El futuro de TeGa, las liberaciones y el reparto de áreas marcan el final de la negociación de la moción de censura.
Ya advirtió Juan Manuel Vidal Seage que las negociaciones para crear un gobierno alternativo al que encabeza Cecilia Tarela se iban a cocinar a fuego lento. Solo así, explicaba el líder popular, se podría ligar bien una salsa en la que el PP tenía que actuar como elemento capaz de aglutinar a dos fuerzas, IP y TeGa, separadas por un profundo abismo personal. Lo de cocinar el acuerdo despacio parece haber funcionado. Los tres actores principales han salvado distancias y han sentado ya las bases de lo que se esboza como la futura coalición de gobierno de Pontecesures. «Pero hasta que la moción no esté firmada, no se puede dar nada por hecho», recalcaba ayer Maribel Castro (IP). Ese es el mismo mensaje que lanzan sus compañeros de viaje, que no parecen dispuestos a desvelar antes de tiempo cuáles son esos «flecos» que, según reconocía ayer Ángel Souto (TeGa) siguen estando pendientes.
«Esta semana tendremos una reunión que, supongo, será la definitiva, porque si no, esto ya se estaría demorando demasiado», explicaba ayer el portavoz de la formación que empezó el mandato dentro del tripartito que encabezaba la actual alcaldesa, Cecilia Tarela. TeGa, que siempre ha esgrimido su carácter asambleario ante cualquier toma de decisión, también tiene pendiente una asamblea para ratificar, o no, la firma de la moción de censura. El debate está servido, toda vez que Jorge Janeiro, el segundo concejal de esta formación, no está para nada de acuerdo con embarcarse en el nuevo gobierno. De hecho, ha afirmado que ni secundará ese acuerdo, ni abandonará su acta de concejal. «En TeGa no tenemos que pensar todos igual. Lo único importante es que todos busquemos el bien del pueblo», explica Ángel Souto, que no quiere profundizar más en la paradoja que se produciría si él se incorporase al gobierno y su compañero de filas siguiese en la bancada de la oposición.
También tendrá que modular su discurso Juan Manuel Vidal Seage si, como todo apunta, el acuerdo de gobierno incluye dos salarios para otros tantos componentes del gobierno. Hace un año, tras las elecciones, el líder popular consideraba innegociable esa cuestión: no iba a comprar con un sueldo (o medio sueldo) la fidelidad de sus compañeros de gobierno, algo que reprochó en incontables ocasiones a la actual alcaldesa, Cecilia Tarela. Sin embargo, a estas alturas está la posibilidad de que él mismo y Ángel Souto cobren del Concello. Maribel Castro se habría autodescartado. «Yo ya estoy jubilada», explicaba ayer esta veterana política.
Crisis política en el Baixo Ulla.
La Voz de Galicia