el papel que le correspondería jugar en un posible gobierno.

Ese resquicio abriría una vía para el PP de Juan Manuel Vidal Seage. A fin de cuentas, TeGa es un partido que tiene sus orígenes en la derecha y Ángel Souto Cordo fue, hasta hace unos años, uno de los rostros del Partido Popular en esta localidad. Abandonó esa formación hace algo más de cuatro años, cuando el PP optó por poner a Vidal Seage en el cartel electoral, desestimando tanto a Souto Cordo como a Rafael Randulfe. A ninguno de los dos les gustó la decisión y se marcharon cada uno por su lado: Souto fundó TeGa y Randulfe API. El primero sacó un concejal hace cuatro años y dos ahora. El segundo se hundió nada más soltar amarras.

Cabría pensar que el líder de TeGa guardase cierto resquemor hacia la figura de Vidal Seage. Pero no es así. Souto Cordo está dispuesto a sentarse a hablar con el PP sin ningún problema. Con quien no quiere tener nada que ver es con Maribel Castro, la número uno de la candidatura que sería necesaria para estabilizar un gobierno de derechas: Independientes de Pontecesures. Si esta veterana de la política local diese un paso atrás, la alianza por la diestra podría ser factible. Pero Castro ya ha dicho, alto y claro, que no se moverá de su escaño.

¿De dónde viene la fobia ?mutua? entre Souto Cordo y Castro? ?l dice que ese mal rollo nació de la «persecución que sufrimos por parte de Maribel cuando anunciamos hace cuatro años que nos íbamos a presentar». Ella habla de que «Ángel Souto es un señor que tiene una forma de actuar que no me gusta nada, no me parece bien». Y en los mentideros políticos apuntan desde a rencillas desatadas por un problema urbanístico planteado durante el gobierno de Castro ?fue alcaldesa entre el 2007 y el 2011? a celos por debatirse en el mismo espectro político. Sean cuales sean las razones, sus consecuencias saltan a la vista.

Aún habría otro factor que parece entorpecer un pacto por la diestra. Y es que Vidal Seage ha afirmado que hay una cuestión irrenunciable: «Yo no creo en un gobierno con concejales liberados. Llevo cuatro años criticándolo y por ahí no voy a pasar». Dicho queda. Alto y claro.

La Voz de Galicia

Castro anuncia que no renunciará a su acta y allana el camino para reeditar el tripartito cesureño.

«Mis compañeros no quieren que abandone», asegura.

El lunes, en plena resaca electoral, Maribel Castro (IP) insinuó que tal vez no acabase el mandato que aún no se ha iniciado. En los mentideros políticos sus declaraciones fueron leídas en clave de pactos poselectorales: como una puerta abierta a salir de la escena política y dejar el camino libre a una alianza entre Independientes de Pontecesures, Terra Galega y Partido Popular. Sin embargo, ese escenario ha cambiado radicalmente después de que Maribel Castro haya hablado con su gente. «Mis compañeros no quieren que abandone. Quieren que esté ahí, que siga ahí y que luchemos entre todos por hacer algo bueno por Pontecesures», indicaba la veterana política.

Hay quien interpreta el cambio de postura de Castro como su enfado ante el trato recibido por parte del candidato de TeGa. Las malas relaciones entre los líderes de estas dos formaciones llevaron a Souto Cordo a repetir, por activa y por pasiva, que no se iba a sentar a negociar nada con Maribel Castro. «Mi problema no es con IP, es con su candidata», señalaba el lunes.

Su insistencia parece haber agotado la paciencia de Castro, que ahora descarta abandonar la corporación incluso a medio plazo. «Hasta el día 13 estoy en la oposición, y a partir del 13 supongo que seguiré ahí», señalaba con sorna.

Y es que las posibilidades del PP de encabezar el nuevo gobierno de Pontecesures parecen diluirse incluso antes de que comiencen los contactos. Tanto Juan Manuel Vidal Seage como Ángel Souto Cordo, en una conversación informal, decidieron aplazar los contactos para abordar este asunto hasta pasado el fin de semana.

Tampoco hasta la semana que viene se reunirá el portavoz de TeGa con el BNG. La fuerza nacionalista, la segunda más votada después del PP, parece dispuesta a intentar reeditar el tripartito que durante los últimos cuatro años gobernó Pontecesures. Tampoco por ese lado las negociaciones van a ser coser y cantar. A diferencia del 2011, cuando el Bloque fue la fuerza más votada y consiguió cuatro concejales, ahora nacionalistas, TeGa y PSOE están empatados en número de ediles, con dos por cada formación. En cuanto a votos, las siglas del BNG son las que han cosechado más, pero ahora las fuerzas están muy equilibradas.

