La decisión de la candidata de Independientes de Pontecesures, Maribel Castro, de tomar posesión de la primera de las dos actas cosechadas por su formación el 24M constituye un obstáculo insalvable para la búsqueda de un pacto de gobierno de centro derecha en el municipio del Baixo Ulla. Así lo reiteró ayer el portavoz y concejal electo por Terra Galega, Ángel Souto, cuyo partido se reunió el fin de semana para valorar los resultados electorales y ponderar qué política de apoyos seguirán sus dos ediles ante la sesión de investidura del día 13.
A la espera de una reunión
Del resultado de la asamblea Souto Cordo prefiere no desvelar nada antes de comunicar sus conclusiones al resto de formaciones políticas con las que mantendrá sucesivos encuentros a lo largo de esta semana. Fundamentalmente con el BNG, la segunda lista más votada tras el Partido Popular, y el PSOE, con quienes Tega ha gobernado los últimos cuatro años. «Sí puedo decir que nuestra valoración sobre el tripartito es positiva, creo que la labor ha sido buena para los ciudadanos y vecinos de Pontecesures, y lo afirmo porque, de no ser así, lógicamente no nos hubiésemos mantenido en el gobierno», sostiene su portavoz.
Cuestión diferente son las condiciones bajo las que dicho tripartito podría reeditarse, habida cuenta del cambio en la correlación de fuerzas. «Antes había una situación clara, con un BNG con cuatro concejales, como candidatura más votada, mientras que nosotros teníamos un solo edil; ahora ha cambiado y eso debería reflejarse en los acuerdos», sostiene Souto.
Encuentro informal con el PP
Por lo que respecta a la alternativa, un gobierno en coalición con el PP e IP, obviamente resulta inviable ante los desacuerdos insalvables que existen entre Souto y la exalcaldesa Maribel Castro. De no producirse ningún acuerdo que garantice una mayoría absoluta de seis concejales, el candidato popular, Manuel Vidal Seage, sería investido alcalde como candidato de la formación más votada. Claro que tres concejales de once le dejarían en una situación de estabilidad harto precaria.
La Voz de Galicia