A Juan Manuel Vidal Seage (PP), las elecciones del domingo le dejaron «una sensación agridulce». «Hemos sacado más votos, tenemos un concejal más, le hemos dado un giro importante a Pontecesures… Pero no nos va a servir para gobernar». El líder del partido más votado en las municipales, haciendo uso de esa condición, moverá ficha. «Pero creo que hay poco margen para llegar a un acuerdo», sentencia.
Habla así por dos razones fundamentales. La primera, que «no estoy dispuesto a pasar por el trauma del tripartito, ni por una alianza que se construya sobre tres liberados. No puedo caer en el sinsentido de hacer yo ahora en lo que llevo cuatro años criticando», indica. Por otro lado está la más pura aritmética. Con sus tres concejales, el PP necesitaría el apoyo de dos de los otros cuatro grupos con representación en el pleno, todos con dos ediles. Evidentemente, el pacto con el BNG y el PSOE parece descartado, «y el candidato de TeGa ya dijo que con Independientes de Pontecesures no quiere nada».
Ángel Souto Cordo, el candidato de TeGa, matiza esas palabras. «Nós con IP non temos ningún problema. Con quen dixemos que non iamos pactar, en ningún caso, é coa súa número un, Maribel Castro». ¿Y qué dice la exalcaldesa de Pontecesures? «Ángel Souto Cordo non quererá nada comigo, pero eu con el tampouco». La edila independiente, que se declara libre de ataduras, asume de entrada que «seguiremos na oposición». Aunque entreabre otras puertas, insinúa otras posibilidades. Lo hace al advertir que estas han sido «as últimas eleccións as que me presento», al afirmar que su ciclo político toca su fin, y al indicar que hay posibilidades de que ni siquiera agote el mandato. ¿Podría irse ya, para facilitar un acuerdo a tres bandas entre PP, TeGa e IP? La pregunta, de momento, no tiene respuesta. Quizás todo dependa de lo que pase en los próximos días. Aún así, Castro destaca la buena sintonía que, durante los últimos cuatro años, han mostrado las tres formaciones que integraron el gobierno local: BNG, TeGa y PSOE.
La Voz de Galicia
Esa buena sintonía será puesta a prueba ahora. A fin de cuentas el Bloque, la fuerza hegemónica hace cuatro años, ha pasado de cuatro concejales a dos. Ha pasado, pues, de ser la fuerza líder indiscutible de la coalición de gobierno, a compartir protagonismo con los independientes de Ángel Souto y los socialistas de Roque Araújo, formaciones que han ganado un concejal cada una hasta llegar a conformar un triple empate a dos en el que la capacidad de exigencia ha variado. No fue posible conocer ayer el análisis que Cecilia Tarela, la candidata nacionalista, realiza de los malos resultados conseguidos. El resto de los grupos tienen claro que el BNG ha pagado caro el cambio de candidato. Además, los nacionalistas han asumido todo el desgaste del gobierno tripartito, mientras sus socios han crecido.