Los contactos entre las distintas formaciones no se iniciarán hasta la próxima semana.

Una corporación muy fragmentada

La corporación de Pontecesures está integrada por 11 concejales. La futura corporación estará formada por 3 concejales del PP -Juan Manuel Vidal Seage, José Ramón Cadilla Piñeiro y Mónica Espadas Díez- y dos de cada una de las otras formaciones que acudieron a las urnas. Fueron, por orden de votos, el BNG -Cecilia Tarela y María Teresa Tocino Barreiro-, Terra Galega -Ángel Manuel Souto Cordo y Jorge Janeiro-, Independientes de Pontecesures -Maribel Castro, Francisco García- y Partido Socialista -Roque Araújo y Concepción Gómez-. Ahora toca decidir quién ocupará la alcaldía durante los próximos cuatro años.

La Voz de Galicia

Compás de espera para los pactos de gobierno en Pontecesures.

Las negociaciónes están, de momento, en punto muerto.

Las urnas han dibujado un panorama más complejo de lo habitual en Pontecesures. Los cidudadanos han querido que todos los grupos que se presentaban a las elecciones -cinco formaciones- tuviesen representación en el pleno. De hecho, han querido que todos tengan un peso muy similar en la corporación. Solo el PP, con tres ediles, ha roto el empate a dos concejales alcanzado por BNG, TeGa, IP y PSOE.

El Partido Popular se ha convertido, pues, en primera fuerza política de la localidad. El Bloque, que hasta ahora ostentaba ese puesto, ha caído hasta el número dos. Ese retroceso ha cogido por sorpresa a la candidata nacionalista, Cecilia Tarela. Esta reconocía ayer que en sus cálculos entraba la pérdida de un concejal debido al cambio en el cabeza de lista. «Sabiamos que había un sector de votantes que apoiaban ao BNG por Luis [Álvarez Angueira]», señaló. Pero perder dos concejales y quedarse con otros dos ediles en el salón de plenos era algo que no entraba en los cálculos del Bloque. A la candidata de esta formación le ha sorprendido, y mucho, «a grande cantidade de votos en branco e votos nulos que houbo, que veñen sendo un castigo para todos os partidos que nos presentabamos as eleccións».

El varapalo es de los que resultan difíciles de dirigir. Cecilia Tarela lo reconoce, pero como no es mujer de lamentos, ayer mostraba su firme decisión de seguir adelante. Ayer mismo tenía previsto mantener una reunión con los militantes del Bloque para analizar lo ocurrido y empezar a buscar la fórmula para corregir este retroceso en las urnas. A partir de ahí, dice, tocará empezar a hablar con el resto de fuerzas para intentar reeditar el pacto de gobierno que ha funcionado en Pontecesures durante los últimos cuatro años y que estuvo formado por BNG, PSOE y TeGa.

Sobre la viabilidad de que ese acuerdo se repita no quiso pronunciarse ayer Tarela. «Teremos que ver como se presentan as cousas e cal é o plantexamento que traen as outras formacións», indicó. Es cierto, recordó, que el Bloque gozaba hace cuatro años de una posición claramente hegemónica, con cuatro ediles frente a uno de cada uno de las otras dos formaciones. Y ahora el escenario ha cambiado. Los tres actores de este tripartito tienen dos concejales, «pero o BNG sigue a ser, dos tres, a forza máis votada».

Habrá que ver si ese argumento convence a las otras dos formaciones en juego. Sobre todo a Terra Galega. Ángel Souto, su candidato, explicaba ayer que hasta el fin de semana no analizará los resultados electorales con su asamblea. Será ese foro el que marque las directrices sobre las que se deberá negociar.

Otras fuentes, sin embargo, apuntan a que el crecimiento experimentado por TeGa, que ha pasado a ser la tercera fuerza en número de votos, parece haberle dado alas a sus aspiraciones. ?l, de momento, se limita a indicar que no ha llegado aún la hora de hablar ni de condiciones, ni de preferencias. También señaló que, hasta ayer por la tarde, no había mantenido ningún contacto con los demás partidos. «Tiven unha conversa informal con Tarela no Concello, pero non falamos nada disto». Y de Juan Manuel Vidal Seage, de momento, no tiene tampoco noticias ni propuestas.

