No hay quien recoja las coronas del camposanto de Pontecesures, que se acumulan en plena ruta jacobea.
Que el Camino de Santiago es un motor de desarrollo económico en los lugares por los que pasa es una verdad que nadie, a estas alturas, se atreve a cuestionar. Máxime si hablamos de una ruta tan consolidada como la que, desde Portugal, cruza el sur de Galicia rumbo a Compostela. Según los datos de la Oficina de Acogida al Peregrino, el año pasado transitaron por el Camino Portugués unas 67.822 personas. Son 67.822 motivos para mantener en perfecto estado de revista el recorrido. Pero en él ha surgido un inesperado punto negro. Está en Pontecesures, en San Xulián, a la altura del cementerio parroquial. Allí se ha ido formando un depósito en el que se acumulan todo tipo de residuos: desde bolsas de basura hasta ramos y coronas de flores procedentes del camposanto situado justo al lado.
Los vecinos explican que en el rincón en el que crece el depósito de basura hubo, «de toda a vida», contenedores de basura. Sin embargo, hace unos días, el Concello dio orden de retirarlos, explican. Quien ha ido al consistorio a pedir explicaciones, relatan, no las ha conseguido. Bien al contrario, afirman que desde el gobierno local no se les trató, ni siquiera, con respeto.
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¿Qué ha motivado la retirada de los contenedores de San Xulián? El alcalde, Juan Vidal Seage (PP), asegura que esa decisión es fruto de un sumatorio de circunstancias adversas. La calle de la polémica es una vía muy estrecha, por la que es imposible el paso de los camiones de Serra do Barbanza, el ente encargado de la recogida de basuras en el municipio cesureño. La única posibilidad de acceder a ese punto con el camión de recogida era realizando una serie de complicadas maniobras. Pero, entre la complejidad de estas, y que el peso de esos vehículos dañaba el enlosado del suelo, hace años se buscó una alternativa para la recogida de basuras. Consistía esta en que cada mañana, antes de que el camión de Serra do Barbanza acudiese a vaciar los contenedores, operarios municipales acercaban los de ese y otros puntos de la localidad con similares características (Carreiras y Toxa) hasta su ruta. «Eso viña sendo así dende hai moitos anos», dice el alcalde. Hasta hace unas semanas, cuando los trabajadores presentaron por registro un documento en el que indicaban que esa era una tarea que no entra dentro de sus funciones (por lo tanto, la realizaban de forma voluntaria) y anunciaban que iban a dejar acometerla. En ese contexto, y dado que no hay posibilidad de que el camión acceda a la calle, el gobierno local se encontró con que «non había máis remedio que reorganizar o servizo», lo que significa quitar el contenedor de su emplazamiento «de toda a vida» y trasladarlo a otros puntos más distantes. «Lamento o menoscabo para os veciños», afirmaba ayer Vidal Seage, quien indicó que se están buscando soluciones, al menos, para los residuos generados en el cementerio. «Unha posibilidade que estamos barallando é poñer no recinto un saco, como os que se usan cando se retira a folla dos parques, para que a xente deposite alí as flores secas», relata el regidor.
Tras toda esta historia late el conflicto laboral abierto en el Concello de Pontecesures, donde los trabajadores municipales se están movilizando contra el bloqueo de las negociaciones de una nueva Relación de Postos de Traballo. En 2016, el anterior gobierno municipal había llegado a un acuerdo con los sindicatos para aprobar una RPT que no gustaba, nada, a los integrantes del equipo que ahora encabeza Seage. Fue precisamente ese asunto, el que puso en el disparadero a la exalcaldesa, Cecilia Tarela, que perdió el bastón de mando tras una moción de censura que alumbró al actual tripartito integrado por PP, IP y TeGa.
Los trabajadores denuncian que, desde la llegada al poder del nuevo ejecutivo, este no ha hecho nada por abordar un documento imprescindible para mejorar y dignificar las condiciones de los trabajadores municipales. De hecho, tras varias concentraciones a la puerta del Concello, y ante la falta de una llamada del alcalde para iniciar el diálogo, para la próxima semana han anunciado la convocatoria de una manifestación, un acto sin precedentes en muchos años.
Seage confirma que no ha tenido contacto con los trabajadores en las últimas semanas. Pero sí ha vuelto a hablar en este tiempo con la empresa con la que había contactado poco después de llegar a la alcaldía para encargarle la redacción de una RPT. Ahora, está a la espera de un presupuesto que permita habilitar una consignación de fondos para abordar ese trabajo. Sostiene que el gobierno local es el «primer interesado» en disponer de ese catálogo de puestos de trabajo, «xa que permitirá saber, por exemplo, se os traballadores municipais teñen ou non que mover os colectores de San Xulián», además de «regularizar as situacións irregulares» que se puedan estar dando en el consistorio, «revisar a masa salarial, se é que hai que facer axustes», y garantizar que cada plaza se cubre atendiendo a criterios de «igualdade, méritos e capacidade».
La Voz de Galicia