La Voz de Galicia

El PP asume la dificultad de llegar al gobierno de Pontecesures.

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A Juan Manuel Vidal Seage (PP), las elecciones del domingo le dejaron «una sensación agridulce». «Hemos sacado más votos, tenemos un concejal más, le hemos dado un giro importante a Pontecesures… Pero no nos va a servir para gobernar». El líder del partido más votado en las municipales, haciendo uso de esa condición, moverá ficha. «Pero creo que hay poco margen para llegar a un acuerdo», sentencia.

Habla así por dos razones fundamentales. La primera, que «no estoy dispuesto a pasar por el trauma del tripartito, ni por una alianza que se construya sobre tres liberados. No puedo caer en el sinsentido de hacer yo ahora en lo que llevo cuatro años criticando», indica. Por otro lado está la más pura aritmética. Con sus tres concejales, el PP necesitaría el apoyo de dos de los otros cuatro grupos con representación en el pleno, todos con dos ediles. Evidentemente, el pacto con el BNG y el PSOE parece descartado, «y el candidato de TeGa ya dijo que con Independientes de Pontecesures no quiere nada».

Ángel Souto Cordo, el candidato de TeGa, matiza esas palabras. «Nós con IP non temos ningún problema. Con quen dixemos que non iamos pactar, en ningún caso, é coa súa número un, Maribel Castro». ¿Y qué dice la exalcaldesa de Pontecesures? «Ángel Souto Cordo non quererá nada comigo, pero eu con el tampouco». La edila independiente, que se declara libre de ataduras, asume de entrada que «seguiremos na oposición». Aunque entreabre otras puertas, insinúa otras posibilidades. Lo hace al advertir que estas han sido «as últimas eleccións as que me presento», al afirmar que su ciclo político toca su fin, y al indicar que hay posibilidades de que ni siquiera agote el mandato. ¿Podría irse ya, para facilitar un acuerdo a tres bandas entre PP, TeGa e IP? La pregunta, de momento, no tiene respuesta. Quizás todo dependa de lo que pase en los próximos días. Aún así, Castro destaca la buena sintonía que, durante los últimos cuatro años, han mostrado las tres formaciones que integraron el gobierno local: BNG, TeGa y PSOE.

La Voz de Galicia

Esa buena sintonía será puesta a prueba ahora. A fin de cuentas el Bloque, la fuerza hegemónica hace cuatro años, ha pasado de cuatro concejales a dos. Ha pasado, pues, de ser la fuerza líder indiscutible de la coalición de gobierno, a compartir protagonismo con los independientes de Ángel Souto y los socialistas de Roque Araújo, formaciones que han ganado un concejal cada una hasta llegar a conformar un triple empate a dos en el que la capacidad de exigencia ha variado. No fue posible conocer ayer el análisis que Cecilia Tarela, la candidata nacionalista, realiza de los malos resultados conseguidos. El resto de los grupos tienen claro que el BNG ha pagado caro el cambio de candidato. Además, los nacionalistas han asumido todo el desgaste del gobierno tripartito, mientras sus socios han crecido.

Pontecesures vuelve a ser una «sopa de letras» que permite reeditar el actual tripartito.

Si un consuelo queda al PP después de lo de ayer es que gana las elecciones en Pontecesures, tradicional feudo del Bloque. Pero claro, lo tiene difícil para gobernar, pues la «sopa de letras» que vuelve a ser esta corporación permite reeditar el actual tripartito. El PP sube de 2 a 3 concejales (de 342 a 441 sufragios), convirtiéndose en la primera fuerza, mientras que el BNG, esta vez sin Manuel Luis Álvarez Angueira a la cabeza, baja de 4 a 2 representantes (de 563 votos pasa a 375).

El BNG de Cecilia Tarela, por tanto, puede repetir gobierno si vuelve a pactar con sus actuales socios, que lejos de caer sí mejoran sus resultados. Terra Galega sube de uno a dos concejales (de 181 a 314 votos), logrando superar incluso al PSOE, que también pasa de uno a dos ediles (de 206 a 269 sufragios). Así pues, BNG, Terra Galega y PSOE suman seis ediles en una corporación de once de la que desaparece la Agrupación Cidadá de Pontecesures, que no se presentó a la contienda.

Mención especial merece María Isabel Castro Barreiro, de Independentes de Pontecesures (IP) por la fidelidad de sus votantes, pues tuvo 309 apoyos en 2011 y 305 ayer, conservando sus dos actas.

Faro de Vigo